Elecciones en Argentina: preocupante irrelevancia del Papa Francisco y la Jerarquía
Imaginemos que estamos en 2013 o 2014. Hay un Papado con un prestigio boyante, alimentado por los papas del siglo y medio anterior, auténticos referentes morales e intelectuales. A ello hay que sumarle un Francisco que genera la ilusión de ser «el primer Papa latinoamericano», «venido del fin del mundo», ¡¡argentino!!
En esos años, si un candidato a Presidente de Argentina dice, entre otras barbaridades, públicamente:
«El Papa, lo voy a decir de frente, es el representante del maligno en la tierra ocupando el trono de la casa de Dios. Sabías que el papa impulsa el comunismo con todos los desastres que causó y eso va en contra de todas las sagradas escrituras»
Convendremos que ese candidato no es que estuviese electoralmente muerto, es que era un muerto apestado, de esos que obligaban a cremar porque su cercanía contamina.
En cambio, en 2023, ese candidato se enfrenta al sistema y a una feroz campaña en contra con todos los recursos del estado, no solo gana, obtiene casi 12 puntos de diferencia, 14 millones y medio de votos. En la historia reciente del país no se había visto nada parecido.
Da igual el contexto de las impresentables y condenables palabras de Milei, por las que él ya había pedido disculpas. Que fuesen anteriores a su entrada en política era intrascendente para que en la Jerarquía eclesiástica, algunos directamente y algunos silentemente, supusiesen que después de las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, que determinan quien puede presentarse a las elecciones, básicamente superando el 3% de los votos) y la primera vuelta podrían convertirlo en lo que los estadounidenses llaman la «sorpresa de octubre» (posible evento que de un vuelco a las elecciones). Y las convirtieron en un elemento importante de la campaña electoral contra el candidato y sus votantes. Una locura de tesis a la que se sumaban algunos analistas españoles o estadounidenses y otros fuera del país y que fue recogida por el candidato peronista Massa en sus careos televisivos.
Desconozco qué grado de desconexión de la realidad llevó a un montón de clérigos a celebrar una misa «de desagravio», con la presencia de algún obispo, un desagravio que no debieron estimar conveniente realizar durante más de un lustro.
«Bergoglio se ha transformado en un líder como Gandhi, Mandela, Marthin Luther King que transmite valores que pueden unir a la humanidad, debemos darnos cuenta de ello», afirmó el «cura villero» José ‘Pepe’ Di Paola tras la misa contra Milei.
Es cierto que el Papa Francisco también contribuyó a generar expectativas. Aunque algunas veces había manifestado su intención de mantenerse al margen de las elecciones los hechos lo desmentían. Se visibilizaban con el apoyo al sindicalista Grabois (que obtuvo un ridículo 5,86% en las PASO), con los nombramientos de Zaffaroni y Gallardo o concediendo entrevistas en las que llamaba a Milei «Adolfito [Hitler]» o «Flautista de Hamelin» con formas de restricción mental muy jesuíticas.
Lo de «Flautista de Hamelin» lo recogía literlamente uno de los impulsores de la misa contra Milei, el arzobispo de Buenos Aires, Mons. García Cuerva : "No nos dejemos endulzar los oídos con promesas fáciles, cuidado con ‘El flautista de Hamelin’, cuidado con el canto de las sirenas".
Se llegó a lanzar el bulo, recogido por toda la progresía argentina y no-argentina, de que el Papa solo iría a Argentina si ganaba Massa. Y lo lanzaba La Croix. Tuvo que ser desmentido por el Vaticano. ¿En qué cabeza cabe que eso iba a mover un solo voto?, ¿no se veía el efecto boomerang de viralizar ese bulo?
Los sondeos previos al «ballotage» alarmaron a algunos en la Jerarquía eclesiástica. No predecían la paliza electoral de Milei al peronismo pero sí apuntaban a una posible victoria. Así el obispo de San Francisco (Argentina) tuiteaba:
En síntesis: ni el papa, ni tu obispo, tu párroco o tu cura amigo pueden decirte a quien votar. A lo sumo podrán compartir con vos los criterios que surgen de la doctrina católica para orientar una decisión que, hoy por hoy y a todos, nos está resultando muy difícil de tomar. Incluso si esa opción es el voto impugnado o en blanco, legítima expresión del compromiso de un ciudadano con el bien común de su país.
