Misas mudas
Aunque nos diera un ataque de nervios.
Imaginen la propuesta. Durante un mes, por ejemplo, que los sacerdotes decidiéramos celebrar utilizando únicamente los gestos. No digo solo quitar moniciones y morcillas, que eso ya por descontado, sino que TODA LA CELEBRACION se haga en completo silencio.
Los sacerdotes corremos el grave peligro de trivializar los gestos y, a cambio, rellenar las celebraciones de verborrea inútil, absurda, teológicamente demasiadas veces herética, cansina e incapaz de salir de los lugares comunes. Por eso propongo lo del silencio. Para que nos toque el esfuerzo de marcar tiempos, signos, realidades y el núcleo de la eucaristía simplemente con gestos.
Imaginen el acto penitencial del inicio de la misa. En lugar de estar dos minutos de introducción autorreferencial diciendo que somos pecadores, cosa que ya se sabe por definición, a ver cómo expresamos la necesidad de pedir perdón. Ahí podríamos utilizar gestos corporales, golpe de pecho, mirada a lo alto, cabeza baja.
Tampoco necesitaríamos otra monición, teológicamente peligrosa, sobre lo que es la consagración y lo que va a pasar en ese momento. Cualquier ateo recalcitrante y con menos formación católica que Socio, si en un momento determinado ve que la gente se arrodilla, el celebrante se inclina ante el pan y el vino, lo eleva y mientras suena una campanilla, ya sabe, sin moniciones ni gaitas, que ahí está sucediendo algo gordo.
A lo mejor les parece algo disparatado. Yo les invito a repensarlo.
No hay nada más falso y menos comunicativo que las palabras. Sí. Lo que más comunica, lo más fiable son siempre los gestos. Cuando sugiero misas en completo silencio, que como experiencia no estaría mal, lo que reivindico es la desnudez de complementos en forma de pancartas, símbolos, ofrendas interminables, moniciones insulsas y adornos varios para destacar sencillamente lo fundamental, y hacerlo, sobre todo y por encima de todo, dando fuerza a los signos y los gestos.
Hoy no quiero extenderme más. Piensen, sacerdotes y laicos, si no tengo, al menos, un poco de razón.
67 comentarios
Pero solo pelín.
Desde luego estoy de acuerdo en que sobran moniciones (las sufro todos los domingos) y propagandas añadidas en misa (de Cáritas, por ejemplo). Y sobran cambios del Misal: se añaden palabras que no están, se quitan palabras que sí están y se cambian palabras que están por otras que no están (por experiencia propia lo digo). Y faltan gestos del celebrante (vestido adecuado--casulla--, lavado de manos o genuflexión tras consagración) o cambios (partir el pan en la consagración).
En fin, que no hay que exagerar. Yo no lo he hecho ni lo más mínimo.
Esos gestos también sobran.
Alguno se sentiría desnudo...o más bien se
des-cubriría des-nudo.
Lo bueno de descubrirse desnudo es darse cuenta de que "algo" no marcha bien.
Creo que habría que tener localizados des- fibriladores cerca; lo del silencio hoy casi es extraterrestre.
Ave María Pater!
¡Ave María, padre!
"Si alguno dijere que el rito de la Iglesia romana por el que parte del canon y las palabras de la consagración se pronuncian en voz baja, debe ser condenado; o que sólo debe celebrarse la Misa en lengua vulgar; o que no debe mezclarse agua con el vino en el cáliz que ha de ofrecerse, por razón de ser contra la institución de Cristo; sea anatema."
Concilio de Trento, sesión XXII del 17 de septiembre de 1562, canon 9 sobre el santísimo sacrificio de la Misa.
A LOS CONSERVADORES OS FALTA GALLARDIAS Y VALENTÍA PARA LLAMAR A LAS COSAS POR SU NOMBRE
sofía: muy bueno.
¡Ave María, padre!
Ps. El uso de palabras en mayúsculas en los chats y/o bitácoras de internet se entienden como gritos.
Yo nunca leo un comentario escrito todo en mayúsculas.
¡Ave María, padre!
