Líder sindical: «cuando la mujer tuvo que compartir la responsabilidad del ingreso familiar…»
Menuda la que ha montado Elba Esther Gordillo, líder del SNTE, con sus declaraciones sobre el papel de la mujer en la sociedad, la familia y la educación.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (México) es el mayor sindicato de profesores de América. Desde una perspectiva española tiene una ideología inclasificable. Prácticamente ha sido correa de transmisión del PRI durante décadas y hoy tiene propuestas que me parecen, cuanto menos, sugerentes. Así que no voy a meterme en mayores explicaciones.
Son numerosos los pensadores y sociólogos que atribuyen la crisis de la sociedad actual al ataque sistemático a la «mujer», negándole o impidiéndole el desarrollo de su misión fundamental: la maternidad, física o espiritual. Llegan al extremo de la bioética y feminista radical Anna Smajdor que afirmaba que «el embarazo es una barbarie, una enfermedad tan grave que es comparable al sarampión, que también puede llegar a ser fatal, pero que no dura nueve meses»
Al margen de la trayectoria personal de Gordillo, sobre la que no voy a opinar, es envidiable que una mujer con su proyección social se haya atrevido a salirse del pensamiento políticamente correcto. No tengo todavía el texto completo de la ponencia, «La formación de valores en el México del siglo XXI», pero lo que ha publicado la prensa de su país es muy interesante. Algunos párrafos sueltos:
Cuando la mujer tuvo que compartir la responsabilidad del ingreso familiar, no solo impactó en el deterioro individual sino en el de la sociedad toda.
El abandono de la madre en la formación de los hijos, convirtió a las escuelas en guarderías juveniles, a los maestros, en solidarios responsables de la educación, y vació de contenido educativo y de convivencia humana, enormes cantidades del tiempo familiar, el cual fue ocupado por el excesivo consumo de la televisión chatarra y el abusivo uso de instrumentos lúdicos envueltos en ropajes de tecnología, también chatarra.
Cuando la familia dejó de ser el centro de la formación de los valores, éste fue ocupado por otros sistemas de comunicación con otros objetivos.
Ello nos remite a reflexionar lo que implica y seguirá implicando, la desvalorización que la sociedad ha experimentado en las últimas décadas y que hoy se materializa en formas diversas, dramáticas, como son los homicidios múltiples, el incremento en las adicciones, el trágico aumento del número de NiNis o el fracaso del Estado para garantizar la seguridad
Junto con muchas otras, una de las instituciones que más se han deteriorado como resultado del agotamiento económico y social que el País ha vivido, está precisamente la más importante y esencial de todas, no sólo frente al reto de convivencia sino ante el ordenado recambio generacional necesario para el País: la familia ¿Cuándo se socializan los problemas, las aspiraciones y aún los miedos y fracasos de quienes forman la familia? Porque estamos claros que en los pocos momentos disponibles para ello, es cuando la televisión, con su monótono e insulso ruido, avasalla con el entretenimiento
Sin familia no habrá comunidad y sin comunidad no habrá respeto, ni tolerancia, ni convivencia posible.
Las críticas de las feministas ha sido implacables: misógina, carca, discriminadora, odiadora de la mujer trabajadora.
No entiendo esas críticas. Me gusta cómo lo dice Gordillo: «cuando la mujer tuvo que compartir la responsabilidad del ingreso familiar». Es difícil no estar de acuerdo. Porque la mujer trabaja, ha trabajado siempre y el trabajo en el hogar es digno. Eso no tiene nada que ver con tener que traer ingresos. Quizá es hora que se reconozca esa labor.
Además habla de ingresos familiares, por lo tanto está hablando de madres, no de mujeres en genérico. Y se está limitando a constatar un hecho, muchas madres, si pudiesen elegir, escogerían lo más importante: sus hijos, su hogar. Decir que eso es machismo es una imbecilidad.
Con algún matiz coincido plenamente con la sindicalista mexicana. Me parece que también es lúcido el análisis sobre los sustitutos de la mujer en la formación de los hijos, en la familia y en la educación.
107 comentarios
No parece que esté descartando a la mujer del trabajo fuera del hogar, puesto que es líder de ese sindicato y debe haber no pocas maestras y profesoras en México, como en todos los países.
Lo que dice es de sentido común y lógicamente es conforme con la doctrina social de la Iglesia, que en este como en otros gravísimos asuntos se ha predicado poco y se ha silenciado mucho.
Si no hay suficiente madre en casa, no hay hogar ni familia, es un fracaso el intento de suplir el rol de los padres en la educación de los hijos, es una injusticia social monumental que la mujer se vea obligada a abandonar el hogar, que los hijos se vean privados de su presencia casi totalmente, que en el salario no se reconozca la aportación social de la familia numerosa, porque "así está la sociedad, sin dos sueldos no se puede sobrevivir salvo que seas rico de nacimiento" o porque "si no ejerce su profesión, se desperdician sus talentos".
Hay un resumen creo que muy bueno de este razonabilísimo magisterio católico en
http://www.bioetica-dsi.es/archivo/dsi/10/Condicion_familiar_y_social_de_la_mujer_en_la_dsi_y_la_legislacion_laboral_espanola.html#SEGUNDA PARTE: LA MUJER TRABAJADORA, ESPOSA Y MADRE EN LA DSI
Atribuir el fracaso de la educación de las nuevas generaciones a la incorporación de la mujer al mundo del trabajo me parece como poco peligroso. Lo único que parece cierto es que desde que se produjo esa incorporación los salarios han ido disminuyendo progresivamente, de tal forma que ahora es casi perentorio que los dos cónyuges trabajen para poder sacar a flote un hogar, con lo que ello tiene de descuido para la prole. Pero ese estado de cosas lo provoca la economía de mercado, que dotó de una carga envenenada a ese derecho inalienable de la mujer a realizarse personal y profesionalmente: su conversión en una pieza más del sistema de producción.
Es realmente el sistema económico actual el que provoca la quiebra de la familia. Al Dinero no le interesan las familias, ni las parejas. Le interesan los individuos aislados, que son más fácilmente manejables y dan menos problemas, porque están más expuestos a los vaivenes del Mercado. La gente, por separado, tiene menor acceso a vivienda, acepta trabajos peor pagados y protesta menos, al tener que emplear casi todo su tiempo en sobrevivir.
Por tanto, empieza bien la autora en su análisis de la realidad, pero termina entrando en terreno espinoso y muy abonado a que los machistas (los de verdad) puedan agarrarse a sus argumentos para volver a sus teorías de "la mujer, con la pata quebrada en casa", a cuidar de la prole, lavar los platos y hacerle la comida al marido. Y de esos ejemplares carpetovetónicos siguen quedando muchos en nuestra sociedad, de ahí el aumento de la violencia doméstica, cuando no se acepta que una mujer es un ser dotado de los mismos derechos y oportunidades que un hombre, y que condenarla a enterrarse en vida en un hogar, por muchas satisfacciones que eso pueda dar, es cercenar sus potencias vitales.
Porque digo yo que los hombres sabemos hacer todas las tareas de una mujer y, salvo la lactancia natural, podemos desempeñarlas a la perfección. ¿No debería el argumento ir más encaminado a potenciar que uno de los cónyuges pueda ocuparse del hogar y que el otro, con un salario suficiente y más digno, pueda mantenerlo?
Pero ay, ahí entramos en los derechos sociales, tema que al Capital no le interesa para nada...
Ironías aparte creo que la mayor parte de los españoles que pertenecen a la generación ni-ni han sido criados por madres amas de casas, así que lo expuesto por la señora Gordillo puede ser una verdad parcial. Responsabilizar al trabajo femenino remunerado del fracaso escolar, el aumento de la violencia, o la torpeza de la clase política sinceramente creo que es un disparate.
Y coincido con cristiano indignado, qué curioso que se ponga el acento en la falta de la madre en el hogar, cuando el padre también falta en el mismo y puede hacer idénticas tareas.
Y volviendo a la ironía, ahora que hay tanto paro femenino la sociedad solucionará sus problemas porque las mujeres vuelven al hogar ¿no?. Es más, si todas las mujeres madres renuncian a sus empleos para dárselo a un hombre mataríamos dos pájaros de un tiro ¿no?.
