Sinodalidad. Mis detractores me dan la razón
Cuando a uno le cabe la suerte de tener unos pocos lectores que siguen sus escritos, recibe respuestas a sus divagaciones, que le llegan a través de formas muy diversas. Muchas de ellas son de dominio público, ya que vienen en forma de comentarios para su publicación. Otras son comentarios que me piden que no salgan a la luz, correos electrónicos, mensajes en Facebook, respuestas privadas en Twitter e incluso llamadas y WhatsApp de los más cercanos.
Hay de todo. Unos me dan la razón directamente, otros matizan, los hay que reflexionan en sus cosas, también quienes se enzarzan entre ellos. Vale. Seamos libres. Lo curioso del post de ayer sobre sinodalidad es que los que más me dan la razón son precisamente los más “escandalizados” por mis reflexiones, en los que hay un denominador común: “¿quién es usted para llevar la contraria al papa y a su obispo?”.