Sínodo. Los datos son tercos
Si me equivoco, me equivoco. Desde el primer día dije que me parecía la nada sin sifón. Más aún, me parecía una tomadura de pelo, pero entiendo que uno se equivoca y pudiera suceder que realmente hubiera un clamor en la Iglesia universal pidiendo un sínodo y que la propuesta del santo padre fuera acogida con entusiasmo realmente indescriptible.
No se ha visto nada más jaleado, animado, promovido y fomentado que el sínodo de la sinodalidad. Mi impresión, por lo que hablaba con compañeros y podía leerse en las redes, malditas redes para algunos, es que no estaba interesando a nadie. Pero bueno, cosa mía y cosa de las malditas redes, porque parecía que la respuesta de la gente era más que satisfactoria, a pesar de que los datos que la misma Conferencia episcopal española ha ido ofreciendo dejaban entrever otras cosas.
Hasta el santo padre nos animó llegando a afirmar que este camino sinodal era la voluntad de Dios para nada menos que el tercer milenio, dándose la paradoja de que lo que decía el papa Francisco y lo que ha ido expresando el sensus fidelium del pueblo de Dios no tenían mucho que ver, porque siendo la cosa tan seria, voluntad de Dios para el tercer milenio, la gente no lo ha entendido así. Es lo que hay.
Pero vale. Impresiones mías. O no.
La clausura de la fase diocesana en Madrid ha puesto de manifiesto el interés de la diócesis por la consulta sinodal. Ninguno.
Ente ayer y hoy he podido conocer por las redes, malditas redes, la clausura de esta etapa sinodal en Segovia y Valladolid.
Valladolid. Según el último anuerio pontificio, 442.09 bautizados. 304 parroquias. Han concluido su fase diocesana del sínodo con un encuentro en el seminario al que asistieron unas 150 personas. Listos. Nada de convocatorias multitudinarias ni pretendidas exhibiciones de catolicidad, para llegar a la conclusión de que la Iglesia debe ser participativa, dialogante,tolerante y abierta al diálogo social, amén de otras cuñas progres que se preveían, si no se necesitaban o promovían.
Segovia. 147.755 bautizados. 339 parroquias. La infrmación que he visto es la que la propia diócesis ofrece en su cuenta de Facebook. La culminación de esta fase diocesana consistió en una misa celebrada en la capilla del Santísimo de la catedral. Si observan las fotos, ocho o diez sacerdotes concelebrando con el obispo y parece que escasísima asistencia de fieles en número y abundantísima en años.
El sínodo se ha promovido en las diócesis por “imperativo de obediencia", seamos claros, y porque hay que presentar números en Roma. Pero nada más.
No voy a seguir con este asunto. Solo espero que no nos sigan dando la matraca con la sinodalidad.
Rafaela es clara: mucho sínodo, pero nosotros sin misa.
41 comentarios
Y otra cosa es el sínodo de la sinodalidad, que no tiene sentido, y menos en pandemia, crisis de fe, guerra, mientras fuerzas anticristianas nos implantan la eutanasia, amplían aborto, atacan la familia y la escuela y se cargan la objeción de conciencia, con una crisis económica de fondo.
Los católicos practicantes se han esforzado mucho, primero contra la crisis económica, luego con temas provida y profamilia, también con inmigrantes y ahora refugiados de Ucrania, y con la gente dañada por el coronavirus y los cierres y ERES. Muchos se vuelcan en iniciativas de nueva evangelización, con jóvenes o con misiones.
Pedirles a estos, a los que ya son activos, que pierdan el tiempo en reuniones evanescentes sobre "sinodalidad" es absurdo: hay mil cosas más urgentes que hacer.
Los apóstoles con menos "sinodalidad" evangelizaron el imperio romano.
La "sinodalidad" tampoco la utilizó Javier, ni Teresa deLisieux, ni los misioneros de América, África y tantos otros en todo el mundo.
