El niño que no podía ir a misa los domingos
Muy cercanas las fechas de primeras comuniones en la parroquia. Aunque, como es natural, los niños tienen sus catequistas, estos días de forma especial charlamos con ellos mi compañero y un servidor.
Ayer andaba yo con un grupo de doce chavales. Charlando sobre la bondad de Cristo, el amor de Cristo que se les va a dar en la Eucaristía. Les decía que de forma especial, en estos días hasta la primera comunión, necesitan intensificar más las buenas obras, la oración, la asistencia a misa, especialmente la dominical.
Te das cuenta de que cada niño es diferente. Todos escuchan, aunque no todos atienden de la misma forma. Frente a mí un pequeñajo de ojos vivos, brillantes, que notas que se bebe tus palabras y las acoge con todo el corazón. Hasta que de sus ojitos se escaparon unas lágrimas apenas.