Vivir como Dios
Eso se decía o se dice aun refiriéndose a esa gente que vive estupendamente, y especialmente curas, frailes y eclesiásticos de cualquier grado. Eso se ha escuchado muchas veces: “ese, esos, viven como Dios”, a lo que algunos, con peor intención, apostillaban: “ya quisiera Dios vivir como ellos”.
Hoy traigo a colación esta frase tras la lectura del evangelio del día de ayer, que acababa con una admonición del Señor a Pedro: “Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios”. Pensar como Dios, vivir como Dios, actuar como Dios.
Vivimos en el mundo, pero no somos del mundo. Sin embargo, los afanes, las formas, las preocupaciones y estilos del mundo se nos cuelan en nuestra vida individual y en la vida de la Iglesia. Ya sabemos cómo es la sociedad, los valores que hoy imperan, las formas de salir adelante. Corremos el gran riesgo de vivir y hacer nuestros planes más que buscando lo que Dios quiere, respondiendo a los nuevos tiempos y a las exigencias del momento actual, preocupados de sobrevivir según los criterios de este mundo. A saber: garantizar la economía, sobrevivir en un mundo hostil, evitar ataques fuertes e ir tirando poco a poco. Nos equivocamos, y a las pruebas me remito. Llevamos años con esa táctica y los resultados no pueden ser más desalentadores.
Una vez más me he leído la carta a Diogneto, escrita muy posiblemente a finales del siglo II. En ella se recuerda que los cristianos aparentemente viven como todo el mundo: “no se distinguen de los demás hombres, ni por el lugar en que viven, ni por su lenguaje, ni por sus costumbres. Ellos, en efecto, no tienen ciudades propias, ni utilizan un hablar insólito, ni llevan un género de vida distinto… Viven en ciudades griegas y bárbaras, según les cupo en suerte, siguen las costumbres de los habitantes del país, tanto en el vestir como en todo su estilo de vida … toman parte en todo como ciudadanos … igual que todos, se casan y engendran hijos…
Pero… son otra cosa: “dan muestras de un tenor de vida admirable y, a juicio de todos, increíble … no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho … Son pobres, y enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo. Sufren la deshonra, y ello les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son maldecidos, y bendicen; son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor. Hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, al ser castigados a muerte, se alegran como si se les diera la vida…”
No se trata de planes pastorales, grandes documentos, ocurrencias fabulosas o ese eterno “a ver qué hacemos este año, a ver qué se nos ocurre”. Se trata de aprender a vivir como Dios, a pensar como Dios, a actuar como Dios siendo conscientes de que al hacerlo nos granjeamos la persecución y el descrédito.
Comprendo que para todos, empezando por un servidor, la gran tentación es vivir asumiendo de alguna manera los criterios del mundo. Total, nos decimos, así vive la gente y hay que sobrevivir, no vamos a ponernos rigurosos porque es contraproducente. Mejor dejar a la gente, hacernos los tontos y sobre todo que no haya enfrentamientos ni nos saquen en la prensa.
Nos equivocamos. Toca pensar como Dios, poner la confianza en Dios, predicar lo que manda Dios. Vivimos en donde nos toca, pero somos otra cosa. Y cuanto más nos contagiemos del espíritu del mundo, cuánto más intentemos vivir de acuerdo con lo que el mundo pide, exige y aplaude, peor para nosotros.
44 comentarios
Rezo un ave María por usted.
Me temo que algunos en el Vaticano o Alemania no son de esta opinión,
Leería el evangelio según el texto oficial, que, por el momento, es el de la Biblia de la CEE (Conferencia Episcopal Española), ¿no? Así que leería eso de «!Ponte detrás de mí, Satanás!...». No sé si hubo homilía después, pero ahora eso no viene al caso.
Eso de «Quítate de mi vista, Satanás, ...» parece que ha quedado obsoleto. Todas, pero todas, las homilías desde hace un tiempo comienzan explicando la nueva traducción, cosa que antes era innecesaria porque antes todo el mundo entendía el texto.
