Es que en la primitiva Iglesia se hacía o el truco de qué más da
La capacidad de manipular de algunos católicos es infinita. Los argumentos, risibles, pero seguimos esgrimiéndolos con el convencimiento y la contundencia del que acabara de entender y descubrir la fórmula mágica de la cuadratura del círculo.
Leer y estudiar es cosa que hoy no se lleva y punto. Habiendo televisión, fútbol y prensa rosa no va a andar uno leyendo la historia de la Iglesia, los documentos conciliares, incluyendo, cómo no, todo el Vaticano II, las directrices de los obispos. Bah. Tiempo perdido. Basta con manejar con cierta desfachatez un par de principios.
Principio primero: antiguamente.
Es que antes, es que la primitiva Iglesia, los tiempos apostólicos, los usos de los primeros siglos. Por supuesto que todo eso sin leer demasiado, no sea que nos llevemos cualquier sospresa desagradable.
Ya saben que servidor a todo dice que sí, para sacar luego las conclusiones pertinentes:
¿Como en tiempos apostólicos? Genial. Vende todo lo que tienes y ponlo a los pies de los obispos.
No tanto… pero sí pensar en lo de antiguamente.
Muy bien. Entonces estaremos de acuerdo en celebrar la misa coram Deo, recuperar el latín y el canto gregoriano y el velo para las mujeres.
En la Iglesia tenemos una cosa que se llama Tradición y otra que se llama Magisterio. Una y otra van viviendo, estudiando, reflexionando y fijando las cosas que pueden discutirse. Por ejemplo, en la liturgia. Celebrar como lo hacemos hoy es fruto de mucho estudio, mucha reflexión, mucho sopesar y mucha búsqueda de la mayor gloria de Dios y bien de las almas. No por capricho ni por un “se me ha ocurrido".
Por tanto el argumento de volver “a lo de antes” es bastante peligroso, y si no imaginen a cualquier sacerdote con túnica, desplazándose a pie o a caballo y sin el último teléfono móvil.
Cuando aportas estos argumentos te llega el principio número dos.
Principio segundo: qué más da, con el corolario: “no creo que a Dios le importe mucho”
Efectivamente qué más da. Qué más da que el sacerdote cobre a fin de mes o no cobre, qué más da celebrar con el misal de Pablo VI o con el de Juan XXIII, a Dios le da igual que recemos en español o en latín, un sacerdote no es mejor por llevar sotana, clergyman o una camiseta (tampoco peor).
Perfecto. Entonces, y según esto, ¿puedo celebrar misa por el modo extraordinario, utilizar el latín y vestir la sotana? Total si da igual… ¿O es que hay unos iguales más que otros?
Argumentos, estudio, documentos y buen razonamiento. Lo de antes es una ridiculez. Así me lo cantaban de niño: “antiguamente se llevaba el ombligo en la frente, pero vino una mudanza y ahora se lleva en la panza". Total es igual y no creo que a Dios le importe mucho.
39 comentarios
En lo de la música fui un día a preguntar y me dijeron que no me preocupara, que las letras eran católicas y no "evangélicas" herejes... puede ser, pero ¡los ritmos, la estética y los bailes sí son evangélicos!, y a través de las formas, las actitudes y los signos externos uno trasmite también el Ethos, la manera de entender la vida y el mundo, y de entender tu religión.
Sí importa, a mi entender, porque precisamente los signos tradicionales católicos son los que han desaparecido en muchos temas (sotanas, latín, Ad Orientem, casullas, arquitectura, imágenes, belleza frente a feísmo modernista, etc, etc, etc), y sin ellos se dejan de trasmitir los fundamentos de nuestra fe en lo sutil de los símbolos y signos externos.
Pero todos sabemos que se hizo y se hace a conciencia, "queriendo", y que aunque sean minoría los que lo hacen queriendo, hay infiltrados que trabajan (y trabajaron) intensamente en la destrucción, con multitud de ejemplos, y luego hay muchísimos tontos útiles, que se creen las frases, y luego los fieles de abajo que no tienen más remedio que aceptar ciertas cosas que le vienen de arriba.
