Personalísimas reflexiones sobre la renuncia papal
Como comprenderéis ayer fue un día raro. En muchos aspectos. No recuerdo haber sentido un bloqueo igual, en medio del frenesí informativo me atenazaba una parálisis. Incapaz de una sola línea. Rezar, dar gracias, leer, y volver a leer, y volver a leer.
No salía de mi asombro. Qué cantidad de disparates se pueden escribir. Predecible la «mente absolutamente lúdica» del oráculo de la progrez J.M. Vidal, o la caterva de «vaticanistas» que, por supuesto, ya lo sabían pero se lo tenían callado. Patético oír a ateos y anticatólicos pontificar sobre quién debe ser el próximo papa. Una vida intentando mostrar la irrelevancia de la Iglesia desbaratada en horas. Quizá esperable que la prensa generalista entre en el juego de las «quinielas». Pero me resultaron especialmente decepcionante las especulaciones sobre «papables» con criterios mundanos y geoestratégicos otro tipo de prensa. ¡Leches!, es “mi” Santo Padre (como lo son los que le han precedido y los que le sucederán).
El Papa lo sigue siendo hasta el 28 de febrero, así que como mínimo me parece una falta de delicadeza. Es como si la inusitada renuncia del Papa no fuese por sí misma signo de la necedad de esas cuentas. A veces creo que sería bueno que el Espíritu Santo nos diese un capón y permitiese que fuese elegido un Calixto III, o un Papa con amor de Dios, pero sin virtudes humanas aparentes y con defectos humanos bien visibles.
Probablemente no lo permita porque más de uno se vendría abajo. Estamos mal acostumbrados: desde hace un par de siglos el Papado lo han ejercido auténticos titanes. Pero ese no es el fundamento de nuestro cariño filial al Sumo Pontífice. Como no lo es a un padre. Ser nombrado Papa no lleva consigo ningún tipo de «superpoderes».
Del breve y pensado texto de renuncia se pueden extraer muchas enseñanzas catequéticas. Hay una que destaca, al final, «por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria». Ilustra estupendamente la respuesta a la famosa pregunta: ¿qué es más importante ser Papa o un simple fiel en un recóndito lugar….?
Es un texto muy bueno para entender el ministerio del papado, que, como señalaba Scott Hahn, conviene leerlo iluminado por la homilía de Benedicto XVI el 4 de julio de 2010 –visita pastoral a Sulmona–. El Papa recuerda que el año anterior, en L’Aquila, se detuvo a visitar la tumba de San Celestino V y glosa la vida y la entrega de su predecesor, ante cuyas reliquias de la catedral de Sulmona acaba de rezar. Celestino es uno de los precedentes de renuncia papal:
Han pasado ochocientos años del nacimiento de san Pedro Celestino V, pero permanece en la historia por los conocidos sucesos de su tiempo y de su pontificado y, sobre todo, por su santidad. La santidad, en efecto, jamás pierde su fuerza atractiva, no cae en el olvido, nunca pasa de moda; es más, con el tiempo resplandece cada vez con mayor luminosidad, expresando la perenne tensión del hombre hacia Dios. Así que de la vida de san Pedro Celestino desearía recoger algunas enseñanzas, válidas también en nuestros días.
¡Y vaya si recogió enseñanzas!
68 comentarios
Quizás no lo quieras ver, pero Juanjo, la elección del Papa, hoy en día, tiene más de política humana que de designio divino.
No hay más que ver la tendencia de los cardenales. Unos conservadores. Otros menos. Pero conservadores al fín y al cabo. No votarán a un papable que no sea afín a sus ideales.
Y eso no es nada divino. Eso es rastreramente humano.
Pero cuando tienen razón, tienen razón. La elección del Papa no es más que una quiniela política.
Quizas no lo quieras creer, y quieras quedarte con lo que alcanzas a ver.
¿No debería poner más tierra de por medio? Es que imaginarme en apenas un cuarto de kilómetro cuadradado a un papa en ejercicio y a otro que lo fue, se me antoja demasiado tenso.
¿Podrán cruzase dando un paseo por los jardines ambos hombres?.
¿No será una tentación demasiado grande seguir tratando de influir de algún modo en el papado de su sucesor?.