Pero ya estaba hecho. El 19 de noviembre de 2023 se ponía de manifiesto que en un país mayoritariamente católico, para el 55,9% de los electores «lo del Papa» no era un tema relevante y lo de los obispos menos, lo dijese «el papa, tu obispo, tu párroco o tu cura amigo». Da un poco igual la factualidad, porque era con la percepción, en muchos casos creada interesadamente, con lo que tomaba la decisión, y esa era la que era.
Un sector de la «Iglesia» decía que «optaba por los pobres», y los pobres quieren dejar de serlo y optaron por Milei. Lo mismo los que querían defender la educación de sus hijos, la familia, la antropología cristiana o el dercho a la vida. Catorce millones y medio de argentinos «de derecha» votaban por Milei-Villaruel, por motivos variados, unos más liberales y otros más centrados en principios no negociables. Como mínimo sacar al peronismo y a Massa merecía la pena. Porque sí, las cosas sí podían ir peor aunque la alternativa no fuese perfecta y la personalidad estrafalaria del nuevo presidente y su condición de libertario sembraban dudas.
Ayer el Papa telefoneó a Milei, que le invitó a visitar el país y le aseguró que no solo sería recibido como Jefe de Estado, también como líder espiritual de los católicos (o algo así). Con la terrible situación que hereda el nuevo presidente estima que la visita del Santo Padre a la Argentina ayudará a destensar la polarizada sociedad. Creo que esa llamada es importante.
No estoy absolutamente convencido sobre las buenas intenciones de algunos eclesiásticos deseándole al nuevo gobierno de Milei éxito en su gestión. Especialmente porque si consigue sacar a la Argentina adelante, tanto en el plano económico como en el cultural mostrará, que su método, al menos, no es malo en esos aspectos como pronostican. Los hay que viven del pobrerismo y que la ineludible preocupación por los demás no es más que una cuestión ideológica:
Hasta aquí más o menos los hechos que describen una situación preocupante en cuanto a la autoridad de la Iglesia y al mensaje que se transmite desde la Jerarquía de la Iglesia, tanto en el fondo como en la forma. De los temas que les preocupan ni hablamos. Estoy convencido que en otras partes del mundo se ha tomado nota, especialmente en otros países considerados «católicos». Y también en lo que respecta al uso de la figura o de lo que dice o deja de decir el Santo Padre. La irrelevancia ha sido cruel, la desconexión con «el pueblo fiel», brutal. Esa indiferencia no hace presagiar nada bueno. Con perdón, a la mayoría de la gente le importa un bledo.
Yo creo que no es bueno. Pero es lo que hay, ocultarlo o disfrazarlo me parece que no es una alternativa correcta. Hace dos meses tuve ocasión de comentar el caso argentino, y otros, en una Mesa redonda sobre la polarización en la información religiosa, lamento no haberme equivocado.
Y si ya eso es de por sí preocupante, la distribución por edad del voto a Milei les debería preocupar más a los que han apostado por ese juego, hace presagiar un futuro muy distinto al que sueñan.
Cierto que la situación tiene también lecturas positivas que pueden ayudar a tomar decisiones correctas. Por ejemplo, que el sensus fidei se mantiene y no es precisamente sobre los temas que ’sueñan’ algunos. Que la defensa de la familia y la vida ya está totalmente emancipada de «lo que digan los obispos», especialmente de los de un cuerpo episcopal tan poco brillante como el argentino. O que la mayoría de los fieles son autónomos, viven apoyados en montón de sacerdotes que en medio de amenazas de ser misericordiados sinodalmente siguen desarrollando la labor a la que el Señor les llamó. Aunque no hayan oído decir cosas buenas de ellos desde hace años por parte de quien debería.
En cualquier caso, hay muchas alarmas que se han encendido. Rezo para que el Señor le dé sabiduría al que tenga que atenderlas. Siempre estamos a tiempo.
33 comentarios
Es totalmente cierto que lo que digan los Obispos nos importa ya muy poco.
Hace tiempo ya que han elegido centrarse en temas socio-económicos (siempre desde una óptica bien izquierdista).
Para ellos, todo el mundo tiene "derecho" a TODO (vivienda, tierra, trabajo, salud, jubilaciones y pensiones altas, etc) sin tener la más mínima idea de dónde sale el dinero para todo ello.
Con respecto a los principios no negociables como la vida, el no a la ideología de género, etc, son bien flojos. Implícitamente llaman a sopesar un genocidio con promesas incumplibles de asistencialismo.
La enorme mayoría ha visto a la jerarquía y al mismo Francisco como funcionales a la mafia cleptómana del kirchnerismo.
