50 años de la muerte de C.S. Lewis: «me advirtieron que no confiase nunca en un papista»
Hoy, hace 50 años morían A. Huxley y C.S. Lewis. También John F. Kennedy, que se llevará todas las portadas y a mi, personalmente, me parece el menos relevante de los tres.
Supongo que la conversión y el impacto de la obra de Lewis es conocida (tanto por Narnia como por sus otras, y más interesantes obras). Ya hablé de ello hace un año, no voy a repetirme.
Quizá un estupendo resumen sobre su «camino» de conversión lo ha escrito José Ramón Ayllón en su libro «Dios y los náufragos». Se lo tomo prestado. Como escribe muy bien y está salteado de citas no se nota la extensión.
En cualquier caso es una conversión (no dio el último paso al catolicismo, se quedó en el anglicanismo) en la que tienen mucho que ver sus amigos católicos J.R.R Tolkien y Hugh Dyson. Una conversión que nos interpela a todos y que me recuerda siempre a los amigos del paralítico del Evangelio, «al ver la fe de esos hombres…» (Mc, 2, 3-5).
Así lo cuenta José Ramón…
C. S. Lewis fue un hombre lleno de amigos, libros y alumnos. Nació en 1898, y en 1925 ya enseñaba filosofía y literatura en Oxford. Hasta su muerte en 1963 fue un profesor eminente, autor de célebres ensayos, cuentos y libros de texto. Su vida está marcada por su conversión al cristianismo a la misma edad que San Agustín. Ese giro radical lo explica y justifica en un puñado de libros escritos con un estilo vivo y una lógica apabullante. Lewis domina el arte de argumentar. Su dialéctica apura la ironía y la sutileza, tal y como confiesa haber aprendido de uno de sus profesores:
«Si alguna vez ha existido un hombre que fuera casi un ente puramente lógico, ese hombre fue Kirk (…). Le asombraba que hubiera quien no deseara que le aclarasen algo o le corrigiesen (…). Al final, a menos que me sobreestime, me convertí en un »sparring« nada despreciable. Fue un gran día aquél en que el hombre que durante tanto tiempo había peleado para demostrar mi imprecisión, me acabó advirtiendo de los peligros de tener una sutileza excesiva».
Ateo pero razonable
Lewis era ateo porque, desde la temprana muerte de su madre, sentía el universo como un espacio terriblemente frío y vacío, donde la historia humana era en gran parte una secuencia de crímenes, guerras, enfermedades y dolor.
«Si me piden que crea que todo esto es obra de un espíritu omnipotente y misericordioso, me veré obligado a responder que todos los testimonios apuntan en dirección contraria».
Pero esta argumentación no era, ni mucho menos, definitiva:
«La solidez y facilidad de mis argumentos planteaban un problema: ¿Cómo es posible que un universo tan malo haya sido atribuido constantemente por los seres humanos a la actividad de un sabio y poderoso creador? Tal vez los hombres sean necios, pero es difícil que su estupidez llegue hasta el extremo de inferir directamente lo blanco de lo negro».
La auténtica verdad de su ateísmo
En cualquier caso, Lewis se sentía más cómodo en su ateísmo:
«Para un cobarde como yo, el universo del materialista tenía el enorme atractivo de que te ofrecía una responsabilidad limitada. Ningún desastre estrictamente infinito podía atraparte, pues la muerte terminaba con todo (…). El horror del universo cristiano era que no tenía una puerta con el cartel de ‘Salida’».
En 1917 se incorpora al frente francés de la primera guerra mundial. Un año más tarde cae enfermo y es enviado al hospital de Le Tréport, donde permanecerá tres semanas.
«Fue allí donde leí por primera vez un ensayo de Chesterton. Nunca había oído hablar de él ni sabía qué pretendía. Tampoco puedo entender demasiado bien por qué me conquistó tan inmediatamente. Se podría esperar que mi pesimismo, mi ateísmo y mi horror hacia el sentimentalismo hubieran hecho que fuera el autor con el que menos congeniase (…). Al leer a Chesterton, como al leer a MacDonald, no sabía dónde me estaba metiendo».
