El primer obispo de la Luna
Hacía escasamente un año que William D. Borders, un capellán de la campaña africana durante la Segunda Guerra Mundial, se convertía en el primer obispo de Orlando cuando partía la misión del Apolo XI, con la que el hombre pisaría la luna por primera vez.
Durante la posterior visita ad limina le dijo a Pablo VI que él era también «el primer Obispo de la Luna», no sólo de Orlando, pues así le correspondía según el Código de Derecho Canónico de 1917, puesto que la expedición que había llegado a ese «territorio recién descubierto» había partido de Cabo Cañaveral. Nombre, por cierto, que suponía una tortura para los teclados «deseñificados».
Me pareció una anécdota entrañable, no tanto porque yo naciese en esos días, más bien por el celo apostólico que manifiesta. Preocupación de llevar el Evangelio a todas….¿las gentes?
Porque ahora que estamos de veraneo en el Hemisferio Norte, a veces, las familias cristianas podemos sentirnos como en la Luna: la modestia, la apertura a la vida, las playas, las obras de misericordia, la sobriedad, la gimkana en la que se convierte la búsqueda de la Santa Misa, y no digamos a diario. A buen seguro que más de uno piensa, incluso, que nosotros somos los lunáticos. Pues en ese caso, asunto resuelto, tenemos hasta obispo.
Si os sirve mi experiencia personal, con la coherencia de querer al Señor en todas las circunstancias, con sus caídas y «levantadas», Dios hace maravillas, en nosotros y en los que nos rodean. No son tiempos para quejarse, nunca lo son, pero ahora menos.
15 comentarios
Seguís sin desánimo recordando las verdades de siempre con nuevos puntos de vista y siempre con buen humor. Es su género sois únicos.
Y aprovecháis cada ocasión para hablar de Dios, como este artículo, eso solo lo hace quien lo tiene continuamente en la cabeza y en el corazón.
Felicidades a todos. Buen verano.
«El milagro de la Iglesia es que sobreviva a los millones de pésimas homilías de cada domingo» (Joseph Ratzinger).
«En la misa, la Iglesia ha colocado el Credo después de la homilía para invitarnos a creer, a pesar de lo que hemos oído» (Thomas Spidlik).
«La predicación es útil porque somete a dura prueba la fe de quienes escuchan» (Julien Green).
No sabía que el Papa emérito tuviera buen humor.
Dios les bendiga.
Feri, eso es. Traes citas estupendas. Respecto a la de B16 que le gusta a María, yo se lo había leído a Chesterton como motivo último de su conversión. Al salir de un templo católico se dijo, si la Iglesia ha sobrevivido dos mil años a este tipo de sermones es que es la verdadera.
Hablando de la luna hay una anécdota perfectamente verificable, que no me resisto a comentar porque ha sido escasamente divulgada.
Cuando el 20 de julio de 1969 el módulo lunar Eagle alunizó, y horas antes de que Armstrong pisara su pedregoso suelo, Buzz Aldrin, el hombre tan humilde que llegó a la luna y se quedó sin pisarla, portaba consigo una botella de plástico con vino, una Hostia de pan ácimo y un cáliz de plata; todo ello consagrado ( aunque desde el catolicismo no sé si sería perfectamente válido) por Dean Woodruft, párroco a la sazón de la Iglesia Presbiteriana de Texas.
Es decir, que la primera acción consciente y sentida del humano cuando llega a la luna, fue querer recibir al Señor.
Gloria a Dios.
El Papa emérito tiene un grandísimo sentido del humor... lo que ocurre que es tímido y no se exhibía ni exhibía su sentido del humor.
Me ha encantado el post y las citas sobre las homilías
Saludos cordiales.
Juanjo, no se puede entrar a leer la entrevista que le hicieron al padre Miguel Ángel Fuentes, no sé si tu eres el encargado de arreglar ese tipo de problemas...
Porque les diré que a mi ordinario lo siento tan alejado como a 385.000 km.
Aproximadamente.
"Buzz Aldrin, el hombre tan humilde que llegó a la luna y se quedó sin pisarla, portaba consigo una botella de plástico con vino, una Hostia de pan ácimo y un cáliz de plata; todo ello consagrado ( aunque desde el catolicismo no sé si sería perfectamente válido) por Dean Woodruft, párroco a la sazón de la Iglesia Presbiteriana de Texas".
La intención fue buena, pero la Presencia de Cristo en ese pan y ese vino, inexistente, ya que los presbiterianos no tienen sacerdocio válido. Además, Collins, y no Aldrin, fue el que no caminó en la Luna ya que se quedó a cargo del Módulo de Mando en órbita lunar.
Algo similar a los que atribuyen a 'extraterrestres' la edificación de las pirámides de Egipto o Machu Pichu, según ellos porque es 'imposible' que las hayan podido edificar los seres humanos... ¿De verás, a estas alturas de la historia, tenemos tan pobre autoestima y autoconfianza los seres humanos?. Entiendo que abundan los casos de ineptitud e incapacidad en la humanidad, pero globalmente y ante nuestros ojos los prodigios de la tecnología, que en otros tiempos se juzgarían 'imposibles', deberían persuadirnos de la inteligencia y capacidad que Dios le ha concedido.
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