La cuestión religiosa en la «Guerra de la Independencia»
La historiografía reciente quiere hacernos creer que los españoles lucharon en la «Guerra de la Independencia» por la Constitución de 1812. Nada más lejos de la realidad. El motivo predominante fue el «factor religioso» y lo que ello lleva consigo. Como lo ha sido en todas las guerras españolas, en territorio ibérico o fuera. Soy consciente de que no gusta, pero así es.
El historiador Genís Barnosell publicó un curioso estudio en el que se analizaba la evolución del vocabulario de los bandos de Palafox en Zaragoza entre octubre de 1808 y febrero de 1809, prácticamente todo el segundo sitio. No deja de ser una aproximación, pero le permite concluir:
tomados en su importancia relativa, destaca el lugar muy secundario de conceptos tales como nación y libertad, que probablemente muestran lo lejanos que se encontraban los defensores zaragozanos de los ideales liberales y de los conceptos modernos de nación. También la evolución sin aparente explicación sencilla de los conceptos asociados a la propia seguridad de los bienes y personas de los defensores. La evolución de los otros conceptos es muy significativa: el descenso del concepto aristocrático de honor y también la tendencia claramente descendente en el último tramo de la defensa de los conceptos relacionados con la valentía (especialmente valor y bizarría), unos conceptos utilizados a lo largo de los sitios para definir una característica de la personalidad de los defensores a la que se debe ser fiel. Finalmente, el descenso dramático de las referencias a Fernando VII por, en cambio, en primer lugar el ascenso del concepto de patria. En último término, lo que más destaca es el ascenso imparable de las referencias religiosas, que llegan a suponer casi el 45% del total.
Pensaba en ello ahora que parece que el único tema en la política española es la economía, en su vertiente exclusivamente técnica. Y me acordé de cómo representó el Sitio de Zaragoza el pintor inglés Harold Hume Piffard. La matanza francesa era casa por casa, prácticamente la última batalla en la «Basílica de El Pilar». Los defensores tenían muy claro por qué luchaban y por qué morían. Me da que no lo hubiesen hecho así por «rebajar el déficit al 5,9%»
–Harold Hume Piffard. Zaragoza: 10 de febrero de 1809.
Perdonad, sólo pensaba en voz alta.
39 comentarios
Tuvo que llegar la República para que los Hijos de las Tinieblas mandasen un bombardero desde Cataluña a destruir el Pilar. Ahí siguen las bombas sin estallar, colgaditas de sus paredes.
España "baluarte inexpugnable de la fe católica".
SS Pio XII
Luego la historiografía triunfante del liberalismo puede vestirlo como quiera, pero los datos son muy claros y expresivos.
Whisful thinking, y más tratándose de un bando en tiempo de guerra, el factor Palafox no es "todo el factor".
Ya, y entonces Marruecos no puede dejar de ser musulmán sin dejar de ser Marruecos.
Ni Rusia puede dejar de ser ortodoxa sin dejar de ser Rusia.
Ni Inglaterra puede dejar de ser anglicana sin dejar de ser Inglaterra.
Ni Israel puede dejar de ser judío sin dejar de ser Israel.
Ni la India puede dejar de ser hinduista sin dejar de ser la India.
Ni el Japón puede dejar de ser sintoista sin dejar de ser el Japón.
Y entonces ya estamos metiendo la pata mezclando el nacinalismo con la religión.
Y luego nos quejamos de la hostilidad hacia los cristianos en otros lugares del mundo donde los ven como un peligro para las esencias nacionales.
Es curioso pero creo recordar que el mismo Juanjo dijo algo muy razonable sobre política y religión, algo así como que "las fronteras nacionales no pertenecen al depósito de la fe".
Igualmente la religión no debería pertenecer a ninguna identidad nacional.
Es exactamente lo que tenemos hoy ante nuestros ojos.
No me aparece M. Pidal en el listado de Ordinarios, ¿de qué diócesis era?.
Nachet, sí, no he hecho el mapa, pero creo que las zonas coinciden. Como le decía a Catholicus son varias guerras superpuestas. Los levantamientos, a veces, tienen motivos muy prosaicos, pero fundamentalmente fue un pueblo traicionado. Las primeras "independencias" americanas también fueron para salvaguardar las Españas.
También lo he elegido porque pasado el tiempo Palafox sí defendió tesis "liberales", pero en ese momento no.
Y lo que sí que es un "whisful thinking" es que los españoles luchasen por una constitución que desconocían y rechazaban en su mayoría. Es como William Wallace gritando "¡libertad!" en plan cowboy.