Así que en cuanto a los fieles depende mucho del grado de formación católica y de conocimiento de la fe que tengan, porque desgraciadamente vivimos en una sociedad secularizada y con constituciones, sistemas políticos, partidos, gobiernos y medios de comunicación laicistas enemigos de Cristo, ó en el mejor de los casos ateos naturalistas vacíos de Dios.
En cuanto a España lo obvio es que hubiéramos tenido una Constitución católica, un Rey católico oficial y practicante,y un régimen democrático católico, que es lo que el PUEBLO español y la SOCIEDAD española eran en 1975... no tuvimos un Rey católico, "nos dieron" una constitución atea y antiespañola y un sistema político de listas de partido sin separación de poderes antidemocrático.
Obviamente la "Pastoral" de entonces no apoyaba estados confesionales, además de que la crisis post conciliar estaba en su momento álgido, y la infiltración comunista en la Iglesia y en todos lados era rampante... pero con eso y con todo hubiera sido lo correcto, lo católico y lo mejor para España, que hoy en día vive en total y completa APOSTASÍA.
A veces creo que algunos buscan una iglesia donde cabemos todos, todas y todes, menos los católicos.
Es algo muy moderno, como los hispanoaméricanos que se saltan hasta los indígenas quinientos años atrás. Yo, por ejemplo, empiezo ya a renegar de los romanos, que eran unos imperialistas, y reinvindicar a los autrigones, que según los mismos historiadores romanos, eran los habitantes de la tierra en que nací.
Autrigona soy,
pagana nací,
esa es mi patria
y esa es mi ley.
Que no vengan los vardulios,
que se aparten los bascones,
y que huyan los caristios
¡Que viva los autrigones!
Somos la gente del hierro
Esteban de Garibay lo dice
y en sus libros corrobora,
gente de Tubalcaín
¡Que vivan los autrigones!
Y que se fastidie Haddock que es un caristio de libro.
Los primitivistas gustan mucho de la sandalia, la uña negra, la camiseta y la cruz de madera atada con cordel al cuello.
Jajajajaja
Me doy por aludida, yo también leo más bien poco, últimamente sólo leo los comentarios de Infocatolica.
Llevo con los Decretos, Constituciones, Declaraciones, balance y perspectiva casi tres meses, pero tres meses sin pasar la página.
Lo siento. Mea culpa.
Todavía no me he equivocado.
Pero no he perdido la esperanza.
Sé que ese día llegará.
Más tarde o más temprano, llegará.
¿A los pies del obispo? Yo pensaba que había que dárselo a los pobres. Pero da igual porque al final todo pasa por manos del obispo.
Le rezo su Avemaría.
Excepto Anawin el resto de comentaristas eluden hábilmente la inclusión del VII como documento conciliar. Y equilicuá, aquí está la clave de bóveda. Cuándo y quién decide que un/unos documentos conciliares pasan a formar parte del Magisterio y Tradición de la Iglesia. Pues lógicamente es el Papa junto con el Colegio episcopal quienes deben decidirlo y guiar a los demás porque de no ser así, cada uno de los católicos actuaríamos según nuestras creencias y conveniencias: Esto sí, esto no. Y ya estaríamos en la Torre de tócame el roque a semejanza de lo que ocurre con tantas confesiones protestantes y sectas sedevacantistas.
Ave María.
No creo que "volver a lo de antes" sea peligroso, si se refiere a la misa tradicional. Ni me convence el argumento de autoridad de que la misa nueva sea "fruto de mucho estudio, mucha reflexión, mucho sopesar y mucha búsqueda de la mayor gloria de Dios y bien de las almas". Louis Bouyer escribió lo que luego fue la Plegaria Eucarística II en una servilleta en un restaurante del Trastévere. Y monseñor Bugnini no es que fuera, precisamente, un amante de la Tradición.
Insisto en que quizás no le haya entendido bien, pero considero que rechazar sistemáticamente los ritos transmitidos para reemplazarlos con ritos que no han sido transmitidos, es destruir completamente el carácter tradicional de la liturgia.
Dios le guarde.
