Pan de panadería
En mi tierra le llamamos “pan de panadería” al pan que venden los panaderos no en la panadería sino en la “pulpería”, la que -como ya ustedes saben- no es una tienda donde venden pulpos sino una de víveres y abarrotes.
Pues bien, hoy se me antojó comer pan de panadería y mientras me lo comía recordé que de niña mi abuela me enseñó a comerlo untado de mantequilla y “sopeadito”, o sea, mojadito en el café caliente. A mi me gustaba mucho y no se si porque de verdad era rico o porque rico le parecía a mi abuela que tanto me cuidaba y me quería.
Este recuerdo me trajo a la vez a la memoria lo que me dijo Daniel, el mejor amigo de mi sobrino más joven, cuando tenía 14 años. Daniel me dijo:
- “Totús, se acuerda cuando usted nos dibujaba con tiza en la calle aviones, carros, autobuses, ambulancias, patrullas con sus sillones, puertas, manubrios, perillas y ventanas para que Juan y yo jugáramos cuando éramos chiquitos?”.
- “Caray, Dani, qué memoria! Lo había olvidado! Y cómo es que lo recuerdas?”
- “Lo recuerdo porque era muy bonito jugar así; sentíamos que todos esos dibujos eran vehículos que existían.”
Comiéndome el pan esta mañana pensé también en cuántos gestos que hacemos de adultos los hemos “heredado” de quienes nos cuidaban de niños, son muchos, muchísimos; por ejemplo, mi padre jugaba con mi hermano y conmigo en sus días libres tumbados los tres en su cama escuchando música clásica creando historias según la melodía; más tarde conocí que este tipo de música establece en el cerebro las conexiones necesarias que, entre otras cosas, le permiten al niño desarrollar su sentido tridimensional del espacio; el cual a la vez, con mi gesto de los dibujos en la calle, heredé a mi sobrino Juan y a su amiguito Dani.
Este tipo de gestos heredados pasan completamente inadvertidos para la mayoría y es una lástima porque son esenciales para poder decir que uno se conoce a sí mismo y que, además, comprende la realidad en la que vive, porque sucede que mucho de lo que acontece lo abordamos con gestos de los que desconocemos su origen y por tanto tampoco llegamos muchas veces a comprender por qué razón provocan lo que provocan, sea esto agradable o desagradable, conveniente o no.
Desde niña, en mi soledad, como en mi soledad de adulta he puesto a disposición de estos pensamientos mi inteligencia porque he visto los beneficios que ha traído a mi vida, entre ellos está el haberme ayudado a reconciliarme con mi pasado pero también el haberme abierto el corazón para comprender la semántica del padre Luigi Giussani. Y es que, ojalá, fuera únicamente que colaboró a que la comprendiera sino que con ella me aproximó a mi propia humanidad, pero más importante que eso, me aproximó a Cristo en la suya.
Qué de gestos habrá heredado Nuestro Señor de Santa María y de San José, se han puesto a pensar? Muy probablemente de Ella heredó esa capacidad de silencio ante Pilato cuando éste le preguntó “Qué es la Verdad?”; y de José ese gesto juguetón pero firme con que mandó a Zaqueo bajar del árbol.
De estos y de muchos gestos del Señor ya conocemos las consecuencias espero que, si eres de los que prestan poca atención a los tuyos y a los Suyos -con esto que te he dicho- te intereses por conocerlos.
Por mi parte has de saber que, como con el pan de panadería y los dibujos en la calle, seguiré ejercitándome en descubrir los gestos que he heredado y que a la vez heredo, para poder afianzarme en la realidad sin perderme de vista, para saber de dónde vengo y hacia dónde voy, para afianzarme en la Esperanza; que parece ser fue, para lo que al fin y al cabo sirvió, comer hoy pan de panadería.
5 comentarios
(mojados en el vaso de cafe caliente)
(guauuu...)
(¡ten cuidado con los perros que se lo zampan!)
: )
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Como que sabes de perros que se zampan panes (y quesos)!
Quién eres anónimo? Te conozco, cierto?
