¿Pueden dar lecciones de democracia los hijos de Pablo Iglesias?
Comprendo que para gente como Elena Valenciano la educación esté bien así. Somos la cola de Europa y nuestros niños no saben nada de nada. Mejor, mucho mejor. Porque si nuestros niños y jóvenes hubieran estudiado historia simplemente del siglo XX, sabrían perfectamente que eso de que la democracia la inventó la izquierda es algo más falso que un billete de quince euros. Por eso es mejor que no sepan historia ni geografía, y que dediquen su tiempo a ser adoctrinados en lo buena que es la izquierda y lo mala que es la derecha, y que lo que han de hacer es revolcarse en sus gustos más íntimos como sea y caiga quien caiga.
La señora Valenciano ha decidido descolgarse con una declaraciones en las que llega a afirmar nada menos que “es «el colmo» que la jerarquía de la Iglesia dé «lecciones de democracia». Naturalmente. La democracia no fue un invento griego, qué se pensaban, ni algo que en el Medievo se practicaba ya en España con total anuencia de la Iglesia. Parece ser que la democracia la inventaron el PSOE y la izquierda mundial.

Joaquina se nos ha dado de baja en las misas. El caso es que sigue acudiendo a la capilla de la adoración perpetua, donde por cierto echa horas. Pero dice que a misa no vuelve, que se ha enfadado con la parroquia y que se acabó. ¿La razón? Que ella no está dispuesta a rezar a un Cristo de espaldas.
En la parroquia celebramos una misa los domingos con una especial presencia de niños. He de decir que personalmente me siento un tanto dividido. Comprendo que una misa donde los niños estén especialmente presentes es bueno, y a la vez tengo miedo de que acabemos infantilizando la misa, que los mayores la vean como un entretenimiento y los niños no se enteren de mucho.
En apenas un par de días han salido a la prensa dos supuestos casos más de conducta impropia de un sacerdote en el terreno afectivo: el párroco de Churra (Murcia) y el rector del seminario de Castellón. No ha habido juicio, ni sentencia, ni pruebas. Han bastado un video y unas fotos en un caso y la denuncia de un chavalote en otro. Con eso, los medios de comunicación han sacado el ventilador de las cosas sucias y se ha producido la condena mediática de los dos.