Será un proceso larguísimo y trabajoso sacarle a la gente esa impresión.
En cuanto al Papa, es tan insólito que no haya querido ir a su país, que sólo se explica porque teme lo que puede encontrarse allí por parte de la gente.
A España tampoco ha venido ni se le espera, pero las razones son otras. Y a estas alturas no le importa a nadie.
También a Su Santidad habría que desmitificarlo.Seguro que hace lo que cree que el debe de hacer
Extendería la irrelevancia también a los temas que más preocupan a ciertos clérigos sobre los que no solo no son competentes, es que son ignorantes. No estoy tan convencido como tú de que ese deseafecto o pasotismo sea del todo malo.
¿Podrías detallar esos otros casos que comentaste en esa Mesa redonda? Me intriga. ¿Hay video del acto?
En esta linea hay que notar que en las ultimas decadas se ha introducido en el magisterio la nocion de que el Estado tiene como uno de sus deberes la redistribución de la riqueza, noción que es no solamente doctrinalmente dudosa por su novedad sino manifiestamente contraria al Evangelio porque simplemente invalida la parábola de Lázaro y el rico que cité en en el párrafo anterior. Porque si esta noción fuese correcta, entonces lo que debería haber ocurrido en el contexto de la parábola es que el gobernante de la ciudad o región debía haber tomado via impuestos una porción de los bienes del rico y con esos bienes haber satisfecho las necesidades de Lázaro. Pero en ese caso es inmediatamente evidente que ahora nadie se enriquece espiritualmente: ni el gobernante porque está ayudando a Lázaro con bienes que no eran propios sino que tomó por la fuerza del rico, ni el rico porque no aportó voluntariamente los bienes que recibe Lázaro sino que le fueron tomados por la fuerza.
Es que más gente reciba la Sagrada Comunión en estado de Gracia de Dios.
Incentivar a la frecuencia de los sacramentos como vía ordinaria de esa gracia.
Promover las virtudes y la oración frecuente, en dos palabras EVANGELIZAR y CONVERSIÓN.
Pasa que hoy el eje se corrió de la mira, hay 56% que son pobres, casi 150% de inflación anual, ante esta realidad (y muchas más causales internas y externas) una parte importante de la Iglesia esta ideologizada para un lado y para el otro, pero nunca hay que olvidarse que nuestro centro es Jesús: Camino, Verdad y Vida. Lamentablemente se lo margina a Jesús de muchos lugares eclesiásticos, en nuestros blog católicos y en tantos lugares donde Él tiene que reinar.
María, Nuestra Señora de Luján, ayúdanos para crecer siempre en el amor a Dios, a nuestro prójimo y a uno mismo.
Ciertamente en la Iglesia la opción por los pobres sacó los pies del plato ya en el Medievo con muy malas consecuencias. Yo no sé cómo se puede equilibrar la ayuda al prójimo y la disminución de la pobreza, pero parece que las políticas de izquierda, en efectividad, no son mejores que las de la derecha. Si fuera por lo que decían los anteriores políticos argentinos tendrían que haber reflotado Argentina hace mucho tiempo. Es cómo si entendieran que el estado lo es todo y solo de él depende la distribución de la pobreza, pero no la generación de riqueza.
Pero mucho menos aún cuando se tiene encasillado al papa de turno bajo parámetros puramente ideológicos (del mundo): ahí ya no hay nada que hacer.
Bendito sea Dios, y le ruego que por intercesión de la Corredentora envíe a su Iglesia un Papa y obispos que sean verdaderos pastores.
Por cierto, también se ve la total irrelevancia de un cierto tradicionalismo católico que promueve el voto blanco y la no participación bajo ninguna forma en el actual sistema político, con Antonio Caponnetto como una de sus figuras destacadas, que de hecho tiene una portavoz con un blog en este portal. Gracias a Dios ellos también son irrelevantes. Dios quiera enviarnos a nuestras naciones verdaderos políticos católicos como Carlos Sacheri.
Respecto de las afirmaciones extremas de Milei sobre S S.
El art imperdible y excelente
Gracias por dedicar este posteo a nuestro amadísimo país. Coincido en algunos puntos y disiento en otros, y solo estaré "punteando" cinco temas que -desde este lado del Atlántico- se ven de modo diferente.
a) En Argentina, y ya desde hace varios años, el porcentaje de católicos que participa de la Santa Misa dominical es del 5%, o incluso menos. En algunas zonas del país debe rondar el 3%. Luego sí hay muchos bautizados que mantienen una vinculación con la Iglesia en diferentes grados: siguen bautizando a sus hijos, los envían a catequesis a las parroquias, envían a sus hijos a una escuela católica, etc, participan cada tanto de alguna peregrinación o visitan algún santuario.