[ Una y otra van viviendo, estudiando, reflexionando y fijando las cosas que pueden discutirse. Por ejemplo, en la liturgia. Celebrar como lo hacemos hoy es fruto de mucho estudio, mucha reflexión, mucho sopesar y mucha búsqueda de la mayor gloria de Dios y bien de las almas. No por capricho ni por un “se me ha ocurrido" ]
Fueron los liturgistas Louis Bouyer y Bernard Botte quienes, ante una fecha límite, improvisaron la Plegaria Eucarística II, la más usada, en una trattoria en Trastevere y lo hicieron sobre una servilleta.
Qué es la iglesia primitiva.
Alguna vez dejó se serlo.
En qué se convirtió.
El Rito es otro tema, la Iglesia es más amplia que el Rito.
No cabe en ese "envase", lleve el etiquetado que le pongan, antiguo, moderno, viejo, nuevo.
Cunando se ve claramente que en muchos lugares del mundo la Iglesia y sus fieles son perseguidos y asesinados por su fe, que para celebrar tienen que hacerlo a escondidas, en la forma que puedan, que los sacerdotes son secuestrados o asesinados por serlo y todo lo que corresponde al mundo de la realidad cotidiana, con todo respeto creo que seguir "discutiendo" hoy y acá sobre el Ritual es como innecesario.
Los perseguidos valoran la presencia real de Cristo en la Misa, lo valoran realmente y lo agradecen mucho, les da fuerza para seguir y persisten pero lo hacen unidos.
Que Dios nos perdone el tiempo que se pierde en diferenciarnos por el rito y las diferencias "irreconciliables" que sostenemos férreamente y muchas veces sin saber de qué se trata...
A mí me gustaría decirle, pero no me atrevo porque es batalla perdida antes de empezar, que quite la bandera de España del presbiterio, el presbiterio es un lugar sacro, y la bandera de España es un trapo pagano que ni siquiera estará bendecido, y el susodicho trapo lleva ahí toda la vida, y ojo porque en alguna parroquia de Madrid City también lo he visto; si nuestro país fuese un país católico, todavía se podría entender, pero con las leyes que tenemos rabiosamente anti-católicas no sé a quién le estamos guiñando el ojo.
"80. Así, por ejemplo, se sale del recto camino quien desea devolver al altar su forma antigua de mesa;
quien desea excluir de los ornamentos litúrgicos el color negro;
quien quiere eliminar de los templos las imágenes y estatuas sagradas;
quien quiere hacer desaparecer en las imágenes del Redentor Crucificado los dolores acerbísimos que Él ha sufrido ..."
Pío XII, encíclica Mediator Dei, 1947.
Hay cosas antiguas, hay cosas modernas y hay cosas eternas. El mensaje de Cristo es eterno, ni antiguo ni moderno.
Usted retrata bien la situación, tanto los partidarios de la antiguedad como de la modernidad, parecen olvidar la dimensión eterna de la Iglesia, regida, como usted bien dice, por la tradición y el magisterio.
Por falta de formación apropiada, muchos han reducido el debate a un asunto de gustos. Los gustos están bien para la ropa, el corte de cabello, la comida o la música. Pero el culto a Dios y la predicación del Evangelio no es un asunto de gustos. Se trata de hacer lo correcto.
Hay quienes creen que los partidarios de la Misa Tridentina son gente a las que les gusta el latín, el silencio, cierto tipo de altares y cierto tipo de ornamentos. Pero en el fondo eso no es lo importante, sino algo mucho más profundo que toca la fe misma. Lo que rechazan los tradicionalistas no son las guitarras ni los ornamentos originales, sino el cambio de concepto. No es lo mismo decir que el sacerdote oficia el Santo Sacrificio redentor de Cristo, a decir que el sacerdote preside una asamblea de fieles. El asunto va más allá del lenguaje que se use o los ornamentos que se porten, es el concepto mismo de lo que se está haciendo. De hecho, una de las objeciones más serias de los tradicionalistas que se resisten a aceptar el Novus Ordo está en el ofertorio. Y, de nuevo, no es cuestión de lengua latina o lengua vernácula. Basta leer y comparar las oraciones de ofertorio del Vetus Ordo y del Novus Ordo, para darse cuenta que estamos ante un un cambio, no de liturgia, sino de concepto.
