El escándalo de la contemplación
Hace unos días ha pasado por aquí un grupo de voluntarias de Cáritas de una parroquia vecina para conocer nuestros proyectos, especialmente en el tema de empleo. Buena gente, entregada, solidaria, acompañadas por la trabajadora social de la zona que es quien anda coordinando y animando sus proyectos.
Una de ellas me decía que Cáritas es muy importante porque es el gran signo de la Iglesia ante los no creyentes, que nuestro mejor y mayor testimonio es la atención a los pobres.
Mi respuesta fue llevarlas a ver la capilla de la adoración perpetua. Creo que se sorprendieron, como si no acabaran de comprender el misterio de la adoración y la contemplación. Normal, es un escándalo.
Cáritas hace una labor extraordinaria, qué me van a contar si llevo en el ajo toda mi vida. Pero lo que hace Cáritas lo hace Cruz Roja y lo hacen multitud de ONGs. ¿Qué significa? Pues eso, que somos buena gente, tan buena gente como un voluntario de Cruz Roja o cualquier miembro de una asociación filantrópica. Pero nada más.