Ni lectores ni oyentes
Contaron los medios, hace días, que el papa Francisco, en una visita al Dicasterio para la comunicación, se hacía esta pregunta: “¿cuántos escuchan la Radio, y cuántos leen L’Osservatore Romano?”. Santidad, así entre nosotros, nadie.
Me muevo mucho por el mundo de la información religiosa y como pueden imaginar conozco a bastantes informadores y expertos en estos temas. Jamás me han dicho que lean L’Osservatore Romano. Sacerdotes de mi entorno, nadie. Me temo que laicos poquitos. Es decir, que hablamos de una publicación que se hace desde el Vaticano, que se lee allí por si acaso y fuera de eso en algún convento donde reciben una suscripción gratuita. La nada. Radio Vaticana aún menos. Es lo que hay.
Hace unos días Juan Vicente Boo, en Alfa y Omega, nos daba estos datos: “Antes de la pandemia, la tirada de L’Osservatore Romano era de tan solo 5.000 ejemplares. En la actualidad, sumando la página web, tiene unos 20.000 lectores, a los que se suman otros 20.000 de las ediciones semanales en distintos idiomas”. Y una cosa más: “El Dicasterio para la Comunicación, que incluye también la Oficina de Prensa, consume 43 millones de euros del total de 310 del presupuesto de la Santa Sede”. Esto es un fracaso del Dicasterio en toda regla.
Y mientras los medios oficiales vaticanos son la nada, solo en España una página tan elemental y con un presupuesto ridículo como es Infocatólica, se acerca al millón de visitas al mes.
Si quieren podemos buscar razones. No me importa.
Lo que dice la gente es que los medios oficiales aportan poco, quizá algún documento, pero tan complaciente con todo y todos, tan sin ánimo de molestar a nadie, tan buenecito que es la nada sin sifón. Las noticias que aparecen son del todo insignificantes y las cosas que realmente preocupan a muchos fieles ni se mencionan.
Los fieles católicos, además de conocer el último abrazo del cardenal Mengánez a un pobrecito, el aniversario del monasterio medio extinto de santa Veneranda y la necesidad de ser solidarios con el pueblo de los Ñamiñatos, en caso de que exista, quieren otras cosas que buscan en otros medios.
A los fieles de hoy les preocupa la secularización de nuestro mundo, el relativismo eclesial en doctrina y disciplina eclesiástica, la ausencia de vocaciones, el cierre de conventos y monasterios, el trabajo de una Cáritas confesional en serio, la marcha económica de la Iglesia, tanto la Santa Sede como las diócesis. Preocupa el tema del matrimonio y la familia, la defensa del derecho a la vida, la confesionalidad de la enseñanza católica, la situación de la Iglesia en China, las misiones como lugar de anuncio del evangelio. Los fieles quieren impulso para su vida de gracia y ánimo y estímulo en su camino de santidad. Y no lo encuentran en los medios oficiales. Y dicen que total, para que les hablen del agujero de ozono, el deshielo de los casquetes polares y la crisis de los arrecifes de coral, prefieren los documentales de la 2. Y que no nos vendan lo de la ONU como la gran panacea, porque parafraseando alguna pancarta de tiempos de Franco, si ellos tienen ONU, los católicos tenemos DOS, o deberíamos tenerlos, porque parece que se nos han quedado perdidos en algún despacho.
Hasta la aparición de las redes sociales y este maravilloso mundo de la blogosfera, los fieles no tenían otra fuente de información que efectivamente L’Osservatore Romano y algo más cercano como podía ser en España la revista “Ecclesia”, de recepción y lectura casi obligatoria en su momento y que hoy, en la práctica es la casi nada. Tuvimos incluso la novedad de Vida Nueva, que aterrizaba algo más, pero siempre desde el, digamos, entonces, control oficial. Hoy no hay quien controle nada.
Bien. Pues los medios oficiales deberían tomar nota. Simplemente. No interesan a nadie. O a casi nadie. Y los fieles interesados en conocer la vida de su Iglesia huyen en desbandada de ellos para buscarse la vida por su cuenta. Cualquier católico deseoso de seguir la vida real de la Iglesia acudirá, por orden de descargas de los distintos portales de España, a Religión en libertad, Infocatólica, Infovaticana o Vida Nueva, con una libertad hoy que no es la de antaño.
Y en cuanto a oyentes… casi me atrevo a decir que una alocución, programa o video medio decente de cualquier cura, tiene más éxito que las cosas de Radio Vaticana. Y mucho más barato.
L’Osservatore Romano y Radio Vaticana en estado semi comatoso. No es de extrañar. Porque antes se decía: “ustedes a leer esto que es la verdad” y la gente callaba y tragaba. Y hoy no, y se buscan la verdad y la vida donde les parece. Y punto.
29 comentarios
De todas formas, la influencia de estos medios no está en quién los lee sino en cuánto los citan. Si Juan Manuel de Prada sale en L'Osservatore hablando de una peli o libro, esa peli o libre de convierte en tema de debate en todo el orbe católico. Si un historiador en L'Osservatore desmonta tal o cual leyenda negra, se le cita, copia y republica en mil revistas y digitales.
