La CONFER agoniza con una buena salud
No seré yo quien lleve la contraria a la presidencia de la CONFER española. Los datos son los que son y hemos podido saber, datos oficiales, que desde al año 2000 hasta hoy, poco más de veinte años, se ha producido un desplome tal de la vida religiosa en España que ha perdido la mitad de sus miembros. Según los últimos datos recopilados, el número total de personas consagradas ha pasado de superar las 60.000 a apenas 33.000 en algo más de veinte años, con una pérdida media de entre 900 y 1.000 religiosos y religiosas cada año. En el año 2005, las religiosas sumaban 54.160. Sin embargo, para 2023 la cifra había caído hasta las 25.531. Los religiosos varones, que eran alrededor de 15.000 a comienzos de siglo, se han reducido a poco menos de 8.000.

Hubo un tiempo, no del todo superado, en que se creía que la comunión eclesial, el ser comunidad cristiana, comunidad católica, pasaba por conocer a cada vecino de banco y saber donde vivía, si estaba casado, sus principales problemas y aspiraciones de vida.
Inutilidades o casi. Porque lo que todos podemos constatar es que, salvo excepciones del todo excepcionales, a las cosas fundamentales de la Iglesia y de la fe cada vez acude menos gente. Las confesiones en caída libre, asistencia a misa dominical bajando, bautizos y bodas qué les voy a contar. Hasta disminuyen las primeras comuniones, en demasiados casos primeras y últimas.