Fueron enviados a predicar la Buena Nueva: la redención de Cristo para salvación de las almas.
La misión estaba clara: "Id al mundo entero y predicad el evangelio a toda criatura" (Mt XXVIII, 19-20; Mc XVI, 15-18).
Cuando nos dedicamos a otras cosas, pasa lo que pasa.
Creo que estas cosas demuestran que los cristianos no somos de extremos, aunque nuestra propuesta se defina como #radical#, porque radical es el Amor de Dios por cada uno de nosotros. Ni aplaudimos pecados, ni machacamos pecadores. Pero la propuesta es clara.
En esto en concreto, tal y como lo veo, ni queremos ser un cero a la izquierda, los laicos somos riqueza en la Iglesia, ni queremos que se nos deje de predicar lo esencial, la Salvación de las almas y lo que conduce a ello desde hace 2000 años. Ahora mismo lo que urge es que vuelvan a predicar lo esencial. Que los sacerdotes que tenemos se dediquen mayormente a lo esencial, a la evangelización y los sacramentos. Creo que el "fracaso" muestra eso. Nuestros fracasos humanos son éxitos de Dios.
Pero hete aquí, que las preguntas estaban hechas de tal manera que solo podías decir lo que los sinodales quieren oír. Son unos artistas...
Así es. Tal y como estaba el cuestionario lo único que podías criticar es que la Iglesia no sea lo suficientemente ecológica, o acogedora de migrantes, o igualitaria, o comprensiva con los homosexuales.
Todo jerga sinodal, vacía y pegajosa. Ni una vez aparecía la palabra "Dios", ni "Cristo", ni "salvación", ni "pecado", ni nada por el estilo.
Un pregunta era "cómo crees que se pueden mejorar los sacramentos". A ver quién lo supera.
¿Como no nos van a tomar los obispos por tontos a los fieles o por corruptos, si el primero que lo hace ignorandonos es su jefe terrenal?
A) El apocalipsis climático que producimos nosotros y las vacas.
B) La falta de empoderamiento femenino en la Iglesia.
C)Necesidad de una nueva teología inclusiva.
D) La urgencia de crear nuevos sínodos con más frecuencia que las comidas de Antiguos Alumnos.
Sólo me ha respondido una comunidad cristiana escondida en Nigeria con una frase que al no saber su idioma no la entiendo.Pido ayuda por si alguien me la puede traducir:
"Vetanwa tumare Kulomba"
También gracias a @Pampeano. Ha sido usted certero y conciso al expresarlo tan brillantemente: «parece que no ha calado transformar aquello del "id a todo el mundo y proclamad el evangelio" por un "id a todo el mundo y preguntadle que evangelio quiere"».
"La pregunta fundamental que guía esta consulta al Pueblo de Dios, come se ha recordado en la introducción, es la siguiente:
"En una Iglesia sinodal, que anuncia el Evangelio, todos “caminan juntos”: cómo se realiza hoy este “caminar juntos” en la propia Iglesia particular? ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro “caminar juntos”?
Consultado Monseñor Casalotodo se manifiesta asombrado, en el sentido de ensombrecido, en sombra, densa sombra ante la profundidad Teológica de la pregunta.
Ontológicamente qué es primero, los pasos, juntos o caminar, caminar dando pasos juntos, paseando juntos por caminar, caminar por haber caminado a pasos, los pasos perdidos del caminar juntos.
Manifiesta que esto ya estaba inventado por los peripatéticos, los filósofos ya sea entre ellos o con sus discípulos debatían los pensamientos mientras caminaban alrededor de un patio, claro no salían del patio.
Advierte similitudes entre esa invitación tan cordial y tan solemne de juntos caminar sinodialmente como una situación peri patética, patéticamente hablando.
Comprende el caminar juntos como ejercitación física.
