Una parroquia de verdad
Este pasado domingo hemos visto incrementarse el número de asistentes a misa en los tres pueblos. En La Serna, por ejemplo, domingos de invierno he tenido con tres personas, aunque lo normal es que asistan a misa dominical entre diez y doce. El domingo, más de treinta, al punto que no falta quien te diga que esto, en verano, ya parece una parroquia de verdad. Me hizo pensar.
Podemos pensar que una parroquia de verdad es aquella a la que va mucha gente a misa y tiene grupos de no sé cuántas cosas. Lo he conocido. He sido sacerdote en parroquias con cientos de jóvenes y últimamente en una con adoración perpetua, por ejemplo, donde siempre había gente, fueras a la hora que fueras, y misas colmadas de fieles. Lo que sería eso de “una parroquia de verdad”.