Señalo esto porque a la hora de decidir su voto, son muy pocos los argentinos que lo hacen teniendo en cuenta los principios de la Doctrina social y/o la Ley Natural. En general, se decide por las cuestiones económicas, las identidades partidarias familiares o el humor social.
b) En el artículo mencionas en un momento a "un sector mayoritario de la Jerarquía eclesiástica" han usado las declaraciones de Milei contra el Papa para desacreditarlo.
Esa afirmación me ha llamado la atención, en primer lugar, porque nuestros Obispos suelen ser en su mayoría de "bajo perfil", por lo cual no veo como has podido deducirlo. Las declaraciones de la Conferencia Episcopal han sido medidas y atinadas. Si bien es cierto que en algunas diócesis (especialmente en el "Gran Buenos Aires") los sacerdotes son más de opinar en redes sociales y dar notas en temas políticos o sociales, en líneas generales el clero de Argentina no está politizado ni identificado con algún partido o líder.
c) Para quien observa desde lejos, algunas declaraciones del padre Pepe di Paola y las "Misas en desagravio" al Papa pueden dar una falsa impresión, como si en bloque los sacerdotes argentinos estuviésemos trabajando en esa línea y perfil. Podría asegurarte que la realización de esa Misa, así como algunas cercanías indebidas de algunos pastores con nuestra clase política, reciben la desaprobación del 90% del clero argentino, si no más. Solo que no tenemos como estilo en líneas generales emitir nuestra opinión en redes o confrontar públicamente.
d) Lo que ha publicado monseñor Buenanueva, de San Francisco, no ha sido un "abrir el paraguas" ante una posible victoria de Milei, sino al contrario. Existía un malestar generalizado entre los sacerdotes por los pronunciamientos de los sacerdotes que trabajan en las villas miserias, y estimo que monseñor Buenanueva -uno de los que más suele expresarse-, tomando nota de ese malestar, eligió recordar lo que la Iglesia enseña al respecto, ya que el padre Pepe había dicho algo así como que "una persona con fe no puede votar a Milei". La Conferencia Episcopal, ante esas declaraciones del padre Pepe, había aclarado que eran a título personal y no la opinión de la Iglesia.
e) Cierro emitiendo una palabra de reivindicación a la Iglesia "que peregrina en Argentina". Si bien es cierto que cada uno de los sacerdotes y obispos que vivimos aquí tenemos nuestras fragilidades y pecados, creo que los calificativos con que a veces se refieren a nosotros desde otros países no son del todo justos. Hay una mayoría silenciosa de sacerdotes y también muchísimos obispos que -hablando en criollo- "hacemos lo que podemos", tratando de ser fieles en el día a día.
Perdón la extensión, un saludo grande!
Que no olviden los curas progres que el trabajo PRODUCTIVO no solo enaltece al ser humano, sino que lo preserva de la critica de san Pablo: “el que no trabaja, que no coma”.
Mil gracias por los matices y la visión "desde dentro" de la situación. En muchas de las cosas que apunta estoy de acuerdo, y voy a aprovechar sus comentarios y su esquema para profundizar o matizar lo que he escrito sin ningún ánimo de polémica, desde luego.
a) La situación que describe sobre la práctica religiosa en Argentina me parece muy extrapolable al resto de «países católicos». Y creo que su explicación más que matizar lo que he escrito lo apuntala.
Que el porcentaje de católicos practicantes sea menor ya interpela. Y lo que parece fuera de duda es que los remedios no están siendo los adecuados, más bien parecen dar azúcar a un diabético. De ahí dos de las observaciones que he escrito:
Creo que en 2013 con ese porcentaje de práctica, como señalo, insultar al Papa (por decirlo rápido y mal, me refiero al uso que se hizo de esa cuestión), ¿habría influido igual que en 2023?, ¿solo ha cambiado "la sociedad"? Creo que todas las preguntas que surjan son interesantes, el mismo conocimiento de la DSI había hace 10 o 20 años que ahora. Esa no es la cuestión.
