La gente más feliz del mundo
Me ha sugerido el usuario Camino, quien es un seguidor de mi blog desde hace algún tiempo, que le gustaría que compartiera con ustedes esta entrada que publiqué en Blogger el viernes 4 de junio del 2010.
Atiendo su sugerencia y con esta entrada reciban de mi parte mis deseos para que su domingo sea un día excepcional.
-o0o-
Desde que la organización británica The New Economics Foundation nos clasificó como el segundo país más feliz del mundo se ha hecho lo indecible para afirmarlo o negarlo. Sinceramente, lo que digan no me interesa, se que muchísima gente de mi país es auténticamente feliz y no es por índices acerca de la esperanza de vida, nivel de satisfacción o prácticas ecológicas; reducir la felicidad del tico a esas tres variables es ingrato y poco veraz.
Papá decía ayer en la sobremesa que vivir en Costa Rica es como vivir en un circo, lo dijo en tono jocoso y no deja de tener razón, también eso es parte de nuestra felicidad, felicidad que cae frecuentemente en ingenuidad, inmadurez y como es de suponer, en irresponsabilidad.
Papá se refería al nombramiento que hizo Bruno Stagno de si mismo como embajador de Costa Rica ante la ONU antes de que la presidenta electa lo acreditara. Digo, qué clase de funcionario público, por más seguro que esté de su nombramiento, se auto-nombra embajador y se larga con todos sus “maritates” para Nueva York? A eso me refiero con ingenuidad, inmadurez e irresponsabilidad.
Da un poco de verguenza contar estas cosas, pero no importa, de todas maneras la noticia ya dió la vuelta al mundo y nadie se ha muerto por hacer el ridículo de todas formas.
Por otro lado y para añadir tan solo un ejemplo más, los activistas gay están promoviendo las sociedades de convivencia, pero lo máximo de su capacidad a lo único que ha llegado es a hacer un copy&paste de la legislación mexicana para presentarlo como su proyecto a la Asamblea Legislativa. Of course, my horse, que los cristianos pegamos el grito al cielo, no solo porque estamos viendo lo que sucede en México sino porque es una verguenza que se “fusilen” la legislación de otro país.
En fin, que además, para frenar el famoso proyecto de ley de sociedades de convivencia lo que se les ha ocurrido a un grupo de ciudadanos es llamar a un referendum para que votemos sobre si deseamos o no la unión de personas homosexuales en nuestro país. Ahora lo llaman el referendum del odio y hasta la Sala IV ha salido en defensa de los derechos de la “minoría gay” de nuestro país diciendo que pelearán por tirarse abajo el referendum. Ejem, lo que digo… un circo.
Pero bien, hablándoles así de mi país no estoy siendo mejor que aquellos a los que critico por eso me detengo y sigo a lo que vine.
Esta es María Teresa.
Salió haciendo esa mueca que le resta belleza pero en realidad es mucho más linda, es un muchacha de “puritico campo” de esas con las que tengo tanta afinidad.
María Teresa, es una de esas ticas de las más felices del mundo y mi hermano y yo, no dejamos de asombrarnos y de preguntarnos por qué.
Tere tiene 23 años es soltera y madre, no terminó el colegio y vive con sus padres. Su padre es conductor de vagoneta y su madre ama de casa. Tiene -que conozca- tres hermanos menores que viven en la misma pequeña y sencilla casa. Su hermana trabaja de niñera, su hermanito en el colegio y la más pequeña saliendo de la educación básica.
Dice mi hermano que las ocasiones que ha ido a repartir a los trabajadores a sus casas luego de la jornada de trabajo, cuando llega a casa de Tere, cada vez que Tere se baja de la van, sale toda la familia a recibirla, su padre, madre, hermanitos y su hija. La abrazan, la besan, preguntan cómo le fue y se meten en la casa todos “en pelota” conversando, haciendo bromas y riendo. Mi hermano dice que es una escena tan hermosa que no arranca el carro hasta que desaparecen solo para disfrutarla hasta el final. Y quién no, digo yo.