Lo del "factor religioso" intentaré desarrollarlo mejor.
1.- me mantengo en lo de las fronteras
2.- luchaban por su patria, no por su nación (es a lo que se refiere, creo, Luis Fernando)
3.- el factor religioso primaba, en muchas zonas, sobre todos los demás. Hay que reconocer que se vió reafirmado por las barbaridades de invasores (franceses) y supuestos aliados (ingleses).
"En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Amen. La nación española es una e indivisible y no puede ser propiedad de ninguna persona o familia."
¿Qué te parece Gringo?.
Salió a relucir el derecho divino de la monarquía, solo cuando al promulgarse la Ley Sálica quedo fuera de la sucesión al trono de su hermano, y claro, había que reclamar por las malas,por las armas, muy edificante y muy católico, sí señor.
Irlanda no puede dejar de ser católica sin dejar de ser Irlanda.
Polonia no puede dejar de ser católica sin dejar de ser Polonia.
Italia no puede dejar de ser católica sin dejar de ser Italia.
Croacia no puede dejar de ser católica sin dejar de ser Croacia.
Y (sí), Francia dejó de ser católica y dejó también de ser Francia, para convertirse en la patria mundial de la revolución liberal que tanto adoran los ateos. Por eso hay, en todas partes, tanto afrancesado. No por amor a una tierra o unas gentes, sino a una ideología.
La pertenencia a la Iglesia no equipara nación a religión, sino que le da, de hecho, un sentido más universal. Precisamente, la elevación de la nación a un nuevo dios que "destrona" a la religión cristiana, es lo que ha creado esta babel política actual. Cada país tiene su propio dios-nación. Esto es muy evidente en América, y otros países del mundo sufren similar enfermedad (incluyendo alguna que otra región española).
Por cierto, el primer proyecto de "unión europea" fue la Cristiandad, cuando todas las naciones reconocían una sola autoridad espiritual, capaz de unirlas en un proyecto común exterior, el primero de todos, ochocientos años antes de la declaración de los derechos del hombre.
Sí, hablo de las cruzadas: lo primero que los europeos emprendieron todos juntos. La primera acción que se puede llamar con propiedad "europea", fue la defensa de los cristianos de Oriente por los cristianos de Occidente.
Podríamos repasar algunos datos, como por ejemplo que las cortes reunidas en la tacita de plata no tenían ninguna autoridad legal para erigirse en asamblea constituyente (sin presencia del rey y sin que los representantes estamentarios hubiesen sido investidos con tal poder o siquiera constase como asunto a tratar).
Se trató de un golpe de estado liberal (todo el siglo XIX en España e Hispanoamérica está plagado de golpes de estado de las diversas facciones liberales), y en buena lógica el rey, en cuanto regresó a España, suspendió la constitución ilegal.
No hubo ni una sola revuelta popular protestando por ese hecho (por si te sirve como referéndum). La reposición de la constitución de Cadiz no derivó de un levantamiento popular a su favor, sino de un golpe de estado militar de un general masón, Rafael de Riego, que además de golpista fue traidor, pues empleó para sus fines políticos las tropas que debían acudir a América a sostener a los leales al rey y a la causa española. ¡Qué democrático! ¡Qué ejemplo para España!
Tan ejemplares elementos mantuvieron secuestrado al rey obligándole a firmar todos los decretos a favor de la constitución de Cádiz bajo coacción. Los buenazos de los militares liberales, que nos traían la paz, la libertad y la prosperidad.
Los carlistas existían en esa época, se llamaban realistas, y eran el grueso del pueblo español con mucha diferencia (véase lo comentado con respecto a los cien mil hijos de san Luis).
El derecho divino de la monarquía no "salió a relucir" al promulgarse la ley sálica: consta en todos los escritos sobre legitimidad regia hispana desde el III concilio de Toledo en 589.
Con lo que sí que estoy profundamente en desacuerdo, es con la idea creciente hoy en día, de que los franceses vinieron a salvarnos del oscurantismo, y que ahora nos hubiera ido mejor, si no les hubiéramos echado... ¡Hombre! A lo que vivieron fue a invadirnos y robarnos, no creo que vinieran con la idea de traernos la Enciclopedia, precisamente...
Me imagino al pobre posadero españolito diciendo al señor ilustrado de turno: "te agradezco que vengas a liberarme del oscurantismo pero, por favor... ¿Podrías pagarme la fonda, dejar de manosear a mi señora y retirarme la bayoneta de la garganta?
Ni mucho menos vinieron a traernos la democracia -éso no se había inventado aún, o al menos como la entendemos-, y menos por parte de un señor -que aún no sé por qué la gabacha laicidad lo elevó a los altares- que además de militar era tan republicano, que se coronó emperador.
