Una mañana en el monasterio de Santa María del Parral, en Segovia
Es el último reducto de los monjes jerónimos, que llegaron a ser más de mil en el siglo XIX y que tras la exclaustración obligada fruto de la desamortización, llegaron a extinguirse. Hoy la orden jerónima de varones, tras un momento de cierto desarrollo tras la guerra civil española, está reducida a poco más de media docena de monjes en el monasterio de Santa María del Parral de Segovia en el que, por cierto, algún monje hubo en el siglo XVIII nacido en Braojos.
El motivo de mi visita fue dar un gran abrazo a un buen amigo que acaba de iniciar su postulantado como monje jerónimo. Hombre de oración y silencio, espero que halle en el Parral su lugar de encuentro con el Señor en la vida contemplativa.
El edificio es simplemente soberbio, con una huerta desde la que divisar la ciudad de Segovia con unas vistas incomparables del alcázar y la catedral. Pero lo que más me interesaba era charlar con este amigo y descubrir su felicidad dentro de esos muros.
- ¿Quieres concelebrar en la misa conventual?
- Por supuesto, si es posible.
- ¿Y comerás con nosotros?
- Si no es incordio…
- ¡Para nada!
Hasta la sorpresa de contarme que alguno de los monjes era lector de Infocatólica y fan de un servidor. Qué cosas.
Me van a permitir que cuente algunas cosas. Por ejemplo, la misa conventual en la que el pasado viernes concelebramos un sacerdote diocesano de Segovia y un servidor. Ya les digo que los monjes son pocos. Presidió fray Mauro, vicario - es decir, sub prior- y me impresionó la liturgia tan cuidada: la disposición del lugar de la celebración, bastante canto gregoriano, oraciones del misal y plegaria eucarística cantados, casullas para todos los concelebrantes. Liturgia simple, no puede ser de otra manera habida cuenta del exiguo número de monjes, pero cuidada y solemne. Una bendición de Dios.
La misa fue a las 13 h. Tras un tiempo de silencio y oración, a las 14 h. el rezo del ángelus y sexta. Vuelvo a destacar la solemnidad: la hora canónica cantada y semitonada y de nuevo la aparición del gregoriano en algunos momentos.
Tras el rezo de sexta marchamos al refectorio. En fila, y en silencio. Y en el refectorio, tras la oración de bendición de la mesa, lectura de algunos puntos de la regla, tienen como propia la de san Agustín que tan bien conoce un servidor, y el resto de la comida en total silencio.
Siendo tan pocos monjes sería comprensible un cierto relajo de costumbres. Total, para cuatro que somos… Ni mucho menos. Son muy pocos y mayores, pero la vida monástica se sigue cuidando con mimo. Eso es una auténtica bendición de Dios. El Parral es de esos lugares en los que uno hoy, si tuviera veinte años menos, no descartaría para vivir ahí en oración, fraternidad y alabanza.
El Parral admite visitas, con un horario estricto, porque la vida del monje es lo primero, y mantiene una sencilla hospedería donde refugiarse del ruido del mundo y encontrarse con las grandeza de Dios. Más aún, me atrevería a decir que si alguno de mis lectores se ha planteado alguna vez una posible vocación monástica, el Parral podría ser un buen lugar: doctrina firme y segura -se lo garantizo-, mucho silencio, liturgia cuidada y la pobreza de ser tan pocos, pero confiados en la providencia de Dios.
Vine removido espiritualmente de este monasterio. Recen por su persistencia. Vayan por ahí si tienen la posibilidad, de visita o a pasar unos días en la hospedería, y no descarten la vocación monástica jerónima. En estos tiempos, un monasterio, aunque sean muy pocos los monjes, de doctrina segura, liturgia cuidada y silencio de verdad, y encima con vistas a la catedral de Segovia y al alcázar, es un chollo.
Por cierto, mi amigo, feliz.
Volveré. A pasar un rato y muy posiblemente a la hospedería. Y repito, si tuviera veinte años menos… quién sabe.
34 comentarios
Una pena ver como una orden que "resucitó" en el siglo XX, lleva camino de desaparecer en el XXI.
Recemos para que Dios ilumine nuevas y jóvenes vocaciones¡¡
Es mi vocación frustrada. Oración, silencio y recogimiento.
No se imagina cómo y cuánto me alegro de su visita a Los Jerónimos de Santa María del Parral. Estoy seguro seguro que tanto para ellos como para usted ha supuesto un revulsivo. Rezaré, sin duda, por la pervivencia de la Orden de Los Jerónimos, en Segovia. Y lo anoto en mi agenda, pues no hay virtudes que más me agraden que la sencillez, el silencio y, naturalmente, una liturgia muy bien cuidada.
Gracias por trasladarnos la belleza de su encuentro.
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Jorge:
Cerrada definitivamente.
Que el Señor haga resplandecer SuRostro sobre ellos, los proteja y les otorgue Su Paz. Amén
Mi opinión es que las familias católicas no somos capaces de transmitir la fe a nuestros jóvenes, porque no se nos escucha.
Tengo dos hijas, una es creyente y la otra no. Mis dos nietos varones son niños buenísimos cuya prioridad es el fútbol, uno va a misa con los padres creyentes y el otro de padres divorciados, educado en colegio católico, no conoce el evangelio, y me dice que me quiere mucho pero que no le hable de eso.
¿Que se puede hacer?… Yo rezo por mi familia, amigos y conocidos para que el Señor cuide de todos nosotros.
"Llama la atención que un país como Francia, más secularizado aún que España, tengan monasterios masculinos mucho más poblados y florecientes que nuestro país."
Quizá tenga que ver con que en Francia los monasterios benedictinos que más prosperan, hacen nuevas fundaciones e irradian, son los que han conservado o restaurado el rito romano tradicional: el Barroux y Fontgombault. Con historias muy diferentes.