Cualquiera hubiera penado que benedicto preferiría retirarse a algún monasterio bávaro lejos del mundanal ruido, pero quedarse en el epicentro del catolicismo...
Enrique, si no ves que lo que va a suceder en la Capilla Sixtina no es más que un juego rastreramente humano, debo decir que estás más ciego que un topo.
!Respete señora!
Tan rastreramente humano podía haber sido calificado el Cónclave tras la muerte de JPII, con facciones diferentes entre los cardenales, y mira, Pilar, quién salió elegido. Creo que el Espíritu Santo que vela por la Iglesia, a pesar nuestro.
Que radical se pone usted cuando excluye cualquier posibilidad de algo que no sea...
"rastreramente humano"
Un poco de Fe, mujer.
Gringo, los papas "renuncian", es definición.
Joaquín, Enrique, Luiyo, Juan, Kike, clara y pumuki, muchas gracias. Ahora a encomendar.
De mi propia cosecha, añadiré dos cosas: 1) aunque ya sé que la palabra que usa el CDC es "renunciar", yo creo que es más adecuada "abdicar", como dice el señor gringo y 2) lo que me dejó ayer verdaderamente estupefacta fue leer la clamorosa alegría de tantos católicos. Pues esa no fue mi reacción. Fue enterarme de la noticia y pensar en Quo vadis? (sí, soy muy peliculera) y en san Pedro Celestino que santo es pero como Papa fue un desastre.
El caso es que hoy sigo sin entender porque es tan grandioso lo que ha hecho S.S. Benedicto XVI (cuyo pontificado sí ha sido grandioso, por otra parte). A mí me parece justo lo contrario y, sin poner en duda nada de lo que el Papa ha dicho, yo no veo ninguna virtud en ello, pero parece ser que soy minoría.
En fin, yo creo que lo mejor es seguir rezando: que el Señor cuide y proteja a Benedicto XVI, le conceda una larga vida, lo guarde de sus enemigos y, llegada su hora, tenga misericordia de su alma, que el Señor bendiga, guarde y proteja al Papa que ha de venir y que san José, patrono de la Iglesia, interceda por todos nosotros.
No sabemos cuánto sufrimiento y cansancio interior ha producido en el Papa su nombramiento. Seguramente mucho. Aunque muchos hubiéramos preferido que permaneciera hasta el final, no tenemos derecho a reprocharle nada.
Los periodistas se lo van a pasar genial. Podrán ocupar horas de programa solo preguntando curiosidades sobre las renuncias, el futuro del actual papa cuando ya no lo sea. No digamos, jugando a las quinielas. Ahora, además, como la lista de San Malaquías se acaba con el siguiente papa, la prensa amarilla y los apocalípticos se lo pasarán genial.
A mi también me pone de los nervios los criterios mundanos y geoestratégicos de algunos: No puede ser papa, porque es estadounidense... es la hora el Tercer Mundo, seguro qeu el papa será negro... que Ouellet no puede ser, porque, claro es de Quebec y eso le perjudica. En fin, estupideces.
Se olvidan dos cosas; primero, que la Iglesia, ante todo, es comunidad de fieles, y que la institución sirve a esa comunidad. Esa es su función. No se justifica en sí misma.
Secundariamente, pero por encima de todo, la Iglesia fue fundada por Cristo, y está sostenida por la acción del Espíritu Santo. De no ser así, no hubiese durado veinte siglos.
Al dejar de lado el elemento sobrenatural, todo se sustenta en puras maniobras humanas (que, naturalmente, existen, pero no son el principal motor de esta nave, sino las lapas adheridas a su casco). Así les va a tanto sabio vaticanista: no aciertan una.
El obispo de Roma y primado de la Iglesia católica, como reza uno de sus más hermosos títulos, es sólo el siervo de los siervos de Dios. Este siervo ya no se ve en condiciones de servir desde el timón a los demás. Otro siervo tomará el timón. El navegante seguirá siendo el Espíritu Santo y el puerto de destino la salvación eterna. Nadie espere cambios bruscos en el rumbo.
Quién no entienda esto, no podrá entender el sentido último de lo que ocurre en la Esposa de Cristo, destinada a perdurar hasta el fin de los tiempos.
