10.06.23

Irse de la mui

Lo que está pasando estos días en la archidiócesis de Madrid es de pura traca. Parece que ha llegado la hora del cambio de arzobispo. El santo padre habría aceptado la renuncia del cardenal Osoro y nombrado a D. José Cobo como nuevo arzobispo. Ya ven que lo pongo en condicional porque, que uno sepa, el Bollettino de la Santa Sede no ha publicado nada.

Es igual. En toda la diócesis, desde la catedral hasta el último pueblo de la Sierra, sabemos que tanto la renuncia de uno como el nombramiento del otro se harán públicos el próximo lunes día 12, que la despedida del cardenal Osoro está prevista para el próximo 24 y la toma de posesión de D. José Cobo para el 8 de julio, y lo sabemos porque esto se ha publicado en toda la prensa religiosa y general. 

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9.06.23

Morir de éxito

Las comparaciones para nada son odiosas. Todo lo contrario. Son sanas e imprescindibles para conocer el percal. De hecho, todo el día estamos con ellas: que si el agua es más barata en Madrid que en Barcelona, que por qué por el mismo trabajo un policía cobra más en Indauchu que en Alcalá de Henares o cómo es posible que Fulanita reciba menos que su compañero Manolo simplemente porque es mujer. Es que si no comparas te toman el pelo. 

¿Acaso para encargar un trabajo, una compra, no encargamos varios presupuestos? No solo eso, es que por ley las administraciones públicas necesariamente han de pedir al menos tres para hacer algún encargo. 

Por eso, para conocer el valor de las cosas o el éxito de una iniciativa es del todo imprescincidible comparar. Otro ejemplo. Misa de diario en Braojos. Seis personas. Valor absoluto, ridículo. Si comparo con la población que vive en invierno, 150 personas, un 4 %. Un 4 % de asistencia de una parroquia a misa diaria es un dato excelente. 

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7.06.23

No es el cómo, es el qué

Se nos van los días y los años en reuniones tan tediosas como inútiles pero que seguimos manteniendo porque no se nos ocurren otras cosas. La mayor parte de estas reuniones son un poner en común lo que hacemos, básicamente echarnos flores y contar nuestras respectivas ocurencias tan ocurrentes, y tal vez apuntar alguna sugerente posibilidad por supuesto desde el absolutísimo respeto a cada cual, sabiendo que, mientras no te signifiques por la liturgia tradicional, ancha es Castilla.

Estas reuniones no salen del cómo: cómo organizar la catequesis, horarios de misas, despachos, Cáritas, papeles, cuentas. No queda más remedio. Hay que dialogar sobre cómo llevar las parroquias, ponerse de acuerdo en requisitos para sacramentos, la JMJ de Lisboa. Perfecto. Pero sigo.

¿Y con todo esto, de verdad, pero de verdad, qué es lo que queremos conseguir?

Estar cerca de la gente, que los jóvenes se animen, ayudar a reflexionar a los matrimonios, que los niños acudan a misa, atender a los posibles usuarios de Cáritas.

¿Y nada más? Y nada menos, me podrían decir.

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31.05.23

Las redes sociales. Una asignatura pendiente

He leído con atención la reflexión que sobre redes sociales, con el título “Hacia una plena presencia”, nos acaba de ofrecer el Dicasterio para la comunicación. 

No. No voy a hacer un resumen. Mayorcitos somos y bien podemos cada uno leer y sacar las propias conclusiones. Yo apenas quiero aportar algunas consideraciones sobre el particular desde mis años de bloguero y presencia en redes.

Hoy lo que no está en la red simplemente no existe. Diría más: lo que no está en la red y lo que no está en formato red no existe. Por ejemplo, el mismo documento que acaba de presentarse. Dieciocho páginas seguidas en el mundo de los caracteres limitados para una frase. Otras veces nos empeñamos en ofrecer preciosos videos de ocho o diez minutos en la era del TikTok. No terminamos de comprender el funcionamiento del medio. 

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27.05.23

Permítame que discrepe, señor obispo

Varios medios nos adelantan hoy la carta pastoral del obispo de Solsona para mañana domingo. Completamente de acuerdo con la constatación que hace monseñor Francesc Conesa, cuando habla de un "demoledor” y “generalizado” descenso de la práctica religiosa en España y en Europa. Eso lo ve cualquiera. 

También estoy de acuerdo con él en que una de las causas de esa desafección hacia la Iglesia puede deberse a que quizás quizás hemos presentado una falsa imagen de Dios, lo que ha provocado su rechazo. 

Estos días estoy comentando en mi perfil personal de Facebook la constitución Gaudium et spes del Vaticano II. Precisamente este pasado jueves leíamos y comentábamos los números 19, 20 y 21 que hablan del ateísmo. Y, efectivamente, entre otras causas, porque son muchas -relativismo, exaltación del hombre, cómodo agnosticismo, incapacidad de vivir con rectitud…- dice que los creyentes tenemos nuestra parte de culpa cuando descuidamos la educación religiosa, exponemos la doctrina de forma inadecuada o vivimos con defectos nuestra propia vida religiosa, moral y social.

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