7 cosas que conviene saber sobre la Novena (Decenario) al Espíritu Santo. ¿Qué se reza?
Hoy día de la Ascensión de Nuestro Señor, aunque la fiesta se haya trasladado al domingo en muchos sitios, comienza el Decenario al Espíritu Santo, o si se empieza el viernes, la Novena al Espíritu Santo. Al comentarlo esta mañana surgieron bastantes preguntas. Intento resumir.
El día de la Ascensión (no confundir con la Asunción) es el jueves anterior al séptimo domingo de Pascua, o sea, 40 días después del Domingo de Resurrección.
1.- ¿Qué es la Novena o Decenario al Espíritu Santo?
La Novena al Espíritu Santo es una práctica de piedad en honor al Espíritu Santo que comienza el día de la Ascensión, diez días antes de la fiesta de Pentecostés y nos ayuda a preparar mejor la fiesta.
En función de si se empieza a rezar el mismo jueves de la Ascensión (en España o en algunos países de tradición hispana) o el viernes siguiente (resto de países) tenemos el decenario o la novena. Aunque se puede rezar en cualquier día del año.
2.- Es la más antigua, la primera de las Novenas
Cuando el Señor asciende a los Cielos y promete a los apóstoles que les enviaría el Espíritu Santo, todos, junto a algunas mujeres y la Santísima Virgen esperan orando.
Entonces se volvieron del monte llamado de los Olivos a Jerusalén, que dista de allí el camino de un sábado. Cuando hubieron llegado, subieron al aposento superior, en donde solían morar Pedro y Juan; Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas de Santiago.
Todos perseveraban unánimes en la oración, con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y con los hermanos de éste. (Hechos 1, 12-14)
Así que, para todos los «hermanos separados» que entran en este blog, hacerles notar que sí, que una vez más, tiene fundamento bíblico.
3.- Es la única novena prescrita por la Iglesia
Aunque muchos Papas y santos han recomendado diferentes novenas, la del Espíritu Santo es la única que lo está oficial y formalmente. Lo hizo el Papa León XIII en la Encíclica sobre el Espíritu Santo, Divinum illud munus, n 16, el 9 de mayo de 1897.
Decretamos, por lo tanto, y mandamos que en todo el mundo católico en este año, y siempre en lo por venir, a la fiesta de Pentecostés preceda la novena en todas las iglesias parroquiales y también aun en los demás templos y oratorios, a juicio de los Ordinarios.
Ojo, «decretamos y mandamos». El Papa León extiende la novena que había pedido hacía dos años en 1895 en el breve, Provida Matris en solicitud de varias cartas de la Beata Elena Guerra al Papa.
León XIII pidió entonces a todos los fieles que celebraran una novena solemne entre las festividades de la Ascensión y Pentecostés. En 1897 dice que «para este año y para siempre».
4.- Aunque no es una novena mariana está muy presente la Virgen
Nuestra Madre está presente, no tanto porque casi siempre cae en mayo, que también. Como relatan las escrituras «todos perseveraban unánimemente con María». Dado que el objeto de la Novena es prepararnos mejor para Pentecostés, no es de extrañar que tanto los más racionalistas como los más sensibleros puedan agarrarse de la mano de la Virgen María estos días y pedirle ayuda.
No es muy complicado viajar mentalmente a la escena. Los discípulos más directos están ahí encerrados y escondidos, en el Cenáculo. ¿Qué le preguntarían a la Virgen?, ¿qué les respondería?, ¿cómo les ayudaría en esos días?, ¿cómo serían las Santas Misas, renovación del Sacrificio? Y por otro lado, ¿cuáles serían las disposiciones de Nuestra Madre? Llevó a Jesús nueve meses en su seno, le acompañó en cada etapa de su Vida, de su Muerte, de su Resurrección y ahí está de nuevo… esperando.
5. Tiempo dedicado para conocer mejor al Espíritu Santo
A veces se nos oscurece que es una de las Personas, y también a veces con decir que es el «Gran Desconocido» nos conformamos. Quizá porque parezca que haya que tener profundos conocimientos teológicos para conocerle y amarle.
A mí me consuela que uno de los tratados más profundos sobre el Paráclito lo escribiese una cuasi-analfabeta, Francisca Javiera del Valle. Es un buen momento para leer e informarnos, y quien no sepa por dónde empezar recomiendo lo más básico: quién es (CIC, 683-686) y cómo actúa (CIC, 687-747) y que son y cuales los dones y los frutos del Espíritu Santo (CIC, n 1830).
6.- León XIII concedió indulgencias parciales y plenarias por la Novena
En la encíclica sobre el Espíritu Santo, Divinum illud munus, detalla con las condiciones acostumbradas:
Concedemos la indulgencia de siete años y otras tantas cuarentenas por cada día a todos los que asistieren a la novena y oraren según nuestra intención, además de la indulgencia plenaria en un día de la novena, o en la fiesta de Pentecostés y aun dentro de la octava, siempre que confesados y comulgados oraren según nuestra intención. Queremos igualmente también que gocen de tales beneficios todos aquellos que, legítimamente impedidos, no puedan asistir a dichos cultos públicos, y ello aun en los lugares donde no pudieren celebrarse cómodamente —a juicio del Ordinario— en el templo, con tal que privadamente hagan la novena y cumplan las demás obras y condiciones prescritas.
7.- Está bien, ¿pero qué es lo que hay que rezar?
