Nunca te fíes de alguien que no concreta
Es que eso de que “más amor y menos mandamientos” o la gran ocurrencia de que “con el mandamiento del amor todo sobra” no es más que una tomadura de pelo. San Juan Pablo II en “Veritatis splendor” aborda esta cuestión para afirmar, de acuerdo con la tradición de la Iglesia, que los mandamientos no son otra cosa que la concreción del mandamiento universal del amor.
Decía yo a mis feligreses este pasado domingo que jamás se fíen de alguien que se queda en grandes principios pero se niega a concretar. Por ejemplo, los políticos. Todos ofrecen una sociedad mejor, más libre, mejores servicios sanitarios, una educación de calidad, ayudas a los más débiles. Todos. La diferencia está a la hora de concretar: ¿esto lo harán subiendo o bajando los impuestos?
Ponía el ejemplo, en cuántas familias, de la atención a la abuela cuando llega a una cierta edad. Todos los hijos quieren lo mejor para la abuela. Pero hay que concretar: residencia, en su casa, en casa de algún hijo. Y si en casa, hay que ver si se turnan los hijos, se busca un cuidador.