Encargar misas por los difuntos. Largo, pero es que Rafaela se explica muy bien
Pregunten en cualquier parroquia medio normal, hablen con sacerdotes. Se lo van a confirmar. Hoy las intenciones para las misas están de capa caída. La razón es evidente. O mejor, las razones son de pura lógica.
La primera, evidentemente, la desaparición en la predicación ordinaria del purgatorio y los sufragios por los difuntos. Hartos de escuchar en las homilías que nuestro hermano Fulanito ya está en el cielo, independientemente de su vida anterior, pues buena gana de rezar por él si resulta que no lo necesita. Ni rezar, ni rosarios, ni misas ni nada. Era costumbre, ya saben, celebrar por el alma del finado al menos la misa de cuerpo presente, el novenario y el aniversario, al menos en zonas rurales. También era bastante común encargar misas en el aniversario, todos los meses en el día del fallecimiento. Sigue entre algunos creyentes la costumbre de las misas gregorianas o de novenarios especiales.
Lógicamente, si el difunto entra en el cielo automáticamente en el momento de morir, las misas de funeral dejan de ser en sufragio para convertirse en “recuerdo”, “homenaje” o “celebración de su llegada al cielo”. Si los funerales son así, imaginen pensar en encargar una misa en sufragio. Se acabaron las intenciones y se acabaron también los estipendios. El estipendio es la limosna al sacerdote por la misa celebrada. No es el precio de la misa, que es infinito, es una limosna, una ayuda para el sacerdote. En algunos casos necesaria para sobrevivir.
Añadimos a todo esto el desprecio con el que los sacerdotes en ocasiones hemos expresado frente a estas cosas: “eso no vale para nada”, “ya está en el cielo”. Al punto de que hay fieles que ya ni se molestan en solicitar una misa por sus difuntos o simplemente por sus intenciones o en acción de gracias.
Podría seguir señalando una progresiva falta de fe en el sacrificio eucarístico. En los curas y en los fieles.
El Dicasterio para el Clero publicó ayer un decreto con nuevas normas sobre la disciplina de las intenciones de la Misa, aprobado por el papa Francisco el 13 de abril. Entre otras cosas señala que es lícito celebrar una misa por varias intenciones siempre y cuando los oferentes hayan sido informados de tal cuestión. Creo que en la mayor parte del mundo católico no se da esta circunstancia. Desde luego mis compañeros en Madrid te dicen que apenas hay intenciones.
En mi caso en concreto apenas tengo alguna intención muy aislada en mis pueblos. Bien es verdad que me llegan de amigos de Infocatólica y de san José de la Sierra. No soy una excepción.
Andamos justitos de formación. Culpa nuestra. Punto. Si la gente ha perdido el sentido de lo que es el purgatorio y la obligación esencial de rezar a Dios por vivos y difuntos, es en gran parte porque los pastores nos hemos empeñado en canonizar a todo difunto, y por un santo no se ofrecen misas en sufragio. Las cosas son así.
Y esto me contaba Rafaela a propósito de la cuestión:
No hay muchos entierros en el pueblo, afortunadamente. Cinco o seis al año. Cada difunto supone tres funerales, o esa era la costumbre, como bien sabes: cuerpo presente, novenario y cabo de año. Así que cada año tenemos no menos de quince o veinte funerales. Pues en cada funeral don Manuel lo mismo: que cuando uno se muere se va derechito al cielo. Automático. No importa cómo hayas vivido, ni lo que hayas hecho, ni tu fe o la falta de ella, ser honrado o sinvergüenza. Todos al cielo. El razonamiento simplísimo: si Dios es bueno y es misericordia, está claro. No hay purgatorio, no hay pecados que expiar, no hay pena, no hay necesidad de nada. Todo es gratuito de parte de Dios. Por tanto, era fácil la conclusión. No nos agobiemos por los difuntos porque todos sin excepción están en el cielo desde el mismo momento de su muerte. Y encima, revestido de blanco, porque, como él dice, si ya están en el cielo, tocan ornamentos blancos que son los de gloria.