Gran verdad, pero también nos interesa mucho las noticias de como va la guerra contra la Iglesia, en el plano físico y espiritual; la traición a la Iglesia en China, el silencio aturdidor al genocidio del aborto, el uso de la falsa misericordia para justificar el pecado, el encubrimiento de la mafia lavanda, etc.
Yo añadiría que también hay un cierto peligro en el uso de las redes: se tiende a obtener solo la información que uno quiere oír y se forman grupúsculos encerrados en ghettos que no permiten que traspase su umbral ningún "disidente" ni que se aporte ningún otro punto de vista que el mayoritario en ese grupo.
Quizás esta es la época con más capacidad de informarse y, paradójicamente, con más desinformación.
Hace muchos años, en una galaxia muy lejana, cuando la Iglesia todavía tenía cierta influencia cultural, el Observatore era un respetado medio político, pero hoy en día el modelo de negocio ha cambiado y como se pone de manifiesto en el artículo el actual Observatore, no parece aportar mucho a la evangelización, entre otras cosas porque es un medio muy autorreferencial.
Ahí lo dejo...
(Le ha sentado bien el descanso afgano).
Infocatolica+Radio María. No me interesa nada más.
Ánimo a que los lectores contribuyan con un par de euritos al mes, para poder seguir disfrutando de ellas.
La Iglesia Católica, incluso en la época de Franco, tenía sus sectores: unos leían el "Pan de los pobres de San Antonio de Padua" y otros "El ciervo". Y algunos, como mi abuelo, estaban subscritos a "El Debate" del que fue luego Cardenal Herrera Oria durante la II República, pero no todos los católicos lo leían, mis otros abuelos, por ejemplo, que también eran católicos, no lo hacían. Sin embargo Radio Vaticana, en la II GM, junto con la BBC, era una de las emisoras más escuchadas y, en la Europa ocupada, a más de uno le costó la vida su escucha clandestina.
Si ahora se ha vuelto inane será porque para oír lo que el mundo dice es mejor oír lo que las emisoras del mundo suministran: feminismo, ecología y demás temas políticamente correctos. Que en tiempos de Francisco se tenga envidia de los tiempos de Pío XII ¿qué significado puede tener? Que lo piense cada cual.
Precisamente, en las lecturas de la Santa Misa de hoy, en la Epístola a los Corintiios, San Pablo dice que ha anunciado el Evangelio sin ser carga para nadie.
La difusión del mensaje de Cristo solamente da fruto cuando se asume como un apostolado, como un servicio al Señor.
Rezo su Ave María,
O al menos para mantener la serenidad.
Para mí está claro que LA iglesia persigue adecuarse al mundo, a los postulados de la onu, al globalismo buenista, a lo políticamente correcto. Lo anterior tiene como consecuencia lo que ha descrito tan gráficamente como nada sin sifón. O, dicho de otra manera, el personal prefiere el original a la copia.
Pero también hay que reconocer que fuera del consenso pijo-progre hace más frío.
Total que no veo a los dirigentes actuales de la Iglesia enfrentándose a pachamamás ni a Nancies Pelosis.
Le rezo su Ave María
Más bien demuestra los intereses de la sociedad.
Cierto que los medios de comunicación influyen mucho en la forma de pensar, intereses y hasta sentir de la sociedad, pero ¿Quien puede competir con los Marx, Bill Gates, los de Davos y Beldirber, sobre todo si sus intereses coinciden o se acuerdan con los chinos?
De nadie quiere vacunarse a implorar la vacuna; lo que quieran y cuando quieran.
Los 43 millones de presupuesto de la Oficina de Prensa Vaticana, son menos que lo que rezuma un botijo de latón.
Si además se encuentran enemigos en una iglesia dividida o con grupos enfrentados, apaga y vámonos, si no fuera por la promesa que creemos.
Ni volviendo a los diezmos y primicias.
Entonces, ¿como es que otros blog, TVs, redes sociales... prosperen? Pues de diversas maneras.
Muchas copiando la basura de Tele 5, otras las tertulias sin respeto y sin razón, algúnos porque son muy buenos, pudiera haber algunos que mitad y mitad, y quien puede con las exclusivas del fútbol y exclusivas de la Pantoja o herederos.
Moral y cultura seria, resta. El más solicitado Simón, que tiene guasa.
Yo sigo pensando que los aduladores incondicionales, y siempre pase lo que pase, son peor que una enfermedad.
Con siete añitos me enteré de la muerte de Manolete, me dijeron que le habían matado los aplausos, tardé en entenderlo. Desde entonces me asustan los aduladores y tengo cuidado con los triunfos.
Traumas que ayudan. Yo me entiendo y quien tiene que entenderme, también.