Conexiones intelectuales
Al acabar la guerra estudia en Oxford filosofía y literatura inglesa. Son años de intensa formación intelectual y de innumerables lecturas. Pero sus libros y autores preferidos no compartían su visión de la vida:
«Todos los libros empezaban a volverse en mi contra (…). George MacDonald había hecho por mí más que ningún escritor, pero era una pena que estuviese tan obsesionado por el cristianismo. Era bueno a pesar de eso. Chesterton tenía más sentido común que todos los escritores modernos juntos…, prescindiendo, por supuesto, de su cristianismo. Johnson era uno de los pocos autores en los que me daba la impresión de que se podía confiar totalmente, pero curiosamente tenía la misma chifladura. Por alguna extraña coincidencia a Spencer y Milton les pasaba lo mismo. Incluso entre los autores antiguos iba a encontrar la misma paradoja. Los más religiosos (Platón, Esquilo, Virgilio) eran claramente aquellos de los que podía alimentarme de verdad. Por otro lado, con los escritores que no tenían la enfermedad de la religión y con los que, teóricamente, mi afinidad tenía que haber sido total (Shaw, Wells, Mill, Gibbon, Voltaire), ésta afinidad me parecía un poco pequeña. No era que no me gustaran. Todos ellos eran entretenidos, pero nada más. Parecían poco profundos, demasiado simples. El dramatismo y la densidad de la vida no aparecían en sus obras».
Profesor con prejuicios
Terminó sus estudios con las máximas calificaciones y pasó a formar parte del claustro de profesores del Magdalen College. Allí, nuevos amigos provocarán «la caída de los viejos prejuicios»:
Al entrar por primera vez en el mundo me había advertido (implícitamente) que no confiase nunca en un papista, y al entrar por primera vez en la Facultad (explícitamente), que no confiara nunca en un filólogo. Tolkien era ambas cosas.
En el Magdalen enseña filosofía, pero su aguado hegelianismo no le resulta muy útil a la hora de enfrentarse a una tutoría:
Un tutor debe aclarar las cosas, y yo no podía explicar el Absoluto de Hegel. ¿Te refieres a nadie-sabe-qué, o te refieres a una mente sobrehumana y por tanto (también podemos admitirlo) a una persona?
Conversión
Cada vez intelectualmente más cerca
Cuando vuelve a leer a Chesterton, el ateísmo de Lewis tiene los días contados.
«Después leí el Everlasting Man de Chesterton, y por primera vez vi toda la concepción cristiana de la historia expuesta de una forma que parecía tener sentido (…). No hacía mucho que había terminado el Everlasting Man cuando me ocurrió algo mucho peor. A principios de 1926, el más convencido de todos los ateos que conocía se sentó en mi habitación al otro lado de la chimenea y comentó que las pruebas de la historicidad de los Evangelios eran sorprendentemente buenas. ‘Es extraño’, continuó, esas majaderías de Frazer sobre el Dios que muere. Extraño. Casi parece como si realmente hubiera sucedido alguna vez. Para comprender el fuerte impacto que me supuso tendrías que conocer a aquel hombre (que nunca ha demostrado ningún interes por el cristianismo). Si él, el cínico de los cínicos, el más duro de los duros, no estaba a salvo, ¿a dónde podría volverme yo? ¿Es que no había escapatoria?»
Conversión al cristianismo
Lewis se siente acorralado y nos describe su situación con una imagen muy británica:
«La zorra había sido expulsada del bosque hegeliano y corría por campo abierto ‘con todo el dolor del mundo’, sucia y cansada, con los sabuesos pisándole los talones. Y casi todo el mundo pertenecía a la jauría: Platón, Dante, MacDonald, Herbert, Barfield, Tolkien, Dyson, la Alegría. Todo el mundo y todas las cosas se habían unido en mi contra».
Siente entonces que su Dios filosófico empieza a agitarse y a levantarse, se quita el sudario, se pone en pie y se convierte en una presencia viva. La filosofía deja de ser un juego lógico desde que ese Dios renuncia a la discusión y se limita a decir: «Yo soy el Señor».
«Debes imaginarme solo, en aquella habitación del Magdalen, noche tras noche, sintiendo, cada vez que mi mente se apartaba del trabajo, el acercamiento continuo, inexorable, de Aquél con quien, tan encarecidamente, no deseaba encontrarme. Al final, Aquél a quien temía profundamente cayó sobre mí. Hacia la festividad de la Trinidad de 1929 cedí, admití que Dios era Dios y, de rodillas, recé. Quizá fuera aquella noche el converso más desalentado y remiso de toda Inglaterra».
