Aprenda a ser progre. No cobro
Parece mentira que tenga que ser uno quien dé las ideas, pero es que esta mañana me he levantado generoso. Gratis total. Con dispensa de ave maría, que para un progre la cosa mariana siempre rechina. Son apenas ideas tomadas al vuelo pero más que suficientes para ser un progre medianamente pasable e incluso de una cierta categoría.
Vamos a ello.
Para empezar, y fundamental, si quiere ser progre no estudie, por favor. Usted no lo necesita. Por el hecho de ser progre es usted un ser infinitamente superior con suficientes ideas propias para hablar constantemente ex cathedra. Los estudios quedan para esos pobres sin ideas propias, rancios, limitados y carcas que, a falta de criterio propio, tienen que acudir a los libros. Seres despreciables. Usted, aspirante a progre, o progre consolidado, ya ha estudiado bastante en la universidad de la vida. La Gregoriana para los carcas. Usted, como mucho, acuda a Higinio Fernández y los artículos de Aradillas.