Las ventas de inmuebles maquillan la bajada de donativos personales del Óbolo de San Pedro
Hace una semana se publicaron los datos del Óbolo de San Pedro para 2022. Desde que Juan Antonio Guerrero Alves es el prefecto de la Secretaría para la Economía se ha ganado mucho en transparencia. Es de agradecer.
Es una pena no disponer de mayor histórico que los datos de 2021 y 2022, pero algo es algo. Puedo comprender algunos titulares triunfalistas que inciden en que se han recaudado 107 millones, o que se sale de los números rojos. No llego a entender los motivos por los que se oculta vergonzosamente una situación terrible que hay detrás de esos dineros: cada vez hay menos por parte de los fieles.
Es cierto que la situación en 2021 era dramática, con déficit, y se achacaba a la pandemia. Pero la salida ¿postiva? en 2022 no ha venido de los fieles que quieren contribuir más «a la misión de la Santa Sede y a la acción caritativa del Papa». De hecho, en 2022 ha disminuido, de nuevo, la aportación de los fieles, incluso con el «reclamo» de la ayuda a Ucrania, que de lejos se ha llevado la mayor parte de los «gastos sociales» con un millón y medio de los 107.Así que mientras que los medios se han fijado en que los ingresos han subido de 46,9 millones (de euros) en 2021 a 107 en 2022, encubren que la gran mayoría ha venido de la venta de inmuebles y de lo que se ha aportado a nivel institucional. La aportación de los fieles ha bajado tanto en porcentaje, casi seis puntos menos, como en cantidad absoluta, 3,2 millones.
Los fieles estadonidenses, los más generosos, han aportado 2 millones menos y los italianos 2,1 millones. Corea, ¡¡Corea!!, ha aumentado lo que ha bajado Italia. El año pasado el prefecto manifestaba:
«Grosso modo puedo decir que en 2021 se ha vuelto a experimentar un descenso respecto al año anterior que me atrevo a cuantificar en no menor del 15 %. Si en 2020 la colecta total del Óbolo fue de 44 millones de euros, en 2021 no creo que supere los 37 millones. La disminución de 2021 se suma a la que hubo entre 2015 y 2019, del 23 %, y del 18 % de 2020, primer año de pandemia»
Aunque no hay datos suficientes para sacar conclusiones sólidas, ojalá no sea más que un bache financiero y no la manifestación de un problema más profundo de desafecto. A mi me han saltado las alarmas, especialmente si integramos este dato en una panorámica más amplia.
Dos ejemplos. Primero, la JMJ de Lisboa. Reconozco que ha podido ser un problema personal de percepción, pero dada la actividad de las parroquias de mi diócesis y de la creatividad de los sacerdotes para «ir a la JMJ» pensaba que las previsiones eran mayores.
No me parecía descabellado que la primera JMJ postpandemia y que fue retrasada por la situación de restricciones, civiles y eclesiásticas, tuviese una asistencia numerosísima. Aunque es evidente que durante el medio mes que queda aumentarán las inscripciones (con el registro cerrado hay 313 mil) y que muchos portugueses y españoles no se inscribirán, pero irán a algún tipo de acto, los números de asistencia no parece que se acerquen a otras recientes y de entorno comparable.
Otro ejemplo. El primer ángelus dominical tras tres días de hospitalización dejó unas imágenes de asistencia que causaban extañeza. También reconozco que puede ser un tema personal de expectativas, pero que esa circunstancia no hiciese variar sensiblemente el número de personas que quisieron acercarse a ver al Papa debería preocupar. A mí me preocupa.
16 comentarios
La disminución de los ingresos, vocaciones, fieles, asistentes al Vaticano e irrelevancia mediática, nombrara a Tucho, configuran uno de los casos de empecinamiento y ceguera históricos de un papa que no tiene autoridad... ¿Qué más ha de pasar?
Pero creo que el problema está más bien en el reconocimiento del problema. Como decía el otro día el Card. Müller, «sólo un necio puede hablar de una primavera en la Iglesia y de un nuevo Pentecostés»
2º En algunas diocesis el obispo obliga a que la festividad de los Santos Pedro y Pablo se traslade a Domingo ¿ Tiene esto que ver con el deseo de esos obispos de que haya una mayor recaudacion que enviar a la capital de la bota itálica
Ese día, un servidor, por no incidir, aportó a la colecta lo mismo que otros domingos similares, pero ganas le quedaron de echar menos que echar nada
Me parece que estás mezclando instituciones financieras, ahí sí reconozco que sigue siendo un poco caótico, pero Zamora no se tomó en una hora.
Desconozco el traslado de la colecta al Domingo con intereses ocultos, que se quiera incentivar me parecería lo normal y sensato dentro de unos límites, claro. Poco más puedo decir dada mi ignorancia al respecto.
África:
No sólo eso. A los fieles que te quedan, que son los que dan dinero, no los tratas bien. Estamos Entonces los fieles deciden cerrar el grifo. Lógico
El mandamiento dice "ayudar a la Iglesia en sus necesidades". Esas necesidades no tienen por qué ser económicas. Y la Iglesia no es sólo el Vaticano. Así que, si los fieles en conciencia deciden no dar ni un duro a instituciones que no promueven la fe católica, entre las que se puede encontrar el actual Vaticano, pues están en su derecho en no dar ni un duro
Dejar un comentario
Últimos comentarios