Después de aguantar esto una vez tras otra, un día, al acabar uno de esos funerales, me fui a la sacristía.
- Así que, según lo que usted acaba de predicar, ¿mis padres están en el cielo desde el día de su fallecimiento?
- Así es.
- ¿Y mis suegros también?
- Naturalmente.
- ¿Y todos mis parientes difuntos?
- Claro.
- ¿Todos desde el mismo instante de su fallecimiento?
- Todos desde ese mismo instante.
- Pues entonces, señor cura, vamos a hacer cuentas usted y yo. Porque yo encargo por mis difuntos dos misas al mes. Por cinco años que lleva usted en el pueblo, me salen ciento veinte misas encargadas. A diez euros que suelo darle por misa, mil doscientos tirados a la basura, ya que, si están todos en el cielo, no necesitan misas. O sea, que usted predica que están en el cielo, pero dice misas y las cobra como si no hubieran llegado. Pues me suena a tomadura de pelo. O están en el cielo y entonces no acepta celebrar misas por los difuntos —ni cobrarlas, evidentemente— o no lo están, en cuyo caso predique otra cosa.
- Yo creo que están en el cielo, repuso el sacerdote.
- Pues entonces, señor cura, me ha timado con las misas, porque si están en el cielo no las necesitan. Así que de momento me devuelve los mil doscientos euros, que yo sabré qué hacer con ellos. Y desde hoy buscaré otra parroquia donde eso del cielo y el purgatorio lo entiendan como siempre. Que, para predicar, ustedes muy modernos, pero cobran las misas como los antiguos.
- Caramba… ¿Y te los devolvió?
- No, tampoco era mi intención que me los diera. Solo dejarle clara la cosa.
- ¿Has seguido encargando misas en el pueblo?
- Pues sí, porque se necesitan los estipendios aquí más que en otra parte. Si yo lo único que quería era darle un toque.
36 comentarios
Esto es una realidad contada con un buen humor como le caracteriza a ud.
Nuestra función, la suya como sacerdote y la mía como diácono es seguir predicando a Cristo, que fue muy claro, quien no se convierta ira a parar a donde no se extingue el fuego. Y eso es una realidad como al del Cielo.
Pero arrepentirse y conversion son necesarias para alcanzar ese premio de estar con Dios. Y que yo sepa los únicos que fueron directos al cielo, fue por supuesto nuestro Sr. Jesucristo y ese ladron que murio al lado de Él, pero que se arrepintió en la presencia del Sr. Y aunque Lazaro, estaba disfrutando ya la presencia de Abrahan, loas escrituras no dicen nada si paso o no por el purgatorio. Ósea, debemos continuar predicando la realidad del purgatorio y del cielo, así cuarte algunos insultos. De todas maneras nuestro Sr. Recibió muchos en vida.
Bendiciones
No es extraño acudir a misa y encontrarse media docena de intenciones.
¿Para que defender la "justicia social", si es que eso existe, si todos vamos al cielo? ¿Para que vino Jesucristo, si de seguro no fue para redimirnos? ¿Por que condenar al recochino explotador si no hay ningún problema? Entre muchas otras preguntas.
Yo voto por Doña Rafaela como teóloga del Vaticano para que discuta en el sínodo de la sinodalidad, versión religiosa del soviet supremo de la extinta URSS.
Los "estipendios" no dejan de ser los herederos de las bulas e indulgencias.
Si no querías ser pobre haber estudiado para ingeniero o médico
Y a quejarse al maestro armero
Salvarse es algo que depende de la voluntad de Dios y eso ni se compra ni depende de la creencia personal del cura de turno, ni de las palabras de consuelo que se le pueda decir a los familiares.
No debería haber excesos por ninguno de los extremos.
Nos liamos mucho con el tiempo sin darnos cuenta que Dios creó el Cielo y la Tierra, lo visible y lo invisible y lo creó para que nosotros pudiéramos orientarnos, necesitamos un orden, que nos da el sentido del tiempo y las matemáticas, pero Dios está por encima de eso. Así que a rezar por las Almas del Purgatorio a tiempo y a destiempo. Comprender eso es un signo de catolicidad.
