Mi parroquia es oficialista (y yo en Babia)
Y lo peor de todo es que me enteré hace apenas unos días.
Verán, yo creía que mi parroquia era normalita, llevada por sacerdotes diocesanos de Madrid. Jamás pensé que pudiese ser otra cosa. Hasta que vinieron ellos. Ellos son una pareja recién venida al barrio. Me estaban esperando un domingo al acabar la misa de la tarde. Buenas, somos nuevos en el barrio. Pues eso, bien venidos, qué tal, esta es vuestra casa, esas cosas que se dicen en estos casos.
Y empezó el interrogatorio de tercer grado, aunque me libraron del humo del veguero en el rostro.
Comienzas tranquilito. ¿Qué actividades tiene la parroquia? Pues así de repente y sin anestesia… las de todas: misas, sacramentos, catequesis, caritas. ¿Y qué materiales utilizan? Ya se te empieza a poner cara de incredulidad. Pues los diocesanos en catequesis, para la misa básicamente misal y leccionarios, los rituales para otros sacramentos, y en caritas las orientaciones diocesanas y de zona. Como todo el mundo, vamos, digo yo. (Sigues pensando, ¿y estos de qué van?)
Hasta que él hombre se dirige a su pareja (sí, pareja, porque ya no sabes qué puedes encontrarte y así no te equivocas) y exclama: lo que te dije, oficialistas. No merece la pena pensar en meternos en una parroquia así.
He de reconocer la originalidad. Porque llamarme conservador me había pasado. Y cosas más gordas. Pero oficialista es nuevo.