Así que el acto de constricción, además de gestos quizás pudiese incluir algunos ayes, lágrimas.
Efectivamente, muchas veces las palabras sobran.
Su Ave María, padre.
Cuantos digo conservador hago referencia a los sacerdotes y obispos que van de tradicionales (dígase el padre Jorge por ejemplo) pero conservan la Revolución del CVII aún queriéndola vestir de tradición. Lo que expone el padre Jorge de quitar palabras y verborrea y sustituirlas por signos mudos es justo precisamente de lo que está lleno el rito de la Santa Misa Católica de Siempre, la Tradicional. Rito que los "modernistas conservadores" defienden en apariencia pero nunca celebran. No se si ahora se entiende mejor.
Breve:
Reconozca que sí leyó el comentario pese a estar en mayúsculas. Es como si pongo "Tonto el que lo lea" y ya has llegado tarde.
No entiendo que con tantas ocurrencias no se le ocurra algo para llenar sus tres iglesias encomendadas. O al menos alguna para empezar.
O como mínimo generar aguna idea para ir al encuentro de sus feligreses. Ya que ellos no vienen, ir usted a ellos.
A lo mejor quienes no hacen caso a sus críticas seguirían su ejemplo.
Ejemplo callado, que en eso está ahora, ni siquiera signos, hechos.
No sea que tanto se preocupa de otros, que los suyos los que le encomendaron, los que usted no solo aceptó sino que pidió, perdiditos se queden.
Aunque nada más sea como excepción, para sorprender, diga algo positivo que se haga en la Iglesia y alabe generosamente a la jerarquía.
Porque a sus cardenalas y a sus cardenales, que también los tuvo, de "La Beata" asustaditos nos tiene, más bien alarmados.
No hay día que nos veamos que no lo comentemos preocupados: Pero que puede haber pasado para que haya cambiado de esta mabera?? Es que no soy capaz de leerle. Pues yo sí, seguiré, que bien dispuesto le tuvimos cuando le necesitamos.
Consultado Monseñor Casalotodo sobre los gestos y la gestualidad cree prudente mencionar que únicamente se puedan usar los gestos "previstos" por la liturgia y no cualquier gesto que se les ocurra a los creadores de "ideas" o que cumplan el precepto "hagan lío".
Si el silencio es salud solamente los gestos "buenos y permitidos" serán bien recibidos.
El gesto vale mas que mil palabras dice el refrán por eso hay que ser más que cuidadoso con la gestualidad...sobre todo al darse la paz...
— El nuevo cura recién toma posesión de la parroquia sube al púlpito haciendo la preceptiva homilía… hace un descanso de 5’ y continúa otros 25’ explicando las bondades de nuestro Señor y su plan pastoral…
Terminada la misa y en la sacristía mientras el acólito guarda los vestidos litúrgicos le pregunta…
— ¿Te gustó la homilía?
— Si padre, vi claramente el poder del Señor, alegró mi alma.
— ¿Que te iluminó, donde viste la santificante Gracia?
— Pues padre, !entre la primera y la segunda parte!
😂😇
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… El sacerdote eleva la voz para advertir al pueblo que se una con más intimidad a una oración que le concierne especialmente [“Nobis quoque peccatoribus”, y a nosotros, también pecadores]; mas en breve entra en el misterioso silencio del canon que aún no está terminado.”
Anónimo, “La Santa Misa”, ed. Rialp, Madrid, 1975, pp. 261 y 313.
Edición presentada por el arzobispo de Valladolid don Ángel García.
De autor desconocido, escrito a mediados del siglo XIX, este libro es un tratado dogmático sobre la Santa Misa, de doctrina clara, gran precisión y rigor histórico, y penetrado de unción sobrenatural.
Por ejemplo, cómo echo de menos que después de la Consagración haya un sabroso momento de silencio, para ayudar a la contemplación del Misterio que se acaba de hacer presente en el Altar. Otro momento de silencio obligado, sería después de recibir la Sagrada Comunión.