Tere es mi ayudante en el invernadero, esto significa que pasamos al menos 6 horas del día juntas, le encanta su trabajo, nunca ha llegado quejándose de nada y si llego a enterarme que tiene alguna preocupación o tristeza es porque hace algún gesto poco usual por el cual he debido de sacarle “con cuchara” las palabras. Nunca habla mal de nadie ni de nada, siempre está sonriendo y no se por qué, todo lo que digo, le hace muchísima gracia, así que disfruto diciendo “yeguadas” solo para hacerla reír.
Dice mi hermano que tampoco se explica por qué me quiere tanto, yo tampoco, pero parece que así es y me alegro porque también la quiero mucho.
Se llega a querer a alguien como Tere, pues bien, porque Tere nunca miente, es muy justa, muy amable, servicial, solidaria, obediente, trabajadora y honrada; es decir, Dios ciertamente nos ha bendecido con una persona como ella trabajando a nuestro lado, espero que también nuestra presencia en su vida sea para ella una bendición.
Pero bien, la pregunta sigue en el aire: ¿por qué Tere es tan feliz a pesar de sus carencias en educación, calidad de vida, etc.? La única respuesta que he podido dar es que Tere se sabe profundamente amada y ama de vuelta a todos y cada uno de los miembros de su familia y en la medida de su capacidad extiende su amor a todas las personas con las que se encuentra, ama particularmente a la chiquilla que es su hija y su adoración y que parió cuando tenía menos de 18 años.
Dice mi hermano que parece que son personas que, antes que dinero, estatus social o cualquier otra de esas cosas que todos los demás tendemos a pensar que son importantes, prefieren ser felices, comer tan solo frijoles con guineo pero sabiéndose profunda e incondicionalmente amados.
Como Tere conozco a muchísimos ticos en mi barrio, unos más o menos felices que Tere, pero la mayoría le andan cerca. Claro, hay un buen porcentaje de “infelices” pero de esos me ocuparé en otra entrada.
Y, bueno, digo yo que a lo mejor es eso, que a lo mejor es porque se saben amados por lo que muchísimos ticos se consideran la gente más feliz del mundo… No le encuentro otra explicación.
Espero que sea así, no solo porque no me convencen las variables del The New Economics Foundation sino porque, el que se sepan amados y a la vez amen, no solo me llena de esperanza acerca de mi gente sino que dice (y debería decirle al mundo) muchísimo sobre el poder del Amor que hace de las suyas con la gente más feliz del mundo.
16 comentarios
También hay gente que aparentemente es feliz y ante un revés de la vida deja de serlo, y sinceramente, creo que tampoco se trata de eso, pues Nuestro Padre nos ha dado la vida provisionalmente, y para que la aceptemos como venga, pues no somos nadie para exigirle a Él cómo tiene que ser.
Lo único que podemos hacer mientras la tengamos es luchar por las situaciones de injusticia que podamos encotrarnos y por supuesto dedicársela.
Pero la felicidad aparece siempre en el momento más insospechado.
Un abrazo por tu artículo. Es una bonita reflexión.
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Ignacio, no le de mucha vuelta al asunto. Esto no es un tratado ni nada que se le parezca ni pretende ser otra cosa que lo que es: la exposición de mi forma de mirar el mundo desde mi fe.
Gracias por el abrazo, se recibe con gusto y gratitud.
Pero no encontrará ningún obispo, cadernal ni Papa que envídie esa felicidad hasta el punto de renunciar a ninguno de los privilegios de su estatus, ni que esté dispuesto a cambiarse por una de esas personas "felices". Es como cuando un rico se queja de los problemas que le supone su riqueza y los contrapone a la felicidad que parecen disfrutar algunos pobres, mucha palabrería pero ninguno se cambia.
Este tipo de comentarios me recuerdan a mi abuela, ella nunca se consideró racista, pero siempre hablaba de lo graciosos que le parecían "los negritos que siempre andaban riendo y que parecían tan felices en su pobreza", la pobre nunca entendió que ser racista también es ver a los que son diferentes a uno como si fueran animalitos del parque a los que se va a ver y a echar migajas de comida, pero luego uno/a se vuelve a las comodidades de su casa y encima con la satisfacción de haber hecho una buena obra.