Me paso gravemente con el Sr. Iraburu [editado por el blogger]
Poco después, ayer, LF me censuró un mensaje sobre los 144 teólogos alemanes [editado por el blogger] Hoy le explicaba, en otro mensaje censurado, una historia que apareció en la prensa hace ya años. Un cura vasco tuvo la oportunidad de hablar con un terrorista etarra. No le convencía y en un momento dado le dijo: fijate en tus companeros, nunca ríen, en realidad viven amargados, han escogido un camino equivocado y no lo pueden vivir con alegría.
Esa historia tuvo final feliz. A partir de esta reflexion, seguramente no la de mas calado moral, el etarra acabó reinsertandose y abandono la organización terrorista.
A menudo me acuerdo de esta historia cuando leo [editado por el blogger] muchos bloggers y [ ] muchos comentarios. [editado por el blogger]
Si mi discrepancia [editado por el blogger] ha de ser censurada, lo tengo claro: No se me ha perdido nada en este portal ni en la Iglesia que representa. Así lo he expresado. [editado por el blogger] "Pues Adios", ha sido la respuesta del director de este portal.
Pues eso, adiós. De ti si que quería despedirme antes de apretar por última vez el botón de "enviar" y borrar "infocatolica" de "favoritos", y quería hacerlo porque [editado por el blogger] transpira [ ] cariño, sean cuales sean las discrepancias.
Así pues, que tengas mucha suerte en la vida [editado por el blogger]
Un abrazo y hasta siempre.
Pd: si prefieres no publicar este mensaje, tienes mi autorización. Es más una reflexion personal que otra cosa.
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Iker,
Bien, para empezar vas a notar que edité tu comentario. Lo he hecho por dos razones, una es la que tiene que ver con las normas del portal que me alberga y que he de cumplir y la otra, la que tiene que ver con lo que te voy a decir:
Una gran parte, la mayor parte -según mi modesta experiencia- de lo que implica "configurarse a Cristo" es ceder.
Ceder en qué sentido? Ceder en el sentido de que si estás en pos de algo, en este caso de tu felicidad en este mundo y de la vida eterna, todo lo que te acontece es vehículo para llegar al destino, razón por la cual has de subir a él, has de abrazarlo, como si de ello pendiera tu vida porque de ello pende, cierto?
Pues bien, tu has hallado en InfoCatólica o pensaste hasta hace poco haber hallado, en parte ese vehículo pero resulta que éste te arroja una y otra vez fuera sin que tu consigas saber por qué.
Lo único que por el momento puedo decirte es que tuviste magnífica intuición al haber entrado en este portal buscando lo que tu corazón anhela, es decir, en ese sentido has acertado. Lo que sucede es que si subes al vehículo, a cualquier vehículo, el aparato no te llevará donde quieres ni funcionará adecuadamente si tu en lugar de meter el freno metes el acelerador y si en lugar de poner el guiño a la derecha lo pones a la izquierda. Me explico?
Para terminar, tu nada más no te despidas, apártate de este sitio si así lo deseas pero mientras estés lejos obsérvate, trata de mirar los anhelos de tu corazón y confróntalos con el uso que diste a este vehículo.
Quizá, digo yo, descubras en ti mismo cosas que no habías advertido, de esas de las que te hablaba al principio que tienen que ver con ceder y configurarse a Cristo, porque bien se yo que detrás de eso andas, bien lo se así que ponte tras ello y regresa cuando consideres que has podido leer en tu corazón.
Cuando eso suceda, vas a ver qué magnífico funcionamiento le das a este vehículo. Vas a ver.
Por último, Iker, para que la próxima no me pongas en el dilema de editarte, si prefieres me escribes a mi correo si fuera el caso que necesitas desahogarte.
Un abrazo,
No, no me conoces.
Soy uno más... (en proceso de auto-redención)
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Ah, ya decía yo que por algún lado salía tu conocimiento de causa.
Bueno, y eso de auto-redención está medio jalado de las mechas, algún día me lo aclaras.
(y digo 'auto' por que en ello participa mi voluntad; vamos, que además de iluminarme y ayudarme Jesús en este proceso, soy sujeto activo...)
: )
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"Sujeto activo", ya veo que no lo has pasado por alto! Enhorabuena!
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