Elba esther tambien sabe muy bien que el gran problema de la educacion en Mexico es su sindicato ya que ampara a profesores mal preparados y si muy grillos y en cualquier momento paran la educacion de los alumnos por irse a marchas y a huelgas. mas como dije anteriormente ese discurso esta estupendo felicito a quien se lo hiso
Asumir una responsabilidad sin libertad ni escapatoria, por muy bella que sea, si es una jaula sin salida, es una condena de la que nuestras madres nos instaron a libraranos.
Nuestras madres, muy santas, muy católicas, muy decentes, que odiaban de corazón a las feministas, sin embargo nos dijeron que bajo ningún concepto fuéramos amas de casa: mi abuela, mi madre, mis tías, las madres de mis amigas: todas católicas, todas conservadoras, todas decentes, todas madres abnegadas, nos dijeron que tuviéramos una profesión y que la ejerciéramos cuando nos casáramos.
Por algo sería.
Así que eso de "el trabajo en el hogar es digno. Eso no tiene nada que ver con tener que traer ingresos" habría que contrastarlo con quienes se han visto sumidas en la desconsideración social y familiar por realizar exclusivamente un trabajo que no da ingresos y que las condenaba a una sumisión que, de hecho, ignoraba por completo su dignidad.
Y, aunque la sugerencia de gringo es, claramente, en broma, por si alguien la toma en serio, ni con 2000 ni con 4000 ni con 6000 euros al mes, ni con 30.000 de sueldo del marido, querría ninguna mujer hoy vivir un matrimonio-condena como el de nuestras madres y abuelas.
Y subrayo lo de no dar ingresos ya que parece que lo único importante, tanto antes como ahora y para muchos, es el dinero. Eso por no señalar que frecuentemente a la mujer se la negaba la más mínima educación (incluso en algunas zonas, saber leer y escribir), por eso de que "nada la iba a servir ya que se iba a casar y ocuparse de su familia y casa".
Total, que no me cansaré de decir que ahora se recoge lo que se ha sembrado, y durante mucho tiempo (también podemos añadir el divorcio, que te cambian por una más joven, y ahí te quedas, casi tirada en el arroyo -hablo de casos sangrantes que conozco; el padre a los hijos les hace buenos regalos, se van con el y ella, sin ingresos, sin saber hacer nada remunerado, con una edad ya...¡en fin, señores, ustedes -en general, claro- se lo han buscado). Como decía aquél, en vista de que es imposible fiarse -y mejor no hacerlo- "no trae cuenta".
Un cordial saludo.
Además, parece que las casas y los hijos de las mujeres que trabajan se mantuvieran solos. El trabajo doméstico es sumamente desagradable, desagradecido, es el mito de Sísifo: se hace para deshacerlo y volverlo a hacer; es un trabajo sin horarios, sin fines de semana, sin vacaciones, sin jubilación y sin sueldo; es cosa de toda la familia que viva en un hogar, cada uno en la medida de sus posibilidades y capacidad. No puede condenarse a una persona, sin más razón que ser la mujer, a consagrarse a ello, privándola de cualquier otra vocación, de futuro cuando los hijos sean mayores, desarrollo de sus otras capacidades, etc. Es una crueldad inhumana que no tiene nada que ver con la maternidad.
Y diga lo que diga Jorge, a ver qué mujer querría volver a quedarse en casa en las condiciones de las madres y las abuelas.
Un cordial saludo.
Muchas de las monstruosidades que hoy vivimos han proliferado gracias a lo fácil que resultaba seducir a las mujeres en los primeros años de libertad (en cada país occidental ha sido en fechas distintas, pero en todos ha ocurrido esa "liberación" de la total dependencia de la mujer al marido).
Que de ahí se hayan seguido monstruosidades no debe hacernos nunca añorar la otra barbaridad: un estilo de matrimonio en el que las partes son odiosamente desiguales, y en el que una de las partes carece de los mismos derechos que la parte privilegiada, carece de capacidad de decisión, carece del mismo estatus, carece de bienes, carece de todo.
Por eso ha sido tan fácil que, tan pronto las leyes lo han hecho posible, muchas mujeres fueran seducidas por cantos de sirena que les prometían libertades que las han esclavizado tanto o más. Pero a la situación anterior, digo como Ana: ni loca.
Y Jorge conocerá a quien conozca. Yo a nadie, ni una sola mujer que quiera una dependencia total y permanente.
Un cordial saludo.
... ni una sola mujer de hoy en día querría vivir un matrimonio-trampa como el de nuestras madres y nuestras abuelas.
LF:
No estés tan segura. Tú hablas de tu familia, pero en la mía mi madre y mis dos abuelas fueron la mar de felices. Y de mis tías casadas, tres han sido siempre amas de casa y no se las he visto oprimidas. Una ha trabajado y ha sido igual de feliz que las otras.
Ya puestos, diré que tras "perderse" -según sus propias palabras- los primeros años de la infancia de nuestro primer hijo, mi esposa decidió dejar de trabajar a pesar de que tenía un contrato fijo como personal laboral en el INI. La decisión fue suya y trajo como consecuencia que nuestra situación económica no ha sido precisamente boyante. Pero creemos que ha merecido la pena. Solo ahora que nuestra tercera hija tiene 12 años se está planteando volver a trabajar cuando acabe la licenciatura de Ciencias Religiosas
Dicho lo cual, creo que cada matrimonio debe de buscar lo que crea mejor para su situación.
Me alegra el tono y que no haya tenido que borrar ninguno.
Disculpa que me meta; también mi madre ha sido muy feliz en su matrimonio, y mis abuelas. Pero claro, es que tanto mis abuelos como mi padre son ejemplos de generosidad, entrega, caballerosidad y hombría, como sería en el caso de los tuyos y en otros más; ejemplos en los que los hijos varones se pueden mirar y aprender.
Y en el caso de las hijas, también aprenden como debe ser el hombre con el que compartir la vida. Pero lo malo es que piensas que todos son así, y claro, resulta que eso que aprendiste en tu familia son la minoría y la mayoría se quedan en sapos, son sapos, meros sapos (menos mal que precisamente el padre que es buen padre siempre advierte -aconsejo a todas las jóvenes que siempre, siempre les presenten a su padre al chico con el que estén saliendo; gran prueba del algodón es esa, pues siempre aciertan, y que les hagan caso, claro. Oye, es quer siempre tienen razón con el análisis que hacen del sujeto en cuestión).
Por otra parte, también es importante escarmentar en cabeza ajena, ¡y te enteras de cada historia que es de alucinar....!. ¡En fin...! que antes de dar tal paso es fundamental no engañarse y tener la cabeza fría. Y a la más mínima falta de respeto, pero la más mínima (palabras o actitudes), fuera. Es la manera de evitar muchos problemas.
Un cordial saludo.
Si no fuera tan dramático, sí que me daría risa a mí lo que dices "...efectivamente los problemas que hay hoy en el mundo son porque las madres han tenido que dejar a sus hijos para traer ingresos al hogar".
Pues mira, si de verdad eres mexicana sabrás que en tu país hay una situación de guerra civil de facto entre el narco y el estado, con más de 60.000 muertos, una corrupción policial a todos los niveles, una prensa amenazada, etc.
¿Y la culpa es que las mujeres mexicanas pasan ocho horas al día en la fábrica?.
¿Y en Italia cunado las mammas se quedaban en casa de quién era culpa de que existiera la mafia?.
Un poco de amplitud de miras por favor.
Estoy de acuerdo: así, en caso de separación, el hombre no podrá ser expoliado de por vida por la "Ex", mientras tiene que ver cómo su cama matrimonial es ocupada por un nuevo "inquilino". Es decir, por otro "sapo".
Aquí escribí algo sobre el tema:
http://portimadrugo.blogspot.com.es/2010/11/la-epoca-mas-barbara.html
Postergé mi actividad profesional, al ser madre. Y es la mejor decisión que pude tomar. al decir verdad, ya la había tomado antes de serlo y aún antes de casarme. Tenía en claro lo que quería para mi vida. El matrimonio es una vocación. No es algo secundario en la vida del hombre.
