Carteleras parroquiales: en viendo la choza, se ve el melonar
La primera impresión que uno se lleva de una casa es el vestíbulo. Si lo encuentras con las correspondencia de los últimos seis meses, dos plantas secas, un cenicero lleno hasta arriba y tres bolsas de basura, perfectamente puedes imaginar el interior. No hace falta más. Como dice un amigo mío “en viendo la choza se ve el melonar”.
La primera impresión de una parroquia la damos con el atrio, donde solemos tener colocadas las carteleras de anuncios y generalmente unas mesitas con propaganda, folletos e informaciones. Pues pasa lo mismo, que en viendo la choza se ve el talante de esa parroquia.

Con carita de “a ver por dónde me sale este” se quedó Rafaela cuando le dije que tenía que preguntarle una cosa. Facilita, no se me asuste. A ver, Rafaela: ¿tú crees que es importante que el cura sea simpático?
Al menos en la prisión Madrid V situada en Soto del Real. Ayer mismo nos lo contaba en una reunión de coordinadores de Cáritas el sacerdote encargado de moderar las Cáritas de la zona.
A todos los sacerdotes nos han colado goles de libro. Algunos por toda la escuadra. De jovencitos más, la cosa de la ingenuidad de los primeros años, pero a pesar del paso de los años nos los siguen colando, aunque ahora, como no podía ser de otra manera, con más mesura.
Felicidades, monseñor Sebastián, cardenal in pectore de la Santa Iglesia Romana. Acabo de enterarme de que ha colgado sobre su flamante sotana, pronto adornada con el púrpura de su dignidad, la medalla de oro de la decencia y el bien hacer. No podía ser de otra manera.