Hablar de un golpe de Estado cunado lo que ocurrió es que no se aceptó su renuncia en favor de Napoleón, que a su vez cedió a José I, no sé como calificarlo lo digo porque:
El primer Decreto de las Cortes, redactado por Muñoz Torrero y Manuel Luján, reconoce a Fernando VII como «único y legítimo rey», anulando su renuncia a la Corona.
Creo de sumo interés el enlace que cito a continuación:
http://www.cervantesvirtual.com/portales/constitucion_1812/cronologia/
El derecho divino tiene el origen que quieras pero D. Carlos Mª Isidro no movió un dedo ante la traición y felonía de su hermano porque esperaba heredar la corona, cunado se vió fuera, entonces a las armas.
Sobre Riego, constato que no me afecta, ni es motivo de este post.
Yo creo que "La cuestión religiosa en los Sitios de Zaragoza", sería más preciso.
Y además quería puntualizar que "El Padre Boggiero" (preceptor de Palafox cuando niño) y "El cura Sas", fueron considerados por los franceses responsables ideoloógicos principales de la resistencia, y ejecutados en consecuencia.
Otra puntualización: nunca se llegó a combatir en la Basílica del Pilar: el cuadro de Piffard parece que se refiere a la batalla de dentro de la iglesia del convento de S. Francisco, pero él no fue testigo ocular, por lo que debió de ser una reconstrucción, con sus licencias artísticas correspondientes.
De acuerdo en la primera parte, gracias por los datos de la segunda.
Me asombra que mencione usted a José Bonaparte como rey de España. Fue impuesto por un invasor, al igual que esa Constitución de Bayona, que es de 1808 y o de 1810. Mencionarlos en la historia del constitucionalismo español es como si en Noruega contasen a Quisling, impuesto por Hitler, en la lista de primeros ministros.
Estimado LUIS AMORÓS:
Bueno, el primer golpe de estado de la época lo realiza el príncipe Fernando contra su padre, Carlos IV, y su ministro Godoy, en 1808. La convocatoria de las Cortes se produce en un momento de vacío de poder, cuando el invasor Napoleón se ha llevado a los Borbones (sin que éstos se resistieran mucho, la verdad, incluido el infante Carlos María Isidro) a Francia. ¿Quién gobierna? ¿La regencia dejada por los Borbones o el rey intruso?
Eso sí, la Constitución de 1812 es la única que cubre de elogios a la religión católica:
Artículo 12.- "La religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana, única verdadera. La Nación la protege por leyes sabias y justas y prohíbe el ejercicio de cualquiera otra."
Única verdadera: con liberales así, me apunto a lo que sea.
Pero date cuenta que incluso con ese artículo 12, los había que rechazaban la constitución, que no debría parecerles "suficiente", y que era peligrosamente "liberal".
Con católicos así, ¿quién se apunta?.
Hernando:
1.- El título puedo hacerlo extensible a otras batallas, por ejemplo Gerona. Pero sí, escogí un ejemplo y extrapolé.
2.- Sí, y es justísimo recordales. De la misma manera que reconocer quién era el líder.
3.- No se combatió en el interior del templo. De hecho creo que la pintura es del convento de San Agustín (al menos el púlpito que aparece al fondo es similar al de otras representaciones).
Tienes razón, mi escritura es ambigua y da a entender que es en el interior de la Basílica, no quise decir eso. La Basílica era el objetivo, era el sostén moral y por eso fue bombardeada.
Harold Hume Piffard pinta de oídas (nace medio siglo después), por eso me impresiona el cuadro.
Y cierto, no fue votada, ni antes ni después ("todo para el pueblo sin el pueblo"). Tiene indudables aspectos positivos, pero pensar que fue una la Constitución de los españoles es "whisful thinking".
A los dos días los miles de voluntarios y el pueblo llano, empezaron a enarbolar la bandera de siempre y por las matanzas de sacerdotes aquello acabó como lo de los fanceses, con un perfil predominantemente religioso.
El demonio que lo intenta de nuevo es este ancestral y especial campo de batalla que es la Tierra de María.
¿Será esta la maldición intelectual de los españoles?.
"-¿Y ud. qu opina de la influencia de Goya en los impresionistas franceses?
-Yo creo que Franco...".
No hay ninguna trampa en el solitario. La renuncia de Fernando VII (como la de su padre) tuvo lugar durante su prisión por Napoleón, y por tanto fue forzada, y hecha bajo coacción, como muy bien comprendieron los españoles de entonces, que unánimemente no la aceptaron. Fernando VII podrá ser tachado de cobarde, pero no de incoherente.