… El sacrificio de la Misa es realmente el sacrificio de la Cruz y la Santísima Virgen asistió al sacrificio de la Cruz. ¿Cómo lo hizo? Asistió en silencio. ¿No es acaso por este motivo que, cuando el sacerdote ha pronunciado los hermosos prefacios que introducen al corazón del sacrificio de la Misa y que conducen, en cierto modo, al Sinaí como a Moisés, estando en la nube donde está la presencia divina, el pueblo guarda silencio?
Mientras el sacerdote ofrece el sacrificio y pronuncia las palabras sublimes del Canon, que proviene en gran parte de los orígenes mismos de la cristiandad y, en su parte esencial, de Nuestro Señor en las palabras de la consagración, el pueblo permanece en silencio.
¿Qué significa este silencio? ¿Es un silencio de indiferencia? Desde luego que no, por lo menos para la Santísima Virgen. … Al oír las palabras de Nuestro Señor en la Cruz, adoraba en silencio el gran plan de la Redención. Adoraba en silencio el plan que se realizaba ante sus ojos y ciertamente compartía los sentimientos de su divino Hijo.
Creo que tenemos ahí una lección para nosotros, para vosotros, mis queridos fieles, que asistís al santo sacrificio de la Misa: compartid los sentimientos que se expresan en el Canon de la Misa y que nos elevan al Cielo, uniendo realmente la tierra con el Cielo y el Cielo con la tierra.”
Arzobispo Marcel Lefebvre, homiliía en Saint-Michel-en-Brenne, 17 de marzo de 1989, en “La Misa de siempre”, ed. Voz en el Desierto, México, 2012, pp. 123 y 124.
Lo que sería de tontos es no ver que el comentario está escrito en mayúsculas. Y el si es sin tilde porque es condicional, no afirmativo. Lo contrario es de poco listo.
Pero por mí no se corte.
¡Ave María, padre!
¡Ave María, padre!
¡MUY cierto!. 🤔
Pues creo que eso ayudaría mucho durante la Celebración Eucarística, para lograr disponer el alma {Vida} de una manera integral, {En mente, cuerpo y espíritu. 🧬} y en consecuencia., todo se llevaría al cabo con una mayor atención al Milagro Eucarístico de Dios, y en Efecto, con un Mayor Provecho entre los pecadores para poder alcanzar la Salvación Eterna para todos dispuesta, por Jesucristo Nuestro Señor. ✝️♥️
Ave María. 🙏🏼
Mucha gente cree que la diferencia del Vetus Ordo y el Novus Ordo es que uno se celebra en latín y en otro en la lengua vernácula. En realidad, la gran diferencia es que en la Misa de antes abundaba el silencio y en la de ahora hay verborrea sin parar.
En el Vetus Ordo el acto penitencial se hacía de rodillas. El sacerdote entraba y, sin mirar siquiera a los files, se persignaba ante el altar y todos se ponían de rodillas a recitar el Confiteur. No había nada que explicar. Era evidente que estábamos reconociendo que somos pecadores antes de iniciar la celebración. Desde el Sanctus hasta la Doxología, el sacerdote pronunciaba todo el canon en voz baja. En el templo se podía oír pasar una mosca. Pero los files sabían que en esos momentos se consagraba, se ofrecía el Santo Sacrificio redentor de Cristo, se oraba por los vivos y difuntos y cada uno, en recogimiento y silencio, se sumaba a la plegaria.
Las explicaciones sobre la liturgia son importantes, pero su lugar no está en la celebración, sino en la catequesis.
Rezo su Ave María.
“Participación” en la Misa no significa oír nuestras propias voces. Significa que Dios oiga nuestras voces. Sólo Él sabe quién está “participando” en Misa. Creo, para comparar las cosas pequeñas con las grandes, que yo “participo” en una obra de arte cuando la estudio y admiro en silencio. No hay necesidad de gritar.
Cualquiera que haya tomado parte en una representación teatral sabe que se puede vociferar en la escena con la mente en otro lugar. Si los alemanes quieren ser ruidosos, dejémosles. Pero ¿por qué deberían perturbar nuestras devociones?