Sostiene que hay que ser cuidadosos en eso de hacer caminar juntos en las Iglesias particulares para evitar que los fieles se espanten, salgan caminando y no regresen, agravando la crisis ya existente.
Felicita el escepticismo general ante el llamado a caminar juntos sinodialmente porque observa que lo que quieren y necesitan los fieles excede, por donde se mire, el caminar, en tiempos de guerra, pestes, inmoralidad, ateísmo, abortos, eutanasia, persecuciones, comodidad burocrática eclesial cada vez más alejada de la realidad.
Pep. Lo tuviste en la punta del boli: Los sacramentos mejoran a nosotros cuando los mosenes nos dan la oportunidad de recibirlos con su necesaria presencia en la iglesia y no mientras están de manifa.
Con su Avemaría, D. Jorge.
No por nada sino porque supongo que será lo que finalmente se haga, como es natural.
Pues no ha habido manera
Seguiré con interés las sucesivas respuestas a su Cuestionario que pueda aún recibir.
Creo que hay un "hecho" que da idea de lo que le importa el Sínodo de la Sinodalidad al Papa, a sus colaboradores del Vaticano, y a los Obispos de la Conferencia Episcopal Española, y a sus colaboradores diocesanos.
En las fechas en que discurría la Fase Diocesana del Sínodo de la Sinodalidad, ha ocurrido un "acontecimiento" importantísimo: La Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María.
A mi entender, ese acontecimiento ha sido "providencial".
Y acontecimiento providencial en tiempo litúrgico de Cuaresma, y coincidente con la solemnidad de la Encarnación y durante la Fase Diocesana del Sínodo de la Sinodalidad.
Si tan importante es el Sínodo, ¿por qué no se presentó la Consagración de Rusia como un providencial refrendo del cielo al Sínodo de la Sinodalidad?
¿Acaso la convocatoria de los obispos a sus diocesanos a sumarse con él al acto de la Consagración en "comunión con el Papa" no tenía "ribetes" sinodales aprovechables?
¿Acaso no era una ocasión para "expresar sinodalidad eclesial"?
Los documentos papales de convocatoria a Sínodo de la Sinodalidad, ""Episcopalis conmunio", de 15-IX-2018 y Documento preparatorio de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, 07.IX.2021", hablan, reiteran, insisten en "comunión eclesial, comunión con Pedro..."... y llega el momento de celebrar un acto eclesial de comunión con Pedro, y ni el Papa, ni sus colaboradores ni los Obispos y los suyos, caen en la cuenta de que en Fase diocesana de Sínodo de la Sinodalidad, eso a que se nos convoca como Iglesia en comunión con el Papa, es un gesto sinodal, providencial. ¡Vamos, digo yo!, y reitero y ruego que se me corrija.
Resumiendo. O el Papa y los Obispos ven "sínodo de sinodalidad" exclusivamente en la reuniones para charlar y rellenar formularios, y la Sinodalidad que lleva ejerciendo la Iglesia dos mil años como Una, Santa, Católica y Apostólica, les importa un bledo.
Saludos cordiales.
Un ave María para ud. Dn. Jorge.
El rosario,que no falte¡¡¡
Datos del Sínodo: 602 grupos, 11.000 participantes.
Anuario pontificio sobre la diócesis de Madrid en 2019, 4.146.225 habitantes (3.316.800 católicos) y 2.605 curas y 406 parroquias.
Por tanto si los cálculos no fallan: 1,48 grupos por parroquia. Ha participado un 3,76% de la población de la diócesis (católicos y no católicos). Un total de 0,2 grupos por sacerdote.
Por otro lado sería interesante ir a tres parroquias distintas de Madrid a la salida y preguntar por el Sínodo... ¿Qué es? ¿Para que sirve? ¿Cuáles son las conclusiones?