Y por otro lado me parece que es sencillo estar de acuerdo en "mi preocupación en cuanto a la autoridad de la Iglesia y al mensaje que se transmite desde la Jerarquía de la Iglesia, tanto en el fondo como en la forma" y "también en lo que respecta al uso de la figura o de lo que dice o deja de decir el Santo Padre"
b) «En el artículo mencionas en un momento a "un sector mayoritario de la Jerarquía eclesiástica" han usado las declaraciones de Milei contra el Papa para desacreditarlo….»
Tiene toda la razón. Que de la lectura de esa frase se concluya lo que usted dice es culpa mía y he mezclado varias responsabilidades en esa frase. Para que quede constancia y se entienda su objeción voy a sustituir "Que fuesen anteriores a su entrada en política era intrascendente para que un sector mayoritario de la Jerarquía eclesiástica supusiese…" por " Que fuesen anteriores a su entrada en política era intrascendente para que en la Jerarquía eclesiástica, algunos directamente y algunos silentemente, supusiesen…"
Creo que la frase es injusta tanto por exceso como por defecto. Le invito a que repase por ejemplo AICA, por poner un medio que aprecio y muy neutral. Allí encontrará no solo la promoción de la "misa de desagravio" (por ejemplo el 24 de agosto) como la de una colorida crónica (por ejemplo el 5 de septiembre) en la que se cuenta:
La Eucaristía fue presidida por el vicario general de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carrara, y concelebrada por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Alejandro Giorgi; el obispo emérito de Río Gallegos, monseñor Juan Carlos Romanín SDB; y sacerdotes de la pastoral de las villas de emergencia, entre ellos el presbítero José María “Pepe” Di Paola, quien tuvo a su cargo la homilía, y el presbítero Lorenzo “Toto” De Vedia, párroco de Virgen de los Milagros de Caacupé.
Y luego busque alguna desautorización episcopal. Lo más parecido es la del P. Guillermo Marcó en Infobae el 14 de septiembre: "Lo que opinan los curas villeros no es la única opinión de la Iglesia". Pero no es un obispo y desde luego no en un medio eclesial. Ya le digo, es probable que haya habido algún pronunciamiento episcopal así de claro (por eso puse la mayoría), pero me da que si lo hubiese habido nos habríamos enterado porque habría sido triturado, y aquí no tengo ninguna duda que especialmente por algunos hermanos en el episcopado.
Para mucha gente aquello fue "escandaloso", aunque no frecuenten las tiendas de ropa de Roma. Y desde luego ha habido un "bajo perfil" que en muchos momentos y lugares es difícil de distinguir de un "tibio perfil" ¿Ha sido correcto ese bajo perfil? Yo animo a preguntárselo. El Papa recomendó a Milei en su llamada "coraje y sabiduría". Dios quiera que pueda visitar la Argentina y poder decírselo a más gente.
Del mismo modo que con la doctrina, la dejación de funciones puede, a veces, ser también un deber grave.
c) «Para quien observa desde lejos, algunas declaraciones del padre Pepe di Paola y las "Misas en desagravio" al Papa pueden dar una falsa impresión, como si en bloque los sacerdotes argentinos estuviésemos trabajando en esa línea y perfil
Podría asegurarte que la realización de esa Misa, así como algunas cercanías indebidas de algunos pastores con nuestra clase política, reciben la desaprobación del 90% del clero argentino, si no más. Solo que no tenemos como estilo en líneas generales emitir nuestra opinión en redes o confrontar públicamente.»
Gracias a Dios es así como cuenta. ¿Podría dar usted el mismo porcentaje de los obispos especialmente de los directos? Desconozco de qué parte de lo que he escrito se deduce que los sacerdotes argentinos aprueban eso. Desde el título hablo de Jerarquía, no suelo incluir a los sacerdotes en esa categoría. No estoy hablando de "la Iglesia", pero si en alguna expresión da esa sensación la corrijo de inmediato.
d) «Lo que ha publicado monseñor Buenanueva, de San Francisco, no ha sido un "abrir el paraguas" ante una posible victoria de Milei, sino al contrario…»
Muy de acuerdo, pero eso redunda en el argumento del artículo: da absolutamente igual lo que diga la Jerarquía así lo señalo (para un lado o para otro). No me parece mal ejercicio preguntarse por las causas.
Ni siquiera he entrado en el contenido de las diversas declaraciones sobre el asunto. Desde luego no puede decirse que se asemejan a las de Estados Unidos, ¿no?
e) «Hay una mayoría silenciosa de sacerdotes y también muchísimos obispos que -hablando en criollo- "hacemos lo que podemos", tratando de ser fieles en el día a día.»