Se entiende que “diversidad” es para los progresistas uno de sus objetivos contra la sofocante “Romanità”. Que se la permitan a los católicos ingleses.
Soy ya viejo pero era joven cuando fui recibido en la Iglesia. No fui atraído en absoluto por el esplendor de sus grandes ceremonias -que los protestantes podían falsificar bien. De los extraños atractivos de la Iglesia que más me atrajeron fue el espectáculo del sacerdote y el monaguillo en la misa rezada, subiendo al altar sin echar una mirada para descubrir cuán muchos o cuán pocos fieles estaban allí; un artesano y su aprendiz; un hombre con una tarea que sólo él estaba cualificado para cumplir.
Esta es la Misa que yo aprendí a conocer y amar. Dejemos desde luego a los ruidosos que tengan sus “diálogos”, pero que los que valoramos el silencio no seamos completamente olvidados.”
Evelyn Waugh, “Changes in the Church”, carta al director publicada en el “Catholic Herald” el 7 de Agosto de 1964, en “The Essays, Articles and Reviews of Evelyn Waugh”, Penguin Books, 1986, p. 630.
Además las comunidades cristianas primitivas, sobre todo las greco cristianas seguidoras del apóstol San Pablo, eran carismáticas, seguro que sus celebraciones no eran silenciosas.
No conviertas en dogma de Fe, lo que son costumbres concretas de una época concreta.
Considera ahora cuáles deben ser tu modestia, tu atención y respeto, si quieres recoger de los misterios divinos los frutos y beneficios que Dios se digna conceder a los que asisten a ellos con un exterior devoto y sentimientos religiosos.
... Si tanta era la veneración con que se celebraban los sacrificios del Antiguo Testamento que, al fin, no eran más que una sombra y simple figura del nuestro ¿con qué respeto, con qué devoción y religioso silencio no debemos asistir a la celebración de la Santa Misa, en que el Cordero sin mancha, el Verbo Divino se inmola por nosotros?"
San Leonardo de Porto Maurizio (1676-1751), "El tesoro escondido de la Santa Misa", ed. APC, México, 2009, pp. 55 y 56.
El importante en la Misa es Jesucristo, no el sacerdote.
Los católicos ingleses vieron que su señal de identidad con respecto a los anglicanos, que era el uso del latín en la liturgia, se desvanecía, pero también es verdad que en estos cincuenta años una cantidad apreciable de anglicanos de la High Church se han pasado a la Iglesia Católica, de manera que el flujo no se ha detenido sino que ha aumentado.
Como se elevó un clamor entre la asistencia, se volvió para imponer silencio, subió los escalones del altar, se descubrió. Empezaba la celebración.
Lo digo porque es verdad, nunca en mi vida había asistido a una Misa tan conmovedora. Y sin embargo tan sencilla.
El Padre Pío actuaba siguiendo los ritos tradicionales. Pero recitaba los textos litúrgicos con tal nitidez, con tal convicción, se desprendía tal intensidad de sus invocaciones, sus gestos, aunque muy sobrios, eran de tal grandeza que la Misa adquiría no sé qué proporciones y se convertía en un acto absolutamente sobrenatural, lo que en realidad es y lo que precisamente hemos olvidado con frecuencia que es.
… En medio de aquella multitud, sólo se oía el murmullo de su oración. Era de verdad el intermediario de los hombres ante Dios, la extrema punta de la criatura finita ante el infinito.”
Testimonio de una Misa del santo Padre Pío por Wladimir d´Ormesson, que fue embajador de Francia ante la Santa Sede, en Yves Chiron, “El Padre Pío”, ed. Palabra, 1999, pp. 228 y 229.
D. Jorge: Suelo estar de acuerdo con sus artículos porque están llenos de sentido común, pero creo que exagera cuando habla de la poca formación religiosa de Socio, can de sacristía donde los haya, con un dueño que seguro ensaya las homilías en su presencia y casi tan famoso como el perro de san Roque.