«Hasta entonces yo había supuesto que el centro de la realidad sería algo así como un lugar. En vez de eso, me encontré con que era una Persona».
Y el día que identifica a Jesucristo con esa Persona sabrá que ha dado su último paso, y lo recordará siempre:
«Me llevaban a Whipsnade una mañana soleada. Cuando salimos no creía que Jesucristo fuera el Hijo de Dios, y cuando llegamos al zoológico, sí. Pero no me había pasado todo el trayecto sumido en mis pensamientos, ni en una gran inquietud (…). Mi estado se parecía más al de un hombre que, después de dormir mucho, se queda en la cama inmóvil, dándose cuenta de que ya está despierto».
El problema del dolor
Parece necesario en este mundo
El ateísmo de Lewis había sido fruto de su pesimismo sobre el mundo:
«Algunos años antes de leer a Lucrecio ya sentía la fuerza de su argumento, que seguramente es el más fuerte de todos en favor del ateísmo: Si Dios hubiera creado el mundo, no sería un mundo tan débil e imperfecto como el que vemos».
Años después de su conversión, en 1940, Lewis escribe por encargo The problem of pain (El problema del dolor). Si Dios fuera bueno y todopoderoso, ¿no podría impedir el mal y hacer triunfar el bien y la felicidad entre los hombres? En esas páginas que se han hecho famosas, Lewis reconoce que «es muy difícil imaginar un mundo en el que Dios corrigiera los continuos abusos cometidos por el libre albedrío de sus criaturas. Un mundo donde el bate de béisbol se convirtiera en papel al emplearlo como arma, o donde el aire se negara a obedecer cuando intentáramos emitir ondas sonoras portadoras de mentiras e insultos».
«En un mundo así, sería imposible cometer malas acciones, pero eso supondría anular la libertad humana. Más aún, si lleváramos el principio hasta sus últimas consecuencias, resultarían imposibles los malos pensamientos, pues la masa cerebral utilizada para pensar se negaría a cumplir su función cuando intentáramos concebirlos. Y así, la materia cercana a un hombre malvado estaría expuesta a sufrir alteraciones imprevisibles. Por eso, si tratáramos de excluir del mundo el sufrimiento que acarrea el orden natural y la existencia de voluntades libres, descubriríamos que para lograrlo sería preciso suprimir la vida misma».
Un «megáfono» de Dios
Pero esto no muestra el sentido del dolor, si es que lo tiene. Ni demuestra que Dios pueda seguir siendo bueno cuando lo permite. Para intentar expliclar este misterio Lewis recurre a la que quizá sea la más genial de sus intuiciones. «El dolor, la injusticia y el error –nos dice– son tres tipos de males con una curiosa diferencia: la injusticia y el error pueden ser ignorados por el que vive dentro de ellos, mientras que el dolor, en cambio, no puede ser ignorado, es un mal desenmascarado, inequívoco: toda persona sabe que algo anda mal cuando ella sufre. Y es que Dios –afirma Lewis– nos habla por medio de la conciencia, y nos grita por medio de nuestros dolores: los usa como megáfono para despertar a un mundo sordo».
Lewis explica que «un hombre injusto al que la vida sonríe no siente la necesidad de corregir su conducta equivocada. En cambio, el sufrimiento destroza la ilusión de que todo marcha bien».
«El dolor como megáfono de Dios es, sin la menor duda, un instrumento terrible. Puede conducir a una definitiva y contumaz rebelión. Pero también puede ser la única oportunidad del malvado para corregirse. El dolor quita el velo de la apariencia e implanta la bandera de la verdad dentro de la fortaleza del alma rebelde».
Lewis no dice que el dolor no sea doloroso. «Si conociera algún modo de escapar de él, me arrastraría por las cloacas para encontrarlo». Su propósito es poner de manifiesto lo razonable y verosímil de la vieja doctrina cristiana sobre la posibilidad de perfeccionarse por las tribulaciones.
¿Dios o las leyes de la naturaleza?
Las leyes de naturaleza son posteriores
A Lewis le cuenta un amigo el caso de una pobre mujer que cree que su hijo sobrevivió a la batalla de Arnhem porque ella rezó por él. Sería cruel explicarle que, en realidad, sobrevivió porque se hallaba un poco a la izquierda o un poco a la derecha de las balas, que seguían una trayectoria prescrita por las leyes de la naturaleza.