Pero, como usted bien dice, si uno llama la atención sobre estas cosas, nunca falta el que dice que todo son detalles y al final todo da igual.
La Iglesia católica se encuentra en estos momentos en una época de sanación, después de haber tenido un Papa al que le daba lo mismo adorar a Dios o a la Pachamama, que predicaba que daba igual ser cristiano o no serlo, que a quienes no conocían el Evangelio no había que molestarlos con proselitismo y que los Mandamientos y los preceptos eran ideales muy difíciles de alcanzar para todos, así que el que puede bien y el que no también.
Poco a poco, el Papa León, con gran delicadeza, pero firmemente, está aclarando que no todo da igual. Recientemente dijo que el matrimonio indisoluble no es un ideal imposible de alcanzar, sino el fundamento mismo de la familia cristiana. En cada ocasión que el Papa León toma la palabra, habla de Cristo, porque es su deber anunciarlo, proclamar su resurrección e invitar a todos, especialmente a quienes no lo conocen, a abrazar su mensaje de salvación.
Soy optimista, querido Padre Jorge, creo que con la adecuada formación y predicación, la Iglesia irá sanando su confusión y división y poco a poco irán quedando atrás los debates de "es cuestión de gustos" y de "todo da igual".
Rezo su Ave María.
Por experiencia propia —y con el oído bien afinado al latido de ciertas comunidades— puedo afirmar que hay dos tipos muy claros de filo-lefebvrismo:
1 Los contumaces radicales, impermeables a la evidencia, que viven en un perpetuo estado de resistencia pasiva-agresiva, sosteniendo tesis ya desmentidas por la propia vida litúrgica de la Iglesia… Afortunadamente, son pocos y cada vez más arrinconados por el propio sensus fidei.
2 Los que se han dejado llevar, víctimas bienintencionadas de falacias repetidas como letanías: que si la misa nueva es invención de Bugnini, que si se perdió el sentido de sacrificio, que si la Tradición fue traicionada… Pero basta que escuchen atentamente lo que proclama la liturgia del III Domingo de Pascua, donde se dice que el mismo Cristo resucitado instituyó el modo de partir el Pan.
Y cuando, con humildad, se atreven a leer el n.º 83 del Catecismo, y la segunda lectura del oficio del lecturas de la solemnidad del III domingo de Pascua que recuerda que lo que la Iglesia celebra ahora es continuidad viva con lo que Cristo instituyó, y el n.º 1345, donde San Justino en el siglo II describe una misa casi indistinguible de la actual, algo se enciende:
Los ojos se abren,
la voz se baja,
la paz regresa al corazón,
y comienzan a vivir la misa con una nueva luz.
Y así, sin gritos, sin anatemas ni cruzadas de altar lateral, la Verdad va conquistando.
Tic tac tic tac…
En menos de 10 años, me atrevo a decir que el fenómeno filo-lefebvrista será parte de un pie de página histórico:
The filolefebvrism is over. Is caput.
Y no por imposición, sino por iluminación.
Porque la belleza del Misterio celebrado vence siempre al ruido del prejuicio.
Yo comulgo en la mano (lo digo de antemano), pero eso no me impide notar lo ridículo del argumento que utilizan algunos, para defender y absolutizar dicha forma de comulgar. Por ejemplo dicen, que hay que regresar a la comunión en la mano, porque así lo hicieron los apóstoles, Jesús no les puso el pan en la boca. Con esta lógica habría que suprimir las exposiciones y procesiones con el Santísimo, pues no me imagino la existencia de esas prácticas en la era apostólica.
Ave María.
Tampoco hay que preocuparse mucho de lo de antes y lo de ahora.
Porque para que no nos liemos, para que no nos andemos por las ramas, Jesús lo dejo muy claro y resumido:
"El primer y principal mandamiento es amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu mente.. y el segundo es semejante,amaras a tu prójimo como a ti mismo".
Lo de amar a Dios està clarísimo y el amar al prójimo pues tanbien, como a ti mismo. No darlo más vueltas.
El Astete lo decua perfectamente: "estos dos mandamientos se encierran en dos. Lo de "encierran" es una manera muy clara de acotar.