Ademas, me imagino al nuevo Papa eligiendo a un nuevo Prefecto para la doctrina de la Fe y sacando al mason de la academia pontificia de ciencia. Algo que Benedicto no podia hacer. Estos ultimos meses han sido muy extranos.
Yo soy uno de los tantos católicos que me alegré ayer con la noticia de la renuncia del Papa. Y esto porque creo que es una nueva oportunidad que nos regala Dios para cambiar el rumbo de la Iglesia. Esta Iglesia que pienso que está siendo absorbida por los enemigos de Dios. Esta Iglesia que tengo la percepción que está más "preocupada" de agradarle a sus enemigos que de "separarse" de ellos, no siguiendo las Palabras de Nuestro Señor: "El que no está conmigo está contra Mi".
Ojalá que la renuncia de S.S. Benedicto XVI genere el cambio radical en nuestra Iglesia. Pero no un cambio en la misma dirección que apuntan los progresistas, sino que justamente en la dirección opuesta. ¿Cuánto hace falta más acciones como la del Cardenal Burke que niega la Comunión a los políticos que actúan contra la Doctrina de la Iglesia? ¿Cúanto se extraña una excomunión para ese 60% de diputados británicos que apoyaron el "matrimonio" homosexual?
Pienso que la situación de la Iglesia en nuestra época es similar a la de la Iglesia Primitiva, en el sentido que está inserta en una sociedad sin Dios, y creo que no es casualidad que dos de los Papas que renunciaron a su papado lo hicieron en esa época, convencidos que la Iglesia necesitaba, en esos momentos, otra cabeza, tal como lo hace actualmente Benedicto XVI. De este punto de vista se me hace más fácil entender su renuncia y se transforma, al mismo tiempo, en motivo de alegría.
Yo creo ciegamente que es el Espíritu Santo quien guía nuestra Iglesia y que ilumina a los cardenales en el momento de la elección papal, pero "lamentablemente" todas las decisiones las tomamos finalmente los hombres.
Por último, Eva, me encantó el último párrafo de tu comentario y lo suscribo completamente.
En este sentido me planteaba si, además del decaimiento físico, no habrá un motivo de este tipo: con los avances de la medicina, la vida se va alargando; en concreto, se prolonga sobre todo la vejez. No sería de extrañar que en este siglo fuese habitual llegar a los 90 y a los 100 años. Esto podría suponer, en el caso del Romano Pontífice, diez o quince años de gobierno con una capacidad lógicamente disminuida. Benedicto XVI podría haber querido crear el precedente actual para que un futuro Papa tenga más fácil renunciar a su vez cuando se le haga muy cuesta arriba el ritmo necesario para el buen gobierno de la Iglesia.
Sea o no sea así, me uno también a las oraciones por el santo Padre y por su sucesor.
http://gestion.pe/tendencias/banco-vaticano-entidad-envuelta-mas-cuestionamiento-2058786?hrefn=129279
Se necesita de muchisima fuerza de espiritu y caracter para doblegar esta situacion. Mano dura.
Y aparte de que es un tonto juego de palabras y una tonta comparación, el Papa va a hacer mucho cuando deje de serlo: se retira a orar. Ni más ni menos. con todo lo que significa orar.
Pero, claro, eso es nada para ti. Un "limbo".
Demasiada tierra tienes en los ojos. Lo siento.
ve al portal de noticias Zenit.
"Cardenal Dziwisz: gratitud y fidelidad a Benedicto XVI
Hizo una declaración en Cracovia mientras el portavoz vaticano desmintió críticas suyas a la renuncia...."
Lo que citas del cardenal, es un bulo, pues.
Ahora, Benedicto XVI prácticamente recién comenzaba a cumplir con la responsabilidad colosal que se presenta en este tiempo histórico particular para la Iglesia, cuando su estado físico se lo ha impedido más.
Él no continuará su vida paseando y canturreando plácidamente entre jardínes. Vivirá en oración, meditación y abrazando la cruz de Cristo con sus sufrimientos personales, que deben ser muy intensos para llegar a tomar una decisión de tal calado.
La noticia me impactó y me entristeció como a todo católico consecuente. Pero con la plena confianza que, iluminado por el Espíritu Santo, a hecho lo más conducente para el bien de la Iglesia.