Lewis responde que «la bala, el gatillo, el campo de batalla y los soldados no son leyes de la naturaleza, sino cosas que obedecen a las leyes. Y lo ilustra con este ejemplo: podemos añadir cinco dólares a otros cinco, y tendremos diez dólares, pero la aritmética por sí misma no pondrá un solo dólar en nuestros bolsillos. Eso significa que las leyes explican todas las cosas excepto el mismo origen de las cosas, y esa es una inmensa excepción».
Lewis concluye su argumentación con una deslumbrante comparación literaria:
«En ‘Hamlet‘ se rompe una rama y Ofelia cae al río y se ahoga. ¿Ocurre el suceso porque se rompe la rama o porque Shakespeare quiere que Ofelia muera en esa escena? Puedes elegir la respuesta que más te guste, pero la alternativa no es real desde el momento en que Shakespeare es el autor de la obra entera».
Nota
Yo renové mi biblioteca con los libros de C.S. Lewis en Criteria Club, y la verdad, me fue muy bien. Me parecía de justicia no ser egoista y compartir mi experiencia.
19 comentarios
Aunque, claro todo esto puede ser algo que me haya susurrado algún sobrino del Diablo...
«Si me piden que crea que todo esto es obra de un espíritu omnipotente y misericordioso, me veré obligado a responder que todos los testimonios apuntan en dirección contraria».
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-Claro a éste como a tantos y tantos otros de los atormentados por el "Licht merh Licht", nunca se les aclaró el cómo y el porqué este de Universo está constituido, en su parte mitad, de oscuridad y muerte que procede de un "dios hecho a sí mismo limitado", conocido como Ángel Caído; Y en la otra parte mitad constituido de luz y de vida que procede de un Dios omnipotente, conocido como el infinito Dios Creador.
-Ciertamente no se les ha revelado el postulado del Movimiento Continuo o Control de la Energía Libre Ilimitada donde la oscuridad y la muerte o tiempo limitado, más la luz y la vida o infinito Espacio es igual a menos luz y vida que es lo que este Universo es mientras lo es.
- A este como a tantos otros letrados no se les ha revelado cómo el todo Luz y Vida fue antes de que este Universo fuere; El cómo luz y vida y oscuridad y muerte de este Universo es mientras es. Y el cómo será cuando este Universo en su totalidad sea él todo desintegrado.
¿Qué significa eso de un "dios hecho a sí mismo limitado"?
Por lo demás ni te pregunto.
Gracias nuevamente.
La oración es: "un dios hecho a sí mismo limitado de oscuridad y de muerte"; quiere decir aquel quien morando en el infinito Espacio, donde el infinito Dios mora; y es dios limitado de luz y de vida junto al infinito Dios de infinita Luz y deinfinita Vida; Libre y responsblemente opta por crear su propia dimensión de oscuridad y de muerte suicidándose, restándose de lo que él es como de su luz y de su vida original.
-Así se entiende lo referente al llamado Angel Caído cuando se rebeló contra Dios y su morada y se
hizo a sí mismo dios limitado -Demonio- de este Universo su nueva morada,
El demonio es una creatura, por lo tanto siempre estuvo limitado. Yo entiendo muy bien lo que a su rebelión se refiere, pero dudo que vos tengas una idea aproximada del porqué. Por lo menos, es lo que das a entender con esa forma de escribir.
«El dolor como megáfono de Dios es sin la menor duda, un instrumento terrible. Puede conducir a una definitiva y contumaz rebelión. Pero también puede ser la única oportunidad del malvado para corregirse. El dolor quita el velo de la apariencia e implanta la bandera de la verdad dentro de la fortaleza del alma rebelde».
Es apenas uno de los motivos por los que Dios permite el sufrimiento.
Y argumentando es un genio.
-Este asunto es peligroso para la mente humana en tanto y cuanto no estés protegido por la gracia del Espíritu Santo. No obstante si lo estás, pues, adelante. Que la sabiduría no le es negado a nadie.
-Con respecto al Demonio, actual príncipe de las tinieblas; señor de este Mundo Universo hay que tener en cuenta qué es lo que fue antes de ser Demonio.