¿Puedo yo demostrar el amor y hacer los mismos actos para amar a mis padres, a mis hijos y a mis hermanos, como lo hizo mi bisabuelo? Pues no.
Las necesidades, las costumbres, los problemas las posibilidades en los tiempos de mi bisabuelo eran otras. Pero si el lo hacía bien, haría a los demás lo que deseada que le hicieran y ahora yo debo hacer lo mismo.
Y es que lo de sobre todas las cosas, no es temporal, vale para siempre aunque cambien las cosas. E igualmente lo de "como a ti mismo".
Lo de decir la misa "cara a Dios" me parece muy infantil. ¿Es que se puede decir la misa de otra manera? ¿Puede el hombre ponerse de otra manera, puede ponerse de espaldas a Dios? También lo aclaraba el Astete: Dios es Espíritu Puro y está en todo lugar A tu cara y a tu espalda
Jesús Dios y hombres sólo está en el sagrario y en los Cielos. ¿Donde está el Cielo? Arriba decimos, deciamos nosotros y arriba dicen o decían los que vicen en las antípodas, es decir en sentido contrario. Debemos tener en cuenta lo que ahora sabemos o creemos saber.
Creo que lo importante es ser una Iglesia "que camina" juntos, cuanto más unidos mejor
Y Adorar y Amar se puede hacer de una manera u otra, en un idioma u otro. Así que cuando lo hagamos como Iglesia, mejor ser dóciles y como digan los pastores.
¿Que si unos son más iguales que otros?
Eso pasa cuando los hijos son mal criados y hay envidias y caprichos, dicen en mi pueblo, y en Madrid creo que también. No sé.
El Sermon de La Montaña, que muy bien expluca Bruno en un reciente escrito, obliga lo mismo si lo decimos en Latín, en Castellano o en Chino. Lo importante es comprenderlo y hacerlo vida.
No estar pendientes de que "otros" no lo cumplen
También está muy feo ser acusicas entre hermanos. Mejor corregirle sin humillarme, discretamente.
Padre Jirge, que bien se debe estar veraneando en la sierra deje las vacaciones para enero.
Es evidente que mi vecina, que tiene la eguzkilore en la puerta, es mucho más tradicional que yo que tengo el Sagrado Corazón de Jesús porque la eguzkilore es un símbolo ancestral de los vascos para proteger las casas y la devoción al Sagrado Corazón es muchos siglos posterior. La Tradición lleva incorporada muchas cosas a lo largo de los siglos y los progresistas puristas solo aceptan lo que ellos creen que es ancestral porque lo dicen ellos, despreciando lo que fue tradición hasta hace cincuenta años.
Trento es demasiado moderno y, para algunos, también el Concilio de Nicea y el de Constantinopla.
La cuestión es tratar de averiguar qué hacían Timoteo, Tito y San Pedro porque ya el Papa Lino no es fiable.
Aproveche la juventud, que a mis 85, cuesta un poco más ser joven.
Creo que cuando nos conocimos Ud. tenía 35 años y yo 50, desde entonces la vida nos ha dado suficientes capotazos, puyas, banderillas y muletazos para "irnos armando".
Quizás entonces nos "comieramos el mundo" y hasta tuviéramos tentaciones de saltar el burladero.
Ahora quizás no, pero la vida nos ha enseñado, hemos pasado por cosas y hemos visto pasar a otros. Tenemos que dar a Dios muchas gracias por lo que hemos aprendido en difíciles y duras lecciones prácticas.
Algo tendremos que enseñar. Y Ud. Señor Cura, mucho que curar, Muchas atenciones, ayuda y comprensión a los enfermos.
Porque un cura entre sanos... pa qué.. total pa na, pues no.
Algo queda atrás, dos templos nuevos, reforma de otros, economato para dar sin humillar, capilla de Adoración permanente... mucho.
Pero cadí nada comparado con lo recibido, aunque a veces no lo tenemos del todo claro. Lo que echamos de menos, lo que se sopesa, es lo que "nos debían haber dado".
No se canse de rezar por nosotros
Felicidades.
