Nos toman por bobos

Indudablemente. Más complejo es quién, pero tampoco es para tanto.

Ayer hubo un encuentro en Roma de TODOS los obispos españoles, incluídos auxiliares, con el santo padre para evaluar la visita canónica efectuada a nuestros sseminarios la pasada primavera. Cualquiera con un mínimo de sentido común pensaba que debía ser algo muy importante para que el santo padre convocara en Roma a todo el episcopado español. 

Pues por lo visto era para un rato de simple charleta sin mayores pretensiones, eso al menos podemos leer en la web de la conferencia episcopal española. 

¿Y para eso todos los obispos a Roma? ¿No se podían haber reunido por video conferencia o hacerse presentes los miembros del Dicasterio del clero en Madrid? ¿Me están diciendo que con la preocupación del santo padre por la austeridad y el medio ambiente se han gastado una pasta en viajes y encima lo que habrá supuesto de aumento de la huella de CO2? 

Vamos a ver si nos aclaramos. O esto ha sido una simple charleta entre amiguetes, con lo cual la presencia física de todos ha sido a todas luces un exceso económico, de tiempo y de contaminación, o era algo mucho más serio pero que se nos oculta a los fieles como si fuéramos incapaces de comprender, entender y ser conscientes de los problemas de nuestra Iglesia. ¿No somos sinodales, no estamos en la época de la transparencia y la corresponsabilidad? 

Pues eso, que nos toman por memos, por bobos, por niños sin conocimiento a la vez que nos hablan de corresponsabilidad, de construir juntos la Iglesia, de la importancia de todo el pueblo de Dios. Parece que solo para lo que interesa, porque los seminarios y los viajes los costea el pueblo de Dios, y los futuros curas serán sacerdotes para el pueblo de Dios con los que tocará colaborar, ayudar y lo que sea. ¿Y no podemos saber lo que pasó? Es que no pasó nada… ¿Entonces a qué fueron a Roma cuando estamos en tiempos de videoconferencias?

Mi impresión, la mía, es que nos toman el pelo con total desfachatez. El remate fue la buena noticia de que el santo padre tiene una salud excelente, vamos, que ni tose. ¿Entonces cómo es que se ha suspendido su viaje a Dubai? Con esto de la salud del santo padre que nos contaba exutante el cardenal Omella me basta para decir que no me fío y que nos toman el pelo.

Oiga, D. Jorge, que hay cosas que no se pueden contar. Ya lo sé, pero entonces que dejen de hablarme de transparencia total, sinodalidad fundamental y corresponsabilidad inclusiva.

El cardenal Omella ha hecho el ridículo más espantoso con lo de la salud de Francisco. Es lo que tiene ser más papista que el papa, y nunca mejor dicho. Y si nos toman el pelo con lo de la salud, imaginen el resto.