-Y así cómo entender que antes de que existiera este mundo Universo limitado de oscuridad y de muerte: Solo Existía el infinito Espacio de infinita Luz iluminado (Dios Padre más Dios Hijo) y de infinita Vida poblado -constituida ésta por una infinita jerarquía de vidas limitadas -angélicas- definiendo el todo infinito Dios Espíritu Santo en continuo movimiento de expansión;
-"Cuyo más preciado don de su Dios Creador fue, es y sigue siendo el libre albedrío de ser y estar dando gloria a su Dios creador; Y por otra parte:
-En tanto y cuanto estos ángeles dan gloria a su Dios Creador: Ellos, cabe decir, que evolucionan e involucionan. Es decir tanto más ascienden en el conocimiento y posesión de su Dios Creador como su fin mayor definitivo; tanto más descienden en el conocimiento de su Dios Creador como su principio origen menor. Y dado que el Dios Creador es infinito, cabe decir, que los ángeles son seres creados limitado sí. Pero como son proyectados hasta el infinito: son pues Dioses como Dios lo es en tanto y cuanto dan gloria a su Dios Creador
-Con el llamado Luz-Bell -ángel limitado- no fue así. Éste se rebeló contra su estatus del infinito Espacio de Luz y de Vida. Y optó por crear éste su propio reino de oscuridad y de muerte llamado Mundo Universo donde todos estamos; Algunos esperando a que Dios nos saque.
-El porqué; ¿Qué razón o motivo tuvo este ángel llamado Luz-Bell; Hoy día, entre tantas otras denominaciones, llamado Demonio para rebelarse contra aquel su infinito estatus celestial de Luz y de Vida y crear éste su propio limitado estatus de oscuridad y de muerte llamado Tiempo Universo, Mundo?
-La Biblia dice que por soberbia; que quiso ser como Dios.
-Y tiene mucha razón la Biblia; Pues baste entender el cómo la oscuridad y la muerte de ésta nuestra mundanal dimensión se hace mayor alimentándose de la luz y la vida celestial espacial. Para comprender que en tanto y cuanto haya luz y vida que del infinito Dios procede, habrá oscuridad y muerte expandiéndose en este Mundo, Universo que del Demonio procede. Según reza el siguiente postulado:
-Principio el Movimiento Continuo o Control de la Energía Libre Ilimitada: Toda energía libre (luz y vida que de Dios procede; la del ángel antes de rebelarse) sometida a otra igual en grado y potencia (la del ángel caído después al rebelarse.) experimenta una tercera energía, libre negativa y de carácter liberalizadora ( que es el Tiempo limitado o Universo de oscuridad y de muerte) igual a la potencia de la primera por la potencia de la segunda por infinito. Esta tercera energía (el Tiempo o el Universo) está en relación de proporción directa a su tiempo (el que tarda en definirse como tal) más su naturaleza sometida (la naturaleza ésta que de procede del Demonio) e inversa al tiempo más su naturaleza libre (la que procede de Dios)
-Dicho de otro modo: Cuanto más este Mundo, Universo sea, éste lleno de la gracia del infinito Dios. Tanto más este Mundo Universo será libre y dejará de ser la dimensión de oscuridad y de muerte tal cual y cómo aún lo es. Y viceversa: Cuanto más este Mundo Universo sea y esté lleno de oscuridad y de muerte, tal cual es, más este Mundo universo y población será sometida al poder del Demonio que es la oscuridad y la muerte tal cual es.
De cualquier forma no hay que desesperar. Está prometido que este Cielo y esta Tierra pasarán, pero sus palabras no pasarán. Y solo Dios, con su gracia de luz y de vida, tiene poder para romper este equilibrio negativo en el cual todos aún estamos. Y volveremos a la vida y a la luz cual antaño fuere.
Antes de ser un demonio, él era un ángel que se hizo a sí mismo malo. Cuando los ángeles fueron creados, Dios los sometió a una prueba con el fin de que éstos pudieran elegir si seguían o no el plan de Dios. Que al Diablo lo derribó su soberbia lo sabe todo el mundo, pero, ¿Qué le llevó a ese punto? Al probarlos, Dios les reveló que la segunda persona de la Trinidad se encarnaría para redención de los seres que iba a crear(humanos), y luego les dijo que éstos humanos serían elevados por encima de la naturaleza angélica. Luzbel no aceptó que, además de estar debajo de Dios, debía estar por debajo de seres presuntamente inferiores, y respondió a Dios: "¡Non serviam!"