"Durante un mes, por ejemplo, que los sacerdotes decidiéramos celebrar utilizando únicamente los gestos. No digo... sino que TODA LA CELEBRACION se haga en completo silencio"
Bueno... en vez de hacer propuesta para que lo hagan otros, que es poco serio, ¿Porque no lo hace Vd. en las tres parroquias que tiene encomendadas? y entonces, acompañando los resultados a la propuesta sería más convincente y más serio.
Pidiendo, previamente, permiso a su obispo a quien juró fidelidad, por supuesto.
También dice:
"No hay nada más falso y menos comunicativo que las palabras"
Es cierto que hay palabras muy falsas y muy inoportunas.
Pero cuando se quiere decir que un hombre es íntegro, lo más alejado de la falsedad, se dice que es un hombre de palabra.
La palabra y la escritura si es para provocar buenas palabras o buenos escritos es muy útil, si no pues no, puede ser nociva contraproducente.
Y el Verbo se hizo carne.
Dice:
Cualquier ateo recalcitrante y con menos formación católica que Socio, si en un momento determinado ve que la gente se arrodilla, el celebrante se inclina ante el pan y el vino, lo eleva y mientras suena una campanilla, ya sabe, sin moniciones ni gaitas, que ahí está sucediendo algo gordo"
En estos tiempos en que al poner a los perros al mismo nivel que al hombre, más que engrandecer al perro, se está degradando al hombre, debería ser más prudente al hablar de su perro.
Y lo que pasa en el momento de la consagración es necesario que se sepa lo que es, y no conformarse con saber que es algo grande.
Desde luego con sus ocurrencias no hay duda que entretiene al personal y consigue más "seguidores" que nadie.
Sí cre que es una manera eficaz de hacer apostolado y hacer Iglesia...
a) Las manos con las palmas separadas y abiertas hacia arriba es propia de los sacerdotes.
b) Los fieles siempre unían las manos entrelazando los dedos para orar
Les quedo agradecida si me dan respuestas veraces al respecto
"No conviertas en dogma de Fe, lo que son costumbres concretas de una época concreta"
Eso vale para usted.
Y no haga trampa. Tener carismas no tiene absolutamente nada que ver con la zalagarda protestante que hoy se conoce como "carismático".
Con el sofisma de acudir a una mítica Iglesia primitiva podemos llegar al culto sabaísta y más atrás.
La Iglesia primitiva no es tan mítica, existen fuentes escritas de santos.
Se leían textos de los apóstoles, el presidente exhortaba a los presentes a seguir el ejemplo de los apóstoles y a mantenerse fieles en la Fe, los presentes entonaban alabanzas y glorias a Dios, y se daban mutuamente el saludo de La Paz (eso que tanto os molesta a algunos), luego se celebraba la eucaristía.
Vamos que de silencio sepulcral poco, expresaban su alegria cristiana y su amor mutuo, la buena nueva los había liberado de las cadenas del paganismo, eran iguales, fueran judíos o gentiles, amos o esclavos, hombres o mujeres, no había bancos preferentes para los ricos y poderosos y el celebrante no era un ser distante que les daba la espalda, engalanado con costosas vestiduras y al que no entendían, porque susurraba con voz apenas audible.
Pero para gustos se hicieron los colores, usted prefiere una misa en una catedral gótica en el siglo XIV, pues yo estaría más a gusto en las catacumbas.
En España, por ejemplo, miles de sacerdotes de la Hermandad Sacerdotal suplicaron a Roma que se les permitiera seguir celebrando la Misa de su ordenación, el inmemorial rito romano, en latín.
Bastó una negativa escueta y desabrida, firmada por el infame Bugnini en nombre de Pablo VI, para que todos se sometieran sin que ninguno se atreviera a desobedecer. Pesó mucho la costumbre de aquellos beneméritos sacerdotes, muchos de ellos capellanes o hasta combatientes de la Cruzada, de obediencia completa al Papa y hasta también, en lo político, a Franco.
En cambio en Francia fueron muchos los sacerdotes que no se plegaron y siguieron celebrando la Misa de su ordenación, a pesar de presiones y sanciones. No sólo el más conocido arzobispo Lefebvre, sino muchos curas de pueblo y personalidades como los dominicos Calmel y Guerard des Lauriers o los abates Coache y Doulac, apoyados por muchos laicos encabezados por Jean Madiran.