Es decir, que hemos vuelto a los usos más antiguos, más literales, en vez de traducciones más adaptadas, y resultan duras para el oído y para la inteligencia.
Eso de «...paz a los hombres que ama el Señor» ya lo criticó hace años D. Julián Marías.
"Este es mi Hijo amado escuchadle."
Y tenemos el complemento de las palabras de nuestra Madre en Caná.
"Haced lo que Él os diga."
Ahí queda resumido como vivir la vida católicamente.
Ave María
Además su vida ejemplar era causa de admiración entre los paganos. A saber cuántas conversiones con su ejemplo de vida consiguieron sin escribir un solo documento sobre Dios.
¡Bendito sea para siempre y para todos su ejemplo!
vade retro
Loc. lat.; literalmente 'vete atrás, retrocede'.
***
En cualquier caso, mi primer comentario fue sobre lo que debió ser la lectura del evangelio y lo que en el Blog se dice que fue la lectura del evangelio. Yo diría que no cuadra. Y el comienzo de mi primer comentario con el «bueeenooo...» era para señalar que no iba del todo en serio.
En los comentarios se ve la habilidad que tenemos para "llevar el ascua a nuestra sardina" y tergiversar.
Alguien dice: "Necesitamos buenos pastores para que no nos devore el mundo" Y esto es muy cierto pero... parece que leyendo... leyendo... algunos comentarios, lo que luego queremos, es que sean pastores a nuestros gusto, que nos den la razón a nosotros y condenen, con la máxima energía y contundencia, a los que piensan de forma diferente. Sin compasión. Si no lo hacen así, les menosprécianos o demostramos la poca consideración que los tenemos, nombrándoles como se nombraría a cualquiera por su nombre a secas o por su apellido, o con el insulto sin rodeos.
Se apostilla en otro escrito:: "Vivimos en el mundo y no somos el mundo" imposible ser más cierto pero...vuelve la apostilla "Me temo que en el Vaticano o en Alemania no son de esta opinión". O sea se... que este escrito no va con nosotros... lo tenemos superado... y le utilizamos para condenar a otros. "El Condenador" parece ser que puede ser como se llama al Maligno y en el Vaticano tienen que tener cuidado con que no entre el Maligno ¿Es que nosotros estanos vacunados? Malo el que se lo crea.
Al final deriva en que si Jesús dijo apártate de mi, ponte detrás de mi, o retrocede. Y ¿Cómo perder la ocasión de seguir a lo que parece ser el gran problema: Misa en latín o en castellano. Que no que no es eso a lo que va el escrito del P-Jorge, en mi opinión es mucho mas profundo, llama a la conversión, primero a la personal luego... Dios dirá.
Lo importante es que el estupendo articulo nos sirva como piedra arrojadiza contra los otros; porque, hasta los que presumen de amar la tradición, eso de hacer examen de la propia conciencia a la luz de un testo, pues... como que no se lleva, esto es ser muy tradicionales . En esto podemos pasar de la tradición, como de todo lo que nos interpela.
¿Nosotros cambiar? No hay de qué.
Quien tienen que cambiar son los otros. Y por supuesto la jerarquía, pues son buenos pastores si nos llevan a las verdes paraderas que nos gustan, si nos conducen por las veredas que nosotros elijamos.
Podemos leernos todos los textos que nos indiquen sobre como celebrar la Santa Misa o escritos y más escritos de la disciplina eclesial si nos sirven como argumentos para condenar.
Pero el pequeño escrito sobre las Bienaventuranzas o la Ultima Cena, según los cuatro evangelistas, pues no, que nos compromete y no nos deja tirar piedras contra nadie y encima lavar los pies a los otros. ¿También a los judas? Pues sì.. se siente. Y esto es no ser del mundo y a mi me cuesta un montón. Porque he caído en la cuenta que mi salvación o condenación, por lo que yo debo aportar a ello, seria muy fácil si dependiera de misa del VO o del NO.
Vamos las que hiciera falta, de frente de espaldas o de lado.
Pero no no es eso... no es solo eso. Es estar en el mundo como todos... menos en el pecado, en los tradicionales pecados capitales, que se pegan como lapas.