Mi fraternai consejo es que no emplee siglas, que hoy en día hay tantas que se pueden prestar a confusión. Por ejemplo, se puede entender S.I. como Societas Iesu, pero para algunas mentes ingenuamente perversas (valga el oxímoron) tras leer su comentario pueden entenderlas como una críptica declaración de que "soy idiota"
Yo soy InfoCatólico de pro, y acompaño a este portal más tiempo del que duran los actuales matrimonios. Algunas veces entro en Infovaticana y no he encontrado heterodoxia alguna. Pero yo, humilde pastor de cabras en Soria,no puedo enfrentarme teológicamente a esa gloria española en la que se convirtieron los jesuitas actuales (Masiá, Castillo, Gonzalez-Faus, Segundo, etc...)
Lo que si le pido es que me ilumine en qué caen en heterodoxia:
¿Porque no les gustan la pachamama en los jardines vaticanos?
¿Porque entienden que Lutero más que un "testigo del Evangelio" fue una bestia responsable de miles de muertes y de la ruptura de la Cristiandad? ¿Porque piensan que este pontificado se caracteriza por la confusión asperjada?
Si me responde, le ruego no utilice su restricción mental.
Nadie lee el Observador porque no contiene la solución de los problemas cotidianos del catolicismo, se ha convertido en un diario social adaptado a lo que debe decirse y publicarse en forma correcta, lo menciona en el encabezamiento "Giornale Quotidiano Politico Religioso".
Lo que sería más que interesante es leer AAS Acta Apostolicae Sedis, (que viene a ser el Boletín Oficial del Vaticano y su adicional del Gobernatorio) para estar al día de las normas aplicables y vigentes, tema que es totalmente ajeno a lo diario pero donde se encuentran hallazgos más que importantes y sorprendentes parecidos a los de Qumrán y la historia de los esenios.
Cambia la S.I. que dice poco a su favor. Yo que les admiré en su dia, hoy no pondria a mis nietos (si los tuviera) en sus manos ni para una fiesta de Halloween. En mi larga vida, 4 dioses diferentes me han ofrecido y ninguno bueno. Tanta inteligencia les pierde y todavia no han encontrado al humilde Jesús del Evangelio a quien entendemos todos... ¡hasta los tontos!.
Dos milenios dan mucho tiempo para decir tonteras no todas ellas útiles y mejor nos quedamos con la versión original que están contenidas en las Escrituras. El Amor de Dios y la respuesta que debemos a ese Amor, no ha cambiado desde el s.I y con eso me sobra y ni siquiera llego a cumplir con ello... Menos ocurrencias aunque echo en falta la llamada a la santidad que nos pedía el Jefe que eso, sí que levantaba el animo!
Le rezo un Avemaría y que Dios lo bendiga.
Y otra más por su salud. Ave María, gratia plena...
Nadie es perfecto, pero heterodoxia?????? Por favor, en que donde y cuando, porque si no lo haces quedarás tu como un heterolelo.
Supongo que tu experiencia te lleva a tener tan mal concepto de la Compañía de Jesús.
Mi experiencia es totalmente diferente. Conocí a los jesuitas en las escuelas de formación profesional de Cristo Rey en Valladolid. A ellos les debo, o mejor dicho Dios por medio de ellos, me dlo lo que soy como persona, profesional y religiosamente y me enseñaron lo que es evangelizar.
A parte de su experiencia y la mía, al parecer tan dispares, juzgó que dos de las cosas más admirables de la Iglesia como son los Ejercicios Espirituales y las Reducciones del Paraguay nos vinieron por medio de ellos.
Son muchos los Cristianos seglares, curas y frailes de casi todas las congregaciones que hemos reencontrado la paz y la gracia por la conversión o reconversión en los Ejercicios.
También me enseñaron a dialogar y huir de los insultos, la prepotencia y el desprecio a los demás como lo muy opuesto al cristianismo.
Si bien es cierto que no todo lo aprendí convenientemente. Y algunas cosas se me contagian, pues no es sólo el covit el único virus que nos tiene infectados, ni mucho menos, ni es el más contagioso y ademas hpace extraños hasta en el rebaño del Señor.
Observo con dolor que muchos cristianos a pocos tienen tanta animadversión como a otros hermanos católicos. Mal estamos en el "Amaros como Yo os he amado" y no es que aquellos tan amados no faltarán.
En fin a si nos ve el mundo y así nos va.
Salgo en su defensa porque me enseñaron que es de bien nacidos ser agradecidos
Pero sí nos llamamos cristianos y queremos dar testimonio, ante las dificultades debemos saber que el Evangelio, que decimos defender, nos habla de Caridad, rezar por los que nos persiguen y utilizar siempre en nuestro vivir, el Espíritu de las Bienaventuranzas.
Y ser consecuentes con nuestro Evangelio que anatematiza los insultos
Claro que esto se juzga como pusilánime y trasnochado en esta sociedad tan dura y agresiva. Por eso hay tan pocos cristianos.
Por los frutos por su estilo se los conoce. No por cono se hagan llamar.
No nos engañemos.
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