Pues no hay nada establecido. Se puede tratar de participar más frecuentemente en la Santa Misa, de aprovechar para volver a confesarse, visitar al Señor sacramentado…
Hay «Novenas y Decenarios al Espíritu Santo» publicados, pero no dejan de ser propuestas. Casi siempre con el mismo esquema:
Una oración introductoria para ponerse en presencia de Dios y otra para terminar, y se puede meditar las lecturas del día, unas ad hoc, o algún texto que nos ayude a tratar, conocer y querer más a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.
Ejemplo de oración introductoria puede ser:
¡Ven, oh Santo Espíritu!:
ilumina mi entendimiento, para conocer tus mandatos:
fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo:
inflama mi voluntad…He oído tu voz, y no quiero endurecerme y resistir, diciendo: después…, mañana. Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya a ser que el mañana me falte.
¡Oh, Espíritu de verdad y de sabiduría, Espíritu de entendimiento y de consejo, Espíritu de gozo y de paz!: quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras.
Y para terminar
¡Ven Oh Santo Espíritu!,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.℣. Envía tu espíritu y serán creados
℟. Y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios que has instruido los corazones de
los fieles con la luz del Espíritu Santo.
Concédenos según el mismo Espíritu,
conocer las cosas rectas y gozar siempre de
sus divinos consuelos. Por el mismo Cristo
nuestro Señor. Amén.
Como textos para meditar se pueden usar los que se proponen en algunos devocionarios.
Páginas: 1 · 2
7 comentarios
Encontré en el "Decenario y devocionario ¡Ven Espíritu Santo!" de Don José Luis Aceves, Editorial Ikonarte, 2008, lo siguiente:
"San Bernardo, en el quinto sermón sobre la Ascensión -n.14-, enseña que: "para recibir al Espíritu Santo, los Apóstoles permanecieron diez días en expectación, perseverando unánimemente en la oración junto con las mujeres y María, la Madre de Jesús.
Se encuentra en la página 40.
El texto es más amplio por si necesita que lo transcriba.
" ...La experiencia de la vida religiosa tiene una intensidad específica. Ahora bien, defecciones, quemados, soledad, depresiones, abandono ... esto no es de Dios. No es Cruz de Cristo, ni del cristiano. En este particular el establisment católico propone una serie de causas, convertidas en tópico: 1.- Causas morales: "les falta generosidad" ... "no tienen espíritu de sacrificio", "tienes que morir al surco", etc.
2.- Psíquicas: "sois unos flojos, desequilibrados, débiles mentales", "tienes que ser fuerte", "padecéis carencias en vuestra personalidad" , "heridas emocionales", etc ...
3.- Ambientales: el ambiente es a menudo desolador para el evangelizador. Frialdad. Dureza de corazón. Falta de respuesta. Este tercero se pasa de puntillas. No conviene ser "profeta de calamidades" para lo eclesiológicamente correcto. Éstas , y otras causas.
Pero no llegan a ver la Causa PRIMERA y PRINCIPAL: NO VIVIMOS EN LA VOLUNTAD DE DIOS. "Mis caminos no son vuestros caminos. Como dista el Oriente del Ocaso ...." No estamos acertando con el plan de Dios que quiere "que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad". Yo conocí a Dios de Verdad en la RENOVACIÓN CARISMÁTICA. DIOS DE VIVOS. AMIGO DE LA VIDA. EN UNA EXPERIENCIA DE AMOR Y LIBERACIÓN incondicional, inmerecida, absolutamente imprevista. Y pude dar en DISCERNIMIENTO con todos los ardides del Maligno para destruir mi vocación. "Por pura Gracia habéis sido salvados". Mientras tanto, instalados en el Voluntarismo y falta total de DISCERNIMIENTO, en la ausencia total del Espíritu Santo, y la comunión de hermanos, los creyentes revientan por los aires, víctimas de la culpa, el buenismo y la moralina. "He aquí que VENGO, YO HAGO NUEVAS TODAS LAS COSAS". Él no deja de Amar, de Venir, de Esperar; somos nosotros los que no vamos, no abrimos, no esperamos. Estamos demasiado ocupados en nuestras cosas, sufriendo como perros. O intentando no sufrir. Es normal.
Ella es una mujer totalmente desconocida, humilde costurera de Palencia que recibió unas revelaciones del Espíritu Santo absolutamente sublimes, lo recomiendo!!!
El Espíritu Santo, el gran Olvidado, cuyo conocimiento y trato nos trae a Jesús Vivo.....pero no se conoce!!! Qué gran misterio!!!
Veamos por qué la Iglesia propone esta Novena…
DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA
La novena de Pentecostés:
“155. La Escritura da testimonio de que en los nueve días entre la Ascensión y Pentecostés, los Apóstoles "permanecían unidos y eran asiduos en la oración, junto con algunas mujeres y con María, la Madre de Jesús, y con sus hermanos" (Hech 1, 14), en espera de ser "revestidos con el poder de lo alto" (Lc 24, 49).
De la reflexión orante sobre este acontecimiento salvífico ha nacido el ejercicio de piedad de la novena de Pentecostés, muy difundido en el pueblo cristiano.
En realidad, en el Misal y en la Liturgia de las Horas, sobre todo en las Vísperas, esta "novena" ya está presente: los textos bíblicos y eucológicos se refieren, de diversos modos, a la espera del Paráclito.
Por lo tanto, en la medida de lo posible, la novena de Pentecostés debería consistir en la celebración solemne de las Vísperas.”
Dejar un comentario
Últimos comentarios