Aunque la estuviera barajando desde hace tiempo, no parece que la decisión la haya tomado hace mucho. Deja sin publicar una encíclica casi terminada, ha hecho nombramientos hace poco, deja a medias el Año de la Fe... parece que algo le ha dicho AHORA que no puede seguir. Confiemos en él y sobre todo en Él.
También podemos mirarlo por el lado práctico, con un "ex papa" vivo, no puedes nombrar a alguien excesivamente distinto.
El Papa ha hecho algo legítimo y en conciencia para el bien de la Iglesia, pero ha hecho algo excepcional, lo diga Agamenón o su porquero.
Me niego al "circulen que aquí no pasa nada" que nos venden desde la oficialidad.
La renuncia es un asunto muy grave y excepcional en la Iglesia.
Como dijo Javiergo, esto no es un dogma que hay que creer y soy libre de criticar el pensamiento oficial de normalidad que se nos vende, que no quiere decir que no respete y vea que la decisión del Papa es la mejor para la Iglesia, pues el Espíritu Santo es quién la dirige amorosa y providencialmente.
La lógica de hierro me dice o que no hemos rogado lo suficiente por él, o que, finalmente, el miedo a los lobos terminó por hacerle huír.
Un enorme pontífice que se retira, con la mejor de las intenciones y desde el convencimiento de que es lo mejor, con un borrón. Su inteligencia, bondad y humildad son innegables. Y soy un enamorado de su pontificado. Pero este final, no me gusta.
Hasta el último día de su vida deberemos agradecer su enorme labor tanto de cardenal como de Papa. Y debemos rezar por él, porque el tramo final de su vida sea placentero, pues se lo ha ganado.
http://catolicos-on-line.org/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=40&Itemid=20
Hay que humanizar Roma.
Es normal que ante una decisión única en la historia de la Iglesia, que lo es (las otras cuatro fueron otras circunstancias), haya gente triste e incluso desilusionada.
Él ha dicho que ha tomado la decisión "ante Dios". ¿Alguien está en el derecho de dudarlo? Lo que nos queda es confiar. Él sabe historia, conoce la Iglesia y es hombre de oración. Tiene más elementos que nosotros para ver si era lo oportuno o no.
Espero que la intensa devoción que muchos sienten por Juan Pablo II no sirva para sacar conclusiones imprudentes y apresudradas.
Antes que nada aclaro que soy ateo pero pido permiso para dar mi opinión.
Para mí, la renuncia del Papa si bien es del todo entendible por las razones que él da y sin caer en ninguna teoría de conspiraciones.
Sin embargo humaniza totalmente la figura papal.
Desde ya que es de esperar que cualquier persona en un puesto de liderazgo renuncie y de un paso al costado si siente que ya no es capaz de seguir ejerciendo su cargo. Es algo loable.
Pero la religión católica habla de llevar la cruz, de soportar, de sufrir. Nadie hubiese dicho nada si, por ejemplo, Juan Pablo II hubiese renunciado unos meses antes de su muerte pues se lo veía realmente debilitado y mal de salud y sin embargo impresionaba verlo intentando con sus últimas fuerzas ejercer su cargo.
La religión católica y los católicos siempre hablan de rogar, pedir y rezar para que no flaqueen las fuerzas, para mantener el temple, para afrontar aún la muerte con valor. Hay muchos ejemplos como el de San Maximiliano Kolbe.
También la Iglesia habla de que el Papa es el Vicario de Cristo, si el Espiritu Santo no le puede dar fuerzas a él, por que habría de dárselas a un cualquiera??
Uno espera que un Papa renuncie solamente cuando está visiblemente al límite de sus fuerzas (quizás sea el caso, no lo se) o en todo caso siempre puede decir que recibió una orden del Espíritu y nadie podría cuestionarlo.
Todas esas charlas que han ocurrido en este mismo blog donde se decía que todo en la vida hay que enfrentarlo con fuerza y rogar por tenerlas, que uno no se divorcie porque debe buscar fuerzas, que no se aborte porque hay que ser bravo, que uno contenga sus impulsos… y el Papa renuncia por falta de fuerzas????
Desde ya que de ninguna manera digo que su renuncia autorice nada que sea inmoral o ilegal lo que digo es que lo que pierde fuerza es justamente esa idea que a los buenos creyentes Dios le da fuerzas en sus momentos de necesidad. Y sin embargo el propio Papa renuncia como renunciaría cualquier gerente de una empresa humana.