"...y la bandera de España es un trapo pagano que ni siquiera estará bendecido, y el susodicho trapo lleva ahí toda la vida, y ojo porque en alguna parroquia de Madrid City también lo he visto..."
1/ La BANDERA DE ESPAÑA tiene su sacralidad tanto en cuanto representa a una Nación y se le debe veneración y respeto.
2/ Gracias a los millones de españoles que vertieron su sangre por Ella TU puedes ir a Misa todos los días, incluso elegir Iglesia.
3/ Si tanto te molesta Nuestra Bandera Nacional cambia de Iglesia, o de país.
4/ ¿Opinas lo mismo de las Banderas de la Adoración? ¿de la del Vaticano? ellas también están en el Altar.
Dices que no lees mucho. Obvio.
Los que somos de la 1ª promo en la que la 1ª Comunión no se hizo en latín y nos tocó sufrir el "progresismo" postvaticano 2º, le he de confirmar que siga con la Tizona a mandobles defendiendo la fe.
Hace 53 años en el seminario en el que estaba en actual Papa Leo XIV, le echaron durante 3 años para que conociera el mundo y a las mujeres, y al acabar el plazo, si le interesaba, pues que volviese.
Gracias a nuestra Madre, a santa Mónica, a san Agustín, al arcángel Michael, volvió y hoy es nuestro Papa, y el Maligno tiene el rabo entre las patas.
Yo no he llegado a Papa pero estoy orgulloso de ser monaguillo experto y dar gracias a Dios por su lucha sin desaliento contra el Demonio.
QDLB.
NB: Todos estamos expectantes a la que nos puede liar nuestro Vicario (crecido al ser amigo personal) si no nos lo prejubilan antes de septiembre... seguiremos rezando y que sea lo que Dios quiera, que 1 año pasa muy rápido.
¿De dónde viene esa idea?
La frase aparece en contextos críticos de la reforma litúrgica, especialmente entre grupos que consideran que la misa tradicional latina (el rito tridentino) fue sustituida por un rito más “banalizado” o “protestantizado”.
Se le ha atribuido —aunque de manera imprecisa y no documentada— al Cardenal Alfredo Ottaviani o al Cardenal Antonio Bacci, dos prelados que en 1969 firmaron la conocida “Carta crítica” al Novus Ordo Missae” (conocida como el Breve examen crítico), en la que expresaban serias reservas sobre la nueva forma del misal romano.
¿Qué se quiere decir con esa frase?
Quienes repiten esa idea suelen querer sugerir lo siguiente:
Que la nueva misa no surgió de un desarrollo orgánico, sino de una improvisación moderna.
Que no fue inspirada ni guiada por una piedad profunda, sino por un grupo de liturgistas reunidos informalmente en un entorno poco reverente.
Que se basó en criterios “humanistas” o “protestantes”, y no en la Tradición litúrgica católica.
Se utiliza como una crítica mordaz, no como una descripción literal.
¿Qué ocurrió realmente?
El Novus Ordo Missae fue desarrollado por el Consilium ad exsequendam Constitutionem de Sacra Liturgia, un comité creado por San Pablo VI tras el Concilio Vaticano II.
Fue dirigido por el Arzobispo Annibale Bugnini, y compuesto por obispos, sacerdotes, liturgistas y expertos de distintos países.
Aunque hubo reuniones informales, el rito fue redactado oficialmente en el Vaticano y aprobado por Pablo VI en 1969, no en una taberna.
por tanto,
La idea de que el Novus Ordo Missae se escribió en una taberna de París no es un hecho histórico, sino una forma crítica y satírica de expresar el rechazo a lo que ciertos sectores ven como una ruptura litúrgica.
Según información de internet la historia de la servilleta proviene de las memorias y relatos del propio Padre Louis Bouyer, uno de los liturgistas más implicados y un miembro clave del Consilium para la reforma litúrgica post-Vaticano II. Él mismo describió las circunstancias apresuradas y casi improvisadas en las que se redactó la Plegaria Eucarística II en una trattoria romana.