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Cuco,
Cuando acepté la invitación de participar aquí supe que me vería expuesta a juicios como el que usted acaba de hacer. No tengo reparos en que usted exponga su opinión, pero por favor, haga esto: nada más ofrézcase a usted mismo la oportunidad de mirar el mundo desde mi mirada de fe sin juzgarla, verá que se ve mucho, pero mucho más feliz, pero sobre todo, se verá con mucha más esperanza.
Bienvenida!!!
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Gracias, Remedios, qué lindo leerte.
Saludos.
Siga usted bien con sus "pobrecitos pero felices", mi abuela vivió así toda su vida y siempre tuvo una oración y una velita para "sus negritos", lástima que ni una ni otra dan de comer, curan enfermedades, llevan agua potable, pero eso sí las almas que ganará el Señor no tiene precio para ustedes.
Adios.
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Estimado Cuco,
Pude haber añadido aquí decenas de razones adicionales por las que considero a Teresa una persona feliz, como por ejemplo, que ha caido en manos de un par de jefes católicos que, entre otras cosas, le están ofreciendo oportunidades laborales y académicas, así como el cariño y atención que nadie más fuera de su familia le había ofrecido hasta el momento, pero no lo hice porque de eso no se trata.
Se trata de ofrecer a una comunidad primordialmente española, que ha perdido en buena medida la esperanza, de que la reconstruya, observándose y observando el mundo de otra manera.
Si para hacer esto usted necesita esa información adicional con mucho gusto se la ofrezco de forma privada.
Siga usted bien con sus "pobrecitos pero felices", mi abuela vivió así toda su vida y siempre tuvo una oración y una velita para "sus negritos", lástima que ni una ni otra dan de comer, curan enfermedades, llevan agua potable, pero eso sí las almas que ganará el Señor no tiene precio para ustedes.
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El Señor no tiene precio, no. Ni el hombre creado para amar y servir al Señor y ser muy feliz haciéndolo, Cuco. Lo que no hizo su abuela tal vez Vd. pueda hacerlo, pero no lo haga creyéndose Dios, porque desgraciará sus maravillosas obras, si las cree obras de sus manos y no de la misericordia de Dios.
Ah, en todo caso, siguen "en vigor", creo yo, las obras de misericordia y las bienaventuranzas, que Jesús predicó y práctico y que todos los santos de todos los tiempos han predicado y practicado. Entre ellas están "bienaventurados los pobres" y "bienaventurados los que lloran" y "bienaventurados los misericordiosos". Que el buen Dios nos ayude a creerlas y vivirlas.
No pidamos sólo a Cuco que mire con ojos de Camino, de Maricruz, etc. Sino también a Camino, a Maricriuz, que miren con ojos de Cuco.
El mundo nos pide explicaciones de algo que no se entiende. Qué menos que buscar entender esa petición, en vez de, sólamente, decirles: ustedes no entienden nada.
Vale, sí, no entienden. Habrá que explicar, y hacerlo desde la comprensión de sus razones.
La Iglesia "se vende" muy mal cuando toca hablar de acusaciones como las que formula Cuco.
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Estimada Yolanda,
Las formulaciones de Cuco, claro que son legítimas -lo mencioné-, sin embargo, existe el factor emocional en sus cuestionamientos al cual ni yo ni nadie puede responder, sino su voluntad por mirar el mundo de otra manera, combinado con su inteligencia y su capacidad de amar en colaboración con la gracia.
A Cuco le puedo ofrecer hechos, como también he dicho, pero no puedo sanar, ni siquiera aliviar, las heridas de sus recuerdos. A eso me refiero.
Yolanda, procuro -en la medida de mi capacidad-, distinguir de las críticas el factor emocional del racional, porque si no lo hago cuando me doy cuenta me veo metida en discusiones tan infructuosas que muchas más veces de las que quisiera, me arrepiento.
Pero dejémoslo. No hay disposicióin a afrontar este tipo de cuestiones.
