Un gen serrano para los seminaristas de Madrid
Desde este pasado domingo hasta hoy mismo ha estado en la casa parroquial de Braojos un grupo de seminaristas de tercer año del seminario conciliar de Madrid. Lo he agradecido mucho, porque para un sacerdote que va cumpliendo años es una gozada compartir con estos hermanos jóvenes un tiempo en estos días.
El lunes, rosario, misa, mesa y charla distendida. Ayer martes, un refresco antes de comer, que no pude quedarme a la comida, a la que me dicen se incorporó el rector del seminario. Por la tarde, otra vez, rosario y misa y luego visita a nuestra iglesia con ascenso al campanario.
¿Y se puede saber, D. Jorge, que ha dicho usted a los seminaristas? Muchas cosas, aunque voy a destacar algunas:
La primera, que no se dejen arrastrar por la necesidad de hacer muchas cosas. Me preguntaba uno de ellos que cómo enfocar la vocación y el ministerio en el mundo de hoy, que cómo situarse. Fui muy claro. Lo primero, la fidelidad. En estos tiempos convulsos estamos llamados a la fidelidad, a la santidad. Justo porque las cosas son difíciles, no podemos permitirnos vivir de cualquier modo. Fidelidad hasta la perfección en nuestra vida. Después, ya veremos lo que hacemos. Y lo segundo, que hemos de mentalizarnos en la cada vez más real posibilidad del martirio. No creo que sea martirio físico, aunque no lo descarto, pero martirio moral lo estamos viviendo. Esto tienen que aceptarlo desde ahora.
Les hablé también, cómo no, del sentido de la pastoral rural, pidiendo que abandonen esa idea empresarial del sacerdocio que mide su eficacia en número de asistentes a misa o primeras comuniones, y que es un privilegio llevar a Cristo a los más necesitados, y que hoy esta gente de nuestros pueblos mínimos son los pobres del evangelio.
Vaya dos lecturas del libro de los Hechos en la misa de lunes y martes. Hoy a Pedro le hubieran reprochado su contundencia. Más aún, les dije que posiblemente un estudiante de teología pastoral, con un proyecto según las líneas de Pedro, no aprobaría en su vida, porque Pedro, en la lectura de ayer martes, comienza por acusar a los oyentes de matar a Cristo, afirma a lo bestia que Cristo es el Señor y que no hay más salvación que el bautismo. Y por si era poco, los invita a salir de esta generación perversa. Cualquier pastoralista de los ochenta hubiera despreciado este planteamiento. Curiosamente aquel día se bautizaron tres mil.
Dicen que los serranos somos claritos y llamamos al pan, pan y al vino, vino. No sabemos andar con medias tintas. Soltamos las cosas a lo bruto. Por eso creo que Pedro, por muy galileo que fuera, tenía allá escondido en su ADN algo de serrano. Anda que no hemos utilizado la nada para hacer pastoral: un día al cine, otro vemos una peli, a ver si aprendemos a tocar la guitarra, nos pedimos unas pizzas, tú que piensas… El resultado de tanta amabilidad, que en el fondo no es otra cosa que comodidad y falta de celo por las almas, que se decía, suele ser nada. Lo hemos visto. Pues llega Pedro, los llama pecadores, ¡los acusa de haber dado muerte a Cristo!, llama perversa a toda una generación y dice que sin bautismo no se salvan. Tres mil. Como para tomar nota.
He pedido a Dios estos días que cuele en el ADN de nuestros seminaristas un pequeño fragmento serrano para que sean capaces de enamorarse de Cristo, ser fieles hasta el martirio si fuera necesario y dar testimonio de Cristo con toda claridad como hacía Pedro. Vivimos también nosotros ahora mismo en una generación perversa. No se respeta la vida, la familia se deshace, la mentira y la corrupción parecen algo natural, se expulsa a Dios de los espacios públicos con auténtico odio. Sin Dios no somos nada, nos rompemos. Cuánto tenemos que hacer.