Y es que la tradición tiene lo suyo. La tradición de la Santa madre Iglesia, cuya cabeza es el Papa.
Es la Eucaristía la que nos transfigura en Cristo, de tal modo que ya no vivimos nosotros, sino Él en nosotros!
Entonces todo lo vemos con la nueva mirada que proclama el padre Javier:
"Así es como se ve todo de otra manera y por tanto se vive como Dios quiere, celestial, sobrenaturalmente aquí y ahora"
"A saber cuántas conversiones con su ejemplo de vida consiguieron sin escribir un solo documento sobre Dios".
Una perla lo suyo Pablo.
Como para profundizar...
Ave María.
La traducción bíblica más literal que conozco es la Biblia de Ferrara, hecha en esa ciudad por judíos sefardíes expulsados de España, yo tengo un facsimil y no hay quién lo entienda.
Ya tiemblo con las chorradas de principios de curso: reuniones interminables para fijar el calendario de reuniones, para fijar los objetivos de dichas reuniones; para establecer prioridades, para hacer un plan por áreas, parroquial, arciprestal y diocesano; para revisar la revisión; para actividades que poco tienen que ver con evangelizar (parecemos centros cívicos en vez de parroquias), chorradas y más chorradas.... Y todo eso a costa de dejar aparcado el hablar de Cristo, incluso el mismo culto (vamos a ver si terminamos pronto la misa para empezar la reunión).
En vez de intentar vivir como cristianos y que se nos guíe para ello, se empozoña todo con infidelidades litúrgicas, doctrinales, pastorales... Nuestros pastores.... Uffff.... Se salvan cuatro.
¡Hasta el gorro, oiga, hasta el gorro!
Su artículo, insisto, me parece muy bueno y oportuno, no se si de los mejores, pero a mi me parece que sí, y oportuno, y además parece que cambia el juego por la otra banda, por supuesto sin cambiar de bando.
No obstante, a mis años uno es conservador, muy conservador, podríamos decir que carca , tan conservador que se molesta a los conservadores de boquilla, que solo son conservadores de lo que les conviene. Algo así como los que hablan de la memoria histórica, y olvidan la mitad o más.
Digo esto porque es cierto que he oído muchas veces lo de "Vive como Dios" y siempre me ha molestado, porque lo decían mis amigos "no creyentes", que a mi me parecía que eran anticlericales, no tanto como los que, por estos lares arremeten contra el Papa y los obispos, pero anticlericales, si bien, más bien, era contra los curas, que contra obispos y el papa les parece
jente muy sagrada, y no se atrevian, por eso digo que creyentes sí que eran.
O sea que me sonaba a irreverencia o utilizar el nombre de Dios sin necesidad, aunque a lo mejor no llegase a lo de "en vano" .
Así que al oírlo o leerlo a un cura y tan buen cura, me ha extrañado y me ha hecho pensar que quizás tenga yo una conciencia demasiado estrecha, o que no estoy al loro, o eso que soy muy carca.
Que a lo peor es que lo hago al revés que "soy del mundo sin estar en el mundo"
¿Será esto? Pues esto sera
Pero una vez dicho voy a dormir mejor. Me parece.
Me gustaría vivir como Dios MANDA, pero a veces no alcanzo.
Cumple mis mandamientos y lo demás se te dará por añadidura. Y que arda Troya.
¡Viva Cristo Rey!
cada uno da su humilde opinión y su preocupación. Cuando la persona opina lo que de verdad piensa, uno no se puede enojar.
Para algunos ¿qué es la Iglesia Católica? Los que siguen y respetan.
¿Qué es bueno para la Iglesia? Hacer lo que dice Quien sabe.
¿Quién tiene la posta? El que más gente reza por él.
¿Quiénes son los malos? Los que cuestionan.
¿A quién se adora en la Iglesia? (Dejémoslo ahí)
Esa es la meta a la que debemos aspirar....Ahí empezamos a cambiar el mundo.....Nunca he entendido porque quienes llevamos a Dios en el corazón tenemos tanto miedo a morir, si para nosotros la muerte no existe.....Gracias!!!