Pesó mucho, al menos en lo sociológico (no en lo doctrinal), la historia de la Iglesia francesa frente a Roma, tan antigua como el galicanismo o en cierta medida el jansenismo, pero también la tragedia mucho más reciente de la condena de la Acción Francesa.
En Francia desde la ley de separación de 1905 los católicos estaban acostumbrados a sostener económicamente a sus sacerdotes. Llegada la crisis litúrgica y doctrinal del posconcilio, los sacerdotes fieles a la Tradición contaron con el apoyo de muchos laicos que aseguraron el sostenimiento del culto tradicional y el alojamiento, manutención y demás gastos de sus sacerdotes.
En cambio en España con arreglo al régimen concordatorio desde el siglo XIX, en vigor en el Estado católico de Franco, era el Estado el que sostenía el culto y a los sacerdotes. Los católicos de a pie no estaban acostumbrados a actuar al margen de ese régimen. De manera que, llegada la crisis litúrgica y doctrinal del posconcilio, para los sacerdotes fieles a la Tradición pasar a la resistencia representaba también un grave problema de subsistencia.
A comienzos de los años 70 del pasado siglo, cuando niño, acompañé a mi padre a visitar, una tarde de verano, a un anciano sacerdote que vivía retirado en una casita a las afueras de la capital de provincia.
Había sido muchos años párroco de pueblo y mi padre le había ayudado muchas veces a misa (tradicional, sobraría decirlo).
Tenía en su habitación un pequeño altar frente a la pared y allí seguía ofreciendo la Misa de su ordenación, pues nunca aceptó el Novus Ordo.
"Yo a mi Señor no le doy la espalda", nos dijo.
Y me dejó una profunda impresión que después de cincuenta años no he olvidado.
Hace unos años estaba de moda la terapia "postural", y es que la postura que adoptamos influye mucho en nuestro ánimo y en nuestra actitud mental. Una persona deprimida se la ve en su postura, así como una persona alegre... incluso se puede usar la postura del cuerpo y gestos como la sonrisa como terapia para cambiar el estado de ánimo.
Los ejércitos lo saben y por eso obligan a los soldados a ponerse firmes y a elevar la barbilla. Asímismo lo saben los diplomáticos y las costumbres caballerescas, no es lo mismo levantarse que quedarse sentado, besar la mano que hacer un gesto con la cabeza, comer de una manera educada ó con gestos feos, etcétera y etcétera.
Por eso los que dicen que los gestos y las formas "no importan" y que son como una falsedad porque lo importante es exclusivamente lo "interior", y aducen como motivo supuestas hipocresías de casos puntuales, en realidad están siguiendo la agenda de los desmoralizadores y demoledores, y llegamos a esos hechos que nos producen tanto dolor como la comunión en la mano, quitar reclinatorios y no arrodillarse, mirar al pueblo en lugar de mirar hacia Dios, gente en chancletas y pantalones cortos, hablar dentro del templo, desprecio del latín y de las vestiduras tradicionales y solemnes, y tantas y tantas cosas en nombre de una falsa naturalidad ó una pseudo "democracia" de las formas.
En efecto, tal como nos dice en su artículo es un gran experimento quitar las palabras y dejar sólo los hechos, para que observemos y nos demos cuenta de cómo es una liturgia y cómo es otra, de cómo es una Misa hecha de una manera ó de otra... porque se habla también con los gestos, y todo está interconectado, lo "interior" y lo "exterior", y las conexiones son en los dos sentidos.
Algunos no quieren vestirse con sotana y van de paisano (por lo de la naturalidad), cuando el hecho de que te llamen "padre" por ser sacerdote ó que se respete la Autoridad sacerdotal es igual de "físico" y de "externo" que llevar sotana. Nos han desmoralizado... no nos dejemos.
...creo que más que un problema de dinero fue un tema de obediencia. Un sacerdote de la Hermandad Sacerdotal de entonces no hubiera pensado en el dinero con estos temas, pero sí en la obediencia (a su obispo y al mismo Papa).
