Pa chulo, yo
Es una de las frases más castizas que se podía escuchar por Madrid: “Pa chulo yo, y pa pegarse mi padre, que va al gimnasio”. Cosas de ese Madrid castizo y de un hablar supuestamente chulapo y que no es más que un invento del alicantino Arniches.
En el Madrid castizo chulo jamás fue una palabra ofensiva. Más aún, zarzuelas hay donde los enamorados se llaman mutuamente “chulo” y “guapa”. Majo, chulo, sinónimos de un cierto arrojo y atrevimiento unidos a gracejo y simpatía. Y con él, la chulapa, arrojada, atrevidilla, simpática y “echá p’alante”.
El problema es que se pierden los significados y chulo hoy lo hacen sinónimo de arrogante, fatuo, orgulloso. Triste, puede ser, pero es otra cosa, tanto que hoy la palabra se ha querido convertir en puro insulto. Pues vale.