Según Bouyer, esta Plegaria Eucarística II (que es una de las más utilizadas en la Misa) tuvo que ser reescrita de manera apresurada, casi "in extremis", debido a que la versión propuesta inicialmente era, a su juicio, muy deficiente o inaceptable. Él relata haber trabajado en esta reescritura una noche, en una trattoria (restaurante) de Roma, junto al también liturgista benedictino Dom Bernard Botte, con la presión de tener que entregar el texto al día siguiente.
Ottaviani en su "Breve Examen Crítico del Novus Ordo Missae" (también comúnmente llamado la "Intervención de Ottaviani") dijo que presentaba un "alejamiento impresionante" de la teología católica de la Santa Misa, en cuanto a la propia definición de la Misa, el carácter Sacrificial, el Sacerdocio Ministerial y los elementos suprimidos.
La Misa Novus Ordo no quedó tal como Bugnini la había entregado, sino que a raíz de la intervención del Cardenal Ottaviani se hicieron cambios para que no hubiera contradicciones con la Doctrina y Liturgia Católicas y prevenir dudas ó malas interpretaciones.
Los cambios que se hicieron en la segunda edición Revisada fueron:
1) La revisión del número 7 (la definición de la Misa). La redacción original, que se consideraba demasiado enfocada en la "asamblea sagrada" o "cena", fue ampliada y clarificada para subrayar explícitamente el carácter sacrificial y propiciatorio de la Misa.
2) Énfasis en el sacerdocio ministerial: Se hicieron ajustes en la redacción para recalcar de manera más explícita el papel único y esencial del sacerdote que celebra in persona Christi (en la persona de Cristo).
3)Clarificación sobre la Presencia Real: Aunque la doctrina nunca fue negada, se buscaron formulaciones más precisas para asegurar que no hubiera dudas sobre la realidad y permanencia de la Presencia Real de Cristo en las especies consagradas.
(...)
Por mi parte, lo que creo que sí se puede decir es que la estructura, el estilo y quizás el objetivo ecuménico sí quedaron presentes en la nueva Misa y se mantuvieron, y que los que por Gracia de Dios hemos conocido la Misa Tridentina podemos testimoniar que son dos experiencias muy, muy diferentes. Te puede gustar una más que la otra, servirte más una que la otra (en mi caso la Tridentina), según opiniones, pero son dos experiencias bastante diferentes, en mi vivencia personal, de eso doy fe desde que ya conozco las dos y puedo comparar.
Y realmente es mucho más magna y reverente la Tridentina, expresando con muchísima más claridad y precisión el carácter Sacrificial, la Pasión de nuestro Señor y el Sacramento propiamente dicho. Ahora está triunfando y de moda, y a fe que pienso que va a seguir ganando adeptos y seguidores... "the proof is in the pudding", que dicen los anglosajones.
Es lo mismo, pero no es igual.Yo me quedo con mi "Cabriel". ( Josema Yuste, dixit).
Ave María.
De tal manera que la Encarnación de Dios se anuncia a la Virgen a solas en una humilde casa de Nazarez sin embajadores ni fanfarria.
El nacimiento de Dios hecho hombre tiene lugar en una cuadra.
La redención en las afueras de la ciudad, algo parecido a un bertedero donde se ajusticiaba a los maleantes.
No parece que con esta historia, sea fundamental el papel o el lugar donde pasó del corazón a la escritura una, o la, oración que rezamos en memoria, haciendo presente nuestra redención me refiero a la misa tal como los católicos la confesamos.
Bien están las formas siempre que nos dejen ver y considerar el fondo.
¿Por qué en latín y no en griego?
Entiendo querer hacerlo en las lenguas vernáculas por una serie de rezones.
Entiendo querer hacerlo en griego por otra serie de razones.
Pero en latín se me escapa. Se abandonó el griego y se adoptó el latín porque era la lengua del pueblo, y el griego la lengua culta de la liturgia.
Pero qué razón puede haber en usar el latín ahora que no es la lengua del pueblo ni es la lengua culta de la liturgia, ni el idioma en qué se escribieron los evangelios, ni sirve para que lo entienda todo el mundo...
O somos "puristas" o aceptamos cambios. No sé porqué hasta Trento está bien cambiar las cosas, pero a partir de ahí, ya no.
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