Son los típicos problemas del griego de los Evangelios, en el que a menudo se usa una fraseología sin paralelos con los otros textos.
(Si puedo responder a algo que dijiste el otro día en otro contexto, África: no, el latín no tiene "más gramática" que el inglés. Cada lengua tiene su gramática, y punto. Lo que sí tiene el latín es una morfología flexiva mucho más compleja que la del inglés, lo cual no hace necesariamente que sea más difícil, ni más fácil. Así, por ejemplo, el chino es una lengua que carece por completo de flexión, y te aseguro que no es nada fácil.)
"Bedeinkatua Jaungoikoaren izenean datorrena"
"Bendito Dios de en el nombre el que viene"
La traducción es literal. Sintaxis vizcaina muy bien imitada por Cervantes en "El Quijote" cuando el escudero vizcaíno dice:
"—¿Yo no caballero? Juro a Dios tan mientes como cristiano. Si lanza arrojas y espada sacas, ¡el agua cuán presto verás que al gato llevas! Vizcaíno por tierra, hidalgo por mar, hidalgo por el diablo, y mientes que mira si otra dices cosa". En este caso el sentido sí queda alterado porque sería: "Juro a Dios como cristiano que mientes" y "mira que mientes si dices otra cosa".
No tengo ni idea de los problemas que pueda acarrear traducir del arameo o del griego porque no sé ninguno de los dos idiomas, pero es lógico que los haya. El traductor tiene que procurar no dañar el sentido de la frase pero tiene que dejar a un lado la literalidad o te darán la Biblia de Ferrara y no podrás leerla.
la frase que explicas como posible tradución del griego, "vete atrás con los demás y no te acerques a mí".
Es super genial, simplemente.
Es muy lindo el cariño por una lengua y lo que de verdad quiere decir. Explicando todas las sutilezas relacionadas. Traducir se trata de hacer, pero no siempre se consigue totalmente. Los libros traducidos pierden frente al original.
Dices
"he observado que todos los que en tabernas dicen que "los curas viven como Dios" ellos viven como cerdos"
¿Pero... todos... todos? Yo creo que no tienes razón. No digo que sea una calumnia, pero sí inexacto y ofensivo a buenas personas.
Quizás sí llevas razón cuando reconoces que eres menos serio que Tezanos.
Yo conozco a muchos que, en tabernas y fuera de ellas, dicen lo de "Vivir como un cura", o la frase que tu dices y no repito, porque me parece irreverente, no viven como cerdos.
Tienen su "por qué", y para que no te sientas como Tezanos te explico:
Por los años 60 y durante siglos anteriores, los curas que tenían "buenas parroquias" (lo de buenas se referia a beneficios económicos) vivían mucho mejor que la mayoría de los parroquianos (económicamente).
A finales de los 60 pasé un día de asueto con varios amigos sacerdotes jóvenes, de la diócesis de Segovia, tenían " buenas" parroquias, y estaban un tanto molestos porque el Obispo Palenzuela quería organizar cierto sistema de reparto económico, donde, en su caso, tendrían que dar y no recibir, yo critique su actitud, pues Noe, un sacerdote compañero de ellos, malvibia en un pueblecito de la sierra. Me jugué su amistad.
Los sacerdotes, por aquel entonces se juntaban con las fuerzas vivas de los pueblos, que eran el médico y el veterinario, y de los tres, el que menos trabajaba era el cura: misa de media hora por la mañana y rosario por la tarde, que, si había novena, suponía otra media hora, el rosario en verano se suprimia porque la gente tenía mucho trabajo con la recolección.
Mientras tanto los trabajos de los pueblos eran duros, de sol a sol y, en verano, cuando la siega y la trilla, desde que amanecía hasta que anochecia, con dos horas escasas para comer y la siesta.
Como ves, tiene su explicación que la gente quisiera "vivir como un cura" por el trabajo y la economía.
Así que en el año 1952 entraron en el seminario de Segovia 70 seminaristas, sólo se ordenaron sacerdotes menos de la mitad, de los cuales casi la mitad abandonaron el sacerdocio, más o menos.