El infante Carlos María Isidro se hallaba tan encerrado en Francia como su hermano en el momento de esos hechos. Recomiendo leer el libro "la primera guerra carlista" del profesor Bullón de Mendoza, en cuyo primer capítulo presenta un completísimo estudio de los movimientos de cargos del gobierno del liberal Cea Bermúdez (el último año de la vida del rey Fernando VII), que erradicó a la mayoría de generales y gobernadores militares realistas, sustituyéndolos por liberales. Fue gracias a esa acción de gobierno que al alzarse los carlistas el ejército permaneció fiel al gobierno.
Si Carlos V hubiese ansiado el trono por encima de todo lo demás, mas le hubiese valido (como muchos le insistieron) haberse alzado en las postrimerías del reinado de su hermano, visiblemente incapacitado ya para reinar. Además de con el afecto de la mayoría de los españoles, y de la ley y la razón que creía de su lado, hubiese contado con suficientes elementos militares para vencer con facilidad. En cambio, por fidelidad al rey, prohibió cualquier movimiento mientras viviese. La lealtad del infante le sirvió bien a la causa liberal.
Estimado Faramir:
El levantamiento de Fernando contra su padre (a cuenta de la influencia del valido Godoy) se enmarca dentro de las nefastas conspiraciones cortesanas. No supuso en ningún caso cambio alguno del ordenamiento jurídico o legal de España.
Las cortes de Cádiz, como tocaba en el caso de rey legítimo hecho prisionero (y así lo reconocen explícitamente) tenían por obligación ordenar los recursos necesarios para la guerra contra el invasor y atender a los asuntos comunes (hay un precedente en la prisión que sufrió Alfonso V de Aragón en Milán entre 1435 y 1436). es decir, tenía encomendada la regencia del reino, pero en absoluto estaba capacitada legalmente para proceder a un cambio legal, y mucho menos a erigirse en asamblea constituyente, para lo cual era precisa la presencia del rey (no se daba), la de todos los diputados (no se daba, y además muchos de los ausentes fueron sustituidos fraudulentamente) y el mandato imperativo de estos por parte de quienes les habían designado (dado que no estaba en el orden del día, es obvio que no había ningún mandato). Ninguna de las condiciones necesarias se daba. Por tanto, constitución nacida de unas cortes ilegales de toda ilegalidad.
En efecto, la constitución de 1812 es la única liberal que reconoce la confesionalidad católica de España. La única porque es la primera. Una vez venció el liberalismo, ya no hizo falta que las constituciones subsiguientes se afirmaran en la ley de Dios para gobernar, sino únicamente en la soberanía, bien "nacional", bien "popular", sea eso lo que diablos sea (supongo que el mangoneo perpetuo de los partidos políticos), más allá de reconocer el hecho obvio de que la fe católica era mayoritaria y propia de España.
El artículo 12 reconoce que la religión española es y será perpetuamente la católica. La perpetuidad duró hasta la siguiente constitución. Con tales antecedentes de credibilidad, un liberal "católico" haría bien en no recordar, precisamente, ese artículo.
Recibe un cordial saludo.
En cualquier caso, ahí estaba el papa, para consagar y bendecir a Bonaparte.
Las tropas napoleónicas en 1808 ya no eran las fuerzas revolucionarias y anticlericales de 1789, sino un ejército de un emperador que opinaba que la religion servía para gobernar a las masas y que había sido legitimado por un papa (no de buen grado, sino forzado, pero legitimado al fin).
No creo que los franceses viniesen a acabar con el catolicismo en España, entre otras cosas porque no había nada con qué sustituirlo. Sino simplemente a defender el trozo del pastel de la familia Bonaparte.
Como un siglo antes vinieron a defender los intereses de la familia Borbón frente a los Habsburgo.
Y se encontraron con una parte importante del pueblo y el clero que no querían extranjeros.
El propio Napoleón siempre afirmó que era revolucionario, así como su ejército, aunque con el paso del tiempo se hizo más nacionalista francés y menos "enciclopedista".
Por cierto, se le atribuye esta frase:
"Se indignaron con la afrenta y se sublevaron ante nuestra fuerza corriendo a las armas. Los españoles en masa se condujeron como un hombre de honor".
