In vigilando
Nadie sabía nada. Nadie se enteraba de nada. Era vox populi pero se ingoraba el asunto. No me digan que casos sonadísimos como los de Maciel, McCarrick o Rupnik jamás habían suscitado la más mínima sospecha. Y de los cientos de casos que van saliendo a la luz tampoco se sabía nada de nada.
El próximo martes, 9 de julio, la Conferencia Episcopal Española dabatirá el «Plan de Reparación Integral a las Víctimas de Abusos sexuales a menores y personas equiparadas en derecho». Leo que el plan está orientado a la reparación integral de las víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia, principalmente en los que ha fallecido el victimario o el caso ha prescrito, para ofrecer una reparación adecuada que responda a la demanda que cada caso particular requiere.
Vaya por delante que un servidor está de acuerdo en atender a las víctimas en todo lo que sea necesario, pero me hago algunas reflexiones.
Por desgracia los nombres y apellidos de los sacerdotes o religiosos presuntos abusadores se han ido conociendo. Yo sugiero que al lado del nombre del abusador se coloquen los nombres de sus superiores en el tiempo en que se produjeron los abusos.
Es muy sencillo. Imaginen el ejemplo:
D. Fulanítez de Perengánez, cura de la diócesis de Merengáñez. Culpable de abusos en los años 1721 a 1756. Obispo de la dciócesis: monseñor Zutánez.
Fray Venerando de la Santísima Lágrima. De la orden de los Társilos. Abusos entre 1823 y 1840. Provincial: P. Musaráñez.
Es que hay curas, religiosos y religiosas abusadores. Perfecto. Y superiores inútiles, unos porque no se enteraban de nada, otros porque no se querían enterar -ye, ye- y otros porque dándose por enterados todo lo solucionaban con tres avemarías de penitencia y colocando al cazador en un nuevo coto para sus fechorías.
Creo que tenemos derecho a conocer sus nombres. Los vivos para oprobio personal, imposibilidad de ejercer cargos de gobierno y cargar con las responsabilidades pecuniarias si así se considerara. Los muertos, para que conste en su biografía, igual que constará el baldón en la memoria del abusador inmediato.
Otra reflexión que me hago es la económica, porque no seamos ingenuos, que los trumas con dinero son mucho menos dolorosos. Una víctima me lo dijo así de claro: a mis casi ochenta años mira por donde voy a sacer un dinero de aqjuello que pasó en el colegio hace setenta años. Evidentemente que sacará una pasta.
Pues a ver ese dinero de dónde va a salir, porque los bienes de la Iglesia tienen fines propios: “sostener el culto divino, sustentar honestamente al clero y demás ministros, y hacer las obras de apostolado sagrado y de caridad, sobre todo con los necesitados". Entiendo que las posibles indemnizaciones saldrán de la partida “obras de caridad". Es decir, de la partida destinada a los necesitados, es decir, de lo destinado a ls pobres. No me convence.
Servidor lo plantearía de otra forma.
Las indemnizaciones a las víctimas salgan en primer lugar del patrimonio personal del abusador en caso de que lo tuviera, o de sus herederos si hubiere fallecido.
En caso de inexistencia del dicho patrimonio, pídanse responsabilidades económicas a los que no supieron vigilar, y en caso de fueran inasumibles miren de qué partida del presupuesto van a sacar el dinero, porque uno se teme que al final todo se solucione con el sacrificio de Rafaela. Y ustedes me entienden.
Y eso que lo de la Santa Madre Iglesia como responsable subsidiaria de todo me parece bastante discutible.
Pero bueno, si lo económico es complejo, la lista de abusadores y sus superiores se puede hacer ya. Se debe hacer ya. Porque rápidamente salen los nombres del cura Tal, del religioso Cuál y la reverenda Talcual, y sus superiores respectivos, de rositas. No parece justo.