Creo que ocurrió, que hacía los años 60 los curas empezaban a "no vivir como curas" las vocaciones empezaban a disminuir los templos se llenaban menos y todo ello y alguna cosa más, se trató de remediar con un Concilio.
Podría darte más explicaciones del por qué de esta frase, y que no todo los que la emplean viven como cerdos, en contra de tu opinión. Pero no debo hacerlo.
Pues no todo lo de antes era mejor ni aquellas misas en latín y de espaldas al pueblo eran tan fervorosas como nos gustaría.
Mejor no remover, y tampoco idealizar para desacreditar lo actual.
Para mayor conocimiento y exactitud en tus juicios, puedes leerte la historia de la Iglesia de la Vera Cruz de Segovia y sabrás los ingresos de su párroco, sin necesidad de aparecer por allí, pues tenía un auxiliar que por una módica cantidad le sustituia en el culto.
Hablo de Segovia con conocimiento de causa, al menos aproximado y creo que era una diócesis de las más austeras.
No, no todos, ni mucho menos, los que dicen la frasecita, viven como cerdos. Mejor rectificar.
Dejadme dormir, que mañana es fiesta.
Zzzzzzz, zzzzzz, zzzzz...
Si es cierto lo que dices en tu comentario, es muy preocupante.
Según lo que dices ¿Pudieran influir los vaivenes políticos, en la forma de ser de los sacerdotes, por encima del permanente contenido del Evangelio?.
La religiosidad suele tener un componente social, pero malo sería que fuera mayor que el componente de Fe.
Las religiones en que las personas con religiosidad social son superiores o tienen más influencia que las personas con religiosidad de Fe, son un desastre y terminan estando al servicio del poder civil.
No andan lejos algunas iglesias cristianas de nuevo cuño y no digamos nada de la religión musulmana.
Yo creo que si nuestra Iglesia Cátólica pudo estar cerca cuando la eliminación de la Compañía de Jesús y del Temple, actuando los papas por presiones de los Reyes, en la actualidad estamos muy lejos de ello, por más que me parece inquietante tu comentario.
No estaría de más estar alerta.
Era exactamente como dices Juan:
"Fraileví: el cura, el secretario del ayuntamiento, el boticario, el maestro, el médico y el sargento de la GC formaban en cada pueblo una especie de clan en el que se añadía el rico local en forma de alcalde o cacique"
En los pueblos pequeños a la camarilla le faltaban algunos miembros. Pero los relacionas muy bien.
Al resto de la gente está "camarilla" le daba poca importancia, le menospreciaba o le consideraba inferior, y la gente desconfiaba de ella, se la temia, así que esta relación del cura, no ayudaba mucho a una relación fluida cura-feligres.
Es lo que yo viví en mi pueblo, seguro que muchos curas estarían más metidos en la gente y sus problemas.
Estaba mal visto en determinadas épocas políticas (la de mi infancia y pubertad) no ir a misa, así que no era oro todo lo que relucia.
Y ahora quizás hasta el oro tenga una capa de mundalidad.
Vivamos nuestro tiempo con esperanza.
Hubo épocas en las que estaba mal visto no ir a Misa, sí, en la postguerra; y otras en que "era moda" ir a Misa y otras actividades relacionadas para promocionarse personalmente (años 60 y parte de los 70), gente que una vez consiguió lo que quería (enchufes en la política y la Administración) no se acercó nunca jamás, ni sus hijos y ya ni sus nietos.
"(...) seguro que muchos curas estarían más metidos en la gente y sus problemas." Desde luego, puedo decir que la mayoría adquiría malos hábitos, pero había una minoría santa, que ponía a la Iglesia en su lugar y que fue germen de lo poco que queda hoy de bueno.
-"Pare, quite usté de aquí este "muñeco" que me estorba pa trabajá"
Y el "muñeco de la hornacina era el Niño Jesús de Praga.
No sé si la santa paciencia del párroco consiguió algo o no porque, cuando me fui de la ciudad, el carpintero estaba en las mismas.
Así que menos lobos, Caperucita.
