La señora Rafaela. Por alusiones
No fue fácil dar con ella. Los domingos por la tarde si el tiempo anda revuelto se echan su partidita de bingo o de julepe. Pasadas las nueve pudimos hablar por teléfono, en casa. Porque tiene móvil, pero sólo lo enciende si va de viaje. Total, como ella dice, en el pueblo se la encuentra fácil.
¿Cómo estáis? Como siempre… ¿y tú, qué tal la parroquia, y la capilla? Pues de eso quería hablarte. Porque yo creo que hay que arreglarla un poco, comprar una custodia, candelabros, manteles, pero hay gente que dice que no, que nos apañemos con lo que tenemos y que lo que hay que hacer es ayudar a los pobres. Algunos me han pedido tu opinión, así que de paso aprovecho para saludarte y que me digas qué te parece.
Qué me va a parecer…