56 comentarios
Lo siento mucho, pero ya no pongo más la X en la Declaración de la Renta. Es que acaso si usted necesita un "extraordinario" de la diócesis, se lo dan?
Prefiero ayudar a quien veo que lo necesitan, sacerdotes amigos, Hermanitas de los Pobres, etc.
Es una hipocresía querer resolver con dinero el daño causado, no tiene vuelta atrás y no remedia nada, ponen más en evidencia su falta de verdadera manera de ser cristianos y querer tapar el sol con un dedo.
La iglesia tiene que convertirse a Dios
Siguen los modos y maneras mundanos y así vamos a peor
Si viviéramos como Dios manda no pasarían estas maldades
Llevo tiempo leyendo acerca de las diócesis norteamericanas que están en bancarrota a causa de las indemnizaciones a las que han hecho frente por abusos. Y siempre me he preguntado: ¿qué pensarán sus feligreses cuando ven que sus donativos han ido a beneficiar a los abusadores?
Que yo sepa, si un médico o un profesor es condenado por abusos, tienen que pagar ellos y no todo el colectivo (inocente) al que pertenecen. ¿Por qué la Iglesia Católica ha asumido pagar con el dinero de los demás (de sus fieles o del patrimonio) lo que hayan hecho sus viciosos?
Por otro lado, no entiendo que puedan venir a reclamar nada los presuntos abusados siglos después. ¿Por qué no denunciaron en su día?
La Iglesia debe pagar y no queda otra, por lo que debería contratar un seguro de responsabilidad civil. Y pagar solo en caso de sentencia firme, claro está.
Por otra parte, muchos de los presuntos abusadores no tienen siquiera condena penal alguno. El caso del jesuita Rupnik clama al cielo. Cero condena judicial, pero las supuestas abusadas todas con su dinero. Clama al cielo. Por supuesto que el sacerdote se beneficiara a las feligresas usando el sacramento de la penitencia es un sacrilegio y delito de solicitación, se beneficiaba a todas las monjas y feligresas, aunque le han denunciado por malos tratos. Pero de delito pena, cero.
Conclusión: pagar solo por delitos con responsabilidad civil si así lo obliga el juzgado. El caso Rupnik demuestra que puede haber delito eclesiástico, pero no penal. En ese caso, no pagar nada, que lo pague el condenado.
Lo que pides es un imposible.
Ya se sabe que incluso cuando un adulto es abusafo o violado a veces se tardan años en asumir lo ocurrido y tener el valor suficiente para denunciar, especialmente cuando el agresor es de su entorno familiar o social o una figura relevante como un jefe.
La psicología humana es así.
Cuando otros preguntan por qué la Iglesia tiene que indemnizar por los delitos de los sacerdotes, la respuesta es porque se ha demostrado una política institucional de encubrimiento del delincuente.
Hasta los años noventa cuando alguna familia se atrevía a denunciar, se solía llegar a un acuerdo extrajudicial y al cura le mandaban seis meses de retiro a un monasterio y le cambiaban de parroquia y se acabó.
No es nada nuevo y se llama corporativismo.
¿Por qué no se ha iniciado ningún procedimiento judicial contra Rupnik? ¿Por qué se considera victimario a quien no se ha condenado judicialmente después de un proceso con todas las garantías para denunciantes y denunciado?
Quizás Rupnik y su obra ya han sido condenados por una opinión pública débil, líquida donde la invocada sensibilidad personal de alguien se convierte en inapelable sentencia y en irremediable verdugo. Esto, desde el Imperio Romano y antes se llama “damnatio memoriae” que adquiere perfiles de fascismo totalitario cuando se convierte en “damnatio personae” fomentada, incluso, por quienes más debieran cuidar la integridad de la justicia.
Que conste que no estoy frivolizando y que me imagino la complejidad del asunto y el dolor de las víctimas. De hecho, los abusos sexuales a menores me parecen el más abominable de los delitos. Pienso en esos padres confiados que dejan lo más querido que tienen, a sus hijos, en manos de un criminal que abusa de ellos y se me pone la piel de gallina.
