Pikolín
Cuando nosotros éramos jóvenes, hubo anuncios publicitarios que nos marcaron de tal manera que se convirtieron en expresiones de nuestro hablar cotidiano.
Hoy me he permitido la broma de utilizar algunas de estas frases para ilustrar historietas de la vida parroquial. Si pongo anunciantes, mis disculpas… Y adelanto que algunas de las frases son de los años sesenta… Así que los jóvenes…
- ¿Qué dices? Que te fagorices. Era el final de un anuncio de electrodomésticos, que venía a ser algo así como que me dejes en paz. Sigue siendo válido. Se podría emplear cuando aparece el vocabulario progre - ampuloso - rebuscado. Anda ya, que te fagorices…