Amo limpiar, lavar, cocinar, hacer las compras, etc ; y sí, muchas veces uno se harta de todo ello, como en cualquier otro trabajo.
Es un tema amplio y complicado, ya que el matrimonio se hace de a dos y cada experiencia es un mundo aparte.
Breve conclusión : la sociedad debe valorar el trabajo de ser amas de casa al mismo rango que cualquier otra actividad.
Y me refiero también a la mayoría de los Católicos: es muy patètico comprobar la aceptación que en lo personal tengo luego de decir mi actividad: dependiendo de lo que diga, cambia la actitud para conmigo: patético realmente. A veces digo una cosa, y a veces otra, y es muy “divertido” comprobar mi tesis anterior.
Por lo del ingreso familiar: hemos creado una sociedad consumista, que cada vez quiere más y mas . Eso nos ha arrastrado a lo que hoy somos...
Te retrataste:
"Por supuesto, que del dinero de ella no se toque nada, sólo del dinero de él, claro...el hombre no aporta al matrimonio nada más que...la tarjeta de crédito".
En este tema, el hombre aporta el producto de su trabajio, que se ve en dinero, y ella aporta también su trabajo...pero no se ve en dinero. Claro que solo importa lo primero ¿verdad?.l Ya se ve lo mucho que valoras el trabajo de la mujer en el hogar, ya se ve...por eso, por hombres así, lo que se tiene con anterioridad, guardado bajo siete llaves, que con hombres así nunca se sabe...
Y por cierto, considero que la labor de los hombres en la educación es fundamental, así que no pretendas hacer creer que he dicho otra cosa.
"Breve conclusión : la sociedad debe valorar el trabajo de ser amas de casa al mismo rango que cualquier otra actividad.
Y me refiero también a la mayoría de los Católicos: es muy patètico comprobar la aceptación que en lo personal tengo luego de decir mi actividad: dependiendo de lo que diga, cambia la actitud para conmigo: patético realmente. A veces digo una cosa, y a veces otra, y es muy “divertido” comprobar mi tesis anterior".
Totalmente de acuerdo; yo también tengo una experiencia similar, de cuidar de la familia y dejar el trabajo remunerado -y la verdad es que es lo que prefiero de todo; el cuidado de los mios- pero...¡caramba lo que cambia la consideración...Caramba!. Verlo para creerlo.
Un cordial saludo.
Què lo pariò, (pensé para mis adentros)y me fuì a preparar unas pizzas caseras para la noche.
No he vuelto a visitarlos...
Un abrazo fraterno.
PD: por favor, espero que esto no influya positivamente en ningún lector.
Lo cierto es que por desgracia, y como muy bien me recomendó un buen amigo, a veces tienes que soltarlo para evitar que con su soberbia desaforada te hieran.
Otro abrazo fraterno para ti.
2) Me parece una visión muy idealista la de la “madre, esposa, ama de casa” como una verdad histórica permanente. Si creo que ese rol se dio sobre todo en los años 40-60. Pero realmente las nobles europeas o las esposas de familias de buenos recursos de los siglos XVIII y XIX dejaban la crianza a las nodrizas, institutrices y colegios. Y la gente pobre debía trabajar y criar como lo hace actualmente.
Hay mujeres que crían y cuidan y mujeres que no y mujeres que son pésimas madres y delegan en familiares o empleados, ayer y hoy.
3) Que yo sepa no se obliga a nadie a ver TV basura o estar todo el santo día con el facebook o el twitter. Y no tiene nada que ver con que la mujer trabaje o no.
4) Muchas mujeres son excelentes profesionales y madres. Trabajan porque quieren son abogadas, médicas, científicas, maestras, artistas o lo que ellas quieran.
5) Me extrañan frases como la de Maria Rosa: Si no hay suficiente madre en casa, no hay hogar ni familia, es un fracaso el intento de suplir el rol de los padres en la educación de los hijos. No se supone que en España, Italia y Latinoamérica hay mayoría católica??? Que sucede con la formación y las familias de los católicos
6) Muy de acuerdo con Cristiano Indigando, Yolanda
7) el hogar es dignísimo, aunque no sea remunerado. En Argentina si el marido paga mensualmente una cuota hay una jubilación como “ama de casa” . También se da un subsidio nacional por hijo. A las familias pobres si mandan a su hijo al colegio le dan una suma de dinero, desde ya que muchas personas están indignadas con esto porque dicen que de este modo el estado hace que ni el padre ni la madre trabajen y vivan del subsidio. Como se comprueba que la mujer realmente “trabaja” de ama de casa y no deja esas tareas en manos de una empleada o un familiar?
8) No deja de ser extraño que la Sra Gordillo que además de trabajar ha ejercido cargos como gremialista y política venga a sermonear que hay que quedarse en casa cuidando los niños.
que hacia ella en 1971??
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1970. Se integra a las filas del PRI y del SNTE bajo la tutela del líder Carlos Jonguitud.
1971—1973. Secretaria de Trabajo y Conflictos en el SNTE.
1973—1975. Secretaria general del SNTE de la delegación en Ciudad Nezahualcóyotl.
1977—1980. Secretaria general de la Sección 36.
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Y tuvo a su hija : Mónica Tzasna Arriola Gordillo (14 de mayo de 1971).
Vaya que sabe administrar bien su tiempo!!!!!
Criar hijos, cuidar el hogar y ser miembro del PRI y del SNTE
Y la hija es política también......
No hay mucha coherencia no?
ME convencería más si dijera: Luego de criar a sus hijos ingresa en la política..........
Kewois
"Como se comprueba que la mujer realmente “trabaja” de ama de casa y no deja esas tareas en manos de una empleada o un familiar?".
Perdona no "trabaja"...TRABAJA (así que fuera conmillas, que estas ofendiendo). Y para comprobarlo, solo tienes que mirarla las palmas de las manos, que por mucho que se intenten cuidar, se ve claramente que son de trabajadora (sí, hasta con algún callo).
En cuanto a que algunas puedan hacer trampas, también en otros trabajos pasa igual, ¿y vas a decir que todos los trabajadores son unos sinvergüenzas?...¡Qué injusto eres, no lo esperaba de ti!.
Lamentablemente, los varones que no aprovechaba lo injusto de las leyes y eran "ejemplos de generosidad, entrega, caballerosidad y hombría" eran la excepción. Y el matrimonio, para la mujer, una siniestra lotería. Si el marido "te salía bueno", tu cárcel se limitaba a lo injusto de unas leyes que negaban el derecho a decidir hasta sobre las cuatro perras que tuvieras en el banco, sobre el futuro de tus hijos, etc. Que no es poca injusticia. Pero si "te salía malo" (lo más frecuente) era una cadena perpetua.
Lo cierto es que son varones los que dicen que que hay mujeres que querrían volver a la situación de los matrimonios de antaño y que sus madres, abuelas y tías eran felicísimas.
Yo sólo he conocido mujeres que advertían a sus hijas y nietas: Jamás, nunca, bajo ningún concept seáis amas de casa ¿Casarnos? Sí. ¿Hijos? Sí (pocos) ¿Amas de casa? ¡NUNCA! Así me educaron mí, a mi hermana, a mis primas, a mis amigas y no he conocido otra cosa en mi generación.
4)" Muchas mujeres son excelentes profesionales y madres. Trabajan porque quieren son abogadas, médicas, científicas, maestras, artistas o lo que ellas quieran."
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Indefectiblemente descuidarán alguna de las dos tareas.
Excelentes en ámbas; imposible.
La "liberación" consiste en que antes llegaba con el sueldo del marido, pero la mujer no tenía nada. No podía dejar claro que valía tanto como su marido (eso de la dignidad de un trabajo sin horarios, sin vacaciones, sin seguros sociales y sin sueldo, que se lo cuenten a los propios maridos que eran infieles con las que valían más que la marujona que tenían fregando gratis en casa) No podía escapar si el marido resultaba ser un sinvergüenza. Podían administrar el sueldo en lo dosméstico cotidiano, si y sólo si lo hacían conforme a la voluntad del que lo ganaba y necesitaban peromiso del marido para todo. No disponían de nada, ni de autoridad sobre sus propios hijos. debía obedecer, sí, obedecer a su propio esposo.