La razón por la que no conocemos estas cosas tan bien, es porque la misma etapa franquista tampoco quiso entrar en ello - con la reconquista y el Imperio como simbología mítica bastaba-. Esto por muchos motivos, desde que la mitad del régimen venía del liberal borbonismo y otros del carlismo (no era cuestión de liarla) , hasta que la propia administración española - y el sistema legal- desde hace dos siglos sigue el modelo continental (francés) y no el anglosajón, pasando por las amistades y grandes vínculos entre militares franceses y españoles, además de los católicos franceses y un montón de etc, que creaban muchos vínculos.
En conjunto, que no era cuestión de ahondar en heridas. Pero esa invasión fue de una crueldad que el pueblo llano sí que no ha olvidado. Y ahí pervive mucho más de lo que yo me hubiera imaginado.
Gringo, si no te gusta el signo distintivo de cómo son las cosas aquí y los paralelismos repetitivos, es tu problema.
No te gusta hablar de Franco y la guerra civil?. Jesús, qué cosas. Dime cariño, qué prensa lees y qué canales ves?. Telva y Disney Channel acaso?.
Porque no serán los de izquierdas, que no se habla de otra cosa....¿Verdad que no?
La guerra contra los afrancesados y franceses es la misma que contra republicanos y bolcheviques, solo cambia el escenario y los muebles. Y los tontos útiles que acompañan. Es la batalla de Los Hijos de la Viuda contra los Hijos de Santiago.
Las mismas revoluciones encadenadas: primero los burgueses le dicen al Rey "-quitate-tu-que-me-pongo-yo" y luego van los "obreros" y le dicen a los burgueses traidores y regicidas: "ahora-me-toca-a-mi-quitate-tu-que-me-pongo-yo". "Tu la guillotina, yo guillotina y taza y media"...
Son las mismas pruebas para España. Y en las dos salen apaleados de aquí.
Santiago y cierra!, España.
http://www.intereconomia.com/blog/presente-y-pasado/sana-urdangarin-justicia-o-farsa-nuevo-desbarre-don-cesar-20120227
Aunque es más largo, destaco como resumen:
«Como he señalado, España tuvo la desgracia de que el liberalismo llegara asimilado, en la mentalidad popular, al terror, las persecuciones, las violaciones y los saqueos de quienes se presentaban, de un lado y del otro, como abanderados de la libertad y que, por tanto, no ofrecían mucho crédito. Los españoles de entonces optaron por la continuidad de un régimen que en los años previos a Napoleón había permitido a la nación rehacerse de su decadencia (aun si con muy graves déficits), un proceso interrumpido brutalmente por la invasión francesa.»
Soy tan católico como tú y no puedo estar de acuerdo. Tú tienes una obsesión con el rollo masónico, igual que Marx tenía una obsesión con sus dogmas ideológicos: que lo mismo daba la plebe contra los patricios, que los siervos contra la nobleza que el proletariado contra la burguesía, que las distintas épocas y situaciones no eran nada: ¡¡¡pa que complicarnos, si con hacer dos bandos ya sabemos toda la historia de la humanidad!!!
Igualito que los progres...
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Sobre estos países, de los más diverso, que decía Gringo... pues son casos y casos. Veamos su pasado e hipoteticemos sobre sus futuros...
"Marruecos no puede dejar de ser musulmán sin dejar de ser Marruecos."
Antes del Islam, Marruecos eran dos provincias romanas distintas y solo costeras (las Mauritanias Tingitana y Caesariensis). Les unía la administración romana y las etnias bereberes. Y luego fue un montón de tribus bereberes con ciudades bizantinas.
Con el Islam les une: la lengua árabe en las élites (el bereber en el pueblo), la misma religión (islam malikí, específico), a veces un mismo sultán. El sultán se legitima como heredero de Mahoma, lo que le ayuda a frenar al islamismo radical.
¿Qué pasaría si dejase de ser un país oficalmente musulmán, con -digamos- un 30% de ateos y un 40% de cristianos, y supongamos que con un alto nivel de democracia? Sin la fuerza de la rama del islam malikí, el arabismo no bastaría para unir a un país en que la mayoría popular es bereberhablante. Creo que el país podría dividirse en varias zonas según etnia y lengua (árabe y bereber) y religión.
Así que sí, sin el Islam, Marruecos no sería Marruecos.
"Ni Rusia puede dejar de ser ortodoxa sin dejar de ser Rusia."
Bueno, esto es cierto y se demostró: cuando Rusia dejó de ser ortodoxa se convirtió en un engendro extraño llamado URSS. Los rusos de hoy aún intentan recuperarse de aquello, dicen que tal o cual crimen lo hizo otro país, la "Unión Soviética", sus pasaportes ya no tienen hoces y martillos sino gallinas con dos cabezas, etc...