Kewois
Tus analogías no son correctas, el Papa ha sido fiel a sus promesas sacramentales, en absoluto puede compararse renunciar a la Cátedra de San Pedro con el divorcio.
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Tan titanes que la Iglesia está cada día más patas arriba. De verdad que el fatuo voluntarismo de esta web ya huele, o por estólido o por falsario.
La Iglesia no es el país de las maravillas. Está desgarrada por dentro y Benedicto XVI lleva advirtiendo sobre ello todo su pontificado, incluso desde antes. La enseñanza que el Papa ha dado con su renuncia es que no ha podido con los lobos que el día de su elección quiso ahuyentar con la oración de los fieles. De tan felices e ingenuos, a lo mejor hemos olvidado rezar por que los lobos no le hicieran huir, como él mismo pidió. Al final han ganado los lobos.
Pero nada, da igual, todo va bien. Happy, happy.
No estoy diciendo que la renuncia del Papa sea comparable con el divorcio ya que el la renuncia es algo previsto en el Código Canónico y el divorcio no.
Yo lo que digo es que lo que se pierde es la apelación a sacar fuerzas de la debilidad para enfrentar una crisis.
en absoluto puede compararse renunciar a la Cátedra de San Pedro con el divorcio.
>¿Y qué impresión te causaba Juan Pablo II en sus >últimos años? ¿No te parecía inhumano someterle a >aquellos viajes y aquellas ceremonias agotadoras?
Tan inhumano como flagelar a alguien, y subirlo a una cruz.
Tan extraordinario como que esa persona se pudiera bajar de la cruz si quisiera o que si quisiera podía estar en su cama en vez de en una ceremonia agotadora.
En síntesis la decisión de Benedicto XVI es muy humana.
Kewois
Leer el artículo de hoy en La Buhardilla de Jerónimo.
Hay plantearse la pregunta ¿que es lo que mas conviene a la Iglesia?
Si algo a mi me produjo un gran dolor y decepcion fue el nombramiento de un mason en la academia pontificia de ciencia. Que creo? que nadie le aviso al Papa que era mason, tan solo le informaron lo buen cientifico que se supone es. Lo veo al Papa solo. Repito: JPII se apoyaba en Ratzinger. Benedicto no tiene un Ratzinger en quien apoyarse en caso de incapacidad fisica y eso a mi me parece peligrosisimo. Si en pleno uso de sus facultades le "colaron" al mason, que no harian con un Benedicto postrado en una cama?
La curia vaticana TIENE que reformarse y se necesita una persona con caracter y mas joven.
Yo veo en esta decision del Papa un gran amor por la Iglesia. Eso no quita que se trata de una situacion excepcional.
Pero ya se verá si quienes tiene poder de decisión en la Iglesia han aprendido la lección que da Benedicto XVI, o quieren también estar ensimismados como varios de los que opinan por acá.
Señor Kewois, estoy asombrada. De todos los comentarios de no católicos y afines que he leído, es el único que intenta meterse en la cabeza de un católico para argumentar. Es cierto que, como católica, podría hacerle algunas acotaciones pero no lo haré porque sé que yo tampoco puedo meterme por completo en la cabeza de un materialista por mucho que lo intente (y lo intento cuando hablo con uno, créame).
Sería mejor como agradecimiento y adhesión, hacer una campaña de oración, quizá un Rosario. Debe necesitar mucha fortaleza y comprensión. Es tiempo de expresarle nuestro amor.
Maestro en la fe y, como consecuencia, maestro en la vida, mostrado con su renuncia en favor de alguien con más talla que él, si lo hubiere. Que lo haya con mejor condición física, es probable – mi candidato preferido es el cardenal Dolan – con más talla intelectual, yo al menos no lo conozco – quizá el prefecto Müller, que aun no es cardenal – alguien más santo, podría ser que lo hubiere. Lo que no hay es alguien de tanto nivel en la sabiduría de la santidad, al menos que yo conozca y suelo estar al corriente de la Iglesia.
