Necesidad de formación. Y a las pruebas me remito
La realidad supera a la ficción. Cuando hablo de falta de formación elementalísima de muchos católicos, no lo hago porque sí. Es que uno lo constata día a día. Hoy dejo algunos ejemplos. Sucedidos completamente reales. Y no exagero un ápice.
BAUTISMO. Una de las charlas de preparación con los padres: “Mire, el padrino será mi cuñado, es testigo de Jehová, pero no creo que importe mucho ¿verdad?”
Más de BAUTISMO. La mamá que viene a la parroquia porque el niño va a hacer su primera comunión y hete aquí que no está bautizado. “Que cuándo podemos bautizar al niño para que haga su primera comunión. Ganas que tienen de complicarnos la vida a los padres. No sé a cuento de qué hay que bautizarle para eso”.