Así que fíjese si hemos mejorado. Es cierto que los sueldos han bajado y los gastos aumentado, pero al menos no hay mujeres condenadas a soportar una vida ignominiosa: tener en vez de compañero, jefe; en vez de esposo, dueño; y si la situación se hace insostenible, no hay por qué seguir conviviendo con un indeseable, y una puede mantenerse a sí mima si tiene una profesión y la ejerce.
Beltrán:
creo que no se ha enterado muy bien de lo que hablamos.
Yo sólo me retrato cuando voy al fotógrafo. Y de eso hace más de cinco años, cuando tuve que sacarme el pasaporte.
Parece que no captaste la ironía. Es igual, no importa. Yo no soy precisamente un maestro en estas lides literarias.
Directamente: El matrimonio ha sido convertido en una trampa para hombres a los que se despoja de toda identidad y dignidad por parte de "arpías" que lo quieren todo sin dar nada, del mismo modo que ha sido convertido en una trampa para mujeres estafadas por "sapos" a los que nadie ha educado para ser hombres.
El hombre ha sido "educado" "tradicionalmente" para ser nada más que proveedor y engendrador: los hombres no lloran, no sufren, no se inmutan, no deben expresar sus sentimientos, no deben defenderse de una mujer, no, no, no, no.... Mensajes lanzados como una obsesión generalmente por parte de sus madres, abuelas, hermanas y compañeras de colegio, avalados por el cine y los medios de comunicación.
Y ahora, el hombre se encuentra con que debe ser padre fuerte y afable, esposo fiel y alegre, ingenioso y serio, trabajador y ahorrativo, amante en cuerpo y espíritu, espiritual y humano, sincero y discreto. Como debe ser. Y así lo creo yo.
Pero, ¿quién le está enseñando a serlo? ¿Qué madre le queda? ¿Dónde está su padre? ¿El nuevo novio de su madre? ¿La nueva compañera de su padre? ¿La última serie de televisión en donde cada personaje masculino es un patético remedo de cavernícola, y cada personaje femenino es la viva imagen de la "Medusa" mitológica?
Si alguien tiene que cambiar, "cristianizarse" a fondo como tu decías, somos todos y todas. Yo no espero que esto ocurra porque yo lo espere, o lo desee en la medida que quisiera que cambiara según mi manera de ver las cosas. Sino en la medida de Cristo. Y eso es un caminar, largo y afanoso.
Creo que los "hombres-sapo" han tenido sus motivos para serlo. Del mismo modo que han tenido sus motivos las "mujeres-arpías" para serlo. Motivos espúreos: nadie está hecho para odiar y destruir. Algo tuvo que hacerles así. Rompamos estas coyundas, pues.
Cuento contigo. Un abrazo.
Esto de que trabajar fuera de casa es la panacea, estas muy equivocada, te aseguro que muchas empresas son más cárceles que trabajar en casa.
Te pido disculpas; no capté la ironía, esa es la verdad.
Después de leer tu último mensaje, totalmente de acuerdo contigo. Y sí, desde luego puedes contar conmigo.
Otro abrazo para ti.
Y creo que es usted quien no me ha comprendido: no me compare con Indignado porque yo sí percibo perfectamente la decadencia de este mundo a causa de la desintegración de la institución del matrimonio y la familia. Pero, al contrario que algunos, sé que la solución no está en volver a someter a las mujeres a aquellas fórmulas familiares en las que tantas mujeres fueron desgraciadísimas y de la que por algo huyeron en masa. Al revés, francisco: aquella injustísima situación propició que en la "liberación" se mezclaran todas las aberraciones que se han mezclado.
Es precisa una conversión individual de las personas y una reeducación en los valores. Pero si usted cree que es educar en valores someter a una humillante desvalorización a la mitad de la humanidad, está errando el camino.
Me pregunto si todos los que creen que sus madres, sus abuelas, sus tías eran felicísimas en sus matrimonios, desean esa vida para sus propias hijas.
Al Hesse, que cree que si se es una buena profesional se descuida a los hijos o viceversa, le recomiendo un poco de respeto a las que hacemos ambas cosas, y las hacemos más que bien. A juicio de mis hijos y mis jefes: excelentemente. Y no me creo excepcional, somos millones las mujeres que hemos trabajado, hemos sido esposas y madres y recibimos, felizmente, todo el reconocimiento de quienes realmente importan: como excelentes madres, de nuestros hijos; como excelentes profesionales, de aquellos con o para quienes trabajamos. Un poco de respeto.
Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.(Gen 1, 27).
no sabes qué saldría soltando. Yo sólo constato el hecho de que en aquella época, difícilmente un varón al que amparaban las leyes para ser un canalla impunemente, se resistiera a no descuidarse y no serlo.
No he dicho que trabajar sea ninguna panacea; la panacea, si existe, tiene que ver con la educación para unas relaciones sanas, respetuosas y en igualdad de consideración, entre varones y mujeres.
Pero por malos que sean algunos empleos, que lo son, nada hay más esclavizante y humillante que trabajar sin horario,sin descansos, sin vacaciones, sin seguros sociales ¡y sin sueldo!, teniendo vedado el acceso a la cultura y al desarrollo de tus capacidades y teniendo como amo a tu propio esposo.
Es que yo he tenido mucha suerte con mi padre, lo reconozco, y mi madre y abuelas con sus maridos más aún. Y también reconozco que en mi familia las mujeres, y en comparación con una gran mayoría, hemos sido unas privilegiadas.Yo casi nunca he visto que mi padre impusiera nada y nunca por su capricho o interés personal; eso jamás, y si alguna vez lo hizo (contadísimas ocasiones y cuando mi madre se cerraba en banda por otros motivos que no tenían que ver con la conveniencia de la cuestión, con el bien familiar) resulta que tenía razón. Y los bienes eran y son de ambos, de manera real. De dueño y señor de mi madre y ella de sumisa (en el peor de los conceptos), nada de nada.
Pero ya te digo, reconozco que no era lo más corriente (aunque también existían otros así, eso desde luego) y que por desgracia, lo que señalas era muy frecuente, demasiado, y de ahí lo que está pasando ahora. Por eso, se acaba recogiendo lo que se siembra.
Un cordial saludo.
no sabes qué saldría soltando. Yo sólo constato el hecho de que en aquella época, difícilmente un varón al que amparaban las leyes para ser un canalla impunemente, se resistía a serlo.
Y tampoco he dicho que trabajar sea ninguna panacea; la panacea, si existe, tiene que ver con la educación para unas relaciones sanas, respetuosas y en igualdad de consideración, entre varones y mujeres. Así no ocurrirá tampoco que se dé injustamente la vuelta a la tortilla. Ahora que Beltrán se ha explicado y entiendo lo que quería decir, me sumo a sus opiniones.
Claro no se trata no es de "vengarse" las hijas y las nietas por las desdichas de las generaciones anteriores. Las leyes que sometían a las mujeres eran humillantes e injustísmas; pero estas leyes actuales de género y no sé qué son aberrantes. Una verdadera avalancha de locura está haciendo desgraciados a los niños, a los varones y a las mujeres también. Pero recordemos que de aquellos polvos vinieron estos lodos. El modelo anterior de familia era aberrante también. Hay que revalorizar la fidelidad, la generosidad, el respeto mutuo, la VOLUNTAD de mantener unida una familia; pero eso de ninguna manera puede hacerse volviendo a la situación de hace más de 30 años.
Y, por malos que sean algunos empleos, fred, que lo son, nada hay más humillante que trabajar sin horario,sin descansos, sin vacaciones, sin seguros sociales ¡y sin sueldo!, teniendo vedado el acceso a la cultura y al desarrollo de tus capacidades y teniendo como amo a tu propio esposo.
Si usted , como otras millones de mujeres han podido ser excelentes profesionales y esposas, amas de casa y madres, por favor, pásenos la fórmula.
Y su ironía sobre la "fórmula" insiste en esa idea.