* Me gustaría vivir como Dios MANDA, pero a veces no alcanzo.*
Aunque siempre estás de bromas, se nota que te tomas la vida muy en serio, con gracia pero con sabiduría. Así que no te quite tu alegría eso que escribes. El Señor tiene un gran sentido del humor y además quiere que seamos felices, así que cuando tú ves que no llegas acude a Él, veras que cuando tu vas El ya viene de hacerlo por ti.
Los católicos hablamos de pelagianismo y demás, pero mejor sería enseñarnos bien a vivir según Su Voluntad. Conocemos los evangelios, pero tendríamos que pedir a Dios discernimiento para vivir cada momento según Su Voluntad perfecta para mi vida, la mía, lo general por supuesto como el joven rico, pero lo que Dios quiere de mi es lo que importa, y cuando nos lo dice como al joven rico del evangelio o no nos enteramos o no nos queremos enterar o no lo preguntamos por si acaso…
Nadie vive como Dios, eso es de pacotilla, los verdaderos cristianos más que vivir como Dios, mueren a sí mismos para vivir glorificando a Dios…
“el cura, el secretario del ayuntamiento, el boticario, el maestro, el médico y el sargento de la GC formaban en cada pueblo una especie de clan en el que se añadía el rico local en forma de alcalde o cacique".
Fraileví:
“Al resto de la gente está ‘camarilla’ le daba poca importancia, le menospreciaba o le consideraba inferior, y la gente desconfiaba de ella, se la temia, así que esta relación del cura, no ayudaba mucho a una relación fluida cura-feligres”.
Parecen estos señores, Fraileví y Juan Mariner, dos guionistas de películas españolas sobre la Guerra Civil.
No serían tan malos los curas del siglo XX en España cuando en la Guerra Civil Española morían perdonando, bendiciendo a sus asesinos y gritando “Viva Cristo Rey”. Y dejaron un recuerdo de sacrificio por los pobres y bondad en muchísimos pueblos y ciudades. Vivieron como Jesucristo haciendo el bien.
O sea, que vamos a dejarnos de soltar viejos tópicos anticlericales para un minuto después disfrazarnos de piadosas ursulinas.
“Desde 1931 y hasta el final de la guerra, el patrimonio eclesiástico menguó de manera considerable en España debido a la destrucción de un total de 20.000 iglesias.
Así las cosas, no es casualidad que durante la Guerra Civil perdieran la vida un total de trece obispos, 4.184 sacerdotes seculares, 2.365 frailes y casi 300 monjas. De hecho, la ley socialista no reconoce como genocidio las persecuciones religiosas que se produjeron. Las milicias revolucionarias eliminaron, en muchos casos después de terribles torturas y vejaciones físicas y morales, a cerca de 10.000 sacerdotes, religiosos y religiosas. Su único “delito” fue ser católicos.
Fue por ejemplo el caso del obispo de Jaén, que fue asesinado con su hermana por una miliciana apodada “la Pecosa” ante 2.000 personas, cerca de Madrid. También en la capital de España se abandonó el cadáver de un jesuita con un letrero colgado del cuello en el que se leía: “Soy un jesuita”.
A los obispos de Guadix y Almería se les obligó a fregar la cubierta del barco prisión 'Astoy Mendi' antes de ser asesinados en las cercanías de Málaga. La misma suerte corrió el obispo de Ciudad Real que, tras fusilarle, destruyeron su fichero de 1.200 fichas en la que estaba trabajando.
Así las cosas, España se convirtió en un infierno para los miembros de la Iglesia. Ocho décadas después, la izquierda ha tratado de lavarse las manos respecto a esta masacre, bajo la excusa de que aquellos actos fueron perpetrados por delincuentes liberados de las cárceles durante la guerra. Particularmente cruel fue el verano del 36, cuando estalló el conflicto. Entre julio y agosto de aquel año, fueron asesinaron más de 3.000 personas vinculadas al clero. Todo un genocidio que, como hemos comentado, aún no se ha reconocido como tal”.
Dices:
"Parecen estos señores, Fraileví y Juan Mariner, dos guionistas de películas españolas sobre la Guerra Civil."