Lo que sí es muy posible es que la Iglesia española fuera especialmente obediente al Papa y a la jerarquía, y por lo tanto fue la obediencia lo que explica que una Iglesia tan tradicional como era la española en esos tiempos se "adaptara" a los cambios tan rápida y drásticamente... a la fuerza ahorcan (como dice el refrán), aunque no gusten los cambios, si quieres someterte a la obediencia dentro de la Iglesia de Cristo.
Un tema difícil, en el que actúa la conciencia por un lado y la obediencia por el otro... son pruebas que nuestro Señor pone a Su Iglesia, y son pruebas difíciles, y con muchos temas de conciencia. Una purificación muy dura que en mi opinión coincide con la visión de León XIII.
Yo nací en el post concilio VII. Todas las Misas a las que he asistido, ejercido como lector y acolitado en algunas han sido Novus Ordo Missae. Defiendo y siempre defenderé el Vetus, el modo extraordinario porque es pura Tradición y por los millones de santos que ha dado la Iglesia con este modo extraordinario. ¿Cree Vd. D. Fernando que el Novus Ordo es una Misa de segunda respecto del Vetus? ¿Cree Vd. que el Vetus es Misa y el Novus, no?
Perdone por el asalto, pero la intransigencia de algunos vetusianos respecto del Novus ya pasa de castaño oscuro. Para mí SS. Benedicto XVI lo bordó.
Gracias por anticipado.
¡Ave María, padre!
Yo también nací en el post concilio, y he conocido la Misa tridentina hace unos pocos años, y coincido con su análisis sobre la vetus ordo, es una maravilla que es pura tradición y millones de santos lo han sido con la Misa de Trento (que viene de la Misa que hacían los Papas en los primeros siglos de la Iglesia, aunque se unificó y se codificó en Trento).
Es claramente mucho más solemne, rinde un culto a Dios mucho más explícito, se evidencia el eterno Sacrificio de Su Sangre y de Su Carne con mucha más exactitud, y refleja a la perfección todas las verdades de la fe Católica (presencia real de Dios, adoración y culto máximos, etc).
Sin embargo, la nueva Misa es válida y legítima (especialmente cuando se reza el Canon Romano, ya que las otras plegarias eucarísticas tienen una continuidad con la Liturgia milenaria mucho más ténue que el Canon Romano, e incluso en algunas partes hay ciertas polémicas con alguna de las plegarias, aunque tampoco he profundizado sobre el tema).
Resumiendo el asunto, como me decía un amigo muy de Iglesia, la Vetus Ordo sería como el jamón de jabugo de alta calidad (ó cualquier otro alimento de lujo), y la Novus Ordo sería un alimento válido y legítimo pero sin la excelsitud del Vetus Ordo... valga como metáfora.
Creo que con la modificaciones del padre Isidro Puente (Ofertorio antiguo -que se puede usar en la Novus Ordo-, Canon Romano en voz baja, celebrando Ad-Orientem, quitando la posibilidad de "creatividades" y vacíos, uso del latín en algunas partes, uso de reclinatorios para comulgar y quitando la comunión en la mano, y otros detalles importantes), entonces la Novus Ordo estaría en mucha más continuidad con la Misa de siempre, en la que coincide plenamente la Lex Orandi y la Lex Credendi, ya que es más que evidente que estamos ante el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, segunda Persona de la Santísima Trinidad encarnada en Hombre.
En mi opinión en el futuro podrían convivir una Novus Ordo reformada (que estaría en total continuidad con la Liturgia milenaria) y a la vez la Vetus Ordo, a elegir por el pueblo fiel, pero usando la Misa Tridentina para las grandes ceremonias, las Misas principales, etc.
El ofertorio del novus ordo es perfecto tal como es.
Las críticas infundadas al novus ordo bien celebrado demuestran una falta de respeto que no favorece precisamente la respetuosa coexistencia de dos modos de celebración, ordinario y extraordinario, como pretendía BXVI como medio de enriquecimiento litúrgico y no de división.