Creo haber sido excelente esposa, madre y profesional. Y si parece engreído decirlo, conste que lo digo sólo porque usted niega -temerario juicio- que eso sea posible y; con toda soltura, asegura que alguna de esas cosas se descuidará.
Ama de casa, no, no he sido excelente, porque ni siquiera creo que nadie deba ser eso de "ama de casa". Los quehaceres domésticos,(que no son sólo la limpieza, sino la intendencia, la administración, el mantenimiento, etc) son tareas de lo menos motivadoras, de lo más aburrido y frustrante y son cosas de las que todos nos ocupamos en la medida de nuestras aptitudes y capacidades. Y si algo se descuida es eso: ni los hijos ni el trabajo profesional se puede descuidar, pero tener los cristales más limpios que nadie o la pintura de las paredes siempre impecables, es una preocupación menos que secundaria.
y por lo que dice màs abajo, comienza a darme la razón...quizà si seguimos urgando descubriremos otras cosas màs...
Un abrazo.
Y no hay fórmulas. Se ve que es un talento que tienen unas mujeres sí y otras no.
Estoy segura que tu en la profesión que tienes, también pones Amor en ello, y por eso te resulta así de satisfactorio.
Pero para otras personas, entre las que me incluyo, dedicarse a la enseñanza tal y como está y desde hace ya tiempo, es la peor de las pesadillas, de forma similar a lo que a ti te parece respecto al trabajo doméstico (bueno, ya sabes que yo lo dejé para dedicarme a la ganadería. De verdad, prefiero a las vacas que a esos cafres ineducados malcriados e insoportables que pueblan las aulas...¡y para qué hablar de los padres!. No, ni por todo el oro del mundo lo aguanto. Preferí las vacas; que son más agradecidas. Mejor el noble bruto, que el bruto más que bruto).
El tema, en mi opinión, es que se debería valorar el trabajo en casa, ya que realmente lo es. Y desde luego reconocerlo socialmente. Si entre nosotras andamos a la gresca por estas cuestiones, mal vamos. O hacemos una piña valorándonos mutuamente, o mal vamos.
Un cordial saludo.
Mi trabajo, a pesar de lo que se cuente por ahí, tiene algo magnífico: los alimnos, que siguen siendo lo mejor de lo mejor. Malos son los políticos que destruyen la educación, los padres de alumnos prepotentes y groseros, los jefes lametraseros de la administración; los compañeros trepas o insolidarios (eso como en cualquier otro trabajo), pero los alumnos siguen siendo algo que merece la pena y mucho. Y desde luego no es un trabajo que se haga por dinero: cualquier titulado superior gana más en cuaquier otro trabajo.
Y yo no ando a la gresca con nadie:si hay señoras saben reivindicar lo suyo denigrando a las demás es otra cuestión.
A hesse:
Señora, no la he insultado. Usted, en cambio, sí lo ha hecho. Y sigue. Mis argumentos son los que he dicho. Y con usted no tengo más que hablar.
Y por cierto Yolanda, con esto que has dicho: "Nos ha parecido siempre algo tan secundario, tan poco relevante y tan colonizador de un tiempo dedicable a cosas importantes...", ¿no crees que tu también estas despreciando a un montón de mujeres, igual que hacen muchos?.
Respecto al horario, vacaciones y demás, pues te contaré: yo fijo mi propio horario y mis vacaciones (que también las tengo, y cuando yo quiero, no cuando lo señala el Estado, ni el jefe, ni la empresa). En mi casa, en estos temas digamos domésticos, se hace lo que yo digo y al que no le guste, que se marche al hotel.
Un cordial saludo.
Yo no hablo de ti, Ana. Estoy segurísima de que has sabido hacerlo con arte.
Un cordial saludo.
>"Como se comprueba que la mujer realmente “trabaja” de ama de casa y no deja esas tareas en >manos de una empleada o un familiar?".
Perdón Ana.
No me he explicado bien.
Mi madre y mi abuela eran amas de casa y me consta de que trabajan y trabajaron.
Yo lo que quise decir es que actualmente el estado argentino da una especie de sueldo para mantener a los niños pobres escolarizados. Se paga un sueldo a la madre mientras el niño o los niños concurran a la escuela. También paga un subsidio a las mujeres muy pobres embarazadas. Yo estoy de acuerdo con ambas medidas.
Pero hay muchas gente que se queja y protesta porque dice que lo aprovechan para no trabajar.
Veo el mismo problema si se instaurara un sueldo al ama de casa. La única forma de financiarlo es mediante impuestos y muchos se van a quejar de cómo verificar que realmente la mujer trabaja de ama de casa.
Quizás la solución efectivamente sea que habrá algunas personas que se aprovechen de ello pero una gran mayoría se beneficiará.
Hesse:
>kewois
>4)" Muchas mujeres son excelentes profesionales y madres. Trabajan porque quieren son >abogadas, médicas, científicas, maestras, artistas o lo que ellas quieran."
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>Indefectiblemente descuidarán alguna de las dos tareas.
>Excelentes en ámbas; imposible.
Puede ser muy buena en ambas. Eso de pedir criterios de excelencia..... primero hay que ser excelente en algo. Ud es excelente en algo???
Solo debo trabajar si soy “excelente”???
Conozco mujeres que no son buenas madres y no necesitan salir a trabajar. Simplemente hacen otras actividades. La crianza la hace el colegio y la mucama.
Y conozco muchas que son muy buenas madres y muy buenas profesionales. De hecho es raro hoy en día que una mujer no trabaje. Y si! Cumplen con sus tareas y están para sus hijos y sus hogares. Mi ex esposa y mi mujer actual ambas son profesionales. Trabajo rodeado de mujeres profesionales y madres. Cuyos hijos van de los meses a los 30 años.
Si se requiriera de ser excelente para trabajar o ser madre, seriamos pocos humanos y no trabajaría casi nadie. Además se puede tener una profesión para hacer algo que a uno le gusta, enseñar, educar, curar, pintar, actuar, tener un negocio.
Tampoco es necesario estar 24 horas al pie de la cama del niño y haciéndole la comidita al marido.
Kewois
Disculpa tu, ya que no te entendí lo que querías decir y te malinterpreté.
Bueno, yo no hago la comida al marido, pues no estoy casada, pero les hago la comida a mis padres, que ya son mayores, y estoy encantada; es que me chifla, me chifla guisar y dar de comer a la gente y no te digo a los que quiero. Es que yo creo que esta es mi vocación, dar de comer y sobre todo a quienes amo: familia, amigos, mascotas y a todo el que se deje...es una cosa tremenda. Y es que así soy feliz, me llena de satisfacción...ya ves que cosas...Y si tu vienes por aquí o Yolanda o Hesse o los amigos que por aquí andan, no os librais de que os invite a comer; es inevitable.
Un cordial saludo.
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No sólo no lo es, sino son generalmente excelentes! Lo dices como si trabajar y ser buena madre fuera "posible" pero excepcional. ¡Por Dios, ya está bien!
Y por supuesto, comparto contigo la idea de que un trabajo no cualificado y de horarios tremendos no es el mismo caso de quienes estamos contentas con nuestros trabajos.
Un cordial saludo.
Pero cuando se suelta el prejuicio de que la alternativa es o ser madre o trabajar, o que se trabajar por ganar más, consumir más, tener más.... cuando yo sería capaz de trabajar aun por menos si con eso me librara de ser amad de casa...
En unas ocasiones son prejuicios y en otras no; en otras es la realidad. Una de mis cuñadas, tiene un puesto de mucha responabilidad en una empresa de telecomunicaciones. Bueno, pues llega a las 8 de la tarde a casa, además de tebner que viajar continuamente por distintos paises por ser responsable de proyectos. Bieno, pues ellos mismos, mi hermano y ella, te lo dicen; quisieran tener familia, pero no puede ser ya que ¿cuando atienden al niño si mi hermano también llega a casa (la misma que ella) a esas horas?. Como ella dice, es que no puede tener ni un gato. Pero esa es su vocación, y me parece estupendo. Además han sido consecuentes y realistas. No podrían atender a un hijo, y es así de real. Pues eso; en unos casos prejuicios y en otros, la realidad.