Los ángeles son seres limitados(la "proyección al infinito" es imposible ya que ninguna creatura es capaz de característica alguna infinita), y no pueden "evolucionar". Los seres espirituales(ángeles y demonios) carecen de un cuerpo y factores que le permitan cambiar en el aspecto espiritual(no pueden arrepentirse, no sufren tentaciones,etc.) por lo que su decisión, tanto a favor como en contra del plan divino, fue definitiva.
Lo mismo vale para su "conocimiento de Dios". Los ángeles, aún antes de su prueba, fueron creados con jerarquías diferentes, con diferente conocimiento de Dios. Por lo que éste conocimiento no dependía de méritos propios, por lo que su actuación no aumentará sus conocimientos, ni su lugar en la jerarquía angélica. Otra cosa a tener en cuenta es la misma palabra "ángel" que significa "mensajero" y señala el oficio de esos seres espirituales(en el caso de los que eligieron a favor del plan divino, en el caso de los que se negaron a servirle la palabra correcta es "demonio" que señala su oficio de "adversario" del plan de Dios) que, al ser el objetivo de su existencia servir a Dios, éste comenzó a cumplirse al elegir estar con Dios, por lo tanto ya no pueden aspirar a más que aquellas capacidades con las que fueron creados.
Esas presuntas leyes que mencionaste son falsas. El bien y el mal no funcionan según un modelo tipo yin-yang. Donde abundó el mal, sobreabundó la gracia.
Antes de ser un demonio, él era un ángel que se hizo a sí mismo malo.
-¡Cierto!
Cuando los ángeles fueron creados, Dios los sometió a una prueba con el fin de que éstos pudieran elegir si seguían o no el plan de Dios.
-Digamos mejor, que en orden a su conctante libre albedrío, pudiendo elegir den gloria a Dios su creado
Que al Diablo lo derribó su soberbia lo sabe todo el mundo, pero, ¿Qué le llevó a ese punto?
-Querer ser como Dios; generar, crear su propia genealogía de oscuridad y de muerte, antagónica ala que es de Dios que es de luz y de vid en otra dimensión ésta la que es llamada Mundo Universo
limitado
Al probarlos, Dios les reveló que la segunda persona de la Trinidad se encarnaría para redención de los seres que iba a crear(humanos), y luego les dijo que éstos humanos serían elevados por encima de la naturaleza angélica.
-Ningún ser creado pro el Demonio y sus ángeles puede ser redimidos. Solo los descendientes de Adán y Eva; amen de aquellos que aparecen en (Ap.7,1315) serán redimidos.
Luzbel no aceptó que, además de estar debajo de Dios, debía estar por debajo de seres presuntamente inferiores, y respondió a Dios: "¡Non serviam!"
-Vale, -si tú lo dices- A mi esto no me da que pensar.
Los ángeles son seres limitados(la "proyección al infinito" es imposible ya que ninguna creatura es capaz de característica alguna infinita),
- Se ve que tú aquí no has entendido lo que yo digo. Y es que siendo el Dios Espíritu Santo, un infinito Dios de Vida morando en el infinito Espacio; A su vez Éste compuesto de infinitas partes de vida perfectamente jerarquizadas; Cada vida es un ángel proyectado a ser cada vez más y mayor sin límite de espacio. Comprendido esto se vé perfectamente cómo al in finito amor del Dios Creador -Padre e Hijo- debe de corresponder una infinita creación.
y no pueden "evolucionar". Los seres espirituales(ángeles y demonios) carecen de un cuerpo y factores que le permitan cambiar en el aspecto espiritual(no pueden arrepentirse, no sufren tentaciones,etc.) por lo que su decisión, tanto a favor como en contra del plan divino, fue definitiva.
El ser Ángel, Hombre o Demonio evoluciona o involuciona en razón y cómo su espíritu está más cerca o más lejos del Dios Creador. Sea éste, como ángel de luz, evolucionando, en espíritu de gracia y por ende siendo cada vez más lúcido; En espíritu alma y masa carbónica de cuerpo, si este es hombre luz y vida y oscuridad y muerte; Y en desgracia involucinando, siendo cada vez menor, si es espíritu satánico.
Lo mismo vale para su "conocimiento de Dios". Los ángeles, aún antes de su prueba, fueron creados con jerarquías diferentes, con diferente conocimiento de Dios. Por lo que éste conocimiento no dependía de méritos propios, por lo que su actuación no aumentará sus conocimientos, ni su lugar en la jerarquía angélica.