Con esto que dices poco aportas.
Mejor hubiera sido que dijeras si algo de lo que decíamos explicando lo situación y actuación de los curas rurales en los años inmediatamente anteriores al Concilio eran ciertas o erróneas y hubieras dado tu versión.
Esta forma de echar balones fuera o salirte por los cerros de Úbeda pudiera considerarse como un intento de ridiculizar, cuando no hay nada que aportar.
Hay dos cosas sorprendentes que hacen mucho daño a la verdad.
Una es la de quienes politicamente con su memoria histórica parcial e interesada niegan los logros del pasado para no dejar en evidencia los fracasos del presente.
Otra la de quienes "religiosamente", o quizás también políticamente, resaltan lo positivo eclesial anterior al Concilio, niegan y les molesta que se indiquen los fallos que había, para remeter contra el Concilio Vaticano II, obispos y el Papa actual, haciéndolos culpables y originarios de todos los males; no tanto para ensalzar a la Iglesia que es la de antes y la de después.
Son algunos a los que les molestan las críticas de echos concretos de ciertos curas, y acusan de anticlericales los que atacan, descalifican e insultan al Papa y a los obispos.
Por eso digo que más parecen motivos políticos o al menos de una religiosidad social mas que de Fe.
Saben, es imposible que lo ignoren, que la mejor forma de destruir una organización, en este caso la Iglesia, es atacar o descalificar al Concilio Vaticano II y al Papa Fancisco, pues en ambos casos su forma de elección en un caso, y su forma de convocatoria y desarrollo en el otro, lo fue siguiendo con rigor la Tradición de la Iglesia Católica.
Por tanto descalificar al Papa Francisco y/o al CVII es destruir el fundamento de todos los anteriores y portanto la TRADICION de la Iglesia Católica.
O sea que la cosa tiene su miga y consecuencias.
Acusar de que el Maligno puede infiltrarse en la Iglesia no debe evitar vigilar por si tiene la habilidad de conseguir que le hagamos el juego.
Repito esta joya salida de sus neuronas. Escribe usted:
“Al resto de la gente está ‘camarilla’ le daba poca importancia, le menospreciaba o le consideraba inferior, y la gente desconfiaba de ella, se la temia, así que esta relación del cura, no ayudaba mucho a una relación fluida cura-feligres”.
O sea, que, en su opinión, el cura formaba parte de una “camarilla”, de un grupo de personas influyente en las decisiones del pueblo, y que menospreciaba y consideraba inferiores a los demás vecinos. Añade que la gente desconfiaba del cura y le temía, por lo que no había relación fluida entre éste y sus feligreses.
¿Los curas eran malas personas y menospreciaban y tenían por inferiores a sus feligreses? ¿Los vecinos tenían miedo al cura? ¿Qué pruebas tiene usted de eso? Que un ateo militante y que sienta un odio grande por la Iglesia se atreva a soltar esas injurias y calumnias contra los sacerdotes, lo entiendo. No puedo entender que salgan esos comentarios groseros y disparatados de una persona tan defensora de la Iglesia como es usted.
Luego dice: Estaba mal visto en determinadas épocas políticas (la de mi infancia y pubertad) no ir a misa, así que no era oro todo lo que relucia.
O sea, que la gente acudía a Misa porque estaba mal visto no ir. Así pues, nosotros, nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros bisabuelos y los vecinos no íbamos a Misa porque tuviéramos fe en Dios y actuásemos como católicos, sino por miedo al qué dirán, por que no nos mirasen mal.
Otra calumnia más. Éramos unos hipócritas y había unos señores que apuntaban quiénes no iban a la iglesia. Eso nunca ha sido así más que en el sucio cerebro de los que odian a la Iglesia.
“No era oro todo lo que relucia”. En su infancia y pubertad ya era usted ´joyero de almas` y juzgaba usted dónde estaba el oro y dónde la bisutería barata. Qué fenómeno ya tan jovencito. Y luego soy yo el que sesga, el que tuerce. Bueno, cambio y corto. Adiós.
Dejar un comentario