Por cierto, hacerlo no significa ni bulas ni indulgencias, es una señal de amor que une a la Iglesia Caminante con la Triunfante y que es escuchada por Dios por la Comunión de los Santos, que nos permite interceder los unos por los otros.
Después de la IGM la teosofía y el espiritismo se extendieron con mucha más rapidez por los países protestantes, muchísimo entre los anglicanos, porque no creían en el Purgatorio y la ausencia de sus seres queridos se les hacía insoportable; los países católicos, en cambio, mantuvieron sus misas de difuntos y sus oraciones por las Almas del Purgatorio y no necesitaron de médiums.
Si es que la lógica, además de ser importantísima, funciona.
Hace años sólo los sacerdotes tocaban a Dios con sus manos..., y los feligreses besaban las manos de los sacerdotes. Ahora cualquier mindundi toca y manosea a Dios con la mano. Pues, evidentemente, ya no se besa la mano a nadie.
A poco que busquen encontrarán otras consecuencias lógicas.
Es MUY fácil , no tienes que esperar en una sacristía en medio de 6 señoras que notas que te miran como alguien inoportuno o de un sacerdote que tiene muchísima prisa o está mirando el móvil y lo interrumpes o no te entiende .... y con eso de encargar misas a " AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA" ayudas con el estipendio a sacerdotes y monjas de Mozambique , Nigeria , India , Mali , Líbano ,. Pakistán ..... en donde los católicos y sus sacerdotes pasan situaciones de verdadera y cruel miseria que en España ni nos imaginamos
Lo mismo me pasa con AIN, tampoco necesito que sea por los difuntos porque entonces las intenciones son otras. Las intenciones de las limosnas las tengo claras porque dar dinero para la reconstrucción de iglesias en Siria, la ayuda a las familias cristianas o cualquier otra cuestión ya es motivo más que respetable. Si a un sacerdote al que ayudas le pides que nombre en la misa a alguien de tu familia lo hace.
Por cierto, acabo de tomar prestadas cinco velas en la parroquia a la que acudo para ponérselas a mis deudos difuntos porque ya me dijeron que no me privara de hacerlo si no llevaba dinero suelto. Entre personas de bien esas cosas se hacen, ya las abonaré cuando vaya el Jueves Santo a la Misa Crismal.
para que vengan tiempos de consuelo de parte de Dios,
y envíe a Jesús, el Mesías que os estaba destinado,
al que debe recibir el cielo hasta el tiempo de la restauración universal,
de la que Dios habló desde antiguo por boca de sus santos profetas.
Hechos 3: 19-21
χρόνων ἀποκαταστάσεως πάντων, los tiempos de la restauración de todas las cosas. Los que sean de latín encontrarán en la Vulgata «in tempora restitutionis omnium».
Me impresiona la inexorable cronología de ese consuelo, que en griego es ἀναψύξεως, es decir, recuperación de la respiración, que concluye en una creación restaurada, sin pecado. Deduzco que incluso Nerón quedará restaurado y listo para su nueva vida.
Ave Maria.
Curiosamente C.S.Lewis se pasó tres pueblos de la High Church afirmando que el Purgatorio existía y las razones que dio fueron las mismas que daba mi madre, que fue católica. Naturalmente en el caso de mi madre, que me encargó que rezara por ella, se debía a la Doctrina Católica, pero en el de C.S.Lewis debió de ser algo personal porque murió anglicano.
Al respecto de las Misas no se pagan es cierto pero por qué no hay manera Litúrgica Sacramental de cobrar por la presencia de Cristo, viene gratuitamente y de muy buen ánimo, espera solo en el Sagrario y mira, mira a la cara que tenemos y espera pacientemente que "hagan lo que El les diga", cumple y no hay Misa en la que falte.
Existe también una norma canónica, el Canon 222, tiene ese número para que no nos olvidemos de su existencia.
