EXCLUSIVA: por fin alguien se atreve a poner una querella
Si es que no tienen costumbre. Llevan años constatando que sacudir a la Iglesia es gratis y se nos han envalentonado. Se pueden profanar capillas, nada. Se puede insultar y agredir a obispos, sacerdotes, religiosos. Nada. Calumnias, difamación, poner en solfa a cualquiera. Gratis. Hasta que un día una religiosa, que se ha sentido calumniada por una señora, posible caso de bebé robado, en lugar de callar, llorar y limitarse a rezar por su perseguidora, que posiblemente también lo haya hecho, se fue con la toca “mu bien artornillá” al juzgado y puso una querella por injurias y calumnias contra aquella que la acusó de un delito con nombre y apellidos.