Pero ¿y si la ortodoxia se uniese al catolicismo plenamente, reconociendo el primado del Papa, todo lo que pone en el Catecismo, etc...? ¿Dejaría Rusia de ser Rusia?
Parece evidente que no. Seguiría con su rito oriental, grandes ascetas y monjes, iconos, velas, cultura de frontera, cierta capacidad de convivir en pluralidad diversas etnias, etc... Rusia puede hacerse católica sin dejar de ser Rusia, pero no puede hacerse atea sin dejar de ser Rusia, como ha demostrado la historia.
"""Ni Inglaterra puede dejar de ser anglicana sin dejar de ser Inglaterra""""
Inglaterra, desde San Edmund y San Alberto el Grande, fue católica, profundamente católica. Sobrevivió por los pelos a los vikingos (porque ellos se convirtieron) y siguió siendo católica muchos siglos. Inglaterra ha demostrado pues ser capaz de ser Inglaterra siendo católica y también siendo anglicana. Pero ¿y si Inglaterra fuese atea?
Cabe preguntarse durante cuanto tiempo podría Inglaterra mantenerse atea... antes de 1) convertirse en un país islámico; 2) convertirse en una dictadura laicista con la excusa de evitar ser país islámico. Ambas cosas destruirían Inglaterra en cualquier sentido de ese nombre.
"""Ni Israel puede dejar de ser judío sin dejar de ser Israel.""
Este es el más complejo de todos los casos. Pero imaginemos lo siguiente: que un 30% de la población se hiciese judía mesiánica (seguidora de Jesús), un 10% de palestinos católicos, un 30% de población cristiana diversa (inmigrantes rusos, filipinos, etíopes, etc... con ortodoxos, católicos, protestantes), un 10% de judíos razonables y un 20% de musulmanes moderados y bien integrados. Imaginemos que viven en paz y democracia e igualdad. Seguiría siendo la Tierra Santa, con sus peregrinaciones judías, musulmanas y cristianas, clima mediterraneo, pluralidad religiosa, respeto a los judíos (sin victimismo sionista-nacionalista). No sería un equilibrio muy distinto al de Líbano. Y sí, sería Israel.
Puedo imaginarme un Israel "pluriconfesional", que sin ser judío (como Estado ni en su sociología) siga siendo Israel en todos los sentidos. Y, siempre presente, el Señor Adonai y la Palabra de Dios, herederos de Isaac, Abraham y Jacob.
""""""Ni la India puede dejar de ser hinduista sin dejar de ser la India.""""
Pakistan y BanglaDesh formaban parte de la India hasta la guerra entre musulmanes e hindúes en los años 50 y 60. Imaginemos que dentro de cien años Pakistán y Bangladesh, poblados por musulmanes moderados, prósperos y demócratas, se unieran a la India en un país que podríamos llamar la GRan India. Imaginemos que entonces la Gran India conste de un 35% de hindues, un 30% de musulmanes, un 20% de cristianos y un 15% de no-religiosos. Ya no sería una India hinduista, pero creo que podría seguir siendo una gran India: el país quizá aún más religioso del mundo, en respeto a la pluralidad religiosa.
[El hinduismo tiene por delante una época incierta: convertirse en un conglomerado de new-age o en un ultranacionalismo étnico anti-musulmán y anti-occidente son sus dos tentaciones]
"Ni el Japón puede dejar de ser sintoista sin dejar de ser el Japón".
Los cristianos japoneses son japonesísimos: trabajadores, ceremoniosos, muy cuidadosos, nunca bruscos, nunca dicen sí o no, etc... aunque se hiciesen todos católicos de Rosario y misa diaria seguirían siendo atentos con los antepasados, adictos a maquinitas, ceremoniosos, austeros en los sentimientos, amantes de su pasado, etc...
Japón puede hacerse 100% católicos o cristiano sin dejar de ser Japón.
1812: La Nación levantó el vuelo
Poco antes de convocarse las Cortes de Cádiz, Calvo de Rozas, uno de los escasos liberales admirados por Lord Holland, llamó a construir la razón de la resistencia anti-napoleónica y la dignidad de ser español sobre la libertad.
Como historiador, siempre he desconfiado de las jornadas heroicas fabricadas o simuladas por los gobiernos, porque a menudo no discriminan con honradez sino que lanzan hurras con grosería, y no tienen en cuenta el simple heroísmo de una acción más que en la medida en que va conectado con un evidente beneficio publicitario. Por el contrario, hoy, en un tiempo en que España se ha convertido en un país de adictos a la invención de pasados mentirosos, el bicentenario de la Constitución de Cádiz es una buena oportunidad para recordar que la democracia y el Estado de Derecho consagrados en nuestra Carta Magna se han creado gracias al esfuerzo de muchas generaciones, es un magnífico pretexto para celebrar la libertad tan arduamente conquistada.