Un cordial saludo.
http://www.youtube.com/watch?v=ewY202UMFr8
Un cordial saludo a todos.
Hay casos para todo, por eso es abusivo y ofensivo que te salgan con que o eres madre o eres profesional, porque ambas cosas no puede ser... Pues puede ser, se puede ser buena madre, buena profesional, buena esposa, y además, estudiar, colaborar en la parroquia en catequesis u otras tareas, practicar algún hobby, cultivar amistades...(Pero si el pricipal valor es ser la que tenga los cristales más relimpios de las vecinas, entonces no hay tiempo más que para eso).
No puede ser...en algunos casos. En otros perfectamente, sin ningún problema. En mi opinión todo depende del horario, seguido de la iorganización y cooperación; pero sin lo primero, imposible lo demás. Y desde luego, el hombre que está sometido también a un horario draconiano, tampoco es un buen padre, ya que tampoco le dejan serlo; no es que no quiera, ni que no tenga capacidad para ello, es que no puede. Pues lo mismo en el caso de algunas mujeres. De verdad, creo que el mejor puesto de trabajo, el que más posibilita y de hecho hace realidad la compaginación, es en la Administración Pública. Entonces perfectamente, pero en el sector privado, salvo excepciones...
Un cordial saludo.
Y las mujeres deben tener derecho a reducir la jornada o a dejar de trabajar fuera de casa transitoriamente cuando sus hijos no se valgan por sí mismos sin temor a perder su empleo.
Y para los hombres, lo mismo. Conozco en mi centro de trabajo a padres de familia que se han acogido a la reducción de jornada para poder cuidar a sus hijos y me parece fenomenal esa opción.
PD: Ana MS, acepto tu invitación a comer, creo que no vivo muy lejos de ti, jajaja.
Porquè tanta agresividad y tan poca caridad?
Què estarà pensando nuestro Señor Jesús, en èstos momentos.
Es notable còmo el ser humano , cuando no puede reconocer determinadas cuestiones, recurre a lo imposible ,dando vuelta los dichos.
Kewois: lo de ser excelente, lo ha dicho usted, en su primer comentario, no yo.
Simplemente me he limitado a responder sobre sus dichos, y ahora los cambia: No es lo mismo ser bueno que ser excelente.
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Juanjo: sería muy bueno tratar el tema de la soberbia en algùn post futuro.
Un abrazo a todos.
¡Jajajaja...Pues nada, nada, vente para aquí que he hecho comida de sobra y todo tradicional con las recetas de la abuela y sin olla exprés -por supuesto-, todo artesano y casero, hasta el adobo del lomo, como se hace en la matanza. Eso sí, prohibido pedir Coca-Cola para comer; eso es una herejía mayor que las de Masiá.
Un cordial saludo.
Yolanda,especialmente para tí. Te lo digo con cariño, no pienses que todo el mundo està atacàndote. No te autolastimes.
Las mujeres han ganado la libertad para incorporarse al mercado laboral, para “trabajar fuera de casa”. Pero, ¿respeta nuestra cultura la libertad de las mujeres que deciden no trabajar? En el fondo, ¿no hay una presión ambiental que menosprecia a las madres que deciden no trabajar fuera de casa? ¿Nuestra sociedad valora adecuadamente el trabajo de las mujeres en casa?
Por otra parte, las mujeres reciben otro mensaje profundamente injusto: Es posible tener una carrera profesional competitiva, lo que significa un trabajo de muchas horas diarias, y criar a los hijos cuando son pequeños. Es sólo “cuestión de organización”. Pero los permanentes “testimonios ejemplares” de estas superwoman llevan una carga envenenada: Si tú no lo puedes hacer es por tu culpa, es porque no eres suficientemente buena.
El resultado es el estrés y la frustración de muchas mujeres, la permanente sensación de que no llegan a todo y de que no están “dando la talla”.
Este libro es un alegato liberador para las mujeres de hoy en día. No es posible hacerlo todo al máximo. La vida conlleva elecciones y hay que valorar las consecuencias de cada una. Y si la maternidad estuviese justamente reconocida en nuestra sociedad y las mujeres fueran libres para elegir, muchas se librarían de esa tensión que la actual cultura dominante les impone.
http://www.fluvium.org/textos/familia/fam418.htm
Me parece extraño ver discusiones sobre lo mismo.
Y sí, Tony, así estamos.
No debí participar en este rancio debate plagado de prejuicios. Debí suponer que aparecería la inevitable señora que desprecia a las demás y disfrazan su desprecio con moralinas muy manidas. Había un sano debate hasta que apareció la inevitable descalificando en bloque. Es todo tan déjà vu...
Querida Yolanda yo nunca he dicho lo que usted me asigna. Pues tampoco creo en ello.
Vuelva a leer mis posts, seguramente los ha malinterpretado.
Polémico post, he?, je
Entiendo que lo que la señora Gordillo quiere indicar es que el abandono del hogar (sin más especificativos!) es la causa de muchos males en la sociedad. Y creo estar de acuerdo con ella en ese punto.
No creo que se refiera solo a que la mujer trabaje o no fuera de la casa. De cualquier modo también puede trabajar 'en' la casa. Del trabajo no nos salvamos nadie (aunque yo a veces, quisiera menos, je).
Ese 'abandonar la casa' lo expresa de diversos modos: el trabajo fuera del hogar, pero también en el refugiarse en distractores como la televisión o los recursos tecnológicos hoy disponibles, que separan a las familias, dejando a sus miembros 'abandonados' incluso cuando están, físicamente, reunidos bajo un mismo techo.
Pero, ¿porqué culpa exclusivamente de las desgracias a la mujer que abandona el hogar (en este caso para trabajar)? Creo que, en el fondo la señora Gordillo reconoce, a pesar de sus posición de izquierda, el valor y el papel clave de la mujer en la crianza y educación de los hijos y la figura en torno al cual se unifica, por así decirlo, sobre todo emocionalmente, la familia. El abandono de la familia por parte de la mujer, cualquiera sea su causa, ha impactado terriblemente en nuestras familias y a través de ellas en la sociedad. Y eso lo reconoce cualquiera, aunque sea de izquierda.
Cordiales saludos.
"Como decía aquél, en vista de que es imposible fiarse -y mejor no hacerlo- "no trae cuenta".
No es un temor irracional o falta de confianza en la otra persona, es la realidad. Como no afines bien con quién te casas, y con quien estás perdiendo la seguridad que da el trabajar fuera de casa y tener un sueldo..., tal como está el mundo, ¿cuántas mujeres dan ese salto al vacío que supone quedar desarmada por completo? Sí, es frío y poco romático lo que digo, pero... o aseguras bien cómo es tu marido o... te puedes ver al cabo de quince años dedicada a tu familia, sin familia, sin casa, sin marido y... sin posibilidad de volver al mundo laboral porque ya eres demasiado mayor. Un tema difícil hoy en día.
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No comparto con Ana Mª ésto que dice:
"De hecho Yolanda, eso se puede hacer (el ocuparse de la casa y familia) con toda tranquilidad, cuando tienes unos bienes que te respaldan, y que solo, exclusivamente te pertenecen a tí y nadie, nadie, absolutamente nadie, puede meter mano en ellos. Y por supuesto no tocarlos para gastos familiares (una especie de "airbag"). Para eso, el sueldo de el, que tu ya aportas tu trabajo y cuidado de todos."
Si ambos trabajan fuera de casa, la cuenta, común, porque... somos una familia o... ¿qué es ésto?
En caso de que ambos trabajen fuera de casa entonces las cosas cambian; ella ya tiene una seguridad, por la que no depende económicamente en exclusiva del marido.
Y ese es el tema, el gran tema y problema, y el gran temor de muchas, que las pase como a otras. Verse al final en la más absoluta miseria, solas, abandonadas, sin poder ganarse la vida y sin medios. Por eso digo lo que digo y a esas mujeres me refiero.
Un cordial saludo.
No podían faltar críticas, que siempre son de agradecer, a la economía de mercado, causa de todos los males en general y de este en particular. Nada de esto sorprende.