Recordaba en la homilía aquellas atronadoras palabras de Juan Pablo II: “Europa, sé tú misma, vuelve a tus raíces cristianas para que seas lo que tienes que ser”. Hoy es urgente anunciar por todas partes que la única salvación del mundo está en la vuelta a Cristo, así que a anunciarlo con fuerza como Pedro sabiendo que quizá nos cueste el martirio.
ADN serrano o galileo, que tampoco era mala cosa.
Han sido unos días gratísimos con los seminaristas, con la esperanza de que vuelvan o nos visiten otros compañeros.
21 comentarios
Clarito, contundente sencillo y sin rodeos. Gracias, siempre está muy bien, pero hay veces como esta que lo clava.
Sin Cristo, el Señor, no somos nada.
Abortos, eutanasia, mentiras.... generación perversa.
Adornos que más que resaltar el contenido, lo ocultan, lo desvirtúan... una liturgia que puede quedarse en lo superficial tan bonito, y descafeinar lo profundo, lo auténtico.
La Verdad está en lo sencillo, mejor un poco austero, porque la persecución nos está martirizando y nos corroe poco a poco, cada día dando una vuelta presionando lo justo pero constante.
Pero sabiendo que nuestro auxilio es el Nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
A los seminaristas no los ánimo a conseguir canongias, les habló claro, lección de un cura de pueblo que aprende en la vida.
FELICES PASCUAS DE RESURRECCION.....
¡¡¡ANIMO!!! OS ENCOMENDAMOS CON ESTA.BENDITA COMUNION DE LOS SANTOS.
Hoy ha dado una muestra de lo que han y hemos de aprender no sólo los futuros presbíteros, también el pueblo sacerdotal. Y lo ha hecho de forma clara y precisa, sin remilgos, sin ser puntilloso en exceso, y no ha herido susceptibilidades que, si se dejan volar, son llevadas al extremo, generando blanduras e inseguridades que terminan en torpeza y equivocación seguras.
La perfección está en Dios , y si a Él aspiramos, el camino no es de rosas precisamente. Habrá aciertos, dudas, equivocaciones, enmiendas o permanencia en el error, pero Él nos da señales , sale a nuestro encuentro , para entender por dónde hemos de seguir y de qué forma hacerlo. Ha dado Ud. eso que tanto se pretende obtener en las catequesis y manifiestan los tratadistas de temas religiosos, un testimonio de vida. Dios le ha dado unas herramientas y Ud. las utiliza. Por eso estamos agradecidos a Él y a Ud.
Que el Señor le siga "suministrando" todo lo necesario para que pueda seguir en su maravillosa labor, y que la Santísima Virgen le asista en ella D. Jorge.
Si este verano estamos vacunados iremos a misa a Braojos, a Piñuécar y a La Serna para estar con nuestros “coparroquianos” no virtuales.
Ánimo y a seguir mejorando en todo.
Ave María.---
Por otra parte el martirio ya está, la persecución es por prohibición y por defenestración pública, lo más llamativo es que se hace en países que declaman la libertad total y la religiosa en especial (siempre que no exista Dios, la más graciosa de las invenciones del hombre es la religión sin Dios).
Dónde iremos a parar....
Pido a Dios y no solo rezo una Ave María, sino el Rosario por los sacerdotes de los pueblos pequeños que tienen varias parroquias.
Contado así con la ilusión y fuerza que usted tiene parece muy bonito. Me recuerda aquellas películas de misiones y misioneros que veía en el colegio que a todos nos emocionaban y nos entraban unas ganas tan grandes como momentáneas de ser misioneros; esas películas ya no se llevan. Pero el día a día y el año tras año es otra cosa.
Los que conocemos los pueblos sabemos que, hoy, la vida del sacerdote es dura. No siempre están tan bien acompañados, hay mucha soledad. Lo del trio del medico, el veterinario y el cura, como las fuerzas vivas y respetables, ya no es. La convivencia entre los vecinos es más intensa y también lo son los conflictos, las envidias que pretenden que el cura tome partido.