- En Dios Creador Luz y Vida; y Vida en la Luz concurren las dos circunstancias; Tanto es el favor de Dios, que Dios gratuitamente concede al ser creado; como el tributo que el ser creado, le debe a su Creador por el favor de ser creado . Y este favor y tributo, tanto de Dios como del ser creado está en constante movimiento de creación ascendente como descendente
Otra cosa a tener en cuenta es la misma palabra "ángel" que significa "mensajero" y señala el oficio de esos seres espirituales(en el caso de los que eligieron a favor del plan divino, en el caso de los que se negaron a servirle la palabra correcta es "demonio" que señala su oficio de "adversario" del plan de Dios) que, al ser el objetivo de su existencia servir a Dios, éste comenzó a cumplirse al elegir estar con Dios, por lo tanto ya no pueden aspirar a más que aquellas capacidades con las que fueron creados.
Esas presuntas leyes que mencionaste son falsas. El bien y el mal no funcionan según un modelo tipo yin-yang. Donde abundó el mal, sobreabundó la gracia.
Estas leyes, las del "Principio del Movimiento >Continuo o Control de la Energía Libre Ilimitada"; las que son; Y no son presuntas leyes sino verdaderas mientras este Tiempo Universo sea como aún es. Tú las entenderías si verdaderamente fueras Franco, que quiere decir libre; Más como eres un sometido y no eres libre no las puedes entender; Y por esto mejor te valdría decir que están verdes.
-No obstante te diré que según el postulado de estas leyes, lo que aquí se postula: no solo produce el movimiento del todo masa carbónica estelar del Universo; sino que incluso provoca el movimiento activo o pasivo de gracia o pecado de la más ínfima de tus neuronas.
23/11/13 3:10 PM
Los ángeles, al ser creados, sólo pudieron hacer uso de su libre albedrío una vez, y, como dije antes, al carecer de factores como los que afectan al ser humano en su camino de vida, su elección fue definitiva. Luego de elegir, ni ángeles ni demonios pueden desobodecer a Dios.
Los seres preternaturales no pueden crear, sólo Dios puede.
Y cometiste un error acá:
"Y es que siendo el Dios Espíritu Santo, un infinito Dios de Vida morando en el infinito Espacio; A su vez Éste compuesto de infinitas partes de vida perfectamente jerarquizadas; Cada vida es un ángel proyectado a ser cada vez más y mayor sin límite de espacio. Comprendido esto se vé perfectamente cómo al infinito amor del Dios Creador -Padre e Hijo- debe de corresponder una infinita creación".
Error. Una de las características de Dios es la simplicidad, es decir, Dios no tiene partes. Todas sus características se identifican entre sí en una misma cosa. Su Amor es lo mismo que su Justicia, Voluntad, Acto creador, etc. Si Dios tuviera partes, no sería un ser perfecto, ya que cada parte tendría una característica que otra no tienen, y ninguna parte puede ser infinita, porque las otras serían innecesarias. Los ángeles, así como el universo, fueron creados por Dios, pero no se identifican con Él, ni forman parte de Él, ni están hechos con Su energía, sino que pasaron, por el poder de Dios, de no-ser a ser.
Luego del Juicio Final, Dios va a restaurar la naturaleza humana original, pero con la elección definitiva de cada persona. En el caso de los santos se supone que aún a los ángeles juzgarán.
Si una creatura debe devolver lo que Dios le dió, entonces no es una gracia. Hay que recordar que los planes de Dios son insondables, por lo que los ángeles son incapaces de saber más de Dios, más que lo que les fue revelado por gracia a cada coro, no sucede. Al menos, puede que no hasta el Fin.
En cuanto a esas leyes, que estimo, te estás refiriendo a las leyes del funcionamiento del universo. Si es así, te aclaro que tales leyes(naturales) no son aplicables a la realidad espiritual, ya que, en primer lugar, a los seres espirituales no les afectan aquellas leyes que hacen al funcionamiento de la materia, y, en segundo lugar, ninguna ley de la naturaleza puede obligarnos a decidir por sobre nuestra voluntad, y menos obligarnos a hacer el mal, capacidad propia del ser humano desde el pecado original, que no fue provocado por la naturaleza, sino por desobedecer a Dios.
La "gracia" proviene de Dios, no de influencia alguna del cosmos. Me parece que no soy yo el que necesita ser libre.
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