La pastoral del bledo
Hace años, pastoralmente hablando, se puso de moda algo que aún colea: la famosa “opción por los pobres”. Ya saben: homilías monotemáticas sobre ayudar al pobre donde jamás cabía nada que fuera gracia, redención o conversión; una catequesis centrada en qué bonito es compartir, y unas celebraciones litúrgicas con veinte símbolos, cadenas rotas, zapatillas para el caminar, manos que se estrechan y un mapamundi. Pasó aunque aún quedan pequeños rescoldos.
Más me preocupa un tipo de pastoral, bastante extendida, a la que me permito denominar “pastoral del bledo” y que básicamente consiste en eso de qué más da, yo lo veo así, no es para tanto y que si tú crees que eso a Dios le importa mucho. La verdad es que si uno tiene teléfono color celeste para comunicarse directamente con Dios la cosa se entiende, pero me da que no es el caso.