Misericordia pequeñita del día a día
Hace seis días que avisamos en la parroquia para que un sacerdote acudiera a dar los sacramentos a mi madre, muy enferma y a punto de cumplir los cien años, y todavía no ha aparecido nadie por casa. En nuestra parroquia el sacerdote nada más terminar la última misa de la mañana del domingo se va y regresa para la misa vespertina del miércoles. Me han dicho en la parroquia que no sirve de nada bautizar al niño, que mejor de mayorcito. Llevo intentando confesarme y no hay manera de encontrar un sacerdote, ayer lo conseguí y me ha dicho que no me inquiete y que a ver si me pienso que a Dios le preocupan demasiado mis fallos.
Cosas que me han llegado en los últimos días. Año de la misericordia. Que no se nos vaya en grandes actos, signos extraordinarios, portadas de medios de comunicación, bordados de casullas y logotipos repetidos. Que las puertas jubilares no escondan las portezuelas de cada parroquia, cada confesionario, cada capillita de adoración, cada despacho de Cáritas.