De la lista de El País famosa hay al menos dos casos que se ha desvelado que fueron falsos. Andemos con ojo, y no caigamos en la ffrivolidad de querer tapar los problemas con billetes.
Me parece bien que pague el abusador con su patrimonio si lo tiene.
La posible indemnización dada por la iglesia lo único que va a servir es para desacreditar más a la Iglesia y como me decía una norteamericana para que aumenten las denuncias falsas.
Es totalmente estúpido, pero qué se puede esperar de la CEE
Estooo...¿en serio?. Muchos laicos,entre los que me incluyo, empezamos a estar bastante hartos de las "hazañas" de muchos "consagrados".
Y sobre todo del ENCUBRIMIENTO GENERALIZADO entre aquellos que se denominan "hermanos sacerdotes", que aquí hay hermanos de primera,segunda y territorial B.
El sostenimiento de la Iglesia, sobre todo en España,es un hecho curioso cuanto menos.
Los laicos no pintamos nada, no contamos para nada , salvo claro está para apoquinar.
Ojo, ojito al parche: a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César
Que eso de las 14 pagas y vacaciones pagadas, a mí personalmente,me empieza a rechinar.
A ver si lo que hay que hacer es empezar a doblar el lomo , como el bueno de San Pablo. Así se quitan muchas "tentaciones"...
Sí que pueden acabar siendo condenados como responsables civiles subsidiarios por delitos cometidos por sus empleados, si incumplieron su deber de diligencia para prevenirlos o denunciarlos. Se aplica una responsabilidad un vigilando.
Más grave me parecen esos pastores de chichinabo que en mi niñez y adolescencia con sus herejías y modernidades nos arrojaron al mar, y pudimos salir a la flote con el tesón que te otorga el Espíritu Santo.
Tengo el móvil del Papa, y le he exigido por tan dolorosos años una compensación de tres millones $.
Este era el ambiente que regía en la España de los 60-70, estos temas no se hablaban en voz alta ni siquiera en el entorno familiar.
¿Cómo lo iban a denunciar los padres si en la mayoría de los casos ni siquiera lo sabían? ¿Cómo iban a denunciarlo las víctimas si se avergonzaban de haberlo sido? Solo el paso de los años (el tiempo todo lo relativiza) o tal vez la ayuda psicológica pueden vencer la imperiosa necesidad de enterrar lo sucedido.
Lo que no entiendo es esperar 70 años para denunciar, pero en vista de la complejidad de los casos, me retracto de ello y admito que haya gente que lo haya necesitado.
Mi intervención a lo único que se refería es que no entiendo ni me parece justo que los feligreses de una diócesis tengamos que hacernos cargo del delito que cometió alguien hace décadas, años o días, me da igual. Que le pidan cuentas al o a los culpables, pero no a gente inocente. De todas maneras, si mi diócesis se arruinara pagando indemnizaciones de abusadores, lo aceptaría como buena y obediente católica, pero no estúpida para la posteridad.
La ley moral obliga a los católicos a colaborar, según nuestras posibilidades, al mantenimiento de la Iglesia y, en cuanto sea pecado, peca quien no lo hace y escandaliza quien lo hace pública y ostentosamente, para incitar a que otros tampoco lo hagan. Más si es poner la x en la casilla de la Iglesia.
La verdad es que desde fuera, se ataca con saña a quienes comenten estos pecados en la Iglesia o en su entorno y no tanto a los que se cometen en otros ámbitos.
Veo que también se hace así por personas que dicen ser de la Iglesia. Sí lo hacen por que consideran que deben estar más obligados por su fe, es logico. Por otra razón no lo entiendo.
En cuanto que se debe publicar el nombre de los superiores de los infractores, creo recordar que el Astete era muy riguroso con lo de descubrir secretos.