Pero lo que sí sorprende y resulta francamente llamativo en un entorno cristiano en el que se desarrolla esta web, es el claro menosprecio que se vislumbra en algunos comentarios hacia la función social de la madre cristiana ama de casa y la reiteración machacona en ideas tales como que el trabajo fuera del hogar es una salida exigida por la realización personal e independencia de la mujer.
Francisco ha aportado, sin éxito, su granito de arena a la reconducción del debate que, según él afirma con mucha razón, “tiene que ver con una civilización occidental que se está resquebrajando por una descristianización brutal”. Y éste es precisamente el quid de la cuestión que se aprecia en el contenido de muchos comentarios.
La dignidad y realización personal de la mujer posiblemente requería el abandono de su papel tradicional de madre ama de casa, pero no es menos cierto que, desde que este fenómeno se ha generalizado en las sociedades occidentales, éstas han perdido su capacidad de renovación y, si esto sigue así, el mantenimiento de las culturas subyacentes (no sólo las culturas religiosas, que también) corren serio peligro de desaparición en los próximos decenios. Es posible que cuando esto ocurra, el modelo cultural de exaltación de la mujer trabajadora e independiente sea también víctima del mismo proceso de extinción.
Esto tiene mucho más que ver con lo que dice Ana Ms en su último (y anteriores, pero sobre todo el último) comentario. La mujer salió a trabajar fuera tan pronto las condiciones sociales y legales lo permitieron para huir de la inseguridad que suponía un mal matrimonio. Y no sólo si el marido te dejaba, como dice Ana. Si el marido no te dejaba, pero lo querías dejar tú (y eso es una salida perfectamente católica en situaciones infernales que han vivido muchísimas madres abnegadas, humilladas, calladas y encerradas en la cárcel de un hogar desgraciado) era imposible sin disponer de independencia económica.
Las mujeres no han salido a trabajar fuera del hogar para aportar dinero a la economía familiar (aunque secundariamente, también); ni para "realizarse" , sino para asegurarse una independencia económica que garantizara ser respetadas y una salida en caso de apuro. Y ese era el sentido del consejo que nos daban en los años sesenta y setenta nuestras madres, abuelas, tías, vecinas y tantas mujeres desdichadas.
Claro que... ¿esto no lo había dicho ya? Sí, pero dio igual lo que dijera. Así que supongo que seguirá dando igual.
Es que para la independencia económica pues sí, por desgracia es así. En cuanto a la realización personal...pues mira, cada una es cada una. Algunas no se realizan nunca aunque no pongan un pie en la casa y otras tampoco, aunque no salgan de ella, y otras se realizan estén donde estén. Es que eso de que sea imprescindible trabajar fuera para "realizarse" siempre me ha parecido una sandez de marca mayor, ya que una cosa y la otra no van necesariamente unidas pero es que para nada.
Un cordial saludo.
Un cordial saludo.
Por fortna, siguen siendo muchos más lo que no matan a sus mujeres.
Al menos, la independencia económica permite alejarse de aquellas condenas de por vida en que se convertían los matrimonios en los que el marido faltaba gravemente a sus deberes.
Efectivamente, lo de la "realización" tiene poco o nada que ver con trabajar. Muchas veces el trabajo es otra maldición, para mujeres o para varones, que amarga también muchas vidas. La única ventaja es que si ese trabajo es remunerado y asegura otras ventajas (sanidad, jubilación, vacaciones pagadas...) pues... la diferencia es obvia.
Los machistas deben darse por vencidos...
No lo sabía; de hecho sí conocía por referencia esa piblicación, pero no directamente, y de hecho pensaba que por aquella época "se conformaban" con las palizas y vejaciones a la mujer, pero no que llegaran en tantos casos al asesinato. Y gracias a Dios no todos llegan a eso.
"Al menos, la independencia económica permite alejarse de aquellas condenas de por vida en que se convertían los matrimonios en los que el marido faltaba gravemente a sus deberes".
Te doy toda la razón Yolanda; y en lo de que asegura otras ventajas, también. La verdad, es un tema que me preocupa mucho y no por mí, ya que "yo hago de mi capa un sayo", y andando...Es que lo quer delata esa carencia es una falta de reconocimiento social, institucional y demás impresionante; y por no hablar de la seguridad en el trabajo. Cuando dijiste lo de los cristales, me acordé de una amiga de una de mis hermanas (no era ama de casa, estaba de finde) que precisamente limpiando los cristales, utilizó una escalera, supongo de esas que no tienen ninguna seguridad, debió perder el equilibrio, cayó y se mató. Si fuera un limpiactristales lo llamarían "accidente laboral", pero como ha sido en la casa es "accidente doméstico". Y esas diferencias de apreciación y lo que conlleva, me enferman; me parecen injusto, injusto e injusto hasta decir basta.
¡En fin!, que muchas cosas tiene que cambiar para que finalmente la mujer que trabaja en casa sea considerada una trabajadora real con reconocimiento social y administrativo (y con las ventajas que ello conlleva de jubilación, sanidad, etc...).
Un cordial saludo.
Te tomo la palabra. El lunes a las 8 en el último banco de San Isidoro. XD
Vale. Por cierto, llevo sombrero (un borselino). Ya te explicaré la razón.
Un cordial saludo.
http://www.efeta.org/ES/escuela.php
http://www.mujeresyteologia.com/
- Los varones son maltratadores por naturaleza y las mujeres son seres de luz que nunca hacen ningún mal. - Durante siglos hemos tratado a las mujeres a palos y debemos sentirnos avergonzados, incluso los católicos.
- Que la mujer tenga un rol diferente del varón es maltratarla. No debe existir ninguna diferencia entre sexos.
- Lo importante es que la mujer se sienta "realizada" en todo momento, no el bien de la familia y de los hijos.
- Cuidar de la casa es de personas fracasadas. Lo importante es triunfar en la "vida profesional".
- Todo, incluso la religión, debe estar supeditado a la felicidad de la mujer, que debe ordenar y disponer en todo ámbito. Lo contrario es maltratarlas.
Con esta filosofía, adiós a la familia cristiana y adiós a los nacimientos.
Es usted un calumniador de primera. Diga en qué lugar de toda la intervención he dicho yo alguna de las cosas que usted afirma, sobre todo esto:
"Cuidar de la casa es de personas fracasadas. Lo importante es triunfar en la "vida profesional".
Cuando resulta que yo lo dejé todo para atender a mi familia, que me necesitaba, y estoy encantada y muy feliz con ello. Del resto de sus afirmaciones, tres cuartos de lo mismo. O tiene un problema de comprensión lectora, o es usted un retorcido o un pirado, que ve lo que no existe.
Espero que se disculpe por las calumnias que ha vertido; demuestre usted si es un hombre o "un mierda".
Tampoco quiero mantener ningún diálogo con ustedes porque, por ser mujeres, tienen barra libre para insultar (retorcido, pirado, mierda, estúpido, asesino de mujeres...), y en esas condiciones no es posible el diálogo.
Y se revuelve porque le calcan la frase.
El problema de estas discusiones estériles y rancias son las personas como el tal Ramón o como hesse, etc, que se creen que ser católico es nescesariamente equivalente a ser un ultra que defiende en TODOS los tópicos ultras del mundo.
Y así, se creen que si uno es católico tiene que llevar en el mismo paquete las siguientes consignas:
a) la mujer en casa con la pata quebrada
b) la autoridad omnímoda del varón sobre la mujer
c) la lectura literalista de la Escritura o, como mucho, la defensa de la 100% desacreditada teoría del Diseño Inteligente
d) el negacionismo del cambio climático y del agujero de la capa de ozono
e) el nacionalismo españolista a ultranza y desaforado
f) la devoción por la tauromaquia y el desprecio por el lince ibérico y las ballenas
...
g, h, i, j, k... todos los tópicos
Pues no. Eso es exactamente lo que les ocurre a los fundamentalistas progres: se creen que para acreditar su condición de progres auténticos tienen que profesar y proclamar todos los tópicos necios del progrerío, se creen que tienen que ir todos juntos en el mismo paquete de "creencias identitarias del progrerío" y que si se profesa un tópico hay que profesarlos todos juntos.