Poco antes de convocarse las Cortes de Cádiz, Calvo de Rozas, uno de los escasos liberales admirados por Lord Holland, llamó a construir la razón de la resistencia anti-napoleónica y la dignidad de ser español sobre la libertad y sobre un cuerpo político que contribuyera a afianzar los derechos del individuo. "Tanta sangre vertida –se había preguntado Blanco White con acentos revolucionarios– ¿no exige necesariamente otra recompensa mayor que el placer de ver terminada la guerra?" La recompensa fue la Constitución de Cádiz. Y ahí se define el prototipo de nación que celebramos , la que Galdós soñara entre las sombras de sus Episodios Nacionales, como él tolerante de lealtad contraria, heroica viviendo, heroica luchando, por el futuro que hoy es el nuestro. Esa nación de ciudadanos y no la otra, aquella que aún se imagina sobre la sensación de pérdida, sobre el rechazo del distinto, sobre el exilio o la amenaza del que no piensa igual.
No es necesario extenderse sobre el importante papel jugado por la historia en la construcción de las naciones. No es que haya historias nacionales porque hay naciones; hay naciones porque hay acontecimientos e historias nacionales, como la guerra de la Independencia y las Cortes de Cádiz. Las naciones sin historia no son naciones en sentido estricto, son mera materia amorfa, moldeable por el espíritu de las que sí la tienen. Las naciones se construyen en gran parte a través de la trasmisión de una memoria pública. La historia se convierte así en una especie de partera de la nación. De ahí que los historiadores seamos considerados sujetos peligrosos e indeseables por aquellos que hoy desean hacerse con un patria nueva, por aquellos que se esfuerzan en inventar una memoria separada y enfrentada a España, una memoria que reescribe su idea de nación con los renglones torcidos del mito, del odio, de la animosidad, de la diferencia.
Con el bicentenario de la guerra de la Independencia y las Cortes de Cádiz recordamos que la historia de España pertenece a la historia de Europa mucho antes de la entrada en la Comunidad europea o del euro y a la de América con siglos de antelación a las cumbres Iberoamericanas. También nos sirve para insistir en que la libertad es preciosa como el agua, y como ésta, si no se guarda, se derrama, se escapa y disipa. Un político de aquella época y padre de la Constitución de 1812, Agustín Argüelles, lo supo decir con proféticas palabras: "un Estado se pierde igualmente entregándolo al enemigo o equivocando los medios de salvarlo".
El bicentenario de la Constitución de Cádiz, con su grito coral de libertad , nos animará a seguir proclamando que la violencia es estrategia para malhechores y que nuestra nación española será la primera garantía de quien no piense como nosotros, una nación sin excluídos, sin pertenencias trágicas, ni fatalismos del destino.Una nación que justifique su proyecto por su contribución a "aquella paz perpetua" que Kant concibió como ideal supremo de la humanidad. En fin, una hermosa y áspera España, plaza mayor amable, ciudad ilusionada, con todos sus campos de guerra en barbecho, bien asfaltada de paz recta, abriéndose a lo largo y ancho como una redentora servidumbre de paso.
Como buen liberal, su definición de liberalismo es: "todo lo güeno", y la de antiliberalismo: "tó lo malo".
Qué poético lo de que la valerosa lucha del pueblo español contra el invasor napoleónico merecía "la recompensa de una constitución" que "le traía la libertad". Una constitución copiada (en versión moderada) de la de los mismos invasores que combatía. Como ya ha comentado alguien, en 1810 José I ya dio una constitución liberal exaltada a España. ¿esa no es buena para los liberales enternecidos con el bicentenario?
No, Norberto, los españoles en 1812 no luchaban "por la constitución", sino por cosas mucho más tangibles: por su fe, por su tierra (su patria), sus costumbres ancestrales y su rey cautivo, cosas todas ellas mancilladas por el ejército imperial de Francia.
Si la libertad por la que luchaban los españoles en aquellos años hubiese venido de la mano de una constitución liberal, Napoleón hubiese sido recibido con hurras y flores, como lo fueron los cien mil hijos de san Luis, 10 años más tarde. La realidad de los hechos es más tozuda que las manipulaciones de algunos (ya que habla García de memorias inventadas).
Los liberales ganaron los golpes de estado y las guerras, y por eso escriben la historia que a todos nos enseñan en la escuela. Lógico es que embellezcan el pasado para presentar el engendro anómalo de la constitución liberal gaditana como el espurio anhelo de los españoles contemporáneos.