Por otro lado. Si esto era para "hacernos salir y escuchar a los alejados"... ¿Cuantos alejados se han acercado a la Iglesia de verdad? ¿Cuántas conversiones han sucedido con este proceso sinodal? ¿Cuantos bautismos? ¿Van a crecer los matrimonios? ¿Cuántas vocaciones a la misión, a catequista o a la vida religiosa o al sacerdocio?
La gran pregunta, se hacía ya entorno al Concilio Vaticano II y éste trató de responder a ello: ¿Cuál es la misión de la Iglesia? ¿Pensar, repensar y escuchar y escuchar? ¿O hacer una propuesta de seguimiento y de vida para que el hombre sea santo y se salve?
no está mal incluso es necesario,pero porque
no funciona es la pregunta clave,porque los fieles no seguimos al Papa Obispos y Párrocos,no será que en la Iglesia hemos imitado al mundo y nos dedicamos a la crítica en vez de a la corrección
fraterna,la división es peor que una herejía lo que
ocurre es que criticar fuerte hoy en día está de moda
se sabe que un partido dividido fracasa en las urnas
no hay herejías pero hay división,el fracaso asegurado.Hay que meditar D.Jorge si criticamos
o hacemos corrección fraterna,mejor nos dedicamos a criticar al mundo,perdón por las
molestias Un saludo
Al que ve miedo donde solo hay hartazgo y desconfianza, que se lo haga mirar. Dios nos envió a Jesús y al Espíritu Santo. No hay pérdida posible.
Ya lo del Sínodo en general no deja de tener un notable tufillo "autoreferencial" (ombliguismo)
Pero celebrar un Sínodo sobre la sinodalidad supone padecer una "autoreferencialidad autoreferencializada" de muy difícil curación.
Parece todo de broma.
De mal gusto, eso sí
buena en la imaginación de ciertos despistados, en fin!
"Ninguno de los que se oponen ha sido capaz de explicarme el porqué de su oposición.";
ni me opongo ni tampoco apoyo a un sínodo absolutamente irrelevante que no va servir para absolutamente nada, solo será perdida de tiempo. por ende me da igual.
Yo hago el Sínodo de la Sinodalidad con ellos, rezo hacia las 11 de la noche, que son las 5 de la mañana en Pekín (actualmente Beijing), y siempre me pregunto cómo amanecerán y si habrán dormido siquiera. Aparte de eso todo bien, gracias.
Simplemente que cuando en el futuro se escriba la historia de la Iglesia en estos días nuestros va a ser difícil de creer que hayamos llegado a donde hemos llegado.
Por otra parte, la noticia que dice que la hoja web del Sínodo han colgado referencias elogiosas a casos de parejas homosexuales que adoptan niños parece que empieza a dejar en claro de qué va este sínodo sobre la "sinodalidad" o sea, de lo mismo que los otros que han habido recientemente.
De hecho, el relator del Sínodo, el Card. Hollerich, participa de esas ideas pro-homosexualistas, como es sabido.
Así que entre crítica y crítica al mundo, que siempre es necesaria y particularmente hoy día, viene bien darse una vuelta por la realidad eclesial a ver cuán creciditos están los dragones, no sea que nos traguen y no nos demos cuenta.
Saludos cordiales.
Me ha hecho usted pensar con su comentario. Creo que tiene toda la razón. Hoy en día si resucitase San Pablo sería muy poco sinodal y tendría todas las papeletas para ser misericordiado por el adalid de la misericordia sinodal.
La misión de la Iglesia no es "pensar, repensar y escuchar y escuchar".
Tampoco es hacer "una propuesta" de seguimiento (¿de Cristo?) y de vida (¿cristiana?) para que el hombre sea santo y se salve.
La misión de la Iglesia es la de Cristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida. Enseñar el Camino y la Verdad, llevarnos por el Camino, darnos la Vida. Por la predicación de la Verdad y por los sacramentos que nos dan la Vida.
No es "una propuesta", porque fuera de la Iglesia no hay salvación.
