Del discípulo clandestino al valiente legionario
Mañana de sábado santo. Están siendo días intensos, y gracias a unas familias y a un sacerdote que me echan una mano. Ayer, viernes santo, tuvimos meditación de las siete palabras, por la mañana, en los cuatro pueblos. Por la tarde, oficios de la pasión, viacrucis, procesiones… todo multiplicado por cuatro. Aún nos quedan las cuatro vigilias pascuales y las misas de pascua de mañana. Emocionante ver las grandes concelebraciones en catedrales y templos de renombre.
Ayer, tras la lectura de la pasión, uno de los puntos que toqué en la homilía fue el de la figura de José de Arimatea, discípulo clandestino de Jesús por miedo a los judíos. Quizá sea figura hoy para meditar, porque nuestra iglesia podría estar llena de católicos clandestinos, católicos de esos que prefieren “no significarse", apostar por la discreción, por no meterse en problemas. Total, ya sabemos cómo es la gente: sé prudente.