La escondida cama del señor cura
No sé apenas nada del padrecito. Lo conocí apenas a través de un comentario dejado en mi blog hace apenas unos días en la entrada sobre la adoración perpetua. Una comentarista que firma como Delia Barone nos dice de él lo siguiente: “Conozco un sacerdote de pueblo que no llega a 5000 habitantes, y aún así cubre todas las horas semanales de la AEP. Para resolver lo de las horas no cubiertas, se ha hecho un lugarcito con cama y así cuando no le llega el adorador responsable, el viene y cubre. ¡Para mí es un gran testimonio! Ese mismo sacerdote atiende 2 capillas y se ocupa de sus 2 padres viejitos, porque es único hijo y sacerdote! para gracia de Dios.”
Esto es un cura. Un cura de los pies a la cabeza. Un cura enamorado de Cristo. Un cura que ejerce de cura. Un gran testimonio.