Sí, Padre Jorge: Los datos son tercos.
Porque gran parte de la Iglesia es terca, altanera y mundana.
Se ha cerrado en un cristo-centrismo anti-mariano.
La ambigüedad y el cinismo campean a sus anchas; mientras invocan a la Virgen de cuando en cuando, si es que la invocan, niegan y detestan sus Mensajes, desde La Salette a Fátima, desde el silencio que intenta sepultar en el olvido Su anuncio del triunfo de Su Corazón Inmaculado en el mundo, hasta las burlas del Papa Francisco sobre la frecuencia diaria de los Mensajes dados por la Virgen en San Nicolás, o sobre las citas convenidas por la Virgen con los Pastorcitos en Fátima.
Desde el Papa a los Pastores, a los sacerdotes y fieles. Pero ¿porqué esta hostilidad a la Madre de Cristo, Madre y Reina de la Iglesia? Porque combate contra el mundo moderno, contra las infamias del “primer mundo”, contra su orgullo imbécil y jactancioso, contra su imaginaria permanencia, a pesar de la humillación que el desafío de Rusia le ha provocado, a pesar de la derrota de la OTAN y del NOM que se cuidan de la amenaza de las armas nucleares.
Iglesia cómplice de la masonería que la infecta, de los que usufructúan, organizados en círculos, trenzas y mafias, las prebendas vaticanas, los OK de los poderes internacionales.
Iglesia de inútiles apocados y diletantes.
Incapaces de plantear un plan de evangelización de los ocho mil millones de hermanos que nos esperan.
Incapaces de responder con sabiduría y decisión a los llamados de Pío XII: “se puede y se debe restablecer la armonía primitiva”; ¿para qué? si no ven más allá del horizonte de una ciencia y técnica nihilistas, de una sociedad consumista, amanerada y acomodaticia.
Incapaces de concebir, crear y fundar la Civilización del Amor que profetizó Pablo VI, lo que supone dar de baja la moderna Babilonia que los alberga y satisface, y sustituirla por la gran familia de los hijos de Dios empuñando el arado con el señorío de soberanía que Cristo nos participa. “Es todo un mundo que hay que rehacer desde sus fundamentos” (Pío XII).
Estos detenidos por la acidia espiritual se retuercen ante los Mensajes desafiantes de María que anuncian una nueva Primavera de la Iglesia y de la humanidad y un nuevo Pentecostés que traerá ese incendio de amor que profetizó S. Luis de Montfort. “La noche que ha caído sobre el mundo y que oprime los corazones, tiene señales claras de un alba que vendrá a la que besará un sol nuevo y más esplendoroso” (Pìo XII).
Iglesia ENVASADA AL VACÍO, sin etiqueta que la identifique, sin color ni sabor.
¿Para qué? Para cohonestar y universalizar lo que se está haciendo en Alemania, bajo la apariencia de haber recogido un "sensus fidei" universal (pero teledirigido a través de votaciones y síntesis no revisadas, y de obsecuencias de los Obispos del "partido").
Y para comunicar una imagen publicitaria de iglesia democrática y avanzada ante este mundo tan mundano, que se regocija de ver una Iglesia tan como él.
Ave María, grátia plena, Dóminus tecum...
Ingresar a la Iglesia es como pasar por “una puerta que conduce a ninguna parte” (Chesterton).
No sabes si sales a una plaza, a un descampado, a una cancha de fútbol o …al páramo de las disoluciones del anti-ser, cuasi-ser o cuasi-nada.
Sales tal como entras, si no te desvalijan de tus certezas y esperanzas.
Buscabas luz y te ofrecen un pabilo apagado, un apoyo y responden con una mueca, un consejo e indican un logo, buscabas pan y te dan bizcochos o tutuca.
No entres por la puerta, entra por las ventanas altas, que no te vean, o por las paredes, que no te sientan.
