Me siento legitimado para hacer lo que me dé la gana
Digamos que estoy haciendo un paréntesis dentro del paréntesis, pero bueno, me han entrado ganas de escribir y me he puesto. Ya está.
Hace tiempo que mantengo una no sé si táctica o técnica, igual me da, que consiste en que todo me parece correcto, eso sí, tomo nota y saco mis consecuencias. Por ejemplo, me parece perfecto que uno se confiese directamente con Dios sin pasar por el ministerio de la Iglesia. Aceptado. Eso sí, cuando lleguen el bautizo, la boda, la primera comunión del niño y el entierro de la abuela, lo organizan tanbién directamente con Dios y todos tan felices.
Leo en estos días en Infovaticana que “el miércoles por la noche comenzó un servicio de bendición católica a las puertas de la catedral de Colonia para parejas homosexuales y casadas en segundas nupcias. Según la policía, unas 400 personas acudieron a la celebración religiosa con banderas arcoíris y pancartas". Leo también que participaron varios sacerdotes de Colonia y de otras diócesis. No es la primera vez que lo hacen y con idéntico resultado: NADA DE NADA.