2. Si el rector de un Seminario no permite el ingreso de seminaristas con tendencia homosexual (+80% de abusadores), se reduciría +80% el problema (análogo a los superiores/abades de órdenes religiosas).
3. Pero, el problema es si el rector es de la misma tendencia o si el Ordinario del lugar tiene la misma tendencia, encubriendo en ambos casos, no por inutilidad, que los habrá también, sino por la misma tendencia homosexual.
4. Desde el punto de vista económico, pensemos en la falta de recursos para evangelizar, misiones, cristianos perseguidos, ... por no reparar esa falla y gastarlos en la financiación de la reparación de las víctimas. Y, por encima del recurso dinerario, el daño causado en la víctima-persona que se podía haber evitado.
Ya que pasa Pedro 1 por aquí, aprovecho para decirle que me encantó su historia de Pedro y el lobo de hace unos días.
En mi adolescencia, en un colegio del OD, conocí un caso muy de cerca porque el abusado era el hermano pequeño de un compañero. Familia de la obra y todo se arregló internamente.
En 2BUP, yo 16 años, vino un cura nuevo. Marica de libro, del tipo afeminado, se hizo famoso por pedír excesivos detalles en las confesiones. Mi última confesión fue con ese cura.Estuvo poco tiempo. Entre otras cosas tuvo un problema con un compañero de clase que le quiso pegar, en aquel cole estábamos por un lado los más inadaptados que éramos semidelincuentes y nuestros padres nos llevaban allí a ver si obraban el milagro y por otro los hijos de familias de la Obra. A mi me salvaron y gracias a ellos pude ir a la universidad, pública en este caso, pero de otro modo yo llevaba muy mal camino.
Aunque en mi adolescencia me empezó a dar asco la Iglesia por esta y otras cuestiones, guardo buen recuerdo de un par de curas que si eran hombres íntegros. Tíos con testosterona. Lo demás era una vergüenza.
En mi opinión en la Iglesia anidan muchos degenerados, se mimetizan bien, da la casualidad que todos son homosexuales y afeminados.
Estoy de acuerdo con que debería salir del bolsillo del abusador y del que no vigiló, miro para otro lado o trasladado al abusador a otra zona de caza para dar por solucionada la cosa. Con está media los casos se reducirán mucho. Pero tengo muchas dudas de que esto se haga, tiraran por lo fácil, " solucionar" lo inmediato, quedar bien en los periódicos y salír en la foto con mucha sonrisa
El canónigo valenciano asesinado , homosexual ejerciente, vivía desde hacía muchos años en un piso del arzobispado y era juez eclesiástico. Su vivienda estaba enfrente del palacio arzobispal y a 90 pasos de la puerta principal. A lo largo de muchos años acumuló denuncias de vecinos por los escándalos con chaperos.
Alfonso López llegó a llevar a juicio a una mujer a quien uno de los jóvenes que «metía en casa para sus juergas» le robó la bici, por pedirle explicaciones.
Saludos cordiales.
Afortunadamente yo no he conocido personalmente ninguno de estos casos ni creo que abunden en la Iglesia.
En cuanto a lo de suprimir el celibato, por lo que se ve entre los muchos más numerosos casos de abusos que existen fuera de la Iglesia, dudo mucho que sirviera de nada, pues el estar casado no es ninguna garantía.
Ave María
https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=49888
2. Pues, el cambio de abad el 3 de julio: Sergio Martínez Mendaro. Parece todo orquestado en Roma y Oviedo, y eso que no toma posesión hasta septiembre.
3. Y lo "bueno" es que era rector del Seminario pro fin celibato y otras modernidades primaverales.
4. Excelentísimo y Reverendísimo Señor arzobispo el Señor Jesús le pregunta: ¿tú también quieres abandonarme? Después, si los sacerdotes bajo la tutela del ex-rector tienen "sobrinos" y conviven con varones, no vaya usted a venir con ese lenguaje sibilino y sutil para no decir nada. Pues, la sangre de la culpa del pecador caerá sobre usted, por saberlo y aceptarlo.