Y dile a Jesús que te disculpe, que vienes a visitarlo, a hablar con Él y con Su Madre.
Sin que lo sepan, sin que te observen de reojo, de corazón a Corazón, de hijo a Padre.
Con palabras que digan algo, no fórmulas convencionales; no homilías indulgentes que Te presentan, Jesús, como un observador de la ONU, supervisor ficticio de infracciones canceladas.
Que te sientas escuchado, respondido, interpretado y obedecido.
Que te consuele saber que Tu Madre es recibida, amada, escuchada y ayudada en la Misión que le has confiado.
Ante Tu Presencia silenciosa deseo orar por el cese de orfandad en tu Iglesia, que sea colmada por el Espíritu Santo en el nuevo Pentecostés anunciado por nuestra Madre.
Que tus hijos nos dispongamos a asumir el señorío de soberanía que nos participas a fin de que el mundo sea transformado en un feudo de Tu Reino.
Que la Aurora de María irradie sobre la Iglesia, la humanidad y el universo la Luz de Tu Gloria que ha de transfigurarlo. Que se manifieste nuestro “hombre nuevo” que debe llevar adelante el plan de la Creación conforme al Discurso inefable que infundiste en todos los seres con Tu Palabra, Verbo Creador, Logos del Padre.
Entonces pasaremos por la puerta de la Iglesia, sabiendo que nos conduce, como a María, hermana de Marta, a “LA MEJOR PARTE”.
Es un pasaporte que nos permite apuntar y llegar lejos.
Si Arquímides de Siracusa (s. III a .d. C.) dijo: “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo” cuando estableció la ley de la palanca, los cristianos podemos decir: “no sólo el mundo, sino las estrellas y los espacios siderales”.
Porque Cristo nos aseguró: “si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: «Trasládate de aquí a allá», y la montaña se trasladaría; y nada sería imposible para ustedes» (Mat 17, 20).
Es el pasaporte que nos da la Fe, palanca del señorío de soberanía que Cristo nos participa y nos hace invencibles, aún después de esta vida.
Cristo manda sobre los ángeles, los hombres, los mundos y los abismos. Rey del Universo, Creador y Redentor de todo cuanto existe.
“El existe antes que todas las cosas y todo subsiste en él. El es también la Cabeza del Cuerpo, es decir, de la Iglesia. El es el Principio, el Primero que resucitó de entre los muertos, a fin de que él tuviera la primacía en todo, porque Dios quiso que en él residiera toda la Plenitud. Por él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz” (Col 1, 17-20).
Desde ese momento no tenemos nada de qué temer ni dudar.
Aún cuando el mundo girara en sentido contrario, tenemos el poder para volverlo a sus quicios.
Nos ahogamos con frecuencia ante cuestiones que están en nuestras manos el resolverlas. Pero debemos crecer en la Fe.
El mundo moderno ha entrado en el cono de sombra de la apostasía, es decir, de la pérdida de la Fe, a causa de la rebelión diabólica del racionalismo irracional-nihilista.
Este ha abierto las puertas a la disolución que obra el demonio, anti-ser, que odia la Creación por ser obra imagen de Dios, partícipe del Ser divino por la Palabra del Verbo Creador.
Ante una Iglesia tambaleante y un mundo a la deriva, debemos intervenir por medio de la Fe, tenemos el deber y el poder para hacerlo, otorgado por Cristo desde nuestro Bautismo.
Para esto viene la Virgen, enviada por Su Hijo, para tomarnos con sus Manos y levantarnos de nuestro desánimo. Para acrecentar nuestra Fe, fundamental en estos tiempos en que arrecia la tempestad.
Entremos en el Arca de María, allí Cristo nos dice nuevamente: “¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?”. Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma” (Mat 8, 26).
Echemos las redes, empuñemos el arado, pongámonos de pie, es inmensa la tarea que tenemos por delante.
Por lo tanto: ¡ANIMO!.
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