Parroquia, teléfono, guasap y buena educación
Jamás se me ocurriría llamar por teléfono a una casa particular después de las diez de la noche o antes de las diez de la mañana, salvo caso urgentísimo de fuerza mayor. Me parece de educación elemental respetar la privacidad ajena incluso con el teléfono. Bien. Pues esto, norma no escrita pero asumida de manera bastante generalizada, es algo que vamos perdiendo.
Servidor es de los que piensan que debe estar disponible 24 horas ante las necesidades de sus fieles. El teléfono fijo jamás se desconecta y si no es posible atenderlo, un contestador informa del teléfono móvil del párroco, que jamás se apaga y que lo más que hace es quedarse en silencio durante las misas y poco más.