Consecuencias ¿indeseadas? de Fiducia
Cuando algo imposible se presenta como imposible pero con un resquicio de posible en determinadas circunstancas, lo que en la práctica ocurre es que se entiende que ya tiene carta de naturaleza lo hasta ahora vetado.
Fiducia supplicans abrió la posibilidad de bendecir parejas en situación irregular, homosexuales o heterosexuales, pero con unas limitaciones tan limitadas que en la práctica debería ser algo casi imposible. Recordamos algunas de las cosas que se dijeron en las aclaraciones de lo supuestamente aclarado, por ejemplo que serían, si acaso, cosa de apenas unos segundos, discretísimas, fuera de recintos de culto y que, por supuesto, decían, en ningún caso podrían asemejarse ni por asomo a un matrimonio canónico.
Esto quedó tan claro que a los muy pocos días después de la publicación de Fiducia supplicans ya teníamos al P. James Martin, S.J., bendieciendo en público, con luz y redes, a una pareja homosexual.