La mejor X no es la del porno
Hoy vuelvo a adornarme con plumas ajenas. Hasta el titular. Una vez más traigo un sugerente trozo de McCoy (Alberto Artero), Director de Cotizalia, en «Valor añadido». Ya tuve oportunidad de presentarlo antes, así que me ahorro repetir lo listo y buena persona que es. Le pedí permiso para tomarle prestadas unas líneas.
Con el complejo de sheriff de Nottingham que le entra a los Pepiño’s Boys, es un buen momento para recordar los motivos para apoyar económicamente a la Iglesia Católico, se sea católico, no católico o mediopensionista. El artículo va más dirigido a los últimos grupos, al fin y al cabo, no es el único medio, ni siquiera es lo más importante para ayudar a la Iglesia. De hecho, para un católico la misma palabra ayudar sugiere algo externo. Es como cuando en casa el varón dice, ¿en qué puedo ayudarte?, cariño; la simple mirada del conyuge delata que no ha sido una expresión acertada, ¿no?
Pero A. Artero lo explica muy bien, y lo apoya con su ejemplo. Las negritas son suyas, como es buen blogger no necesita ningún añadido.
La mejor X no es la del porno (versión 2010)
Hoy les voy a abrir mi corazón como probablemente no lo haya hecho nunca. Les voy a dejar entrar dentro de mis convicciones más íntimas. Les voy a acercar a mis coordenadas vitales más estructurales. Les voy a invitar, en la sala de estar de mi alma, a un café de intercambio de ideas en el que sólo les pongo tres condiciones de partida, aun sabiendo que lo que escribo a partir del final del segundo párrafo será motivo de rechazo para unos y adhesión para otros.
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