Pero, por favor, no nos hagas tragar las ruedas de molino a los que ya hemos salido de Matrix: a otro perro con todo este rollo de la España de 1812 suspirando por la constitución liberal de Cádiz.
La cursilería propagandística de la España utópica gracias al liberalismo (plaza mayor amable, ciudad ilusionada, etc, etc infumable) se la vendes al que la compre. El bien o el mal de una sociedad depende de la moral que sus miembros y ella misma como entidad pública profese, no de un modelo de estado u otro, mucho menos de un papelajo "constituyente" que se cambiaba cada 10 años. La historia de la España liberal entre 1833 y 1874 es una aterradora sucesión de golpes de estado, revoluciones, confiscaciones, matanzas, guerras civiles, pronunciamientos, desgarros territoriales... como para andar vendiendo la arcadia feliz liberal. Y eso que no cuento los avatares de las Españas americanas que, como en todo lo demás, fueron lo mismo que en la Península, pero a lo grande: tres siglos de paz y prosperidad bajo el rey de España y un siglo de guerras y empobrecimiento bajo la "libertad" revolucionaria.
A propósito, y ya que Cortazar saca el tema del nacionalismo, habrá que recordar que los catalanes y vascos fueron de los que con mayor ahínco combatieron contra Napoleón y a favor de su fe, su patria y su rey. El nacionalismo disgregador es un invento liberal (véase párrafo anterior con respecto a las repúblicas americanas), versión romántica.
"la violencia es estrategia para malhechores y que nuestra nación española será la primera garantía de quien no piense como nosotros, una nación sin excluídos, sin pertenencias trágicas, ni fatalismos del destino"
Fernandito, hijo, lo de la exclusión de la violencia se lo dices a Torrijos, Rafael de Riego, Espartero, Boné, O´Donnell, Prim, Pavía y demás compañeros mártires.
Lamento verte proclive a tu bando y no a la búsqueda de la verdad, allá tu, lo bueno es que ya se sabe a qué atenerse al respecto.
Por cierto quien convoca una guerra civil - tres por cierto - son los tuyos, o sea que no te pongas tan estupendo repartiendo credenciales y otorgando licencias que no cuela.
Y por último, tu quehacer histórico en comparación a Gª De Cortázar es ... como decirlo ... es ... que no hay forma de compararlos, vamos que no hay color, que hay niveles y niveles, no sé si me explico.
Soy tan católico como tú y no puedo estar de acuerdo. Tú tienes una obsesión con el rollo masónico, igual que Marx tenía una obsesión con sus dogmas ideológicos: que lo mismo daba la plebe contra los patricios, que los siervos contra la nobleza que el proletariado contra la burguesía,
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Es indiferente que seamos católicos, esto no es cosa de fe. Así que no te molestes.
La revolución Francesa abre la caja de pandora, para todo el siglo XX, el XXI y lo que venga.
Si ilícitamente se exhalta el que unos pocos se hagan con el poder por la fuerza, asesinando a sus propios reyes, van a venir otros y van a hacer lo mismo.
Los burgueses se sublevan contra la nobleza y el Rey por las armas (de unos pocos miserables).
El propio Marx indica que la siguiente debe ser que los obreros se subleven contra los burgueses.
En España, aquí, las cosas son como son.
Que la república llevaba en sus seno la guerra civil por el anticlericalismo es algo que cuentan algunos de los mismos padres intelectuales de la república.
Y que ese anticlericalismo es obra ESPECIFICA de un enorme número de diputados que la masonería consigue colocar en el congreso, es algo de lo que se jactan los propios masones.
La guerra civil tiene TODO que ver con la masonería. Hay más de un investigador serio que opina eso mismo.
El adorno de la época, comunistas, socialistas etc.
Que la revolución Francesa es obra de masones, no creo que sea necesario explicarlo.
Que los afrancesados son masones o filo masones tampoco creo que sea necesario recordarlo. Si no crees a Galdós no pasa nada, tienes cien fuentes más.
El adorno de esa época, los propios franceses y los traidores de aquí.
Como en Francia el adorno fueron unos pocos de "miserables" marginales y algún otro grupo de burgueses ávidos de ser más.
Así que no es obsesión, ni mezcla. Me voy solo al núcleo.
"Mirad que los Hijos de las Tinieblas son más astutos que los hijos de la luz"
"Mirad que os envío como corderos en medio de lobos"
No conviene olvidar algunos consejos del Señor a la hora de examinar las cosas con ojos sobrenaturales.
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