Mañana de domingo: tres pueblos, tres misas
Ayer, un domingo más en la vida de mis tres parroquias. Mantengo el horario de misas que tienen desde “siempre”. Es decir, a las 11 celebro en Gascones, a las 12 en La Serna y a las 13 en Braojos. Justito de tiempo, pero bien, ya que la distancia entre pueblo y pueblo es de apenas dos kilómetros.
Hemos entrado en la dinámica de invierno. Se han ido marchando los veraneantes y nos quedamos los de siempre. Suelo acudir a Gascones una media hora antes de la celebración para que dé tiempo a preparar todo sin prisas, incluyendo el toque de campanas que, aunque se hace a través de un dispositivo electrónico, no siempre funciona correctamente. Diez o doce personas, un monaguillo casi siempre, y una parroquia que celebra la eucaristía. Y lo hacemos con toda decencia, porque no nos falta algún lector, ni el canto apropiado ni una campanilla avisando de que el Señor, en ese preciso instante, ha venido a hacerse pan y vino por y para nosotros.