Doy fe de ello y gracias a Dios todos los días. Es lo que señalo explícitamente «O que la mayoría de los fieles son autónomos, viven apoyados en montón de sacerdotes que en medio de amenazas de ser misericordiados sinodalmente siguen desarrollando la labor a la que el Señor les llamó.»
Lo dicho, muchas gracias por sus matizaciones que me han permitido hacer las mías, escritas desde la distancia. Al menos física.
No es así. Corresponderá al porcentaje de zánganos que viven del estado, pero hay muchisimos pobres laburadores, que fueron empobrecidos por el régimen kirchnerista, y vieron en Milei la esperanza de que su trabajo rinda un fruto justo.
Milei tendrá muchos errores, por ejemplo su rechazo de la justicia social y el pago de impuestos, pero tiene cosas muy buenas que es de esperar que contribuyan al bien común en la Argentina.
Es un misterio qué pueda ser esa "estructura temporal de la Iglesia existente". La Iglesia no tiene una estructura temporal, sino que es una realidad visible, institucional, y espiritual, al mismo tiempo, en analogía con el misterio del Verbo Encarnado, dice "Lumen Gentium".
Si a la Iglesia le sacamos su "estructura temporal", es decir, su dimensión visible e institucional, ¿qué es lo que queda? O una entidad puramente "espiritual", o un grupo de bautizados sin Iglesia.
Saludos cordiales.
Hay que decir también que si se puede decir que la opinión de jerarquía católica no pesó en estas elecciones, con mayor razón se puede decir lo mismo de los protestantes.
Una de las federaciones que los agrupa, FAIE (Federación Argentina de Iglesias Evangélicas) que agrupa a las iglesias más tradicionales (luteranos, metodistas, presbiterianos, valdenses y algunos pentecostales) llamó directamente a votar a Massa, aunque sin nombrarlo. Donde yo vivo hay un 20/25% de luteranos (por tradición familiar, faltan tanto o más que los católicos a las celebraciones) y es obvio que ni por asomo todos ellos (o siquiera la mayoría) siguieron el parecer de sus pastores.
La otra, ACIERA, no fue tan contundente (se declaró neutral) pero es importante saber que Milei fue el único candidato no marxista que no concurrió a su invitación para exponer en la sede de la institución, y en el comunicado que sacaron expresamente dicen que en sus comunidades hay simpatizantes de todas las expresiones políticas, por lo que ningún partido puede representar a las iglesias evangélicas, e hizo el consabido llamado al voto responsable que contribuya a la paz y a la justicia.
En realidad, la falta de representatividad es un fenómeno que estas elecciones puso de manifiesto y que va mucho más allá de la Iglesia o las comunidades religiosas: están afectados sindicatos, cámaras empresarias, clubes, los partidos políticos que quedaron fuera del balotage...
La mayoría católica no practicante votó "en contra de Massa y el peronismo".
Pero lo hizo por la actual crisis económica y no por el hartazgo de corrupción.
Si la situación económica es de bonanza, el argentino promedio desgraciadamente razona::"todos los políticos roban, pero al menos estos algo hacen, o reparten..."
A esto se sumó la campaña con acordes mesiánicos de Milei en las redes captando al electorado no partidario esperanzado en "un cambio".
Y si pesó sus insultos al Papa.
Por ello, con mentira, dijo públicamente que esas frases eran antiguas, y se despegó rápidamente de la propuesta de Lynch.
Porque perdería el electorado del católico más comprometido, que nutría las facciones celestes pro vida y que, paradójicamente, fueron sus mayores difusores.
Por supuesto que uno puede quedarse con la impresión de católicos preconciliares, sedevacantistas o ultraortodoxos, que en nuestro país son muy ruidosos, como en Estados Unidos y en España.
Pero hay que recorrer pueblos y calles y comprobar el amor y respeto que se le tiene al Santo Padre.
Cómo también, la unión del católico de Misa dominical, con su Obispo y su Párroco.
Por supuesto, hay que estar aquí para descubrirlo.
Bendiciones!
Hay un desconocimiento absoluto en los feligreses de la condena al comunismo, liberalismo y la masonería. Y básicamente la gente vota de acuerdo a lo que ve en su bolsillo o al hartazgo de la institucionalización del robo, la mentira, la prebenda, la cultura de la haraganeria.
Siempre pienso que es un milagro que en tanta ignorancia se mantenga la Fe Católica.
Seguramente en las ciudades grandes y con más formación o distintos grupos la cosa puede ser diferente, pero acá es así. Y Milei ganó con casi el 80% de los votos..
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