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Yolanda querida,
Sus argumentos están fundados en recuerdos de su abuelita de la cual conserva recuerdos impregnados de resentimiento. Puede alguien más que Dios, con la ayuda de un buen terapeuta, ofrecer respuesta a eso?
Y si ha dicho algo más de lo que no me he enterado, por favor, entérame.
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Creo que sí, que lo que ha dicho es básicamente otra cosa; es más, lo de la abuelita es meramente anecdótico. Y no creo que lo que habla Cuco tenga que ver con necesidad de "terapeuta".
Dejémoslo, es mejor, de verdad.
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Yolanda,
De acuerdo. Así lo dejaremos.
Nada más añadir, que como habrá podido comprobar, no poseo la sensibilidad ni la capacidad para satisfacer sus necesidades; sin embargo, permítame insistir en que si desea hablar de este asunto de forma privada con mucho gusto lo haré.
Por favor, no le de mayor importancia a lo que mencioné sobre el terapeuta, le digo por qué: yo misma he debido recurrir en más de una ocasión a uno, por lo que recomendarle a alguien un buen terapeuta no significa nada más allá de lo que hubiese significado recomendarle a un buen dentista.
Vine a InfoCatólica, entre otras cosas, para continuar aprendiendo de mi misma y del género humano, y si estos diálogos contribuyen a ello, bendita la hora. Espero que llegue a ser así de provechoso para usted también.
Le agradezco su paciencia y su atención.
Hace unos años, un amigo me señalaba su sorpresa de que los "pobres" no tuvieran problemas psicológicos ni grandes dramas existenciales.
Le dije que no se sorprendiera, porque no era así.
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Gracias Luis,
Me remito a lo que conozco:
Tere tiene problemas emocionales y existenciales, claro que si, como todos, sin embargo, el afecto que recibe compensa en buena medida esas carencias. Esto, para puntualizar en el aspecto de mi conclusión: el amor hace de las suyas.
Por otro lado, como católica, su jefe y amiga, considero a Tere integralmente, la involucro en mi vida y me involucro en la suya, mi hermano también. Creo que con eso dejo claro que no miramos a Tere ni a su familia en un ámbito social, económico o académico diferente al nuestro.
No tengo muy claro, aunque fui como Cuco, de dónde -en su fuero interno- proviene la queja que plantea, supuse -quizá imprudentemente- que proviene de asuntos con los que no se ha reconciliado. La cosa es que como no ha vuelto a intervenir me ha dejado con la duda que ha planteado Yolanda y ahora intenta retomar usted.
Por último, me conmueve las entrañas constatar que un tema que para mi es tan de la vida diaria, como es el tema de ser feliz, se convierta -en un tris- en una conversación como esta. Lo que me hace pensar que quizá es porque muchos han dejado de creer en la felicidad como algo posible.
La felicidad es posible, y no hace falta ni dinero (lo he tenido tanto como no lo he tenido) ni siquiera estar excesivamente balanceado emocionalmente (tampoco es mi caso), basta con poner atención, tierna y apasionada, de uno mismo desde Cristo (parafraseando a don Giussani), para que ni Cristo ni yo, seamos meros nombres. Eso lo tengo claro porque lo vivo y es, también, en buena medida lo que deseé exponer en la presente entrada.
Y no es tan fácil la cosa: ni es cierto que no haga falta un mínimo de condiciones materiales para ser feliz o un minimo de balance emocional. Son requisitos necesarios, pero no suficientes, para la felicidad.
Tampoco es tan fácil establecer la correlación: santidad-felicidad, o como dices tu, amor-felicidad. Pero por ahí va la cosa.
Food to think, como dicen los gringos.
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Luis,
Food to think.
Agradezco tu generosidad.
Nadie niega lo que mencionas pero lo medular que tiene todo esto, si es que quieres ponerlo en esos términos, es que no es más que en Cristo y a través de nuestra propia humanidad que se llega a ser feliz.
Continua buscando todas las razones que desees y medítalo cuanto necesites.
Caminando, caminando se llega a Roma.
