Venirse arriba
La diferencia entre toro manso y toro bravo es facilita. El manso ante el castigo, ante las dificultades, se echa atrás y se acula en tablas. El bravo se crece en el castigo, pelea más, se va al centro de la plaza y dice: aquí estoy yo. Esto es lo que los taurinos llaman “venirse arriba”: se crece en la dificultad, saca fuerzas de flaqueza, responde a la llamada del torero y se entrega en cada pase.
Así somos o podemos ser también las personas. Los hay que ante las dificultades se echan atrás, se repuchan, cobardean y acaban escarbando en tablas. Otros, cosas de cada uno, cuantas más trabas, más ganas. Es decir, “se vienen arriba”.