No comprendo la suficiencia con la que los que asisten al vetus hablan del novus.
Si yo fuera al rito mozárabe no sentiría la necesidad de criticar el rito romano por sus diferencias.
Cada cual que vaya a las celebraciones que prefiera, siempre que estén permitidas y ajustadas a las rúbricas.
Y desde luego que las misas novus ordo son válidas y legítimas, pero son mucho más que eso, son tan misa de siempre como todas las misas desde la última cena y las descripciones de San Justino hasta el día de hoy y su significado teológico es el de siempre.
Tienen el valor infinito que toda misa tiene, con todos los distintos aspectos que Jesucristo quiso que tuviera.
No me dirijo a nadie en particular sino a todos en general. Alguien tenía que decirlo en un post en el que desde el principio ha habido vetusordistas sacando los pies del plato - alguno a gritos.
En líneas generales coincido con Vd. De hecho yo voy a seguir asistiendo al Novus.
Simplemente quería conocer la opinión de un hombre que me parece cabal. Y creo que su respuesta lo es.
Si a Vd. le parece todo perfecto en el Novus. Yo discrepo por algún cura que pide aplausos por un cumpleaños con el sagrario y el Santísimo a su espalda o porque no haya reclinatorio para comulgar o porque el rito de la paz se convierta en un correcalles.
Pero eso no impide el milagro de la Transubstanciación aunque el cura pueda ser un bacalao.
¡Ave María!
Yo voy a Misa Novus Ordo todos los días, salvo uno o dos días a la semana a que voy a la Misa Tridentina. La tengo más lejos, pero me merece totalmente la pena.
Obviamente procuro escoger Misas donde no haya abusos (también en ocasiones hay algunas homilías y preces que realmente duele oírlas), pero en las grandes ciudades hay muchos templos y parroquias donde escoger, gracias a Dios.
Por lo demás me remito a mi anterior comentario.
Un saludo y ...sin pecado concebida!
A ud que tan preocupado por la Gramática se le ve , hasta el punto de corregir a otro comentarista por no poner tilde en un “si” , permítame , sin acritud , decirle que debería repasar un poco más su propia escritura y aprender a puntuar mejor .
En su comentario , sobra ese punto que ud mete entre “Novus y Yo discrepo “ pues está ud cortando la frase por donde no debe. Mejor una coma y el “ yo “ con minúscula .
Como ve , cualquier escribano echa un borrón , incluido ud y , por eso mismo , en estos comentarios es mejor no ser los Pepito Grillo de la Gramática pues no todo el mundo es filólogo y cada cual se expresa como mejor sabe o puede .
Es la primera vez que veo su nick en este blog y sin embargo su estilo me suena familiar: Qué cosas!
No me vaya a reñir por la falta de admiración al principio de la frase: es culpa del móvil.
Si esa afirmación es falsa, habrá que hacerlo constar.
En otras casos se entiende y no hace falta insistir.
No, no sobra.
Se le corrigió por pedante y es por tildar un si condicional.
Eso le pasa por meterse donde no la llaman.
Zapatera a sus zapatos.
Aplíquese el cuento en ambos casos y mírese el ombligo antes de corregir a los demás . Lo suyo no es la ortografía . La pedantería, sin duda, sí lo es .
Yo a ud no la he mencionado en ningún momento . Será porque sus escritos me habian pasado desapercibidos . Gracias por la lecciòn pero , créame , no la necesito
Ah , y el mòvil nunca tiene la culpa si se sabe manejar bien . Un saludo
No he dicho que la liturgia novus ordo se respete perfectamente en todas las iglesias.
Pero cuando hablo del novus ordo me refiero a la liturgia según las rúbricas y no a las ocurrencias de un cura o a las incomodidades de una iglesia.
Ave María
Yo considero que manejar bien el móvil es utilizar el teclado que te resulte más conveniente, en conjunto. Y si tiene deficiencias - el teclado, el móvil o la persona falta de entendenderas que no comprende el mensaje recibido - problema suyo.
Espero que este también le pase desapercibido, pero lo mismo me da que me da lo mismo.
Saludo y medio
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