Ahora lo de Carabanchel. Y encima, victimistas
Te dan dos collejas, te escupen, se acuerdan de tu padre, te tiran al suelo con una zancadilla traicionera, y, cuando estás derribado e indefenso, aún te sueltan una patada en la barriga y se te hacen pis encima. Evidentemente te quejas. Y entonces te acusan de victimista. Es la realidad de los ataques a la Iglesia y a los católicos desde hace algún tiempo.