Cuando la prueba de la incapacidad se hace patente, y va en aumento, cuando quieres y no puedes, cuando apenas ves por un ojo, cuando las arritmias son constantes, cuando las secuelas del derrame cerebral, sufrido en 1991 – repetido en 2003 -, corregidas y aumentadas, se hacen presentes, cuando verdaderamente no se puede más y los médicos le habían prohibido ir a la JMJ de Rio de Janeiro, ¿qué más se puede hacer?. Hay dos opciones: a) permanecer b) renunciar, ¿cuál es la mejor?. La respuesta, para un creyente es inmediata: la que sea voluntad de Dios, ahora viene lo difícil, se trata de discernir, de dilucidar de determinar la respuesta a la siguiente pregunta:¿qué haría Pedro en mi lugar?.
Siendo testigo, en primera persona, de las consecuencias de la decisión de JPII al permanecer en la Sede Apostólica pese a su estado de salud, sobre todo en los últimos meses donde no se tenía y, sin embargo, era Papa. Sabedor de sus limitaciones – hoy hemos sabido que tiene un marcapasos, sabedor de las necesidades de la Iglesia, constituida por Xto. pero formada por hombres – necesitada, por tanto, de gobierno.
La conclusión a la primera opción es: “si permanezco malgobernaré y crearé confusión, un nuevo ictus puede dejarme discapacitado o muerto, ¿puedo tener a la Iglesia pendiente de eso?. Decididamente no”. Pero esa decisión le lleva a la pública comparación – mediática - con su predecesor; por tanto miseria para la Iglesia, gloria mediática.
La segunda opción trae como consecuencia establecer un precedente, es verdad que el CIC en su canon 332 epígrafe 2 dice: Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie, pero nadie había hecho uso de ello. El Papa se pregunta: “Señor, ¿debo ser yo el que estrene el contenido, qué debo hacer?, ¿debo seguir, pese a todo?”. Llegados a este punto, Joseph Aloisius Ratzinger – al que no le tembló la mano en los casos de escándalo – recurre a su sabiduría de la santidad, que es su santa sabiduría y a su mente vienen la palabras del Apóstol:”Pero él me dijo: «Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza». Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo”. (2Cor 12,9). Pues aquí debió encontrar la respuesta, en la humildad, en el abajamiento, en el anonadamiento, como los grandes.
La renuncia le proporcionaba paz, la prueba de que era voluntad de Dios, y hacerla sin demora, venía ratificada por todo lo que debía dejar sin culminar, el habría hecho el trabajo y otro recogería el fruto, pero esto son cálculos humanos y lo que le importa a Joseph Aloisius Ratzinger es la gloria de Dios, no las glorias personales del mundo.
Cuando leamos cualquier noticia de la Iglesia, él la leerá sabiendo el trasfondo de la misma, el sabe más que los demás respecto a la Iglesia; eso significa que seguirá sufriendo, que carecerá de potestas que su auctoritas será la oración vivida junto a la cruz de Xto., no podrá hacer nada, solo apoyar espiritualmente a su Sucesor. Y así hasta que Dios se lo lleve, hasta que Dios no espere más deseoso de disfrutar de un hijo tan fiel y que tanto bien ha hecho al mundo y a la Iglesia.
Otro culminará el año de la fe, en el que tanto empeño – escasamente seguido – puso, otro presidirá la JMJ de Río de Janeiro, otro celebrará el Triduo Pascual, otro … Pero el que dijo : “Cari fratelli e sorelle, dopo il grande Papa Giovanni Paolo II, i Signori Cardinali hanno eletto me, un semplice e umile lavoratore nella vigna del Signore”, sí, el simple y humilde trabajador de la viña del Señor ha dejado de vendimiar con la tijera; a partir de ahora lo hará, solo, mediante la tijera más poderosa: la oración.
Cree que el Espiritu Santo NO PUEDE dar fuerzas al Santo Padre.....
Por favor no hable de lo que no comprende.
Seguro que de esto no tengo ni idea, pero es que la "idea" no era mía.
Leo en otros blogs que sí, que va a haber dos Papas. Uno ejerciendo y otro retirado.
A ver si alguien sabio y ducho en renuncias papales nos ilustra...