La monotonía que invita a terminar haciendo solo lo necesario, lo que se demanda, que también cada vez es menos. No siempre es Semana Santa y vienen los amigos, los antiguos feligreses.
Seguro que el obispo es consciente de la situación, pero una cosa es ser consciente y otra es haberla vivido y hay pocos obispos que hayan estado muchos años con varias parroquias de pueblos pequeños, diciendo misa y poniendo la lavadora, que todo es necesario. Y además bastante tienen con los problemas de las grandes ciudades.
El P. Miguel fue mi párroco en Madrid, hombre activo y entregado a fondo, con un alma hondamente, sacerdotal, en esto como el P. Jorge, en otras cosas no. He tenido suerte con mis párrocos. Cuando estaba sumergido en tanta actividad yo le decía. P. Miguel, que bien le vendría un quinquenio en unos cuantos pueblecitos; me contestaba que no podría aguantarlo.
Curiosamente le han enviado a un pueblo, no es pequeño, no lo que le deseaba, pero como entrenamiento puede valer.
Pasar un quinquenio de sacerdote rural sería muy conveniente en la vida sacerdotal; más aun los predestinados a ser obispos, o vicarios o cargos de esos.
Aunque no es lo mismo un quinquenio, como hasta que... venga la jubilación, pero algo es algo.
La periferia que dice el Papa Francisco, la Galilea donde Cristo pidió que le esperasen.
San José, Patrón del Seminario: Cuida a nuestros futuros sacerdotes.
Ave María grátia plena, Dóminus tecum. Benedícta tu in miliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Iesus. Sancta María, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in ora mortis nostrae. Amen.
Me refiero a algunos rectores de seminario expertos en vaciarlos. Chavales que van al seminario con ganas de formarse, de ser exigidos, de dar la vida por Cristo y su Iglesia .... Y lo único que les dan es la paliza con memeces Se largan, claro.
Eso se lo ha chivado literalmente el Espíritu Santo. Cuanto bien va a hacer a muchos.
Necesitamos pastores que Ardan por dentro y que a la vez que nos transmiten el fuego del Amor de Dios, nos zarandeen cuando estamos dormidos o anestesiados.
En el Seminario el papel de los formadores es Crucial. Recemos y que Dios elija Valientes guerreros capaces de reclutar a otros semejantes a ellos, para que se transformen en otros Cristos y prendan fuego a este mundo.
Usted sabe mi afecto, admiracion y agradecimiento.
Creo que los seminaristas deberían tener un conocimiento lo más directo posible de como van a vivir su misión y conocer toda la iglesia, la de Madrid capital y sus pueblos, la burocracia y la administración necesaria que les corresponde y la pastoral de las capitales y los pueblos.
Y su amplia experiencia en todos los campos les será muy útil.
Pero no caigo en la tentación de decir ni insinuar que los formadores del seminario harían bien en dejarlo todo en las manos del P. Jorge. Hay muchos sacerdotes que pueden aportar su experiencia y dar testimonio de su fe.
Mi admiración, afecto y agradecimiento, sí, a tope.
Mi adulación no, nunca. Quizás porque para mi es fácil caer en esa tentación.
Sigo creyendo que Manolete fué muy perjudicado por los aplausos de sus aduladores. Quizá no estaban dirigidos tanto a agradable a él, como a fastidiar a Arruza.
No me explico bien, pero creo que me entiende.
Bendito sea Dios.
Por mi parte no debes darte por aludido, otra cosa es que tu pienses que yo me refería a ti.
Ahora sí me refiero a ti y, como supongo que eres una persona muy sensata y responsable, tienes que tener muchos conocimientos para juzgar que para los profesores de los seminarios no se haya elegido a los profesores más idóneos. Si es así como lo dices, o como yo interpreto que lo dices, pues realmente es muy grave.
"Pero fiel es Dios, quien no les dejará ser tentados más de lo que vosotros podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la puedan resistir" (1 Cor. 10,13).
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