Y así se llega al extremo de locura de ver monjas defendiendo el aborto y curas proclamando el divorcio y el arrejuntamiento en masa, teólogos defendiendo la eutanasia y profesores de universidades católicas negando la transubstanciación y la virginidad de la Virgen. Y empeñándose, con todo eso sobre sus conciencias, en llamarse católicos.
Pues no. Ni son católicos los que defienden el aborto, el divorcio la eutanasia o niegan la transubstaciación y la virginidad de María, ni lo son los que leen literalmente a san Pablo (sólo en los versículos que les gustan literalmente, ni los que defienden la sumisión de la mujer, ni los que añaden la unidad de España a los artículos del Credo, ni los niegan el hecho probado de la selección natural como mecanismo de la evolución de las especies, ni los que se pirran por los toros ni...
No, no lo son, no son más católicos por defender necedades ultras, ni la Iglesia enseña esas tonterías ni menos aún exige profesarlas.
Yo de verdad espero que no sean discursiones estériles ni rancias, en el sentido de conseguir que finalmente se reconozca la importancia del trabajo de la mujer en el hogar, tabnto a nivel social como a nivel Administrativo, que los accidentes que sufre, sean considerados accidentes laborales y no simplemente "domésticos", que no esté totalmente desprotegida, ya que también ahora, la que nunca ha cotizado a la Seguridad Social es la gran "paria" de la sociedad y que si el marido es un hombre como debe ser, pues muy bien, pero en caso de ser un impresentable, pues a ver...
¡En fin...!, que alguno salga por ahí soltando el resultado de sus cábalas o interpretaciones siniestras...¡pues allá!, pero personalmente es un tema que me interesa y me preocupa, y mucho.
Un cordial saludo.
Sólo hay dos tipos de personas:las que lo ven sin prejuicios (a las que no hay que convencer de nada) y las que tienen un "paquete de creencias necias" similar al que enumero arriba (y que no creas que es una caricatura, es así) y que son inconvencibles.
Por otra parte no estoy tan convencida de que haya que "reconocer" el trabajo del hogar (sea de varones, de mujeres, de toda la familia...) Basta el sentido común: no puede haber mujeres que no coticen y que por tanto queden desprotegidas, a expensas "de si el marido les sale bueno o malo", como los melones. Pero el trabajo en el hogar no puede cotizar. además, las personas que trabajan fuera del hogar, la inmensa mayoría, también lo hacen dentro: todo el mundo, mujeres y varones, trabajadores o jubilados o parados, todos, tienen trabajo doméstico.
Vale, yo también lo dejo, pero no llames trabajo doméstico a abrir una lata de fabada litoral; habría que ver a que llamamos unos y otros trabajo en el hogar. Y como le dije a Kewois, eso se ve en las palmas de las manos, que eso no lo hacen cuatro chapuzas.
Un cordial saludo.
Mujer, ya imaginarás que no concibo el trabajo doméstico como abrir una lata. Tengo una familia a mi cargo, y hemos sido cinco en casa, niños, abuelo, matrimonio y una casa grandecita. Por eso sé de sobra por qué las tareas domésticas son agobiantes y lo que menos me gusta en la vida. Pero incluso quienes viven solos en un apartamentito, y tienden a abrirse una lata de fabada, incluso esos, tienen tareas domésticas que hacer con mayor o menor esmero, pero ineludibles.
un abrazo.
http://www.abc.es/20110720/sociedad/abcp-supremo-obliga-indemnizar-amas-20110720.html
Yolanda, precisamente si sabes lo que es, no lo compares con los "lavados de gato" que hacen muchos. Sabes que es un trabajo que si se hace en serio (en plan profesional, que es como se tiene que hacer), y no de cualquier manera y por encima, puede ser duro de verdad.
Un cordial saludo.
Aplaudo la indemnización a esa señora; pero entiendo que no es en virtud del "trabajo profesional-doméstico" sino de la périda irreparable que supone haberse retirado del mundo laboral durante 15 años y verse ahora con el cielo y la tierra y sin el marido por el cual padeció esa pérdida.
"El artículo 1438 del Código Civil que señala que "el trabajo para la casa será computado como contribución a las cargas y dará derecho a obtener una compensación que el juez señalará, a falta de acuerdo, a la extinción del régimen de separación"..."en función del sueldo que cobraría por realizar el trabajo una tercera persona, de modo que se contribuye con lo que se deja por desembolsar o se ahorra por la falta de necesidad de contratar servicio doméstico ante la dedicación de uno de los cónyuges al cuidado del hogar".
http://www.lavanguardia.com/vida/20110719/54188637093/las-amas-de-casa-compensadas-al-divorciarse-pese-a-separar-los-bienes.html#ixzz29pGKi7tr
Así lo han reconocido, y es que es así, es de justicia. Y desde luego sí que debe tomase de manera profesional ya que cuando es a tiempo completo y en serio, claro que se convierte en profesión. Y mejor que sea así, ya que ahora con la crisis, muchas van a tener que volver al hogar quieran que no -ya lo están haciendo- y no van a ser cuatro días, pues esto va para largo y algunas dudo que vuelvan a trabajar fuera de casa. Unas tendrán pensión -por los años cotizados- pero otras no llegarán; y el dinero del Paro no es eterno. Mejor que se considere y se lo tomen de manera profesional; mejor para todas las que van a estar en esa situación, que van a ser muchas.
Lo del Tribunal Supremo es un primr paso, otro muy importante ha sido el de las trabajadoras del hogar -por fín reconocidas, que ya era hora- y esperemos que esto siga, para que finalmente la mujer pueda optar, pero de verdad. Fuera ya se consiguió; ahora falta dentro. Es decir, que su trabajo sea reconocido esté donde esté, bien sea voluntariamente u obligada por las circunstancias. Ya va siendo hora Yolanda, ya va siendo hora (y el trabajo en el hogar es el último bastión).
Un cordial saludo.
Pero no discutamos por esto. En mi caso ya no tiene sentido darle vueltas y, encima, sólo tengo hijos varones (de lo que me alegro muchísimo). Creo que la tecnología, y leyes justas que no perjudiquen a las mujeres (de modo que las relaciones entre los cónyuges puedan desarrollarse sin miedo por parte de las mujeres), serán las que, como en tantas otras cosas, hagan inoperantes con el tiempo estas discusiones.
Otro ejemplo es el tema de los cocineros en bares y restaurantes; antes cualquiera se podía poner ahí. Ahora no, también es necesario cumplir unos requisitos y tener una acreditación de que se poseen unos conocimientos (entre los que estarán las normas de Seguridad e Higiene, cosa lógica).
Bueno, pues eso. Si la chica que te dije hubiera hecho las cosas de manera profesional, utilizando material seguro e incluso unos arneses -que así debe ser- no hubiera caído por la ventana y no se hubiera matado. Y así podríamos hablar de mil accidentes "domésticos" más, que Urgencias está lleno de ellos, por ignorancia y por pensar que es cualquier cosa.
En cuanto al dinero, ya se vería; lógicamente, como nos ha contado Kewois que pasa en Argentina, la parte que aporta dinero tendrían que hacerse cargo de pagar la Seguridad Social del otro, y el resto que fuera común.
Yolanda, que no estamos discutiendo; pero ya te dije que era un tema que me interesaba y preocupaba mucho, y yo soy muy vehemente cuando la cojo con algo (¡jajajaja...pobre Yolanda, la que la ha caído!).
Un cordial saludo.
En fin, que como dices, discutir tú y yo, no, jeje.
por mí, antes de volver yo también a la vehemencia, se queda aquí el tema, o mejor aún, te cedo una última palabra a la que prometo no responder ¡no me lo pongas difícil!
;)
Un cordial saludo.
PD.- Para sí mismo es distinto, aunque deberían saber que cuando se ponen en situaciones más que potencialmente peligrosas (limpiar cristales -o lámparas -esa es otra, con la electricidad-, utilizar productos peligrosos como el ácido sulfúrico e incluso el amoniaco, etc...) se tiene que actuar con mucha precaución y siguiendo unas normas de seguridad.
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