Hipócritas, sinvergüenzas, malnacidos. Y el médico un cabrito con pintas
Ayer han venido a pedirme información para un bautizo posiblemente a finales de septiembre. La abuela, catequista y adoradora nocturna, es la que se acercó a la parroquia para hablar de estas cosas.
Apenas unos días el chiquitín y me dice que está para comérselo. Nació con un problema, eso sí, en un brazo le faltan la manita y parte del antebrazo. Me contaba que lo supieron a los cuatro meses de embarazo y que estaba ella con los papás cuando el médico les comunicó el problema. Lo terrible fue, me decía, lo que les dijo el médico: “¿qué piensan hacer?” La respuesta de los padres: “quererle mucho”.
¿Nos damos cuenta de lo que se esconde tras ese “qué piensan hacer”? Es una clarísima invitación al aborto, algo así como decir “ya que el niño no es perfecto, usted decide si desea traerlo al mundo”.