Efectivamente, la felicidad está en la contemplación de Dios, que es una actividad completa de la persona y que compromete todas sus potencias. Las personas más felices que he conocido son personas que viven en la contemplación de Dios.
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Luis,
Olvídate de parámetros, mira con el corazón.
Después que publiqué esta nota hace unas semanas, le pregunté a "boca de jarro" una mañana en el invernadero a Tere si era feliz? Se quedó una fracción de segundo pensándolo y dijo: - "Pues la verdad, yo creo que si. Es que, qué más podría pedirle yo a la vida?". Y sonrió.
No niego ni que los ricos sean quejumbrosos, ni que los pobres no oculten su pesadumbre, pero al final de cuentas así somos todos.
Unos y otros tenemos que vérnosla al final de cuentas con nosotros mismos ante lo que no es una idea, sino una persona: Cristo. Si Cristo no dice nada ni a un rico ni a un pobre, ahí si le veo yo problema, pero si le dice algo, si auténticamente se da ese encuentro, la vida cambia y sin importar nada, nada de nada, se es felíz. Así como Tere, como yo, mi hermano, papá, la familia de Tere y tantos otros que conozco.
Es que cuesta tanto creérnoslo?
Lo que es evidente es que la sencillez y la humildad ayuda a darse cuenta de todo lo bueno que tiene en la vida. Mientras que si vivimos en intrincados laberintos... es posible que no la encontremos jamas.
La sencillez ayuda a sentirse pleno y a acercarse a los demás... pero solo Dios puede poner la guinda sobre el pastel. ¿Qué guinda? Pues... la esperanza que es espera con un sentido.
Un abrazo :)
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Miserere,
Recibe las gracias, tan sinceras, amplias y abundantes como podrías imaginar que soy capaz de darlas.
Ruego al cielo para esos intrincados laberintos dejen de existir y el hombre europeo vuelva a entrar en contacto con su humanidad.
Aunque nuestras vidas sean diferentes, y nuestros problemas no sean los mismos, en cierta manera me siento muy identificada con Tere. :)
Gracias, Tots!
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Por experiencia se que lo dices, Marian.
Me entusiasma la idea de que más y más gente se sienta identificada con Tere porque quiere decir que hay todavía gente que se mantiene firme en su Esperanza.
Un abrazo y mil gracias.
La felicidad de Tere es contagiosa y refuerza mi convicción de que ésta (la felicidad) no se encuentra en las cosas que uno posee, ni desaparece con las dificultades que la vida nos “regala” de vez en cuando. Es una felicidad que nace y se alimenta al amar y al sentirse amado. Lo ha dejado bien claro cuando dice: “... sale toda la familia a recibirla...La abrazan, la besan, preguntan cómo le fue y se meten en la casa todos “en pelota” conversando, haciendo bromas y riendo ...es una escena tan hermosa ... para disfrutarla hasta el final.
¡Hermoso testimonio, que me llena el corazón de alegría!
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Isabel, gracias.
Como bien ha dicho Miserere, aparentemente esto de la felicidad puede ser reconocido solo por aquellos que vibran en su misma sintonía. Me alegra que seas una de ellos.
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David,
Me he enterado, luego de escribir esta nota, que Teresa al ser cuestionada por mi hermano por las razones de su felicidad haya dicho:
Cómo no voy a ser felíz si cada día al levantarme, puedo mirar a los ojos a mi hija que duerme y mi lado y escucharla decir: "Teta"? Cómo no voy a sentirme felíz?
Tere no solo se sabe amada, sino que sabe responder a su hija con amor, ella está en capacidad de recibirlo y por tanto, se regocija en darlo.
El escándalo del fenómeno "Teresa" es que Tere, careciendo de tantas cosas como de las que gozamos los demás esté tan pronta y segura a responder por las razones de su felicidad.
Eso, más que de Tere -porque comparto con ella su forma de sentirse amada- me habla de lo ajena que ha llegado a ser para el ser humano esta sensación. Lo cual, para mi -si padeciera de tan grave mal- lo que me indicaría solamente sería el camino de la salud.
¡Cuánto hace falta que nos volvamos a mirar a nosotros mismos con cariño!.
Gracias.
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