O quizá porque en Francia la actividad anticatólica de la masonería ha hecho que los católicos de verdad tengan que sentir que están en lucha, y que hay que tomárselo en serio, mientras que en España lo hemos tenido muy fácil desde hace 80 años.
yo he notado una mayor combatividad en España (dentro de ciertos límites) en los últimos años.
Debían ser muchos y jóvenes, los monjes que por entonces había, por la fortaleza de sus voces
Visitar El Parral, el Convento de Los Carmelitas y de paso, la Iglesia de la Vera Cruz y la Virgen de La Fuencisla, todo tan cercano, es respirar aquel fuerte Cristianismo.
Visitar la tumba donde estuvo San Juan de la Cruz, es un buen sitio para meditar y agradecer la constante renovación de la Iglesia, no exenta de tensiones, incomprensiones y dificultades, también entonces.
Conocer la Historia y fundación de El Parral nos puede ayudar a comprender que tambien aquel cristianismo desbordante que todo lo llenaba, necesitaba la constante renovación y reconversión de la Iglesia.
Un poco más lejos, entrando a Segovia por la carretera de la Granja merece la pena visitar el convento de San Antonio el Real antigua casa de campo, recreo y caza del Infante Enrique Trastamara y su amigo Juan Pacheco, tan relacionado con el Parral.
Conocer la Historia de estas fundaciones es conocer la realidad del cristianismo de entonces, siempre necesitado de purificación.
Las últimas veces que he hecho este recorrido me ha dolido, me ha hecho dufrir la situación de estos conventos rebosantes en otros tiempos.
Y ya hasta mi mujer tiene interés.
¡BOOOOOOMMMMMBAAAAA!
( Y doy mi palabra de que iba solo y sin darles la turra).
Le rezo su Avemaría.
Gracias a los pocos monjes que hacen las delicias de Dios en sus oraciones y trabajo. Gracias
Por favor, abracemos el Evangelio, la brisa del Espíritu que, con su novedad, nos invita a ser sinodales. Mientras los jerónimos languidecen, las opción monacal de corte sinodal por antonomasia, Taizé, vive tiempos dorados en la Gracia de Dios. El rigorismo ha matado el otrora fértil árbol jerónimo.
Si los jerónimos quieren renacer, que apoyen la Fiducia, se vuelvan sinodales, se dediquen a la ecología, acojan en sus monasterios a migrantes, no tengan miedo a conventos mixtos con monjas jerónimas y sean leales al Papa.
Al hilo del canto gregoriano, J.A. Asensio, lleva 10 temporadas en Radio clásica, Sicut luna perfecta, explicando y entusiasmando con su programa. Este año Schola Antiqua celebra su cuadragésimo aniversario desde que la fundara el padre Laurentino Sáenz de Buruaga. Les animo a escucharlo.
https://www.rtve.es/play/audios/sicut-luna-perfecta/
SÁBADOS 08.00 HORAS Y DOMINGOS 8.30 HORAS
"Tras este título se esconde un fragmento de una pieza de canto gregoriano, repertorio al que está dedicado este programa de las mañanas de los sábados y domingos. Estilos, formas, repertorios afines y las voces actuales del canto cristiano litúrgico irán pasando sucesivamente, ordenadas según criterios históricos, funcionales y litúrgicos, sin olvidar aspectos pedagógicos, de pervivencia del canto y de sus transformaciones en siglos posteriores a su creación."
Ave Maria.
SALUDOS CORDIALES.
Gracias a Mariasol por dar otra opción.
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Jorge:
La hospedería es solo para varones.
"La misa en latín y el gregoriano atraen. Ayer con dos amigos a los que la nueva misa les sabe a muy poco vinieron en Madrid a la vetus ordo"
No creo que los Jerónimos de La Virgen de El Parral digan la misa vetus ordo.
Hace años estuve en una Eucaristía en la Iglesia de El Parral y fue en castellano y cara al pueblo. No creo que tanto me traicione la memoria.
A mi me gusta la misa en latín porque me recuerda mi infancia y juventud y ciertamente también aquí entra la nostalgia.
Pero creo que lo normal es que los hijos se dirijan al padre y hablen cuando están en familia en el lenguaje materno.
Las oraciónes de la misa son muy importantes y es muy conveniente entender cuando se dirigen y se invoca a cada una de las Personas de la Trinidad, y comprender que se les dice y como mejor entendemos es en el idioma en que soñamos, y tambien al expresar la contriccion
Para mí la misa en Latín, además de nostalgia tiene algo de la magia que veía y respiraba de los mayores, algo que no se entendía y se sentía mágico. También lo noto en canciones como el Tamtum ergo.
Pero esa "magia o magico" la sustituí según me hice mayir por la realidad mística que es la Eucaristía y la misa. Y el celebrarla en castellano me ayudó, a pesar de que entendía regular el latín.
También entendí que la intención de aquel Papa, español por cierto, que mando traducir la Biblia del griego y del arameo al latín, lo hizo porque era idioma que hablaba la mayor parte de los cristianos en aquella época, el vulgo, por eso se llama la vulgata, no porque el latín fuera más sagrado que el lenguaje en que se expresó Jesucristo.
El Evangelio y lo que la misa es, es inmutable; la forma en que se celebra y el lenguaje en que se predica no, y mejor se entiende y se celebra en el idioma materno.
Bien es cierto que si se traduce el testo del gregoriano, habría que adaptar la música y creo que perderia mucho.
El recogimiento y fervor de los monasteriios es muy profundo y una riqueza inmensuble para la igkesia, que no dusminuye un apice en el idiomma en que se celebre la Eucaristia conservando su riqueza litúrgica.
Es mi forma de pensar.
Magiici
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