Dice:
222 § 1. Los fieles tienen el deber de ayudar a la Iglesia en sus necesidades, de modo que disponga de lo necesario para el culto divino, las obras de apostolado y de caridad y el conveniente sustento de los ministros. § 2. Tienen también el deber de promover la justicia social, así como, recordando el precepto del Señor, ayudar a los pobres con sus propios bienes.
Deber a cumplir sin excusas ayudando a la Iglesia en sus necesidades entre otras otras, que disponga lo necesario para el culto divino y ahí están las celebraciones litúrgicas.
Hay gente que va a misa y no sabe ni de lejos lo que es "ESTIPENDIO".
Incluso alguno puede creer que es una palabra derivada o vinculada a "DISPENDIO" ( que tampoco saben su significado ) porque las dos acaban en "pendio " .
La ignorancia de los conceptos más básicos es enorme porque las iglesias están llenas de personas de 80 años que abandonaron la escuela a los 12 años para trabajar manualmente para no morirse de hambre.
Salvarse es algo que depende solamente de la voluntad de Dios.
Supongo que el juicio final y la misericordia de Dios no tendrá nada que ver con LA ENTRADA EN espectáculos (conciertos, festejos ) en que los que compran la fila 3 bien centrada ven mucho mejor el espectáculo que los que compran una entrada muy barata que está lejísimos del escenario.
Otra cosa totalmente diferente es que haya que pintar la iglesia o pagar la luz o la rotura de una tubería. O que el sacerdote tenga que comprar un coche nuevo para atender 20 pueblos porque el que tiene ya tiene 400.000 km. y 20 años
Son asuntos totalmente independientes
Porque mezclar estipendios, con gastos de limpieza o calefacción de la iglesia es tocar una delicada y sutil frontera que muchos no entienden
Creo que el concepto de estipendio al encargar una misa es un concepto que muchísma gente iguala a " comprar "
Lo ideal sería que al encargar una misa se le dijera al feligrés QUE LA ENCARGA que depositara en un cepillo muy alejado de la sacristía, lo que considerara oportuno y que el sacerdote no supiera si había echado mucho poco o nada.
Entonces aunque sea hay que donar para pagar la luz de las parroquias.
Quevedo soltó unas monedas en el platillo del fraile y preguntó si ya en ese momento habían salido las almas de sus familiares del Purgatorio camino al Cielo, a lo que el fraile respondió que en cuanto las monedas tintineaban en el platillo ya se salvaban las almas.
Tras lo cual Quevedo dijo: "Pues ya en el Cielo de allí no se van a ir" y acto seguido volvió a coger las monedas y se las guardó.
Ave María!
2. El pecado es ofensa a Dios, por lo que el sentido de pecado tiene su raíz en la conciencia moral de Su creatura humana y en el sacrosanto Sacrificio eterno del Calvario.
3. Dios, en Su bondad y misericordia infinita, no perdona nuestras deudas con Él en modo equivalente a la ofensa y reparación, sino de Rey Sacerdote en Caridad y Justicia.
4. La ofensa a Dios Padre de un bautizado, configurado en Cristo, en Su Hijo encarnado, es propio de la ignorancia de la fe católica, de la perversidad o del abandono del Espíritu Santo.
5. La Pasión de Cristo nos libera del poder del diablo por ser causa de la remisión de nuestros pecados, por reconciliarnos con Dios y por su exceso con Cristo por no merecerlo al estar exento de pecado. San Agustín nos dice: El diablo fue vencido por justicia de Cristo, porque, sin encontrar en Él nada digno de muerte, le mató no obstante; y es enteramente justo que los deudores que retenía quedasen libres, al creer en Aquel a quien, sin deuda de ninguna clase, había dado muerte.
6. Dios ha dado el Remedio a los hombres para guardarse de las insidias de los demonios, incluso para los tiempos del Anticristo. Quien no aplique este Remedio (=Eucaristía=Misa) en su vida temporal, no significa que la eficacia de la Pasión de Cristo no siga presente, pues la Redención es siempre actual para el que se vuelve a Dios en forma humilde y sincera desde Adán hasta el último hombre.