A la curia le daba igual que de vez en cuando un cura fuera condenado a prisión, pero cuando las diócesis norteamericanas que son las que más dinero mandaban a Roma entraron en quiebra económica, entonces en el Vaticano saltaron todas las alarmas y empezaron a gritar: "¡Tolerancia cero!".
Es lo que tiene ser una persona jurídica: que la responsabilidad va más allá de la biología de las personas físicas.
Si gano una demanda contra una empresa por un daño causado hace 50 años, me deben indemnizar aunque los accionistas actuales no tengan que ver con los de la época denunciada.
Por ejemplo, si de niño un fármaco me hizo enfermar la empresa farmacéutica debe recompensarme aunque ya hayan muerto sus CEOs.
Igualmente cada diócesis u orden religiosa debe responder por el encubrimiento de casos de pederastia de hace 50 años, porque siguen existiendo ahora como antes.
El daño que se lace a un niño abusado no se borra jamás y el dinero no va a solucionar gran cosa pero es una mínima reparación, aunque sea por todo el gasto en psicólogos y medicamentos.
Significa estar a las maduras y a las duras.
Es participar de la santidad y la buenas obras de los hermanos.
Es participar de la misma manera de la pena de sus pecados.
Pese a que decimos que lo material carece de valor, se nota que lo del dinero nos sulibella.
Nuestra misión como personas cristianas y como Iglesia, es evangelizar, y nos ayuda a esa evangelización, en la que como Iglesia participamos, las donaciones de los hermanos y nos perjudican las deudas que debemos resarcir por los pecados de otros hermanos.
El patrimonio de una familia es la suma de lo que unos han ganado y lo que otros han malgastado y se heredan los bienes y las deudas.
La Iglesia como en una familia, lo espiritual y lo material.
Creer en la comunión de los santos tiene, debe tener, sus consecuencias. Como las tiene, debe tenerlas, la Fe.
Recordé mis tiempos de milicia, misas castrenses en el exterior a tres grados bajo cero y armas en ristre. El cura un fornido capellán castrense que marchaba con nosotros, arrastraba a muchos tibios.
No anda descaminado Fermin, cierto afeminamiento si que existe en la Iglesia, falta reciedumbre.
Quizás, un cura varón casado sería un referente para los otros hombres.
Ole, ole y olé. Con un par.
¿Ell estar casado exime del afeminamiento hoy en día? Por loles.
Ni siquiera eximía hace cuarenta años porque entonces muchos homosexuales se casaban con pobres mujeres para tapar.
Hoy en día en que lo que prima es el hombre blandi blub es muy difícil que los seminarios se nutran de hombres recios.
La esperanza está en los grupos y movimientos católicos, el resto, salvo honrosas, excepciones es pura filfa.
¡Ave María, padre!
Nada que ver con los comentarios absurdos de los necesitados de aparentar para vencer sus inseguridades congénitas. Menuda reciedumbre la de esos pusilánimes que se quejan de los demás cuando los que fallan son ellos. Menudas excusas tontas para su propia cobardía. Dan vergüena ajena.
Reciedumbre la de Juan y las tres Marías al pie de la cruz.
Convendría analizar los casos de abusos y homosexualidad en esa parte de la Iglesia y comparar. Me temo que el problema está aquí, porque cómo han sido admitidos a un seminario petimetres amanerados con podridas aficiones?. Donde ha estado el control?. Como un obispo ha impuesto manos a un verdadero depravado moral?. No se si la solución es admitir hombres casados con familia al sacerdocio porque he conocido curas que eran tíos de verdad. Pero en Ucrania no verás curas petimetres amanerados. Ni en Rusia.
