Mythbusters

Tal como os conté, este verano mis allegados tuvieron carta blanca para opinar sobre lo qué tenía que hacer o dejar de hacer en el blog, y les hice algo de caso. Esta es una de esas iniciativas, así que más que un post es una carátula…, o una justificación. Seré breve, que si no queda pretencioso, rimbombante y termina generando falsas expectativas.

Iba a titularla «Leyendas Negras», pero era demasiado restrictivo, ya que aunque trataré de desmentidos, falsas atribuciones, lugares comunes, bulos o simplemente mentiras, también tendrán cabida la anécdota curiosa o microhistorias dolosamente silenciadas o simplemente olvidadas.

El título se lo debo a mis hijos, procede de un programa de televisión al que estamos enganchados: Cazadores de mitos. Dos tipos muy graciosos, Adam Savage y Jamie Hyneman, aplican el método científico para poner a prueba leyendas urbanas y otras creencias populares. La mayoría de «los mitos» están sacados de los efectos especiales de las películas o de hoax de internet. Al final del programa emiten veredicto: Confirmado, Posible o Cazado. Lo recomiendo, desarrolla el espíritu crítico, tanto en niños como en adultos.

Por ahí irán los tiros. No en todos los temas tengo veredicto definitivo, cuento con vosotros. De hecho, muchas de las cuestiones son correcciones de los lectores de este blog, de la época de las discusiones de la usenet o de cuando daba clase.

Y ya termino, con una advertencia, un temor y otro agradecimiento. Sé que ha quedado un post un poco bobo, simplemente necesitaba presentar la sección.

Normalmente tengo manga ancha con los intentos de desvío de tema en los comentarios. Si un post está calificado como «mythbuster» seré implacable, el que avisa no es traidor. Iré depurando las indicaciones.

También tenía ciertas prevenciones por el interés que despierte en los lectores. Y aunque los antecedentes, sorprendentemente, fueron muy buenos —por ejemplo con Halloween o los Cristeros—, sigo con dudas. Así que os pido ayuda para ir centrando el tiro, y si queréis sugerir temas o dudas ya sabéis, comentario o email. Alguna vez publicaré análisis de otros, así que si os animáis podéis enviármelos.

Y por último un agradecimiento póstumo a uno de mis maestros, a quien le dedico la sección con todo cariño: don Federico Suárez. Tuve con él largas y divertidas charlas, sobre lo humano y lo divino: te enseñaba a ser un sabueso, ojalá hubiese aprendido Una vez fui a pedirle consejo y me recomendó leer el prólogo de la «Historia de los heterodoxos españoles» de Menéndez Pelayo (creo que lo hacía con todos), comparto un trozo:

La Historia no se escribe para gente frívola y casquivana, y el primer deber de todo historiador honrado es ahondar en la investigación cuanto pueda, no desdeñar ningún documento y corregirse a sí mismo cuantas veces sea menester. La exactitud es una forma de la probidad literaria y debe extenderse a los más nimios pormenores, pues ¿cómo ha de tener autoridad en lo grande el que se muestra olvidadizo y negligente en lo pequeño?

Hoy cuando es a mi a quien piden consejo recomiendo el artículo de Julián Marías: ¿Cómo lo sabe?:

Existe una aterradora facilidad para admitir lo que «se dice» y darlo por bueno, aunque un examen fugaz basta para comprender que eso que se dice no se sabe ni se puede saber. Lo que en otros tiempos no tenía demasiada importancia porque el poder de la comunicación era incomparablemente menor, se ha convertido en un rasgo absolutamente decisivo del mundo en que vivimos.

El resto del artículo de Marías es una buena guía de lo que quiero. Gracias por la paciencia.