7. Si por Adán, padre o cabeza del género humano, de la comunidad de hombres que participan de la misma especie, todos los hombres son como un solo hombre, al caer, fue constituido el género humano pecador, por el Nuevo Adán, Padre o Cabeza del género humano rescatado, de la comunidad de hombres que participan de Él, Su Iglesia, se considera como una sola persona con su Cabeza, que es Cristo, al ser levantado en la Cruz, es Salvador de todo el género humano. El Sagrado Corazón de Jesús es el instrumento de la divinidad en la Pasión del Cuerpo, por el que Sus sufrimientos y acciones son eficientes para obrar con poder divino para expulsar el Pecado del género humano. Cristo no padece en cuanto Dios, pues Su Pasión es Corporal. Pero, la Santa Cruz del Cuerpo obtiene un poder espiritual de la Divinidad por la unión a la Carne, que es instrumento, causa de la remisión de los pecados para poder ser perdonados cualquier clase de pecados y en cualquier tiempo pasado, presente y futuro de la historia humana. Así, pues, encargar Misas por un fiel difunto equivale a que la Cruz redentora y reparadora sea efectiva en el pasado, en vida temporal antes de morir, en el presente en el Purgatorio, y en el futuro en su descendencia. El Novus Ordo del rito romano se ha centrado en la Cena, en la participación activa, por lo que tiene "su lógica" que el fiel difunto si ha participado activa y santamente esté en el Cielo en su muerte transitoria. Pues, confundido en el Lex orandi =》Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados. El Yo confieso quitó sentido al Sacramento de la Confesión y al encargo de Misas por los difuntos, pues su resultado es el Lex credendi.
Carlo! localízame a los trolls, y él arremete con su hocico al comentario preciso. Hoy al leer a Tamayo me ha rajado la pantalla, y al leer a Juan con su "HAla" la ha reventado produciéndose un humo que ha asustado a las diferentes especies ornitológicas de esta ciudad.
El seguro no me cubre, alegando la temeridad que es leer a esta gente, como tampoco cubre a los conductores borrachos.
Lo digo por cuánto me puedo estirar en el "estipendeo" por los míos.
Madre mía que trastornados estáis! Y el redactor el primero.
Yo ya he cumplido lo 86; fui al colegio desde los cinco años; hice el bachiller y el Preuniversitario completo. Hice la Escuela Oficial de Turismo, además de estudios de filosofía y teología. Y me permito pensar que conozco bastante bien nuestra religión: sus dogmas, sus cánones y su historia.
Porque tengamos 80 años no somos seres inútiles ni inservibles.
Además, muchos hemos criado familias: cuatro hijos, ocho nietos, en mi caso.
Así que los de 80 años hemos hecho mucho, mucho por la Iglesia y por España.
Nos liamos mucho con el tiempo sin darnos cuenta que Dios creó el Cielo y la Tierra, lo visible y lo invisible y lo creó para que nosotros pudiéramos orientarnos, necesitamos un orden, que nos da el sentido del tiempo y las matemáticas, pero Dios está por encima de eso. Así que a rezar por las Almas del Purgatorio a tiempo y a destiempo. Comprender eso es un signo de catolicidad.
Por cierto, hacerlo no significa ni bulas ni indulgencias, es una señal de amor que une a la Iglesia Caminante con la Triunfante y que es escuchada por Dios por la Comunión de los Santos, que nos permite interceder los unos por los otros."
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Como siempre, aplaudo a María de África, por sus conocimientos y sensatez, y su perfecta manera de explicar las cosas.
Porque aquí nos salvamos todos.
¡Qué instructivo será ver a Menguele en el cielo paseando con el niño que torturó hasta la muerte!
Porque aquí nos salvamos todos.
Es bello contemplar al asesino en serie y al violador con mirada de acogida.
Porque aquí nos salvamos todos.
Pero más bonito será el ver el bofetón (tengo manos grandes) que se va a llevar el gilipollas que defienda esta basura de discurso.
Porque aquí nos salvamos todos.
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