No me da la gana de asumir los consensos científicos
Yo no sé si somos memos, snobs, bobos o simplemente gilipichis, aunque en el pueblo lo dicen de forma más rotunda. Pero es que de verdad hay que ser algo de eso o todo a la vez para sacarse de la manga unos pomposamente llamados mandamientos ecológicos dentro de una cosa denominada “Decálogo verde”, que es una campaña promovida por asociaciones católicas como Cáritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desarrollo Solidario).
No voy a entrar en la oportunidad o inoportunidad del asunto, o en si Cáritas tiene como uno de sus objetivos prioritarios dedicarse al Decálogo Verde. Pero al menos, y en caso de que eso del decálogo sandía –verde por fuera, rojo por dentro- fuera imprescindible, que sea algo al menos medio creíble.