Ahora resulta que el modelo de transparencia en la denuncia de abusos va a ser la Rusia de Putin.
Repase el comentario de Néstor y el de Machuca, puesto que los míos seguramente no le parecerán suficientemente recios.
Despedida cordial
"Recordé mis tiempos de milicia, misas castrenses en el exterior a tres grados bajo cero y armas en ristre. El cura un fornido capellán castrense que marchaba con nosotros, arrastraba a muchos tibios"
Me parece que "menos lobos" yo vi que no es, o al menos no era, "oro todo lo que lo relucia".
Hice la mili en la Base Mista de Carros de Combate y Tractores de Segovia, en el año 1961
Todos los domingos salíamos de la Base las tres compañías en formación, hasta una Iglesia cercana donde formados "oiamos" misa.
El primer día, al llegar el momento de la comunión, yo no sabía que hacer llevaba menos de una semana en la mili, decidí por mi cuenta y riesgo, abandonar la formación y acercarme a comulgar. Nadie me dijo nada, por las caras entendí que los sargentos alucinaban, como si aquello fuera inaudito. Lo segui hacuendo hasta que deje La Base. Nadie más salió a comulgar, ni soldados, ni suboficiales, ni oficiales, los jefes no acompañaban.
Sí, mucho soportar el frío muchas armas en ristre, pero Comulgar... las mujeres sí. Cuando lo hacía un soldado... risitas o... pues eso.
Había un Capitán en el cuartel que siempre daba permiso al soldado que se lo pedía "por que ha venido la novia a verme" y el lo concedía con la coletilla de siempre, pero luego me tienes que demostrar que la "has quitado las bragas".
El capellán no era fornido, nos dió un devocionario con la oración del teniente Ruiz de Zárate que murió poco tiempo antes en las escaramuzas de Marruecos: "Haz Señor que mi tiro sea certero, haz señor que mi tiro sea sin odio"
Tanto me impresionó que la recuerdo y recuerdo su nombre.
Luces y sombras. Yo ví menos luces que sombras.
O sea que o decimos toda la verdad, o mejor callarnos.
Eso de la memoria histórica... se maneja de una manera...
Menos lobos.
MAC, conozco Rusia. Usted creo que no, así que mejor no diga tonterías. Lo primero los curas allí imponen mucho más que los de aquí, el aspecto físico es muy distinto. Y la mayoría tienen familia numerosa y saben cómo gestionar adolescentes gilipollas. No como muchos aquí.
Reciedumbre y gallardía, es también la de un arzobispo, el de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada. Y la de tres obispos, así como la de tres reyes cristianos, y un buen puñado de HOMBRES, con el beneplácito de un Papa, Inocencio III, que había declarado Cruzada, que se plantó batalla en julio de 1212 y se derrotó a un ejército almohade superior en número. Gracias a las órdenes militares de monjes cistercienses como los de Calatrava entre otros, monjes guerreros.
Gracias a la gallardía de esos HOMBRES, querida señora, hoy disfruta usted de llevar la melena suelta y no va tapada hasta las cejas detrás de su marido.
No lo olvide, su pais se ha forjado sobre la sangre de HOMBRES verdaderamente valientes y viriles. A Dios rogando y, cuando toca, con el mazo dando. Sin embargo hoy aquí cada vez la mujer parece menos una mujer y el hombre parece menos un hombre. Vamos camino del andrógino.
Mis recuerdos son en las milicias universitarias, en la mili normal, el ambiente era muy diferente.
Y cuando escribimos en el fragor de la batalla, puede que exageremos un poco, recuerde aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor, pues tendemos a mitificarlo.
Pero ya lo dice el refrán: "Dime de qué presumes y te diré de qué careces".
Aunque ya supongo que a usted la reina de Castilla le chirriará y tendrá una opinión pésima de ella por considerarla una "empoderada" de esas que usted odia tanto por no saber mantenerse en su supuesto lugar.
Ave María
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