1.- En principio, es algo *anómalo*. Lo normal, lo que han hecho todos los papas, ha sido morir siendo Papa. Y es de suponer que todos ellos han estado enfermos y débiles en sus últimos años. Además, la Iglesia ha pasado por tiempos mucho más difíciles: ha habido Papas encarcelados y perseguidos. Napoleón llegó a ocupar los Estados Pontificios, y así muchas cosas más...
2.- En la vida de la Iglesia, es mucho más importante el testimonio que la operatividad. Para mantener la Iglesia 'rodando', aún en caso de incapacidad del Pontífice, ya hay muchas personas capacitadas. Juan Pablo II tenía a Mons. Dziwisz, quien en la sombra se encargaba del día a día durante su enfermedad. Sin embargo, con una renuncia, el mensaje que se envía al público en general es el de abandono. Me hacen sospechar especialmente los elogios de los más acérrimos anticlericales.
3.- Brusquedad del anuncio: vale, ya lo había comentado alguna vez, pero la comunicación oficial cayó como un obús. No hay más que ver los titulares: 'sorpresa', 'shock', 'perplejidad'... Incluso para los propios católicos (incluyendo eclesiásticos) ha sido desconcertante. Incluso el propio Ángelo Sodano declaró que la noticia había sido como "un relámpago en un cielo claro". Todos preguntándose unos a otros qué opinan de la renuncia del Papa. Esa no es la forma habitual de proceder en la Iglesia.
Aun así, confío en que el Espíritu Santo sigue guiando a la Iglesia, pero algo me dice que se abre un período de intensas turbulencias. Internas y externas.
La Iglesia no se puede gobernar así. BXVI lo vivió y no está dispuesto a que se repita, con él.
> son cosas nuestras
De acuerdo Yolanda. Son cosas de ustedes. Solo les digo lo que se ve de este lado.
Incluso vean lo que otros de ustedes piensan
http://radiocristiandad.wordpress.com/2013/02/12/24627/
http://radiocristiandad.wordpress.com/2013/02/12/debilidad-en-el-espiritu/
@Estaban y @Eva gracias por sus comentarios
@Lourdes
>Cree que el Espiritu Santo NO PUEDE dar fuerzas al Santo Padre.....
Quiero aclararle que yo no quise decir que el Espiritu Santo no pueda mandarle fuerzas al Papa.
Dije que parecería que no puede. No es ni siquiera un comentario muy original mío lo estoy escuchando de proveniente de muchas personas.
De hecho, es parte fundamental de sus creencias y ustedes tienen muchos ejemplos de personas que justamente atribuyen sus logros, sus proezas, a la fuerza o el valor provenientes del Espiritu Santo.
Por eso suena raro que el Papa diga que ya no tiene fuerzas
Kewois
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Pues no, lo que el hombre decía es lo dicho: habrá dos Papas, porque habrá dos Obispos DE Roma. Uno ejerciendo y el otro, Obispo emérito DE roma, no.
Pero que ya digo, que los experimentados en renuncias papales nos ilustren a los no doctos... que estamos abiertos.
Al mismo tiempo pido a Dios que le dé a Benedicto XVI la paz interior que necesite y que también Dios nos proteja de toda maldad de este mundo.
Gente, entiendan que pase lo que pase, digan lo que digan, especulen lo que especulen, inventen lo que inventen, ósea hagan el daño que hagan, Dios está con nosotros y él es el único que ve la basura en nuestro corazón ( en quienes existe el mal )y nos va a juzgar al final de nuestros días en forma individual, vivan tranquilos, preocupense de sus propias vidas que para eso tenemos una....... y probablemente esa vida nuestra sea una bomba de tiempo. Que Dios los bendiga !!!!!!!
--Que el hombre no separe lo que Dios ha unido. También nos enseña el evangelio, que ante la necesidad no hay pecado, y a modo de ejemplo Cristo invoca el paisaje de los panes destinados a los sacerdotes (al culto) que se comieron en necesidad sin acerse culpables.
--¿Ese canon es redactado por Moisés tal vez, debido a la dureza de corazón?
--No. Está pensado para causa grave.
--Entonces, ¿La causa es grave?
--Sin Duda. El Papa padece del corazón, y recientemente tuvo una operación para cambiarle el marcapasos.
--¿Y por qué no sabíamos de tal dolencia?
--Ajám... Ajám... -carraspeo- Paso palabra.
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